Durante la semana pasada, el ayuntamiento de Valladolid ha presentado su proyecto para la construcción de los nuevos barrios que se alzarán en los terrenos liberados por los antiguos talleres de Renfe (Delicias) así como de los terrenos que Renfe aún mantiene en el Polígono Argales (Adif, Redalsa) y en la zona de la Estación de Ariza. En dicho proyecto, se prevé la construcción de la nueva Estación de autobuses (en la zona de los antiguos talleres), así como la ampliación de la histórica Estación del Norte.

Del proyecto original, dibujado primero por Ricardo Bofill (por lo que percibió 70.000 euros) y definitivamente por el megalómano plan Rogers (1,4 millones), ha quedado una enorme deuda (de alrededor de 400 millones) que provocó la casi quiebra de la sociedad Valladolid Alta Velocidad y, unido a la crisis económica de 2008, la cancelación y abandono del proyecto faraónico del soterramiento. 

Pensábamos que, con ello, se habían superado también ciertas inercias. Como la de fiar todo proyecto urbanístico municipal a la venta de suelo y a la especulación inmobiliaria. Como la de construir miles de viviendas que luego el mercado no asume y pasan a engrosar las carteras de bancos, inmobiliarias y especuladores. Pero parece claro que la deuda es la deuda.

El nuevo proyecto pretende desarrollarse en 4 zonas en las que la enajenación del suelo debería servir al ayuntamiento para sanear las cuentas de la citada sociedad. En él, se incluyen la construcción de alrededor de 200 viviendas en la actual estación de buses, alrededor de 2.700 viviendas en los antiguos Talleres de Renfe (además de una nueva estación de buses y una gran plaza), otras 600 en la zona de Ariza y hasta 2.500 en los terrenos que Renfe posée en Argales. En total, más de 6000 viviendas nuevas.

Debemos recordar en este punto que la ciudad de Valladolid ha perdido en los últimos años población (bajando de los 300.000 habitantes) y que en la actualidad existen cerca de 30.000 viviendas vacías en Valladolid y su entorno. ¿Son necesarias por tanto todas esas viviendas nuevas? Es cierto que existe dificultad para acceder a la vivienda, entre la gente joven y trabajadora, fundamentalmente. También lo es que, en el proyecto, en la zona de Delicias, se incluye un 32% de vivienda de protección social. Pero vemos excesivo a todas luces para el volumen de la ciudad el número de viviendas proyectadas. Y lo que menos entendemos es la posibilidad de construir bloques de 16 y 18 pisos en estas zonas. La ciudad ya ha sufrido varias operaciones especulativas a lo largo de su historia que han demostrado claramente como el desarrollismo sin criterio solo sirve para destrozar el patrimonio, enriquecer a unos cuantos y empobrecer a todos los demás.


La descontaminación del amianto. Una tarea urgente.

En los antiguos talleres de Renfe y en el polígono argales, en los terrenos de Ariza y en la zona de la estación de trenes de la calle Recondo, las placas de amianto están a la vista. Llevan allí 50 años, contaminando el aire y causando la muerte silenciosa de decenas de trabajadores y familiares. 

El tema del amianto es de verdadera urgencia en Valladolid. A la descontaminación de los antiguos talleres, anunciada a partir del año 2022 si la urbanización de la zona se desarrolla como está establecido, se suman otros muchos puntos de la ciudad. Repasamos, solo, los más importantes:

- Los terrenos de la antigua fábrica de URALITA en la carretera Madrid, que se han convertido en alguna de sus partes en verdaderos vertederos ilegales. A la descontaminación del suelo, se debe unir la limpieza completa del entorno, un estudio del suelo y una renaturalización. Y, por qué no, un espacio verde amplio que pueda devolver al terreno la vida después de tanto fibrocemento acumulado.

- La sustitución completa de todo el sistema de tubería de la red de suministro de Aquavall, tubería que en origen era de fibrocemento y que está siendo actualmente "arreglada" en varios tramos (como en la calle Soto, por ejemplo). Nos han asegurado que no se sustituye la tubería sino que se introduce en su interior una nueva. Esto supondría dejar para mañana una contaminación que sobra ya hoy.

- La descontaminación completa de los terrenos de los antiguos talleres de Renfe en el barrio de las Delicias, que no se reduce a la retirada de la uralita visible, sino a la limpieza del terreno de todos los materiales derivados del amianto en tantos utiles ferroviarios, desde frenos a tuberías. 

- La descontaminación del Polígono Argales y la retirada progresiva de toda la uralita de la ciudad. Para ello debería existir un verdadero servicio público de descontaminación que se hiciese cargo de la retirada de uralitas de particulares y empresas. 

- El ayuntamiento debería dar ejemplo desde ya retirando todo el amianto de sus propias instalaciones. Por poner un simple ejemplo, las tuberías del antiguo Mercado Central en la calle Cigüeña, que hoy es un centro cívico, una piscina y un centro de salud. Las tuberías, mientras no se rompan, no parece que pase nada... pero todo este material tiene muchos años y su vida útil ya está agotada.


Valladolid, la ciudad.

Solo hemos querido tocar brevemente en este artículo el problema urbanístico por la importancia que damos al medio y la salud de sus habitantes, centrándonos en la denuncia del problema del amianto. Pero es evidente que la operación de la que hablamos es de una importancia trascendental para la ciudad de Valladolid en el plano urbanístico y su desarrollo en los próximos años. 

Nuestra ciudad ha crecido con todos los desarrollos económicos desde la Edad Media en que nació (hace más de 1000 años), desde el proto capitalismo temprano (siglos SXIII, XV), a su crecimiento como capital y corte en el siglo SVI, desde la decadencia de Castilla (siglo XVII), volviendo a recuperarse poco a poco con el lento desarrollo burgués del estado español (siglos XVIII, XIX y XX). Esto ha hecho que la ciudad sea fruto de la burguesía castellana y de sus diversos desarrollos. Así como de las masas de trabajadores que han trabajado y trabajamos en ella. La diferencia entre Delicias y la calle Recondo está en esa diferencia de clases. 

La destrucción del patrimonio realizada en todos esos desarrollos (como en el infame desarrollismo franquista de los 60 que acabó con buena parte del centro histórico de la villa) han dejado una ciudad dividida, con restos históricos de muy diverso tipo.

Quizás, no sea posible una ciudad humana. Pero los trabajadores que vivimos en ella debemos luchar por nuestras condiciones de vida y nuestra memoria. La conservación de los talleres catalogados, de la rotonda de trenes, deben ir unidos a una conservación del por qué de la disposición de esta ciudad y a su verdadera historia: la plaza Virginia González o la calle Bartolomé Benassar podrían ser un ejemplo. Que las calles y plazas, los centros cívicos, sociales y culturales fueran más y mejores que los edificios de oficinas podría ser otro. De nosotros depende.


El motor de la historia es la lucha de clases

(Karl Marx).









Algunos textos anteriores:

SOBRE LOS TALLERES DE RENFE Y LA ESPECULACIÓN:
> Los antiguos talleres de Renfe y la especulación: 
> Textos contra el soterramiento:


SOBRE EL AMIANTO:
> El amianto en Valladolid:
> El amianto: muerte silenciosa y silenciada:
> El genocidio impune de la industria del amianto:

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El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
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Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."