"La visión y la interpretación que damos a la revolución de las Comunidades de Castilla es parte consustancial de nuestra propia interpretación de la historia de España; y del posicionamiento ideológico y político consiguiente (...). Según parece, fue León Arroyal, escritor del siglo XVIII, el punto de partida de la interpretación liberal de las Comunidades. Para él, la derrota de Villalar supuso “el último suspiro de la libertad castellana”.(...) Durante los dos siglos y medio que siguen a la derrota de Villalar, los comuneros habían sido tratados como gente baja, relacionándoles con los conversos y los malos cristianos. Esta valoración cambia radicalmente en el siglo XIX. En 1812, Martínez de la Rosa representa con notable éxito, en el Cádiz sitiado por las tropas francesas, la tragedia La viuda de Padilla. Pero será el Trienio Liberal (1820-1823) el que consagre a los comuneros como defensores de la libertad: las ciudades se llenan de calles que recuerdan a los comuneros ajusticiados en Villalar, las Cortes Generales rinden homenajes a Padilla, Bravo y Maldonado y se multiplican las obras literarias e históricas que tienen a los comuneros como tema. A partir de entonces, todo progresista que se precie ensalza, y se identifica, con los héroes de aquella infausta jornada. La cima de esta exaltación del movimiento comunero en el siglo XIX será obra del político catalán Pi y Margall, padre del federalismo español, quien afirmaba que “Castilla fue entre las naciones de España la primera que perdió sus libertades".
[DEL LIBRO "LOS COMUNEROS" de Ventura García Escobar, editorial Páramo]
La lectura de este hecho marca, como decimos, la interpretación de la historia de "España": Frente a la España única, católica e imperial, está la realidad compleja de un pueblo diverso ..., la historia que, como afirma Maravall:
"en ajustada correspondencia con un estado de espíritu general en Europa, que durante todo el siglo XV no solo fomentaría en todas partes la difusión de la doctrina del derecho de resistencia y del tiranicidio, no solo impulsaría revueltas contra los reyes en casi todos los países occidentales, sino que apoyaría en su última fase el desarrollo de la democracia municipal" (...) es en esta "primera fase de un Renacimiento de carácter democrático en la que se inserta el episodio de los comuneros". "Por eso, la victoria de Villalar, obtenida por parte del rey y de los grandes, y la consiguiente derrota de los comuneros, inicia la fase ascendente de la marea señorial en España".
[DEL LIBRO "LAS COMUNIDADES DE CASTILLA" de José Antonio Maravall, ed. Alianza]
DEL ORIGEN Y LA FORMA DE LOS MITOS
La España católica no triunfará definitivamente hasta bien entrado el siglo XVII (cuando la censura y la inquisición adquieran sus cotas más altas de poder) aunque la deriva reaccionaria y represiva se inicia justamente en la derrota de Villalar y se intensifica en los años posteriores (polémica erasmista -controversia de Valladolid- 1550, primer índice de libros prohibidos de 1551, concilio de Trento).
La imagen imperial y católica responde pues a un momento concreto de la historia peninsular, momento que privilegian fascistas y reaccionarios desde siempre afirmando la realidad católica de España "per secula seculorum". El mito de la España católica es una de las bases de todo reaccionario español, con momentos de gran elaboración y difusión de mitos como es el franquismo y su utilización de los símbolos imperiales.
Es evidente que, en este momento, el partido del moco verde pretende dar la batalla en este ámbito: el mito de VILLALAR se ha convertido en un mito social, democrático, "comunero", generalmente asumido por las fuerzas castellanistas, por el PSOE y la UGT, y por las fuerzas a su izquierda, y que siempre ha resultado incómodo a las derechas. Ya José María Aznar intentó acabar con la fiesta de Villalar en 1989 (v. https://elpais.com/diario/1989/04/24/espana/609372001_850215.html). VOX, aprovechando los cargos que le ha dejado el PP en el actual gobierno de la Junta, ha decidido echar el resto para acabar con esta fiesta... fiesta en la que, más allá de celebraciones historicistas como los dos pasados años, se llevan años produciendo decenas y decenas de actos reivindicativos y protestas de los más diversos colectivos de trabajadores y movimientos sociales.
VILLALAR, HOY...
Para quien no conozca esta fiesta, supuestamente "la fiesta de Castilla y León", la visita a la campa puede ser bastante sorprendente e ilustrativa: los partidos políticos y los sindicatos conviven con los feriantes y otros negocios, los repartidores de prensa y propaganda con los conciertos y otros chiringuitos, en una deriva comercial de lo que en principio fue principalmente una jornada de lucha y reivindicación. Pero aún así les molesta: les molesta que los colectivos, partidos, sindicatos, personas en general, de izquierda, se junten en esas "carpas" (que ellos ven más como "txoznas"), que se produzcan mítines, charlas, conferencias, que haya marchas reivindicativas, conciertos de bandas que difunden la ideología contraria... está claro: es un ataque a la izquierda, a la parlamentaria y a la real, que tiene a Villalar como uno de sus referentes a lo largo y ancho de la geografía castellana.
La batalla cultural es una batalla bien real y material: no debemos olvidar que siempre las cosas se dan al revés, lo material es la base de lo cultural y no a la inversa. Igual que se agudizan las dificultades (paro, inflación, guerra) se agudiza la batalla en todos los frentes. Así, lo primero que han hecho los enemigos de Villalar es cortar la fuente de financiación capando a la Fundación (antes) Villalar (ahora Castilla y León -otro escamoteo-) e intentar quitar el día festivo del calendario para impedir, por un lado, la propia organización física y material del evento por parte del ayuntamiento de Villalar (v. https://www.diariodeleon.es/articulo/castillayleon/vox-reduce-mitad-presupuesto-fundacion-villalar/202302020333242299983.html) y, por otro, impedir que la gente pueda acudir en masa a Villalar. Este año es domingo, pero la línea ya está trazada. Y el próximo cae en lunes.
Esta es la situación... no tenemos que decir a nadie lo que tiene que hacer. No es nuestro papel. Pero sí podemos afirmar que la batalla cultural es parte de la batalla social y de clase, que el enfrentamiento no se da entre ideologías sino entre clases, y sabemos perfectamente a quien sirve VOX. El fascismo es la respuesta autoritaria del capitalismo en momentos de crisis. No lo olvidemos. Pero tampoco debemos olvidar como las fuerzas de la "izquierda" nos llevan a votar para hacer lo contrario que predican. No es esta una batalla de fascismo y antifascismo: la verdadera batalla (cultural, social, material...) es de CLASE, revolucionaria y anticapitalista.
... Y MÁS, MUCHO MÁS, MAÑANA.
Villalar fue un hito en Castilla porque supuso una primera
manifestación de las fuerzas populares, pero ya en 1856 en los motines
del pan y posteriormente en las huelgas obreras de principios del siglo
XX los frentes se han delimitado con claridad: los obreros que atacaban
las fábricas de harina con artefactos incendiarios tenían claro que su
enemigo era el patrón, el capitalista. El internacionalismo proletario
nace de asumir y negar su nación, al mismo tiempo: asumir donde estamos y
quien nos explota (la burguesía local y nacional) y a quien pertenece
el estado, la nación y todo lo que nos rodea.
Construyamos movimiento independiente, internacionalista, de clase.
Defendamos los espacios obreros y anticapitalistas, en Villalar, en la fábrica, en el curro, en cualquier calle de cualquier pueblo ... y de cualquier ciudad.
_______________
Más información:
Villalar, una pieza de caza mayor en la batalla ideológica de Vox: https://www.lamarea.com/2022/09/23/villalar-una-pieza-de-caza-mayor-en-la-batalla-ideologica-de-vox/
Villalar 2022: del viento y de la lucha: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2022/04/villalar-2022-del-viento-y-de-la-lucha.htmlVillalar: a 500 años de la Guerra de las Comunidades: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2021/04/a-500-anos-de-la-guerra-de-las.html