Sobre el conflicto independentista catalán
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valladolor
martes, 19 de diciembre de 2017
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SOBRE EL CONFLICTO INDEPENDENTISTA CATALÁN
El conflicto independentista catalán se está
presentando como un problema interno que únicamente afecta a los intereses
españoles y catalanes. Pero esta valoración nunca ha estado más lejos de la
realidad, pues dentro de dicho conflicto, y en los diversos ámbitos, económico,
social y estratégico militar, se están dirimiendo unos intereses que afectan a
la economía en general, y en especial a la europea y la de ciertas
multinacionales y sectores financieros. Afectan también al modo de convivencia
y a la imposición de las nuevas relaciones sociales de producción que el
sistema global-capitalista está implantando a nivel mundial. Y por supuesto, a
todo el proceso de control geoestratégico militar que el imperialismo americano
ejerce sobre occidente, dentro de los parámetros de dominación imperialista
sobre el desarrollo del nuevo modelo de explotación globalizado.
En
lo tocante a la economía europea y mundial, lo más inmediato que en este
conflicto se juega, es el control sin fisuras ni problemas, del sistema de los
corredores comerciales establecidos a nivel mundial, de los cuales forman parte
dentro del Corredor nº 8, la Red Transeuropea de Transporte (RETE) y el
Corredor Mediterráneo.
Interesa,
por tanto, al sistema capitalista, dentro de todos aquellos países que están
integrados en el mencionado corredor como centros terminales, que exista una
paz social que les garantice su utilización sin traumas ni políticos, ni
sociales, que pudieran perjudicar sus intereses económicos.
En
el ámbito político y social europeo, los intereses están centrados en el
mantenimiento de la unidad en los países que componen el actual modelo adoptado
por la Comunidad Europea, que se ve amenazada, tras el fracaso de las políticas
económicas y sociales impuestas tras la crisis social, originada por el proceso
de acumulación y concentración de capitales a altos niveles, ya que se vería
abocada a su disgregación y desaparición como tal. En primer lugar, tras el
abandono de la CE por Gran Bretaña y las latentes intenciones de separación
que, a nivel popular, ya han sido expresadas por Grecia, Islandia y algunos
otros países. Y en segundo término, lo que supondría (según sus normas
establecidas) la eliminación, en la Unión, de todos aquellos independentismos
que lograran llevar a término sus procesos secesionistas en los países que hoy
componen dicha estructura comunitaria.
En
relación con los sistemas adoptados en las nuevas relaciones de producción
capitalista, el interés se centra en el mantenimiento de la degradación obrera
y popular, que está llegando ya a unos niveles de deterioro que podrían dar
lugar a explosiones conflictivas y combativas de sectores obreros, desde
planteamientos de clase trabajadora contra clase capitalista, poniendo en grave
peligro todo su programa de explotación y dominación a nivel global.
En
cuanto al sistema geoestratégico, entra en juego EEUU, que pretende ejercer el
total control militar sobre las rutas comerciales en la zona mediterránea.
Desarrollando dicho control desde la base aeronaval de Rota, en Cádiz (que ya
están reforzando), y desde su base de Camp Bondstel en Kosovo, cuyo proceso
independentista unilateral fue impulsado e impuesto por EEUU con las armas y la
violencia. Independencia que, no obstante, ha sido reconocida por la Unión
Europea, y aún sigue siendo protegida, entre otros, por efectivos militares
españoles.
Este
panorama total derivado del conflicto catalán, nos demuestra varias cuestiones
que, como clase explotada y dominada, hemos de tener en cuenta:
1) Que
el conflicto planteado hoy en Cataluña es un enfrentamiento entre capitalistas,
catalanes y españolistas, y sus respectivos representantes políticos. Es una
lucha de poderes y control de intereses económico-comerciales (los suyos propios).
2) Que,
en ello, también se dirimen intereses políticos de la Comunidad Europea,
económicos de multinacionales y su proceso comercial global, e intereses
militares del imperialismo americano.
3) Nos
demuestra por tanto, que cualquier conflicto, en cualquier zona sensible para
la realización de sus planes de globalización capital-imperialista, no se queda
en conflicto bilateral, sino que pasa de inmediato a ser de interés mundial.
4) Que
en dichos conflictos, creados entre capitalistas, éstos utilizan al pueblo
trabajador para defender unos intereses que sólo son capitalistas, y por tanto,
contrarios a los intereses de la clase obrera.
5) Que
hoy, partidos y sindicatos (incluso autodenominados de izquierda) están
involucrados en dichas confrontaciones, y posicionan al pueblo trabajador en la
defensa de una u otra opción (ambas capitalistas), dejando a un lado la defensa
de los intereses como clase y para la clase obrera, utilizando a ésta como
carne de cañón; desarmándola ideológicamente, a la vez que destrozando toda
posibilidad de creación y puesta en práctica de una alternativa de clase contra
el sistema de explotación capitalista, a todos los niveles.
6) Que
todos ellos, dentro de esta confrontación, están haciendo creer al pueblo
catalanista y españolista que luchan por mantener una democracia, que ni ha
existido, ni existe, ni existirá dentro del capitalismo explotador, su llamada
economía de mercado y su régimen político de delegación del poder. Que se está
combatiendo por mantener un estado de derecho de todos, cuando en la realidad
cotidiana, sólo se respetan los derechos de la derecha y de sus fuerzas
fácticas. Que luchan por mantener una libertades que, en la práctica, no
existen, y cuando el pueblo intenta ejercitarlas o reivindicarlas, son ahogadas
a sangre y fuego por sus hordas represivas (policía, guardia civil, ejército,
cuerpos jurídicos y legislativos, etc.), y esto es común para los trabajadores
españolistas e independentistas. Quieren hacernos respetar una supuesta
igualdad ante la ley que, ni ellos respetan, ni se respeta en su propia
Constitución, pues ya en ella (de hecho) se viola esa igualdad y su supesta
democracia, imponiéndonos un rey por derecho hereditario, a sea, al que el
pueblo no elije, y para más sorna, se le asigna también el cargo de Jefe del
Estado y Jefe supremo de las fuerzas armadas, al tiempo que se le otorga la
inviolabilidad personal y la inmunidad total.
Se
pretende que el común popular defienda un concepto de unidad gestado no por el
pueblo, sino por las élites monárquicas franquistas y partidistas, e impuesta
mediante una constitución elaborada y votada bajo la amenaza intervencionista
del ejército, y sin más opciones que ser aceptada o continuar con el antiguo
régimen fascista y militarista.
En
fin, un concepto de unidad cerrado en falso, con la única intención de
perpetuar el actual sistema de explotación, desigualdad y falsa
representatividad, en el cual siempre se defienden los intereses capitalistas,
dejando a la clase trabajadora (en ocasiones) algunas migajas del producto de
su trabajo, y ello no sin duros enfrentamientos contra el poder político y
económico dominantes.
En
resumen: Que se está engañando al pueblo con mantener cosas que no existen, ni
en España, ni en Cataluña. Mientras, se oculta la realidad de lo que se
pretende conseguir, que es el mantenimiento de los intereses y privilegios
particulares de cada bloque capitalista y de sus representantes políticos que,
independientemente de cómo se identifiquen (de derecha o izquierda). con su
actuación al servicio del capital, todos ellos, desde el arco parlamentario,
defienden al mismpo sistema de explotación y dominación.
Comité de Solidaridad
de los
Trabajadores
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