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 El pasado 12 de enero, la policía local de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) desalojó el CSOA La Kasa Estudio Nou y entró de forma improcedente en dos bloques de pisos, pidiendo a las familias allí alojadas que tenían que abandonar sus hogares a principios de la semana próxima.


Estas acciones ponen de manifiesto las irregularidades que el gobierno del PSC en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet llevan a cabo desde hace años.

Adjuntamos la nota de prensa del CSOA en el que se informa detalladamente de los hechos y la declaración de solidaridad firmada por diferentes entidades y organizaciones de nuestra ciudad. Así mismo, os adjuntamos una foto, del fotógrafo Andreu Fernández, de una de las manifestaciones de protesta que se han realizado en Santa Coloma de Gramanet.

CSOA La Kasa Estudi Nou





NOTA DE PRENSA DESALOJO CENTRO SOCIAL OKUPADO Y AUTOGESTIONADO LA KASA ESTUDI 9. SANTA COLOMA DE GRAMENET 

El 12 de enero 2023 la policía local de Santa Coloma de Gramenet, bajo las órdenes del equipo de gobierno del PSC, procedió al desalojo ilegal del CSOA (Centro Social Okupado y Autogestionado) La Kasa Estudi 9, situado en la Plaza de la Vila 14. Del mismo modo, entró en los dos bloques de pisos anexos al local, pidiendo de forma improcedente que las familias (4 familias con 5 menores) abandonaran sus hogares a principios de la próxima semana. A las 7.50h, se presentaron sin previo aviso varias patrullas de policía local, ARRO (Áreas Regionales de Recursos Operativos) y USIR (Unidad de Apoyo e Intervención Rápida) y entraron rompiendo por la fuerza la puerta del CSOA de la Plaza de la Vila. Entraron antes que nadie pudiera impedirlo y echaron a una persona con movilidad reducida que se encontraba viviendo. La única información que la policía dio fue que "sólo querían desalojar la mitad del CSOA (el cual está dividido en dos partes con dos direcciones diferentes)" alegando que no constituía como vivienda de ninguna persona. Posteriormente, entraron en los dos bloques para comunicar a las familias que el próximo martes ejecutarían el desalojo y que debían abandonar sus hogares. 
El ayuntamiento de Núria Parlon no ha dado ninguna alternativa habitacional a la mayoría de las familias (solo se ha llegado a un acuerdo con una familia). La propia alcaldesa, el el domingo 15 hizo una publicación de Instagram descalificando a los manifestantes de «fascistas disfrazados de antisistema» terminando con «¡No os tenemos miedo fascistas!!!!». Se adjunta captura de pantalla de la publicación, ya que se ha borrado de su perfil. La alcadessa Parlón se refería a las participantes de la manifestación unitaria del sábado 14, que fue convocada desde el CSOA y apoyada por la PAHV Gramenet, Plataforma Salvem el Barri Vell, Infograma, Ca la Sisqueta, Espai Gramenet, Sindicato de oficios varios de Barcelona Solidaridad Obrera y CUP Gent de Gramenet. Se comunicó el recorrido de la manifestación a la policía local de Santa Coloma de Gramanet, sin embargo, el dispositivo policiales del Mossos d'Esquadra dificultó el paso de la manifestación e impidió el acceso a parte del recorrido autorizado (Paseo Llorenç Serra con Plaza de la Villa). El CSOA ha sido dividido desde su construcción en dos partes, dos parcelas, según el catastro. Esto ha hecho que haya dos propietarios: calle Pedró 14 (parte alta del CSOA), propiedad del fondo buitre Oaktree Capital Management y del Banc Sabadell, y Plaza de la Villa 14 (parte baja del CSOA), según el ayuntamiento, de su propiedad. Todos estos edificios están afectados por el Plan Especial de Reforma Interior (P.E.R.I.), un plan urbanístico que pretendía demolerlos junto con otros edificios del Barri Vell, y que ha sido recientemente ilegalizado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. El ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet sería el supuesto propietario de un porcentaje de las parcelas donde se encuentran el CSOA y los bloques, pero según la reparcelación del plan ilegalizado que no se puede considerar válida. Por otra parte, calle Pedró 14 (donde se encuentra la parte alta del CSOA y un conjunto de viviendas) es objeto de un procedimiento judicial que ya tiene sentencia de desalojo. Además, éste edificio está catalogado como histórico, por lo que no puede derribarse. En cambio, el local de Plaza de la Vila 14 (parte baja del CSOA) y los dos bloques en los que residen familias no han tenido juicio alguno. El ayuntamiento ha hecho intentos de negociación al menos con algunas familias. Unas de ellas han firmado para tener una casa en otro sitio, pero las hay otras con las que no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo y, en caso de que los desahucien, quedarán sin alternativas habitacionales. 
Desde el CSOA se hace un llamamiento a colectivos y entidades, tanto de la ciudad de Santa Coloma de Gramenet como de otras ciudades, a que se adhieran al comunicado que adjuntamos a esta nota de prensa (y que se puede encontrar en las redes sociales del CSOA).


Y por todo desde el CSOA La Kasa Estudi 9 se pide: 
- Que las familias se queden en el barrio, bien sea en el bloque donde estaban viviendo o realojándolas en viviendas dignas, respetando y teniendo en cuenta sus necesidades.
- No imposibilitar el acceso al padrón de ninguna persona y agilizar el trámite para su obtención.
- Recuperar el CSOA La Kasa Estudi 9, un espacio autogestionado dónde, desde hace casi cinco años, las jóvenes de la ciudad nos organizamos para ofrecer al barrio actividades culturales y políticas y un ocio alternativo.
- Recuperar todas nuestras pertenencias, que actualmente se encuentran bloqueadas por los mal llamados cuerpos de seguridad y el gobierno municipal en el espacio del CSOA, después de su entrada por la fuerza y sin previo aviso.
- Que el equipo de gobierno del PSC deje de utilizar una estrategia política de criminalización hacia la juventud
rebelde con el fin de confrontarnos con las vecinas, sabiendo que ni degradamos el barrio ni tenemos mala relación con el vecindario, sino al contrario, cuidamos y respetamos el barrio y la convivencia.
- La paralización definitiva del Plan Especial de Reforma Interior (PERI), que pretende gentrificar la ciudad y acabar con parte del patrimonio histórico del Barri Vell, dejando a muchas vecinas sin viviendas dignas ni soluciones habitacionales. El PERI ha sido recientemente ilegalizado por el TSJC. 
- Transparencia, claridad y honestidad por parte del equipo de gobierno de Nuria Parlón en lo referente al PERI II. El equipo de gobierno del PSC miente, manipula y tergiversa la información buscando no el bien común, sino favoreciendo sus intereses económicos y políticos. Una clara muestra es la falta de participación en este plan urbanístico que se ha llevado a cabo dentro de sus despachos.

https://lakasaestudi9.wordpress.com/



 La lucha por la vivienda en Cataluña


Tras la crisis económica que provocó el estallido de la burbuja inmobiliaria de los años 2000 los distintos gobiernos se han esforzado por evitar la quiebra de la banca española. Para ello han puesto a su merced un enorme parque de vivienda (pública y privada) que junto con sus fondos de inversión convirtieron en una mercancía suculenta. A diferencia de la burbuja anterior que se caracterizó por la expansión de la ciudad en grandes barrios periféricos con los que endeudar a las familias asalariadas, los últimos años están marcados por la reconversión y revalorización de la ciudad existente en alianza con un sector turístico.

Esta situación nos ha traído un nuevo capítulo en el viejo problema del acceso a la vivienda en condiciones dignas. La presión del turismo y las inversiones especulativas en las grandes zonas urbanas y la escasez de viviendas en las zonas en despoblación se han traducido en un aumento imparable de los precios del alquiler, cargando sobre unos salarios decrecientes un coste de vida que se ha vuelto en muchos casos inasumible.

La respuesta ante este ataque a nuestras condiciones de vida no se ha hecho esperar. Desde el estallido de la anterior burbuja inmobiliaria surgieron con fuerza colectivos destinados a defender el acceso a la vivienda y en contra de la estafa hipotecaria. Hoy existen experiencias que dan un nuevo impulso a esta lucha a través de un sindicalismo arraigado en el territorio. Allí donde la voracidad inmobiliaria ha golpeado más fuerte, la respuesta ha alcanzado un mayor grado de organización y eficiencia, como demuestra el I Congrés d`habitatge de Catalunya, que ha reunido a centenares de militantes de distintos colectivos para poner en común líneas de trabajo.

Para conocer las luchas de este nuevo sindicalismo contaremos con el testimonio de los sindicatos de vivienda de dos barrios de Barcelona Sant Andreu y Vallcarca el próximo lunes 23 de diciembre a las 20h en el Centro Social La Molinera (C/Las Eras 1).

Organiza: Grupo Anarquista Cencellada · grupoanarquistacencellada@riseup.net






Comentarios desde Cataluña




Lo ocurrido en los últimos cinco días en Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona demuestra que por aquí está pasando algo parecido a Hong Kong: una protesta que empieza con objetivos nacionalistas y demócratas, da lugar, también, a una revuelta contra la represión y la injusticia.
Lo que sucede aquí no tiene el carácter de clase, proletario, que tienen las luchas en Chile o Ecuador, pero no todo está canalizado por el reformismo, por el movimiento que pretende un gobierno autónomo catalán.

La irrupción de una generación muy joven, llena de amor y de rabia, transformó las ciudadanas movilizaciones independentistas en llamas contra el poder. Si uno se acerca a las noches de fuego, enseguida constata que son miles y miles detrás de cada barricada, que los hay muy jóvenes (15, 17, 19, 21 años) y que en muchos casos son demasiado temerarios, manteniéndose de pie frente a los disparos de balas de goma. También, que hablan castellano o catalán, indistintamente, y que la fraternidad de la calle les hace tener una actitud abierta a todo tipo de consignas y cánticos. Se mezclan las proclamas de independencia, con las que condenan el ataque de Turquía, el “gobierne quien gobierne, seremos ingobernables” o “quien sembra miseria, recoge rabia”.
Aunque a decir verdad, una vez entrada la noche, cánticos hay pocos, lo que hay es una intensa sensación de estar haciendo historia y de que esto va para largo.

Quienes impulsan y protagonizan los disturbios son una pequeña minoría de los miles que hay detrás, pero estos los sostienen, arropan e imitan simbólicamente, tapándose la cara aunque estén a cuatro calles de los enfrentamientos, sentados en una acera.
De lo ocurrido hace dos años, se puede escuchar la entrevista radial de entonces, a continuación son solo apuntes urgentes de lo sucedido entre el 14 y el 19 de octubre y, sobre todo, en la ciudad de Barcelona.


Invasión del aeropuerto
La primera respuesta a la sentencia del frente independentista (en el que caben casi todas las organizaciones de esa corriente) fue tratar de bloquear el aeropuerto. Esta acción estaba coordinada por una nueva plataforma que se llama Tsunami Democràtic y se caracterizó por la innovación tecnológica. A través de una aplicación que uno puede bajarse del móvil (previa contraseña que te da alguien de confianza) pasas a ser un activista en el que se te va informando de las necesidades del movimiento, sobre todo, las que están a un quilómetro a tu redonda: “falta gente en tal lugar, están cargando en tal otro”. Inclusive los coordinadores del asunto, al constatar que hay cientos de personas en un lugar, pueden improvisar una acción cerca de allí y sorprender a las fuerzas represivas.
Ese día, se bloquearon las carreteras y vías de camino hacia el aeropuerto, consiguiendo que se cancelaran más de veinte vuelos. Las miles de personas que ese día pusieron su cuerpo en esa acción, casi íntegramente, tenían un sentimiento catalanista o antiestadoespañol. Es necesario saber que son muchos los que manifiestan haberse hecho independentista a partir de los porrazos vistos o recibidos el 1 de octubre de 2017.

Cuando Tsunami Democratic dio por concluida su exitosa acción, llamó (vía aplicación) a abandonar el aeropuerto. Sin embargo, había muchísima gente que acababa de llegar (muchos de ellos caminando cuatro, cinco, seis o más quilómetros) y decidió quedarse. También se quedaron muchos independentistas radicales, por llamarlos de alguna manera. Independentistas convencidos de que los métodos, únicamente, pacíficos se mostraron extremadamente limitados y que la esperada censura hacia el gobierno español, por parte de los gobiernos más poderosos del mundo, quizá nunca llegue. “Vosotros lo hicisteis a vuestra manera y no funcionó, ahora dejadnos hacer a nosotros”. Resistieron en el aeropuerto y fueron baleados con goma dura. Son los mismos independentistas que hubieran querido que, tras el éxito del referéndum del 1 octubre, el gobierno catalán hubiera proclamado la independencia, se hubiera atrincherado en el Parlament y que ellos, en una especie de Maidan (Ucrania) lo rodearan y defendieran.


Las noches de fuego
Tras lo del aeropuerto, se generalizó la rabia contra la brutalidad empleada esa noche por los cuerpos policiales, catalán y español (jóvenes apaleados, gaseados, con pérdida de ojo o dientes). También por las recientes detenciones de militantes de los Comités de Defensa de la República (CDRS), acusados de terrorismo.

Cuando se convocaron (sobre todo por parte de estos mismos CDRS) manifestaciones para las tardes del 15, 16 y 17 de octubre, acudieron tanto integrantes del movimiento independentista (tanto del pacífico como del radical) como mucha otra gente indignada. Llegada la noche, los que se quedan impulsando los disturbios son los independentistas radicales y muchos jóvenes hastiados de la sociedad capitalista. También están quienes hace años se enfrentan en Barcelona al sistema capitalista, “los antistema de siempre” en palabras del Conseller (Ministro de Interior catalán).
Quienes a pesar de su larga experiencia en la resistencia en desalojos y ataques a comisarías y bancos, se sorprenden por la determinación de esos nuevos compañeros de barricada. Se extrañan de que casi el único objetivo de sus vecinos encapuchados sea la policía y levantar e incendiar contenedores para cerrar la calle. Miran incrédulos los escaparates intactos de inmobiliarias.
La policía catalana también está sorprendida por la nuevas formas de actuar: “es como si no nos tuvieran miedo, atacan nuestras furgonetas e intentan volcarlas, consiguiéndolo en dos ocasiones”.


Marchas por la dignidad, huelga y noche de rabia
El 18 de octubre, en otra de las acciones convocadas por Tsunami Democratic, decenas de miles de personas llegaron a Barcelona desde pueblos y ciudades, más o menos, lejanas. En Cataluña se había convocado una huelga general y manifestaciones por la tarde. En Barcelona, salieron a la calle más de medio millón de personas. Desconvocadas las manifestaciones, los CDR convocaron una acampada prolongada en Gran Vía que desconvocaron al comprobar que más de diez mil personas se mantenían tras las barricadas en llamas, frente a los cordones policiales. Esta desconvocatoria a última hora señala el grado de autonomía que tienen quienes protagonizan los disturbios. Ayer, especialmente, contundentes, sobre todo, por el número de encapuchados corriendo de aquí para allá. Policías y políticos aseguran que nunca habían visto algo así. La quema y destrozo de comercios, durante la huelga general de marzo 2012, fue declarada la jornada más violenta desde la Guerra Civil, pero casi todos apuntan que lo de anoche fue más contundente.

En las cuatro principales ciudades catalanas, y en las últimas cuatro noches, hubo más de cien agentes heridos, ochocientos containers de basura quemados, doscientos vehículos policiales con serios desperfectos. Fue, especialmente, sorprendente, el uso de containers (casetas de obra) para cortar la calle y el de picos de obra para romper la acera a trozos y tener proyectiles. También el uso de pirotecnia, clavos cruzados para pinchar ruedas, bolas de acero tiradas con tirachina y los tradicionales, pero muy pocos vistos por estos lares, cócteles molotov.

La represión también volvió a ser brutal, pérdida de testículos, audición o visión por los impactos de balas de goma y acorralamientos y apaleamientos indiscriminados. Sesenta detenidos y más de treinta hospitalizados. Innumerables heridos y gaseados por lacrimógenos o gas pimienta.
A pocas horas para que empiece una nueva manifestación, convocada por el independentismo radical, la frontera de la Jonquera sigue bloqueada por manifestantes y se suceden las medidas gubernamentales, como la suspensión del partido de fútbol Barcelona-Madrid, para intentar que vuelva a reinar la paz de los cementerios.


“Ningún estado nos hará libres”
Si bien esta frase estuvo presente en una de las pancartas de las manifestaciones de ayer, son muchos más los que celebrarían un estado catalán o los que en vez de iniciar un proceso revolucionario internacional, se enrolarían en una guerra interburguesa. Sin embargo, no son pocos los que recuerdan que, cuando la mayoría de los actuales políticos presos o exiliados estaban en el Parlamento, durante el movimiento del 15 M del 2011, se trató de bloquear la entrada, para impedir que votasen los presupuestos de la miseria. Al gritó de “nadie nos representa” y “que se vayan todos”, se resistió a las cargas de sus policías. Hubo detenidos y esos mismos políticos dijeron que todo el peso de la ley (española, pero da igual) tenía que caer sobre los violentos que les habían cortado el paso, posicionándose además contra una posible petición de indulto. También, existe la certeza, de que si estos mismos políticos presos asumen algún día el gobierno de un estado catalán independiente, se asegurarán de poner artículos represivos y de seguridad nacional contra cualquier intento de revolución social.
De todas formas, desde Hong Kong a Barcelona, de París a Santiago y Quito, parece que a la burguesía mundial le quedan aun muchas noches de insomnio por este calentamiento, cada vez, más global.

Barcelona, 19 octubre 2019

fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2019/10/19/comentarios-desde/




Aquí os enviamos el cartel definitivo del AGRO-CRUST IX (11-14 Julio 2019)
Se agradece MAXIMA DIFUSIÓN!!!

Aún falta mucho trabajo de preparación por hacer, falta material y equipo.

Hacemos otro llamado a todxs vosotrxs de apuntaros a las preparaciones
que se concentran a la primera semana de Julio.

Por cualquier cosa contactad al email: liberacionomuerte@yahoo.com

Os esperamos! Salud & Anarquía!


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Hi friends!
Here we send you the definitive poster of AGRO-CRUST IX (11th-14th July, 2019)
Thanx for MAXIMUM SPREADING!!!

Still there's a lot of work to do, needed materials and equipment.

We do another cry to all of you to help out for the preparations which
will be done concentrated to the first week of July.

For all questions or whatever contact our mail: liberacionomuerte@yahoo.com

Awaiting you - everybody! HeAllth & Anarchy!


Ni rojigualdas ni esteladas. ¡Por la independencia de clase contra toda nación!

 



[Extraído de http://barbaria.net]


No hay mejor imagen para explicar la naturaleza del denominado proceso independentista catalán que la elección de Quim Torra como presidente de la Generalitat. La autodeterminación y la libertad de voto ha terminado por tener a su cabeza a un admirador acérrimo de Miquel Badia (sirva de testimonio el homenaje realizado a los hermanos Badia por parte de Junqueras y Torra), uno de los mayores torturadores y asesinos del proletariado en la Cataluña revolucionaria de los años 30.
No hay ninguna contradicción en todo esto. A fin de cuentas, la libertad de voto siempre ha significado la libertad para hacerse masacrar por nuestra propia burguesía. Ese aspecto de la democracia se ha revelado siempre como un instrumento indispensable para aplastar al proletariado en lucha. Por citar ejemplos de sobra conocidos, la represión y masacres dirigidas por Azaña (Casas Viejas, Arnedo, Alt Llobregat, enero del 33…) hasta la de las fuerzas parapoliciales de ERC dirigidas por Badia, nos revelan esta realidad.
Otra buena imagen para explicar todo este proceso es el asalto al Parlament en 2011, en el que Artur Mas tuvo que llegar en helicóptero al hemiciclo, y tras el cual ocho personas fueron condenadas a varios años de cárcel. En 2015, el mismo año en que se declaraba el inicio del proceso de independencia, la burguesía catalana aplaudía al Tribunal Supremo por su decisión de condenar a la cárcel a los acusados. Hoy, casi tres años después, esa misma burguesía es procesada por el mismo Tribunal Supremo y se pone el grito en el cielo, miles de personas salen a la calle indignadas y aquí entre Albert Rivera y Anna Gabriel, entre Pedro Sánchez y Oriol Junqueras, entre Pablo Iglesias y Puigdemont, uno ya no sabe quién es más demócrata, ni quién defiende mejor la sacrosanta legalidad y los derechos humanos. Pero hay algo evidente y fundamental, la protesta social que cuestionaba en el 2011 al parlamento  fue desplazada por un movimiento que hacía justo lo contrario, defenderlo.
Estas dos imágenes ponen las cartas sobre la mesa. Por si hacía falta recordarlo, el Govern catalán es tan brutal como el Gobierno Central a la hora de reprimirnos. Si la intervención policial y judicial del Estado español en estos meses tiene un rancio olor al centralismo españolista, si la burguesía española tiene en sus manos la sangre de cientos de miles de proletarios, la burguesía catalana tampoco se queda atrás. Entre la burguesía catalana y la española, no hay mal menor. Cuando luchamos contra la miseria que se nos impone, la represión de la primera es tan feroz como la de la segunda.
De esta forma, el proceso que se abre en septiembre de 2017 se muestra a las claras como lo que siempre ha sido: una terrible recuperación de la lucha del proletariado en beneficio de la competición entre dos burguesías, la catalana y la del Estado español.  La polarización que estamos viviendo no se puede separar de este hecho. Todo nacionalismo divide y separa a la clase y en este sentido es funcional al dominio del capital. Divide a la clase entre patriotas y charnegos, entre maulets y botiflers, catalanes y traidores, constitucionalistas y separatistas. Las categorías de unos y otros son, no casualmente, las dos caras de la misma moneda. Pues ambos nacionalismos —como todos los nacionalismos— se mueven con las categorías del capital, todos se reivindican demócratas, defensores del voto y de la ley, de la soberanía popular y nacional. Todos reducen la decisión humana a la ciudadanía y al voto.
La democracia y sus naciones sirven finalmente para eso. A fin de cuentas, la nación no es una entidad en sí, fundada en unos remotos orígenes históricos y culturales de un pueblo en armonía, por desgracia sometido a un oscuro Estado central. La nación es simplemente una de las comunidades ficticias que necesita el capitalismo para imponerse como comunidad real del dinero, como comunidad de mercancías y seres humanos mercantilizados, comprados, usados y tirados para el buen crecimiento del capital internacional. Las naciones aparecen con la expropiación violenta de nuestros medios de vida y la imposición del trabajo asalariado. La nación, la democracia, la ciudadanía es la forma en que una sociedad de seres atomizados y en constante competencia entre sí por un mísero salario, un alquiler siempre excesivo o una plaza de aparcamiento, puede ser regulada y guardar una apariencia pacífica en la guerra de todos contra todos. Es también la manera en que se garantiza la cabeza baja del proletariado cuando hay que apretarse el cinturón, cuando hay que salvar la economía nacional, o simplemente imponer una economía de guerra y usarnos como carne de cañón para beneficio de una fracción contra otra de la burguesía internacional.
Así, cuanto más avanzan las contradicciones del capitalismo, cuanto más se multiplican sus guerras, sus recortes sociales, su terrorismo estatal, más necesario se vuelve el nacionalismo como forma de sujetar lo que se está desintegrando. Desde Trump hasta Rojava, desde el Brexit hasta el Movimento 5 Stelle, desde Syriza-ANEL hasta la Unión Cívica Húngara, la nación se vuelve una respuesta cada vez más recurrente para recuperar la rabia proletaria contra este sistema de miseria.
Esto es a la vez causa y efecto de nuestras debilidades como proletarios. La dificultad de reconocer que nuestras necesidades y nuestros intereses son los mismos que los del proletariado de otras regiones es uno de los mayores obstáculos que nos impiden luchar contra nuestra explotación. Para impedir este reconocimiento, a veces se nos dice que lo que vemos en otros lugares son luchas campesinas, a veces que son luchas tercermundistas, o luchas contra el imperialismo de tal país o contra la dictadura de tal otro, otras veces se las llama simplemente revueltas del hambre. En las últimas décadas nuestra clase ha vivido estallidos insurreccionales en diferentes territorios del planeta, pero la dificultad de verse como lo mismo la ha dejado aislada, vulnerable a la represión de la burguesía internacional y recuperable por la socialdemocracia, siempre presta a la defensa de la economía patria, una vez que se impone la calma. El nacionalismo nace de esta dificultad de reconocerse como clase internacional y la refuerza. De la misma manera que no hay Estado que no reproduzca y gestione nuestra miseria en este sistema (se llame social, obrero o confederal), no hay defensa de la nación que no desemboque en la guerra imperialista y el terrorismo estatal. La independencia nacional es siempre la independencia de la burguesía nacional. La defensa de la nación es siempre la preparación para la guerra contra otras naciones. Sirva como ejemplo el nacionalismo kurdo, gran aliado de los Estados Unidos en la masacre del proletariado en todo el Kurdistán y Siria.
Esto es algo que una parte importante del medio “anarquista” no ha sabido ver. Presa del oportunismo, ha corrido detrás tras la maraña nacionalista con los argumentos de siempre y ya muy manidos: hay que ser concretos, hay que intervenir, es una dinámica que se puede desbordar, vamos a ir con nuestras banderas, podemos influir. Es decir, el manido posibilismo del mal menor, el “argumento” de que la gente está en la calle sin preguntarse lo que hace en la calle, la demagogia de que no participar sería quedarse en la propia torre de marfil —como si lo único que se pudiese hacer es sumarse a esa corriente nacionalista y la crítica a la misma no fuera la acción más coherente. Da igual que la historia de nuestra clase haya demostrado mil veces lo contrario. Se ha llegado incluso a convocar y apoyar una huelga general el 3 de octubre que serviría finalmente la fortificación del nacionalismo catalán en su lucha contra la burguesía y el Estado español. Hicieron el triste papel de tontos útiles. Y es que no se pueden mantener posiciones comunistas y anarquistas como si fuesen una especie de principios suspendidos en el vacío. Nuestras posiciones no son una serie de declaraciones altisonantes, sino una expresión del movimiento real de nuestra clase, de las lecciones que podemos extraer de los procesos de revolución y contrarrevolución en que nuestra clase ha tratado de destruir el capital. Nuestra clase es mundial y tiene una historia, un hilo histórico y un futuro. Desconocer ese hilo de pasado y futuro, quedarse en la fotografía del presente y en el reducido espacio local, es sinónimo de ideología, de condenarse a cometer siempre los mismos errores que nuestros ancestros cometieron, de limitarse, independientemente de las voluntades, a ser apéndices del capital.
Por el contrario, la lucha de nuestra clase siempre ha tenido un carácter contra la nación, porque se ve obligada a romper con la ilusión de que hay algo que nos une a aquellos que se benefician directamente de nuestra explotación, y porque en el proceso de lucha reconocemos como hermanos de clase a aquellos que combaten contra los mismos enemigos y por las mismas necesidades. El proletariado no tiene patria, porque es una mercancía en cualquier lugar. Luchar contra nuestra explotación quiere decir luchar contra todo Estado, contra toda nación y todos sus representantes, luchar como clase mundial contra un capitalismo que es necesariamente mundial. Por eso es tan importante la defensa de la consigna histórica del proletariado, de su derrotismo revolucionario, de que el enemigo está en nuestro propio país y es nuestra propia burguesía. Luchando contra “nuestra burguesía” luchamos contra todas las burguesías, contra todo Estado, contra toda nación.
Así, a la reivindicación de la independencia catalana los proletarios en lucha sólo podemos dar una respuesta, la misma que hemos necesitado dar en toda región, en toda época: independencia de clase para la abolición del capital y del Estado a nivel mundial.
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Concerniente al tema recomendamos también el texto: ¿Más de 200 años de desilusiones parlamentarias no son suficientes?
 
Así como el boletín Voladura N°1



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Otros textos publicados en esta web:

Sobre el conflicto de Catalunya (LFC, Pajarillos): http://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2017/10/sobre-el-conflicto-de-catalunya.html
Sobre el conflicto independentista catalán y el corredor mediterráneo: http://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2017/12/sobre-el-conflicto-independentista.html
No puede estar pasando (comunicado Grupo Anarquista Cencellada): http://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2018/02/comunicado-no-puede-estar-pasando.html
Contra la unidad nacional, contra la colaboración entre clases: http://valladolorinternacionalista.blogspot.com/2017/09/referendum-en-cataluna-contra-la-unidad.html
Elecciones en Catalunya (Partido Comunista Internacional): http://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2017/12/elecciones-en-cataluna.html


Kan Bici – solidaridad



          
Aupa compis y amigxs!

Aqui en Kan Bici llegaron papeles del juzgado y “dan” 2 meses para marcharme/nos (incluidxs lxs ratonxs) de aqui “por las buenas” sino a partir del 10 de Mayo vendrían para desalojar la kasa por la fuerza!

 
 
Aún no hay una alternativa real que podria “sustituir” a Kan Bici en caso de desalojo. En éste sentido ésto es una llamada a conectar nuestras fuerzas solidarias para impedir el desalojo sin necesariamente hay que darles juego pero si insisten mucho nuestra respuesta seria furiosa, mejor que no se acercan mucho a la kasa. Estamos rodeados de bosques y jabali!
 
La idea es abrir una semana de resistencia con konciertos, charlas, talleres etc. el finde 4/5/6 de Mayo y después continuar con las actividades toda la semana. Hay alojamiento para todxs. Que vengan los squatter trucks + vans y artistas de la vida y de la superviviencia!
 
No pasarán!
Un abrazo a todxs! X
Todo el apoyo y la solidaridad!
Viva Kan Bici!
 
En defensa de la tierra liberación total antiautoritaria!
 
Si quereis participar, tokar etc.podreis comunicar con Kan Bici por email: liberacionomuerte@yahoo.com

(kan bici, galliners, pla de l’estany, banyoles, girona, catalunya)
 
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Hi friends and comrades!
Here at Kan Bici arrived papers from the court which say that i have to leave
the squat in two month by the own or they will come to kick out (eviction) by
anti-riot forces from 10th of May on!!

There still isn’t an real alternative which could “substituate” Kan Bici in case
of eviction. In this sense this is a call to connect our solidarity forces to avoid
our (inclose the mouses) eviction at Kan Bici without necessity to make them
their game but if they insist a lot our contestation will be furious…, better they
don’t arrive near to the squat! We’re circled of forests and wild pigs!
The idea is to open a week of resistence with gigs, speachs, workshops
etc. the weekend 4/5/6th of May and after continue with different activities all
the week. There’re sleeping-places for everybody. So hopefully arrive the squatter’s
trucks and vans, artists of live and survive!
They won’t come through!
A big hug for all of you! 4
All support and solidarity!
Long live Kan Bici!
In defense of the earth, total antiauthoritarian liberation!
If you wanna take part, play etc. you can communicate wt Kan Bici by e-mail: liberacionomuerte@yahoo.com
(kan bici, galliners, pla de l’estany, banyoles, girona, catalonia)
Have a look at: https://resiste.squat.net
 
 

NO PUEDE ESTAR PASANDO. UN ANÁLISIS DE LA COYUNTURA POST-PROCÉS DESDE LA ESGUEVA

Entre septiembre y noviembre del pasado otoño hemos vivido una situación política excepcional. Primero en Barcelona, luego en Cataluña y después en el resto de las españas. Todo el mundo nos hemos visto inmersas en la crisis política derivada de la convocatoria catalana de un referéndum de
autodeterminación. Se ha escrito y debatido mucho al respecto, pero echamos en falta algunas reflexiones desde el anarquismo que queremos poner en común.



YA LO SABÍAMOS, AHORA LO SABEMOS TODAS

Desde el movimiento anarquista hemos visto otras veces cómo algunas de nuestras consignas se popularizaban cuando sectores importantes en lucha las hacían suyas. El ejemplo reciente más evidente es el del 15M, en el que la, hasta entonces minoritaria, “asamblea” y la aún más minoritaria
“acción directa” se convertían en una herramienta de miles de personas movilizadas.

Estos meses hemos visto como se popularizaba otra idea que, si bien no es exclusiva del anarquismo, también nos hemos hartado de repetir: “esta democracia es una falacia”. Llevamos décadas siendo hostiles a las elecciones de distintos ámbitos hasta casi hacer de ello un dogma, un tic abstencionista e irreflexivo. En septiembre de 2017 esa hostilidad se vuelve inocua porque la convocatoria del referéndum no era una convocatoria electoral al uso. Es por ello que nuestra postura al
respecto tampoco podía ser la misma. Esta convocatoria ha mostrado las contradicciones del Estado, en especial con el enfrentamiento entre la “voluntad popular expresada con urnas” y el “imperio de la ley”. Además, hemos visto al Estado mostrándose inestable y mostrándose en todo su esplendor como una organización de control social. Hemos visto a la prensa desatada, tratando
 a algunas políticas y políticos como hasta ahora sólo hacían con las de lejanos países. Hemos visto a la policía actuar como los ultras que son en su tiempo libre. Hemos visto a políticas en la cárcel por convocar manifestaciones y no comulgar con la Constitución vigente. ¿Qué más necesitamos para demostrar que “esta democracia es una falacia”?

En esa coyuntura gran parte de la militancia social ha visto una brecha en la que forzar posiciones de ruptura que puedan provocar la caída del Régimen del 78. De ahí el apoyo decidido al referéndum de gran parte de los movimientos sociales. Por nuestra parte, entendemos que en mucha gente, especialmente entre la que nos hemos criado de finales de los setenta a esta parte, hay una necesidad de ver una “modernización” de un sistema que tiene muchos tics franquistas. Compartimos esa sensibilidad.
Por eso vemos normal y apoyamos que haya movilizaciones que busquen generar los cambios que en la “transición” no se implantaron. Creemos que podría haber sido el momento de poner sobre la mesa el Régimen del 78, la herencia del nacionalcatolicismo, el porqué de la existencia del Senado o del actual Código Penal, el borrado de la memoria histórica, la monarquía o el entramado político corrupto construido sobre la represión y el crimen. No nos apasiona la idea de vivir en una democracia “más moderna” que sea más de lo mismo, pero mucho menos vivir con todo el
estado franquista en funcionamiento.


 LA INESTABILIDAD YA NO ES NUESTRO TERRITORIO

Durante estos meses de crisis catalana, el sistema de gobierno español se ha visto expuesto a una inestabilidad que parecía que podía tumbarlo. Sin embargo, ha superado la prueba y ha salido fortalecido. El 2018 el primer resultado a nivel político es la aniquilación del autogobierno
catalán que había dentro del marco de la comunidad autónoma, que hoy en la práctica sigue suspendida. Esto tampoco tiene mayor trascendencia en un contexto de falsas democracias en las que mandaban y mandan las mismas oligarquías capitalistas mundiales. Nos inquieta más el resultado
social: impotencia en la población movilizada, reforzamiento de los cuerpos policiales (estatales o autonómicos), normalización de la implicación política de supuestos entes neutrales (jueces, policías y monarcas), una enorme capacidad de influencia de la prensa y los medios de comunicación en la sociedad… Llevamos ya una década desde el estallido de la gran crisis de 2008 y el régimen del 78 se ha habituado a capear crisis: la crisis económica, la crisis de gobierno de 2016, la crisis de seguridad antiterrorista y ahora esta. El régimen ha hecho de la necesidad virtud y ya no capea las oleadas que le van viniendo, sino que ha hecho de la crisis una manera de gobernar. Las crisis van regenerando al Régimen, sustituyendo sus peones más obsoletos por otros más útiles.

La idea de fragilidad del Régimen ha sido un espejismo. Tal vez más que un espejismo, hemos vivido un test de stress como al que se sometió el Estado Alemán el pasado julio en Hamburgo. Una demolición planeada, con una ejecución chapucera, pero con resultado satisfactorio. No queremos
trasladar una teoría de la conspiración que presuponga que todo estaba bajo control en todo momento, porque creemos que evidentemente eso no es así. La capacidad de control del Estado, aunque bastante grande, no es ilimitada. Nos referimos a que la política del Estado Español ha atizado
y alentado la crisis para poder desatar lo que ha venido después.

El anarquismo, en toda su diversidad e historia, ha puesto muchas esperanzas en esos momentos de crisis en los que todo parece posible. Ninguna tendencia tiene patrimonio de esto. El  anarcosindicalismo más pragmático sobrevive de entrar en conflictos laborales y ser la
herramienta más útil para la defensa y el ataque. El insurrecionalismo siempre hizo suya la idea de sembrar focos de inestabilidad en los que insertar su mensaje y su praxis. Hasta el plataformismo que más gala hace de planificación y estrategia a plazos se desvive por aprovechar coyunturas de crisis para hacer fuertes sus posiciones programáticas.
Sin plantear en ningún caso dejar de incidir para recluirnos a nuestros espacios de comodidad, sí que creemos que la idea que muchas nos planteamos de que el Régimen estaba a punto de quebrarse ha sido una ilusión y que hemos caído en el engaño por no tener suficiente perspectiva. Hubo un momento en octubre en que se propagó más allá de Cataluña la consigna de movilizarse masivamente para “desbordar” al Régimen español. No tuvo mucha acogida en el entorno militante, tampoco
en el anarquismo. Entre otros motivos, había uno que pesaba más que cualquier excusa ideológica y era la intuición que estamos constatando: el régimen estaba muy fuerte a todos los niveles y nosotras en horas muy bajas.


 LA PLURINACIONALIDAD DESDE LA NO-NACIÓN

En las siguientes líneas vamos a entrar en el tema que más incómodo es para las izquierdas, para los movimientos sociales y para el anarquismo y que es el que ha enturbiado todos los debates y encendido los ánimos.

Nosotras no somos catalanas, nuestra realidad es bien distinta. En nuestro contexto el hecho nacional tiene una manifestación muy distinta a la que tienen en otros territorios, con o sin estado propio.
Independientemente de las sensibilidades nacionales que pueda tener cada compañera de nuestro grupo, o del movimiento libertario, o de toda la vecindad que nos rodea, aquí no hay un espejo que contraponer al catalán. No hay un “otro” en igualdad porque aquí no hay un sujeto consistente que esté al mismo nivel que el catalán.

A nuestro alrededor la mayoría de la población tiene una sensibilidad española, aunque esta no es uniforme sino que tiene muchos matices. Esa sensibilidad no puede contraponerse a una parte de si, por lo que no se puede reconocer un “otro” territorial, tan sólo un “otro” político o ni siquiera eso: un “otro” irracional e incomprensible. Esto es consecuencia de una historia reciente en la que se extirpó, de manera brutal, cualquier otra concepción territorial o política a del movimiento nacional (español), cuyas consecuencias vemos ahora. Queda el espectro de “las dos españas”, que está completamente vivo y hace que dentro de la sensibilidad española haya posiciones irreconciliables. Ya sabemos que una de estas dos españas tiene el poder a todos los niveles, mientras que la otra españa tiene calado en las capas populares y por lo general es una sensibilidad mucho más sana y alejada del nacionalismo
fanático. La sorpresa de estos meses es que ambas sensibilidades hayan coincidido en dar la espalda al proceso catalán, aunque con distintos grados de fanatismo y con algún matiz.

El mes de septiembre fue vivido por las gentes de Castilla y más allá como una afrenta personal al ver como se tambaleaba algo con lo que contaban a un nivel inconsciente y en muchos casos  inconfesable. Ese “algo” no era solo la unidad del territorio español. Era la propia estabilidad de sus vidas proyectada en la estabilidad de sus marcos de referencia: el país, la democracia, la normalidad. Esta sensación de crispación circula por toda la sociedad, alimentada desde la prensa.

Este clima de tensión explica que las apariciones del españolismo más oscuro hayan tenido un respaldo mucho mayor del que podría esperarse unas semanas antes. Esas apariciones, furiosas e inconscientes, tienen además la seña de ser profundamente antipolíticas: se señalaba al PP y a
“los políticos” por no haber hecho nada para solucionar el problema.
Esta lectura antipolítica fue el principal motor de la indignación en los meses de septiembre y octubre.

A la vez, y en la misma medida, se fue construyendo la imagen de un salvador que pone orden: el policía, el guardia civil y el Rey. Estas instituciones son las que salen mejor paradas de cara a la población.
Los meses posteriores han vuelto a acercar al PP al puesto de mando del españolismo del que se alejó en octubre, sin que hayan podido consolidarse. Este españolismo no acaba de confiar de nuevo en el PP por el fracaso de Soraya en la prometida reconquista y estabilización.

Las movilizaciones del españolismo que hemos visto han demostrado la extrema debilidad del área patriota española. Pocos, cobardes, indisciplinados, enfrentados entre sí y, aún contando con todo el apoyo mediático del régimen, sin ninguna proyección. Por otro lado, está más que consolidado desde hace más de una década el poder mediático y agitador de la llamada “caverna mediática”, cuya capacidad de crear y difundir conceptos es enorme y, sin embargo, son muy difíciles de tomar
en serio para la inmensa mayoría de la población.

Lo inquietante es el surgimiento de movilizaciones y de mensajes que surgen del entorno y directamente de los propios cuerpos policiales alentados por esa imagen que se ha creado a su alrededor. Hay que señalar que esas movilizaciones del españolismo han sido promovidas
desde cuerpos del estado –policías y militares. Ellos mismos convocan movilizaciones, salen en la prensa y hacen la labor de comunicación política que ni el gobierno ni las fuerzas políticas del españolismo han hecho. Esto es una novedad que tiene siniestros antecedentes en Grecia o
Francia o en nuestra propia historia.

Pero como ya hemos ido dejando entrever, más allá de esta coyuntura, el problema político que supone “la cuestión nacional” en estas tierras está lejos de ser tan simple como “posicionarse”, si es que en alguna latitud es así se sencillo. Por otro lado, renegar de este factor, despreciarlo y considerarlo irrelevante frente a “las cosas importantes” es un error de bulto para cualquiera que quiera incidir en la sociedad.
Hemos visto especialmente en nuestro movimiento a compañeras defendiendo la contraposición entre las luchas “de clase” y las luchas “nacionales”, como si fueran dinámicas completamente independientes o incompatibles.
Además, que desde los medios se machaque con Cataluña, con Operación Triunfo o con la corrupción parece que no tiene mayor importancia para que haya más o menos luchas sociales. Quién tenga memoria lo podrá ver.
Las luchas en la sociedad son complejas y afectan muchos factores. Uno de ellos es el terreno emocional, en el que se junta desde la identidad de una misma hasta la concepción del país que cada cual tiene. Querer barrer de forma intolerante las sensibilidades de la población, bien para imponer un nacionalismo uniformador, bien para imponer un anacionalismo cosmopolita, está en la antítesis de lo que podemos defender.


 CAMPO AMARILLO

Si nuestra la lucha es por la libertad y la vida, la cabida que tienen todas estas cuestiones parece secundaria ante la grandeza de nuestras aspiraciones. Por suerte vivimos inmersas en una realidad en la que tenemos parientes, compañeras de trabajo, de estudios, de lucha, parejas, amigas y un montón de personas a nuestro alrededor con las que queremos construir un mañana mejor partiendo de estas contradicciones.
Si hacemos públicas nuestras reflexiones es para aportar nuestra percepción a esta situación que parte de nuestra gente ha vivido con tristeza, otra parte con miedo, otra parte con angustia y la gran
mayoría con hartazgo y pocas certezas.

Como no queremos pasar de puntillas por determinados temas que en principio son ajenos a nuestras luchas cotidianas, creemos que es importante poner en común cómo afrontar toda esta coyuntura desde nuestra realidad. Eso significa que las lecciones que saquemos de esta situación debemos aplicarlas sobre nuestras luchas. El horizonte es hacer que esas luchas pequeñitas y limitadas vayan engarzándose con otras, buscar y encontrar su denominador común para fortalecerlo en su
perspectiva anticapitalista y contra el Estado y así trazar nuestra estrategia hasta forzar desde todas las luchas los mismos límites últimos del sistema. Pero las respuestas difícilmente se dan en los
libros, se encuentran en la calle y al calor de la revuelta.

Valladolid. Febrero de 2018

Grupo Anarquista Cencellada

cencellada.noblogs.org



Otros posicionamientos sobre el tema desde estas tierras en la web:
> http://valladolorentodaspartes.blogspot.com.es/2017/10/sobre-el-conflicto-de-catalunya.html
> http://valladolorentodaspartes.blogspot.com.es/2017/12/sobre-el-conflicto-independentista.html





SOBRE EL CONFLICTO INDEPENDENTISTA CATALÁN




            El conflicto independentista catalán se está presentando como un problema interno que únicamente afecta a los intereses españoles y catalanes. Pero esta valoración nunca ha estado más lejos de la realidad, pues dentro de dicho conflicto, y en los diversos ámbitos, económico, social y estratégico militar, se están dirimiendo unos intereses que afectan a la economía en general, y en especial a la europea y la de ciertas multinacionales y sectores financieros. Afectan también al modo de convivencia y a la imposición de las nuevas relaciones sociales de producción que el sistema global-capitalista está implantando a nivel mundial. Y por supuesto, a todo el proceso de control geoestratégico militar que el imperialismo americano ejerce sobre occidente, dentro de los parámetros de dominación imperialista sobre el desarrollo del nuevo modelo de explotación globalizado.

            En lo tocante a la economía europea y mundial, lo más inmediato que en este conflicto se juega, es el control sin fisuras ni problemas, del sistema de los corredores comerciales establecidos a nivel mundial, de los cuales forman parte dentro del Corredor nº 8, la Red Transeuropea de Transporte (RETE) y el Corredor Mediterráneo.

            Interesa, por tanto, al sistema capitalista, dentro de todos aquellos países que están integrados en el mencionado corredor como centros terminales, que exista una paz social que les garantice su utilización sin traumas ni políticos, ni sociales, que pudieran perjudicar sus intereses económicos.

            En el ámbito político y social europeo, los intereses están centrados en el mantenimiento de la unidad en los países que componen el actual modelo adoptado por la Comunidad Europea, que se ve amenazada, tras el fracaso de las políticas económicas y sociales impuestas tras la crisis social, originada por el proceso de acumulación y concentración de capitales a altos niveles, ya que se vería abocada a su disgregación y desaparición como tal. En primer lugar, tras el abandono de la CE por Gran Bretaña y las latentes intenciones de separación que, a nivel popular, ya han sido expresadas por Grecia, Islandia y algunos otros países. Y en segundo término, lo que supondría (según sus normas establecidas) la eliminación, en la Unión, de todos aquellos independentismos que lograran llevar a término sus procesos secesionistas en los países que hoy componen dicha estructura comunitaria.

            En relación con los sistemas adoptados en las nuevas relaciones de producción capitalista, el interés se centra en el mantenimiento de la degradación obrera y popular, que está llegando ya a unos niveles de deterioro que podrían dar lugar a explosiones conflictivas y combativas de sectores obreros, desde planteamientos de clase trabajadora contra clase capitalista, poniendo en grave peligro todo su programa de explotación y dominación a nivel global.

            En cuanto al sistema geoestratégico, entra en juego EEUU, que pretende ejercer el total control militar sobre las rutas comerciales en la zona mediterránea. Desarrollando dicho control desde la base aeronaval de Rota, en Cádiz (que ya están reforzando), y desde su base de Camp Bondstel en Kosovo, cuyo proceso independentista unilateral fue impulsado e impuesto por EEUU con las armas y la violencia. Independencia que, no obstante, ha sido reconocida por la Unión Europea, y aún sigue siendo protegida, entre otros, por efectivos militares españoles.

            Este panorama total derivado del conflicto catalán, nos demuestra varias cuestiones que, como clase explotada y dominada, hemos de tener en cuenta:

1)      Que el conflicto planteado hoy en Cataluña es un enfrentamiento entre capitalistas, catalanes y españolistas, y sus respectivos representantes políticos. Es una lucha de poderes y control de intereses económico-comerciales (los suyos propios).
2)      Que, en ello, también se dirimen intereses políticos de la Comunidad Europea, económicos de multinacionales y su proceso comercial global, e intereses militares del imperialismo americano.
3)      Nos demuestra por tanto, que cualquier conflicto, en cualquier zona sensible para la realización de sus planes de globalización capital-imperialista, no se queda en conflicto bilateral, sino que pasa de inmediato a ser de interés mundial.
4)      Que en dichos conflictos, creados entre capitalistas, éstos utilizan al pueblo trabajador para defender unos intereses que sólo son capitalistas, y por tanto, contrarios a los intereses de la clase obrera.
5)      Que hoy, partidos y sindicatos (incluso autodenominados de izquierda) están involucrados en dichas confrontaciones, y posicionan al pueblo trabajador en la defensa de una u otra opción (ambas capitalistas), dejando a un lado la defensa de los intereses como clase y para la clase obrera, utilizando a ésta como carne de cañón; desarmándola ideológicamente, a la vez que destrozando toda posibilidad de creación y puesta en práctica de una alternativa de clase contra el sistema de explotación capitalista, a todos los niveles.
6)      Que todos ellos, dentro de esta confrontación, están haciendo creer al pueblo catalanista y españolista que luchan por mantener una democracia, que ni ha existido, ni existe, ni existirá dentro del capitalismo explotador, su llamada economía de mercado y su régimen político de delegación del poder. Que se está combatiendo por mantener un estado de derecho de todos, cuando en la realidad cotidiana, sólo se respetan los derechos de la derecha y de sus fuerzas fácticas. Que luchan por mantener una libertades que, en la práctica, no existen, y cuando el pueblo intenta ejercitarlas o reivindicarlas, son ahogadas a sangre y fuego por sus hordas represivas (policía, guardia civil, ejército, cuerpos jurídicos y legislativos, etc.), y esto es común para los trabajadores españolistas e independentistas. Quieren hacernos respetar una supuesta igualdad ante la ley que, ni ellos respetan, ni se respeta en su propia Constitución, pues ya en ella (de hecho) se viola esa igualdad y su supesta democracia, imponiéndonos un rey por derecho hereditario, a sea, al que el pueblo no elije, y para más sorna, se le asigna también el cargo de Jefe del Estado y Jefe supremo de las fuerzas armadas, al tiempo que se le otorga la inviolabilidad personal y la inmunidad total.

            Se pretende que el común popular defienda un concepto de unidad gestado no por el pueblo, sino por las élites monárquicas franquistas y partidistas, e impuesta mediante una constitución elaborada y votada bajo la amenaza intervencionista del ejército, y sin más opciones que ser aceptada o continuar con el antiguo régimen fascista y militarista.

            En fin, un concepto de unidad cerrado en falso, con la única intención de perpetuar el actual sistema de explotación, desigualdad y falsa representatividad, en el cual siempre se defienden los intereses capitalistas, dejando a la clase trabajadora (en ocasiones) algunas migajas del producto de su trabajo, y ello no sin duros enfrentamientos contra el poder político y económico dominantes.

            En resumen: Que se está engañando al pueblo con mantener cosas que no existen, ni en España, ni en Cataluña. Mientras, se oculta la realidad de lo que se pretende conseguir, que es el mantenimiento de los intereses y privilegios particulares de cada bloque capitalista y de sus representantes políticos que, independientemente de cómo se identifiquen (de derecha o izquierda). con su actuación al servicio del capital, todos ellos, desde el arco parlamentario, defienden al mismpo sistema de explotación y dominación.


  Comité de Solidaridad
de los Trabajadores 






LEER el texto completo "Corredor mediterráneo e independentismo catalán":



Elecciones en Cataluña
Partidos “nacionalistas” y partidos “constitucionalistas” con un único objetivo: mantener al proletariado preso de las ilusiones electoralistas, democráticas y legalistas.

 

Más de un mes después de que diese comienzo oficialmente la farsa independentista con el 1 de octubre y pasadas ya la supuesta declaración de independencia, la también supuesta intervención gubernamental de la autonomía catalana, las cargas de la policía, las detenciones del Govern de la Generalitat, el “exilio” de Carles Puigdemont… el fin de fiesta son las elecciones del próximo 21 de diciembre.
 
Después de que los partidos nacionalistas prometiesen un referéndum cuyos resultados fuesen vinculantes para declarar la independencia desde el Parque de la Ciutadella, cientos de miles de personas acudiesen a votar con ese fin, fuesen molidas a porrazos por las fuerzas policiales acantonadas en el Puerto de Barcelona y, finalmente, la independencia se declarase primero para ser suspendida formalmente y, después, para no ser llevada a la práctica en ningún momento; después de más de dos meses de teatro y mentiras, los partidos del llamado bloque independentista convocan de nuevo a los proletarios de toda Cataluña a votar por ellos en unas elecciones autonómicas exactamente iguales en lo esencial a las de hace dos años, a las de hace siete años y a todas las anteriores: lo que está en juego en ellas no es una supuesta “independencia” de Cataluña (que ya tuvieron al alcance de sus manos hacer efectiva el pasado mes de octubre los partidos entonces gobernantes y que, en vez de ello, limitaron a una fiesta de poca monta en la Plaza de Sant Jaume) sino el mantenimiento de la paz social y de la colaboración entre clases en una de las regiones de España donde la crisis capitalista ha golpeado con mayor dureza a la clase proletaria, sea esta de origen catalán, andaluz, subsahariana o magrebí. Hace tres años, el entonces Conseller de Economía de la Generalitat, Santi Vila, que después fue detenido por su participación en la “declaración de independencia” y llegó a pasar una noche en prisión, afirmaba ante el auditorio de Forum Europa: “si Cataluña no hubiera puesto sobre la mesa un relato en clave nacional, ¿cómo hubiera podido realizar un sacrificio tan fuerte como los recortes? ¿cómo hacerlo sin un proyecto ilusionante al otro lado de la balanza?”. De esta manera explicaba, según el periódico La Vanguardia del 10 de diciembre de 2014, cómo era posible haber realizado en Cataluña recortes por valor de 6.000 millones de euros. Estos recortes, como es sabido, afectaron y aún afectan directamente a las condiciones de vida de la clase proletaria: se “recortaron” inversiones en sanidad, educación, ayudas sociales, etc. golpeando duramente con ello a los proletarios que, además, sufrían un aumento vertiginoso del paro, la caída en picado de los salarios, los EREs, etc. Para lograr imponer esta situación, para preservar la paz social en una región que ha visto desaparecer los restos de la industria que empleaba a buena parte de su población proletaria, que ha visto convertirse el centro de su capital, Barcelona, en un recorrido turístico de lujo del que se ha expulsado a las clases pobres… la burguesía catalana dio alas al llamado procés, una gran movilización de la masa pequeño burguesa de la región (precisamente la que porta las ilusiones más retrogradas y reaccionarias acerca de una Cataluña “independiente”) en defensa de la “patria catalana” agredida por España a la que acompañó con un circo parlamentario en el que se blandía la señera en defensa de las políticas gubernamentales. Esta movilización sirvió como ofensiva para canalizar el malestar social creado por las reformas impuestas por el Gobierno de la Generalitat hacia un supuesto objetivo independentista con el cual se desvinculaba la creciente presión ejercida sobre la clase proletaria y las políticas llevadas a cabo por la burguesía, presentando al nacionalismo como un proyecto común a todas las clases sociales, desde las burguesas encabezadas por el partido de Mas y Omnium Cultural hasta el proletariado encastrado en la pasividad a la que le llevaban sus representantes políticos y sindicales, pasando por las organizaciones pequeño burguesas de las CUP y la Asamblea Nacional Catalana.
 
Tres años después de estas declaraciones de Santi Vila, seis desde que comenzó el procés, los resultados son visibles para cualquiera: Cataluña ha sido una de las regiones donde la crisis capitalista se ha hecho sentir con más dureza sobre el proletariado, es la Comunidad Autónoma donde el nivel de gasto social se ha recuperado menos con respecto al existente antes de la crisis… Y ante todo esto, el proletariado ha permanecido inerte, sin participar directamente pero sin fuerzas para oponerse a la corriente de movilizaciones chovinistas, patrióticas y anti obreras que inundaban las calles. Corrientes de supuesta extrema izquierda como las Candidaturas de Unidad Popular, representantes de la masa social de los botiguers, de los pequeños empresarios, del llamado “cooperativismo social”… han ostentado un firme dominio sobre cualquier manifestación de descontento social, reconduciéndolo al camino estéril del nacionalismo y del parlamentarismo. El camino a la reanudación de la lucha de clase del proletariado en defensa exclusiva de sus intereses ha sido obstruido por las fuerzas burguesas del localismo, del particularismo y, en fin, de la defensa de los intereses generales de la burguesía.
 
Ese ha sido el gran logro del procés. Y es precisamente ahora, cuando el show soberanista ha terminado entre declaraciones estériles de independencia y manifestaciones de la extrema derecha por las calles de Barcelona, que la realidad de esta farsa se ve a las claras: los mismos que enarbolaban la bandera de Cataluña y que permitieron sin resistencia alguna que el Gobierno central “interviniese” la autonomía, llaman a continuar con el procés… volviendo a votar. Su objetivo no es una independencia que ya proclamaron y que regalaron gustosa a la Guardia Civil y al ministro de Interior, sino, sencillamente, que el mecanismo democrático de conciliación entre clases, cuya expresión más elevada es el voto electoral, continúe funcionando sin fisuras. La consigna del 1 de octubre fue Votaremos, la de las elecciones del 21 de diciembre es Votad de nuevo: que los proletarios sigan colaborando, que sigan postergando el momento en el que de verdad tengan que luchar a un proceso electoral más, a la renovación de las ilusiones parlamentarias.

 
Frente a la movilización de los partidos vinculados al Proces aparecen aquellos que se dicen defensores de la Constitución española y de la unidad de España frente al “desafío soberanista”. Para ellos el valor de estas elecciones autonómicas es exactamente el mismo que para los defensores de la “independencia”: logar la implicación de la clase proletaria en defensa de la democracia, de la legalidad, de la unidad del país… lo cual supone sencillamente lograr que la clase proletaria renuncie a la lucha en defensa de sus intereses cediendo cualquier tipo de iniciativa ante las consignas burguesas de defensa de la nación… española. Porque, realmente, no existe oposición fundamental entre los burgueses y pequeño burgueses que han promovido el procés catalán y los llamados constitucionalistas que reivindican la unidad de España y el sistema de las autonomías como garantía de la convivencia social en el país. De hecho, el nacionalismo catalán vive porque la burguesía española, durante la Transición, diseñó un sistema de gestión territorial en el que las diferentes burguesías regionales se encargasen del gobierno de los asuntos más directos que concernían a su región. Es por eso que las políticas lingüísticas que hoy se critican en Cataluña tuvieron su versión propia en las que aplicó el gobierno del Partido Popular en Galicia. Que el desarrollo de la autonomía en los ámbitos de la seguridad, la enseñanza o la fiscalidad autonómica ha sido la base de la configuración estatal que ha garantizado a la burguesía española su capacidad de mantener sometida a la clase proletaria en un país históricamente imposible de centralizar.
 
El llamado “bloque constitucionalista” muestra ante los proletarios la bandera de la “igualdad” y la “solidaridad” entre las diferentes regiones españolas buscando con ello ganar para la causa democrática, para la confianza en las instituciones estatales y autonómicas, en el Parlament y en las elecciones a un proletariado mayoritariamente no catalán y que tiene todavía fuertes vínculos con sus zonas de origen, generalmente Andalucía y Extremadura, las dos regiones más pobres de España y contra las que se dirigen todos los alegatos del “nacionalismo” catalán. Pero oculta que han sido precisamente la burguesía española de Andalucía, Extremadura, Castilla y Madrid la que ha promovido los regímenes de excepcionalidad territorial en todo el país, llegando al punto de mantener perfectamente estable el sistema autonómico en Cataluña cuando la situación les ha llevado a aplicar el artículo número 155 de la Constitución española a la vez que pactaban renovar el concierto fiscal vasco, verdadero privilegio territorial de la burguesía vasca que se extrae del trabajo proletario del resto del país. Sus llamados a la unidad nacional, más allá de las manifestaciones de las bandas de extrema derecha que los cuerpos policiales del Estado utilizan para sembrar el terror entre la población, no son otra cosa que la defensa del propio estado de las autonomías, única forma con la que, actualmente, puede gobernarse España.

 
La clase proletaria no puede esperar nada ni del bando burgués llamado “soberanista” ni del bando burgués llamado “constitucionalista”. En lo que respecta a ellos, su programa es el mismo: mantenimiento de la paz social a través del engaño democrático y parlamentario, al que se recurre una y otra vez para lograr tanto una movilización en defensa de los intereses particulares de cada bando burgués como del interés general a ambos que es la colaboración entre clases. Los años transcurridos desde el inicio del procés han mostrado las verdaderas intenciones de la burguesía catalana que se ha colocado detrás del proyecto “soberanista”: logar neutralizar la tensión social generada por las exigencias políticas y económicas que ha impuesto al proletariado y, en la medida de lo posible, canalizar esta para obtener respaldo a sus reivindicaciones frente al gobierno central. De la misma manera se ha evidenciado lo que busca la corriente burguesa llamada “constitucionalista” o “unionista”: limar las asperezas que el Estado de las autonomías genera, pulir los excesos del particularismo regional al que ella misma ha dado lugar a la vez que utiliza el clima de exasperación creado por las movilizaciones en favor de la “independencia” para imponer un nivel de control social y de represión mucho más intenso aludiendo a la “excepcionalidad” del momento.
 
En ambos bandos el proletariado tiene a su enemigo. Porque la clase proletaria, internacional por su propia constitución, e internacionalista por la fuerza histórica revolucionaria que porta en su seno, sólo podrá salir de la crisis política y organizativa que padece desde hace tantas décadas rompiendo con cualquier programa burgués de exaltación del localismo, de la exacerbación nacionalista de las peculiaridades regionales, a la vez que combate cualquier llamamiento a la defensa de la patria y de la unidad nacional española. Sólo podrá reanudar su lucha clasista, incluso sobre el terreno inmediato de la defensa de sus necesidades económicas y sociales, haciendo tabla rasa con todas las influencias nacionalistas, con todo vínculo con la burguesía, local o nacional, con toda ilusión democrática y electoral. Siguiendo ese camino, que es el único que puede permitirle acabar con su situación de verdadero paria de la tierra, encontrará a su lado a los proletarios de todas las regiones y de todos los países. Y en frente suyo, armado con toda la fuerza que les proporciona su dominio social, al enemigo burgués de todas las nacionalidades.

 
¡Por la reanudación de la lucha de clase en defensa exclusiva de los intereses del proletariado, no de las exigencias nacionales de la burguesía!
 
¡Por la ruptura con cualquier programa burgués de defensa de la patria, sea esta “catalana” o “española”!
 
¡Por la reconstitución del partido comunista, internacional e internacionalista!

 
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
16 de diciembre de 2017


Imagen de Barcelona durante la primera huelga de tranvías durante la dictadura

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com















ARCHIVO

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Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."