LOS ANTICARCELARIOS DE VALLADOLID LLEVARON LAS REIVINDICACIONES DE LXS PRESXS AL HOSPITAL CLÍNICO Y A LA FACULTAD DE MEDICINA

 

Con cierto retraso pues queriamos coincidir con las 11 ciudades de este país que lo hicieron el 27F,llevamos al Clínico y a la Facultad de Medicina , la información urgente de la situación sanitaria de las personas presas,y de su lucha mediante el documento de Osabideak "Algunas claves para entender lo que está pasando con las personas enfermas en prisión"




  Nadie  que llevase bata blanca, pues a ellos y a su conciencia iba dirigido, se quedó sin la información clínica y humana que justifica plenamente el derecho a ser excarceladas de las personas presas con enfermedades graves y/o incurables ,  desmontando  los argumentos falaces de Instituciones Penitenciarias-de puro populismo punitivo- para negarselo de manera sistemática.Y no digamos  los datos de la información del propio Ministerio del Interior que revelan la desatención y abandono sanitarios de la población reclusa.Precisamente y según la comparecencia parlamentaria del propio Ministerio , los presupuestos en IIPP han caido a cifras de 2016,solo quedan 285 médicos y  6 psiquiatras para atender todas las carceles...(había 500 hace años) y su edad media ronda los 60 años...  Nadie, desde hace 2 años , presenta siquiera solicitud para concurrir a oposiciones de la sanidad penitenciaría, y mientras tanto  la cifra de muertos se ha disparado, superando este año los promedios de años precedentes ,con  datos escalofriantes de suicidios y  sobredosis de farmacos psicotrópicos (que les facilitan los carceleros para"tirar de jueves a lunes, "pues  los fines de semana hay vacio sanitario presencial casi absoluto ), y lo que es más grave aún , fallecimientos por enfermades de personas que, según su propia ley , debían haber sido excarceladas, encontrandose,como el resto de la población reclusa ,  sin atención que no sea de urgencia y ni siquiera presencial como se ha denunciado en  los casos de cárceles como las de Pamplona, León(Mansilla de las Mulas) o Dueñas(Palencia).Nuestra información y el  razonado documento que les presentamos fué acogido con respeto y  notamos cierta incredulidad,lo que demuestra la importancia de realizar este tipo de labor.

En la entrada de personal,  y al cambio de turno, repartimos en mano  entre las y los profesionales de Medicina y Enfermería unos 250 folletos  que contenían el documento elaborado por OSABIDEAK

   La jornada de información se continuó a la tarde con nuestra presencia en la Facultad de Medicina, en cuya recepción entrada al Aula Magna ( a la entrada del Aula Magna) colocamos una pancarta -denuncia y una  mesa informativa con folletos de los numeros o y 1 de El Carro,boletín de apoyo a lxs presxs ,y  entregamos  a los estudiantes una carta apelando a la obligación que contraen  de defender el compromiso ético de atender a los pacientes sin discriminación alguna, y menos aún  por su condición social, o por las tribulaciones que les abocaron a ingresar en prisión, pues en eso consiste   El Juramento Hipocrático. Recorrimos una a una  todas  las areas de estudio y descanso (Biblioteca , entre planta de estudio, Cafetería etc) Y también aquí, percibimos la escasa información con la que cuentan sobre esta problemática.

Todo discurrió con una buena acogida,hasta que se presentó el decano José  María Fidel  Fernandez ,con la intención de que quitáramos la pancarta-denuncia de su sitio,argumentando  que se trataba de "algo político" y que "la Facultad era su casa ",porque había sido elegido...Discutimos públicamente su postura fascistona-ya nos prohibió en su día presentar a los protagonistas del conflicto del Hospital del Bierzo en 2017 -pero la cosa no fué más allá,porque cuando llegó este señor,ya habiamos terminado nuestra actividad.




A todas y todos los profesionales de enfermería y medicina

 Se trata de una experiencia personal y vital de gran impacto y sufrimiento (propio y de nuestro entorno), que nos obliga a vivir con diversos síntomas físicos y psicológicos que van agravándose con el tiempo como dolor, deterioro de funciones corporales e intelectuales, que producen diversas discapacidades y limitaciones, y el miedo-angustia a un fallecimiento precipitado. Sin olvidar que algunas enfermedades, además, mantienen aún un alto grado de estigma social. En estas situaciones de tan alta vulnerabilidad, si no existen las necesarias ayudas o apoyo sanitario y social para mantener mínimos de calidad de vida, así como la protección a la privacidad, la persona puede sentir fácilmente que se degrada su dignidad humana. La ley de autonomía del paciente, la ley de protección de datos, de confidencialidad médica, el código deontológico y las leyes de muerte digna y eutanasia van precisamente encaminadas a proteger la dignidad humana en estas vivencias.
En algunos casos, a esta situación vital de tan alta vulnerabilidad y sufrimiento se le añade la privación de libertad en los centros penitenciarios, que deniega la posibilidad de poder estar acompañado/a por los seres queridos, manteniéndoles en un entorno hostil donde, según todos los organismos de derechos humanos, se quiebran más derechos que el derecho a la libertad. Además, en el Estado Español la sanidad penitenciaria depende directamente del Ministerio de Interior y no del Sistema Nacional de Salud (excepto en la Comunidad Autónoma Vasca, Cataluña y próximamente se realizará la transferencia también a la sanidad pública de Navarra) y todo ello en contra de lo que recomiendan la ONU, la OMS y el Consejo de Europa como medida fundamental para propiciar la asistencia sanitaria en equidad y evitar la desasistencia y la discriminación. Y esta situación, nada menos que 15 años después de que se aprobara la ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. Una sanidad penitenciaria que, según la propia Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria y la Organización Médica Colegial de España, desasiste, discrimina y vulnera la deontología médica al priorizar intereses regimentales. Una sanidad donde el 30% de las plazas del personal sanitario están vacantes y donde la reducción presupuestaria de los conciertos de asistencia sanitaria entre las CCAA e IIPP en los últimos 8 años ha sido de un 73%.
Desgraciadamente el problema no acaba tampoco aquí, porque los/las médicos/as forenses -que son los/las responsables de peritar y realizar informes de las personas enfermas recluidas para valorar las medidas alternativas al encarcelamiento- son dependientes en este caso de la Administración de Justicia. El ejemplo más documentado e ilustrativo del desprestigio profesional en materia de Derechos Humanos que conlleva esta falta de independencia médica de estos médicos forenses se encuentra en el hecho de que sean ya más de 4000 personas, a las que mediante el protocolo de Estambul, se les ha verificado que sufrieron torturas durante la detención gubernativa incomunicada. La revista Forensic Science International publicó 2 artículos evidenciando la mala calidad de los informes forenses de las personas detenidas en España y la ineficacia en la prevención y denuncia de las torturas. En 2016 en la Convención del Consejo Internacional para la Rehabilitación de las víctimas de la Tortura también quedó en evidencia la labor de los médicos forenses, en concreto de la Audiencia Nacional. La revista The Lancet también publicó un artículo evidenciando la práctica de torturas en España, y las reiteradas condenas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la ineficaz investigación completan todo este desprestigio en materia de derechos humanos. Estamos empezando a documentar también la mala calidad de algunos informes forenses que permiten y facilitan la permanencia en prisión de personas muy enfermas.
La ley contempla la flexibilización de medidas privativas de libertad  e incluso la excarcelación en estos 3 supuestos:
  1. Personas mayores de 70 años
  2. Personas con enfermedades graves e incurables
  3. Personas con peligro patente para la vida
Con todos los ingredientes descritos anteriormente y con un Estado que no entiende la enfermedad mental, que no evita la exclusión social, que discrimina a personas migrantes, que no invierte lo suficiente en educación, que no toma decisiones valientes y eficaces en temas como la gestión y la regulación de las drogas,  el resultado no podía ser más que el panorama desolador que tenemos. En las cárceles de España fallecen entre 3 y 4 personas a la semana de media. Y no, no son muertes súbitas o inesperadas de personas aparentemente sanas o sin graves afeccionesLa mayoría fallecen por enfermedades, así como por sobredosis y suicidios (la tasa de suicidios se multiplica por 5 en las cárceles). En ningún centro de ingresos de nuestro Sistema de Sanidad serían aceptables tales cifras. Se trata mayoritariamente de muertes previsibles, de personas enfermas graves, sin curación, con peligro patente para la vida, no atendidas debidamente, excluidas socialmente falleciendo olvidadas, con una sanidad penitenciaria y pericial dependiente de administraciones no sanitarias.
En este contexto de una medicina penitenciaria debilitada, no formada ni comprometida con los derechos humanos, no independiente ni incluida en un sistema de salud público consolidado y donde los criterios para suavizar las consecuencias de la prisión no gravitan sobre ejes sólidos consensuados sanitarios, técnicos, objetivos, rigurosos, de igualdad y de dignidad humana,  seguirá la desasistencia y seguirán falleciendo y suicidándose las personas olvidadas e invisibilizadas.
Esta debilidad del sistema sanitario también queda al descubierto en el caso de las personas presas visibles o expuestas (las de actualidad mediática). Los criterios sanitarios se vuelven demasiado sensibles y vulnerables a vaivenes políticos e ideológicos del momento. Revelador y explícito es, observar, como dependiendo del viento político del momento, cuando un gobierno anuncia la aplicación de medidas  de acercamiento o la flexibilización de medidas privativas de libertad a enfermos/as recluidos/as que están recogidas en la propia legislación española y recomendadas en el ámbito internacional  (Reglas Mandela de la ONU, Informe Bergeron del Parlamento Europeo o jurisprudencia asentada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos)  afloran vehementemente las presiones políticas y mediáticas,  polemizando las medidas con criterios no sanitarios. O del mismo modo, cuando se vuelve a tornar el viento político y los Gobiernos modifican lo establecido en el código penal vía instrucción, quebrantando el principio de jerarquía normativa y contraviniendo lo recomendado por todos los Organismos de DDHH. Desde una óptica sanitaria, jurídica y de Derechos Humanos resulta bochornoso contemplar cómo según el interés político del momento se aplican o restringen medidas humanitarias, sanitarias y de derechos humanos. A la vez  resulta preocupante observar como existe una intención de normalizar y acostumbrarnos a estas prácticas.
Creemos oportuno profundizar y desgranar 2 elementos con relevancia deontológica, legal y sanitaria,  y alto precio en derechos sanitarios que por cercanía temporal y geográfica hemos contemplado y que no deben transitar inadvertidas:
  1. La confidencialidad médica
Hemos querido iniciar este artículo describiendo la situación vital de padecer una enfermedad grave e incurable, para exponer la situación de vulnerabilidad que supone. En este escenario los/las sanitarios/as somos los/las confidentes necesarios/as y, por tanto, estamos obligados a guardar el secreto profesional. El ámbito asistencial necesita ese espacio protegido de confidencialidad y seguridad para garantizar una correcta asistencia y preservar la dignidad de la persona enferma.
El tratamiento mediático que se viene realizando de las personas de actualidad mediática enfermas y encarceladas está quebrantando este derecho a nuestro entender de 2 maneras:
  • Por una parte, la sanidad penitenciaria, la administración penitenciaria o la administración de justicia incurren en una ilegalidad grave cuando violan el secreto médico y filtran las enfermedades, diagnósticos o valoraciones médicas de las personas enfermas recluidas a los que se les contempla aplicar medidas flexibles o traslados de centros penitenciarios. Al padecimiento de una enfermedad grave y a la privación de libertad se le suman la sobreexposición pública  y la violación del derecho a la intimidad y al secreto médico. Muchos medios de comunicación los han filtrado y esto puede producir graves consecuencias, ya que las personas recluidas pueden dejar de consultar síntomas y afecciones con el fin de evitar la exposición mediática, privándoles de su pleno derecho a la asistencia sanitaria. Esta práctica de filtraciones ha permitido avanzar en esta vulneración al punto de observar con perplejidad que una asociación (no sanitaria) ha solicitado públicamente a la administración penitenciaria el acceso detallado de los diagnósticos y enfermedades que padecen determinados reclusos a los que se ha filtrado en prensa que se plantea aplicarles medidas legales correspondientes o acercamientos a cárceles más cercanas a sus domicilios. Y en esta misma dirección se avanza cuando recientemente también determinados partidos políticos han solicitado a un Gobierno de una comunidad que se compartan datos sanitarios con la policía para facilitar la expulsión de personas migrantes. Urge que la sociedad sanitaria y jurídica recuerde que el derecho a la confidencialidad médica  nos asiste independientemente de nuestra condición jurídica, nos ampara el derecho de que sólo sean conocedores de nuestras enfermedades y pronósticos aquellos que nosotros autorizamos, para poder facilitarnos la vivencia del proceso vital e íntimo que nos ha tocado vivir y garantizar el acceso a la óptima atención sin temor a que se difundan datos en nuestro perjuicio.
  • En este contexto de una medicina penitenciaria debilitada y dependiente, se produce otra vulneración de la confidencialidad quizás de una forma más indirecta, pero a nuestro parecer igual de preocupante, cuando algunas personas privadas de libertad gravemente enfermas se han visto obligadas a renunciar a su derecho a la intimidad y confidencialidad para poder denunciar la vulneración de otros de sus derechos (sanitarios y penitenciarios). Esto es algo que en una sociedad sana no debe producirse. Cuando ha de realizarse, la forma de no atentar contra la dignidad de la persona enferma al hacer públicos datos médicos confidenciales es la de realizarlo siempre con su consentimiento, focalizando en la defensa de derechos humanos, como dato indicativo o exponente de la vulneración sanitaria que se denuncia, y con rigor y respeto. Abriendo así el debate sobre la Sanidad Penitenciaria, con el objetivo de construir una sanidad penitenciaria garantista que favorezca finalizar con la revelación pública de datos médicos como denuncia.

  1. La temporalidad, terminalidad y los criterios temporales estrictos de esperanza de vida:
La ley no exige que un enfermo sea “terminal” para contemplar la excarcelación u otras medidas de flexibilización, pero en este sentido todavía persisten arraigados con fuerza los conceptos de temporalidad y terminalidad, y se hizo muy explícita la intencionalidad punitiva para que determinadas personas con enfermedades muy graves e incurables recluidas salgan únicamente de prisión para fallecer en libertad en el periodo más breve posible; cuando hace unos 5 años se originó una viva polémica por la excarcelación de un enfermo muy grave incurable y con claro y evidente peligro patente para la vida, concretamente un enfermo con cáncer metastásico.
Las personas que asistimos a seres humanos con enfermedades graves, avanzadas, incurables y evolutivas sabemos que, aparte de aliviar los síntomas, lo que otorga la dignidad a este periodo de vida es precisamente el poder realizar las actividades vitales que la enfermedad te permite. Pensar que una enfermedad no es grave, avanzada e incurable porque la persona que la sufre puede andar, pasear o comer es no tener conocimiento absoluto de la enfermedad ni de los fallecimientos. Es precisamente lo que pretende proteger la ley de muerte digna: mejorar los cuidados y la atención en una situación de enfermedad grave avanzada y evolutiva, y dar capacidad de decidir el límite personal de la dignidad y el sufrimiento en nuestro proceso vital final.
Es en mitad de un proceso de excarcelación de un enfermo grave, avanzado, incurable y evolutivo -concretamente un paciente con SIDA avanzado- cuando se materializa la interpretación de enfermedad muy grave e incurable como enfermedad terminal y agónico, y se aprueba la Instrucción 3/2017 de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que, sin ninguna habilitación legal para ello, interpreta peligro patente para la vida como peligro inminente o periodo muy corto de vida (dos meses concretamente, según el Ministro de Interior de entonces), otorgando a los médicos penitenciarios la función de una especie de policía sanitaria. Función médicamente imposible de realizar y deontológicamente muy cuestionable. Peligro patente significa un riesgo de fallecimiento aumentado por enfermedades (por ejemplo enfermedades cardíacas o de los vasos sanguíneos que aumentan las probabilidades de infartos y hemorragias, trastornos mentales graves con elevado riesgo de suicidio, enfermedades que afectan a las defensas ante infecciones graves que pueden ser mortales…) y es un concepto independiente de la temporalidad estricta. 
A día de hoy, no existen en medicina herramientas pronósticas fiables que predigan fehacientemente el pronóstico temporal de los/las pacientes con enfermedades graves e incurables ni de los que tienen peligro patente para la vida (y debemos añadir que vistas las orientaciones de nuestra sociedad, donde el dinero, las ideas y las prácticas políticas están demasiado a menudo por encima de los derechos humanos, nos debemos alegrar por ello). La terminalidad o el final de vida o la enfermedad avanzada e incurable son términos MÉDICOS que se asientan sobre el cuidadoPor lo tanto, no son términos temporales, jurídicos ni penitenciarios. De hecho, a día de hoy en medicina la palabra terminal está cada vez más en desuso y se utiliza paciente con enfermedad grave avanzada y evolutiva.
Además de que la ley no exige que una enfermedad sea terminal para la excarcelación y que  no existen herramientas efectivas para medir los horizontes de vida con tanta exactitud; al introducir la temporalidad se excluyen muchísimas enfermedades graves incurables y con peligro patente para la vida, empezando por todas las enfermedades mentales graves, enfermedades que ocasionan mucho sufrimiento al paciente. Sería impensable imaginar a los/las profesionales en el ámbito sanitario de nuestra salud pública decidir y polemizar sobre la idoneidad de medidas o tratamientos sanitarios y humanitarios en base a su condición jurídica, de los tipos y naturaleza del delito, en base a criterios o juicios morales,  éticos o de cualquier otra índole, ni escucharles comentar públicamente, con nombre y apellidos, enfermedades y características de pacientes.  De todo este atolladero solo saldremos entendiendo que la salud penitenciaria y pericial son parte fundamental de la salud pública, que no puede estar separada de ella ni ser dependiente de otras administraciones. La medicina penitenciaria y la medicina legal y forense tienen que formar parte de la Sanidad Pública.
Hemos leído con mucho interés cómo la Sociedad Española de Hematología ha realizado una labor sanitaria y pericial ejerciendo de contrapeso de administraciones sanitarias no independientes para defender derechos sanitarios en el caso concreto del ex ministro enfermo y encarcelado. Para que las sociedades médicas científicas y la comunidad sanitaria no quedemos empañadas en este maremágnum de arbitrariedad, sobreexposición, juicios no sanitarios, discriminaciones, falta de independencia y descrédito profesional, nos toca demostrar que los criterios aplicables por enfermedad los defendemos por igual a todos las personas enfermas recluidas, nos toca vencer la arbitrariedad en el ámbito de la salud y la dignidad humana, nos toca comprometernos con la  independencia profesional y de calidad hasta que la sanidad penitenciaria y pericial formen parte de nuestro sistema público de salud. Porque la independencia profesional y la formación en derechos humanos es la que otorga credibilidad, rigor, respeto y confianza a la población; es más difícil manipularla por los vientos ideológicos-políticos del momento; ya que gravita en su propio eje sanitario técnico objetivo y de igualdad. Es la única receta contra la desigualdad, la discriminación, la arbitrariedad o el descrédito profesional. Es la que nos convierte a los/las médicos/as en garantes de derechos humanos y no en avalistas, cómplices o colaboradores de sus vulneraciones.
El Comité para la Prevención de la Tortura y los tratos o penas inhumanos o degradantes del Consejo de Europa  en su informe del 2011, considera que una inadecuada asistencia sanitaria en centros penitenciarios puede conducir rápidamente a situaciones que se consideran tratos inhumanos y degradantes. El pasado mes de febrero, el Defensor del Pueblo en el País Vasco realizó una campaña a favor de la dignidad en la enfermedad; se trata precisamente de eso, de la dignidad humana en una situación de gran vulnerabilidad como es una enfermedad grave. Quienes conocemos, convivimos y asistimos a seres humanos con enfermedades graves, avanzadas, incurables, con discapacidades, con el riesgo y el miedo a un fallecimiento precipitado, tenemos la certeza de que la reclusión en un centro penitenciario y la negación del acompañamiento libre de restricciones de sus allegados/as y de actividades que agregan dignidad humana a estos procesos vitales, así como los propios fallecimientos previsibles en prisión, han de adquirir la categoría de trato inhumano y degradante.
Estamos convencidos/as que en el camino nos encontraremos con quienes trabajan para construir un sistema penal, más garantista, de mayor eficacia rehabilitadora y preventiva que la actual. Tanto dentro como fuera de la prisión. En este Hospital Clínico Universitario existe el área de Recepción Hospitalaria, área en el que las personas profesionales de la medicina deben velar por la salud y bienestar de las personas presas que llegan. Haced valer el código deontológico que firmasteis.




ESTUDIANTES DE MEDICINA Y ENFERMERÍA, DEFENDED EL CÓDIGO 
DEONTOLÓGICO DE LA PROFESIÓN EN LAS PRISIONES

Nos encontramos delante de la Facultad de Medicina de Valladolid, así como en otras partes del territorio nacional, para haceros llegar quienes estudiáis la voz de aquellas personas que están encarceladas, las presas.

Queremos haceros llegar la denuncia de la situación que sufren las personas presas en cuanto a su salud se refiere: desatención sanitaria,  dispensación farmacéutica masivas de pastillas de forma negligente, y condiciones de higiene y de salubridad deficitarias. Además, estamos denunciando que se esté incumpliendo el Artículo 104.4 y 196 del Reglamento Penitenciario y el Artículo 91 del Código Penal, que contemplaría la excarcelación de las personas gravemente enfermas. En las cárceles de España se han registrado 139 muertos entre 2011 y 2016. En el 2018, la cifra de personas que murieron dentro de prisión aumentó un 43% respecto al año anterior. Nadie asume responsabilidades, los carceleros y carceleras, así como los responsables sanitarios, gozan de impunidad antes estas muertes, a veces de dudosas causas. Los médicos suelen actuar como encubridores de los carceleros: falseando partes médicos, distribuyendo fármacos psiquiátricos a personas sin diagnósticos de trastornos mentales y callando ante abusos y maltratos. Es por ello que estemos hoy aquí.

A pesar del silencio que existe en torno a la cárcel y del peligro que supone denunciar a Instituciones Penitenciarias, desde hace ya más de 3 años, presos y presas de todo el Estado inician ayunos y huelgas de hambre colectivas para reivindicar 14 puntos, puntos que simplemente reflejan derechos de la Ley que deberían cumplirse. El pasado 1 de septiembre se realizó una huelga de hambre para exigir la excarcelación de las personas presas con enfermedades graves y denunciar la desatención sanitaria.

Como futuros médicos ejerciendo la profesión, será vuestra responsabilidad velar por el cumplimiento del código deontológico de la medicina, o violar dicho código para vuestra propia vergüenza y el sufrimiento de los seres humanos encarcelados. Finalmente, queremos remarcar la responsabilidad colectiva que asume el Colegio de Médicos, institución que debería presionar para no depender de Instituciones Penitenciarias, para que los servicios sanitarios penitenciarios dejen de estar subordinados a la institución carcelaria y  en concreto a los directores de las prisiones y puedan volver a depender del Ministerio de Sanidad y ejerzan libremente su profesión de forma segura, denunciando las torturas a seres humanos, algo que suena muy grave y que ocurre a diario en las cárceles españolas.

¡Demos apoyo sanitario a las personas enfermas en prisión!

¡Exigimos la implicación, la responsabilidad, y el posicionamiento del personal sanitario ante la desatención médica y las muertes en prisión!

¡NO MÁS MUERTES EN PRISIÓN!



Más información:




El vertedero ilegal  de Endasa contiene uralita





El vertedero ilegal de la zona de la antigua fábrica de Endasa, al norte de la ciudad, sigue tal cual estaba el pasado mes de octubre. La Cadena SER se hacía eco entonces de la situación, con todo tipo de basuras, restos de obra, colchones… y la realidad es que sigue igual. Tal y como ha sido denunciado por Ecologistas en Acción a dicha radio el ayuntamiento no está poniendo las medidas necesarias para reducir estos vertederos ilegales (el de la antigua Endasa o el situado en la Cuesta de la Maruquesa, por ejemplo) que además contienen vertidos peligrosos como el amianto. No podemos más que recordar aquí lo sucedido en un vertedero en Zaldibar en el que la presencia de amianto está dificultando las labores de búsqueda de los dos trabajadores fallecidos tras su desprendimiento (v. más información sobre el vertedero de Zaldibar http://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2020/02/sobre-el-vertedero-de-zaldibar-y-los.html).

En octubre del año pasado el Ayuntamiento se comprometió a realizar un análisis de los desechos por si hubiera elementos peligrosos, como uralita y otros productos que contienen amianto, y este es el caso. Ahora, el ayuntamiento, lejos de actuar de inmediato para retirar estos materiales peligrosos, ha decidido esperar a ¡¡certificar que este tipo de elementos están presentes en otros puntos!! para que la empresa que lleve a cabo esa limpieza lo haga todo a la vez, tal y como ha explicado el concejal de Salud Pública, Antonio Otero.
Si el ayuntamiento necesita "certificación" se la podemos dar nosotros: CERTIFICAMOS QUE TODOS LOS TALLERES ANTIGUOS DE RENFE (salvo la rotonda ya desmantelada) contienen amianto, tanto en los antiguos talleres de ADIF en el polígono Argales, como en los talleres del Paseo Farnesio. CERTIFICAMOS que decenas de fábricas y naves del polígono de Argales tienen cubiertas de uralita, y que muchas de ellas poseen también tuberías y otros materiales realizados con amianto. CERTIFICAMOS también la existencia de amianto y uralita en las factorías de FASA-Renault en Valladolid, así como en la multitud de pequeños talleres y naves dispersos por toda la ciudad que contienen amianto en sus diversas formas... y dejamos para otra ocasión los antiguos terrenos de la fábrica de URALITA que siguen totalmente abandonados y en los que varias familias sobreviven en chabolas. ¿Alguien lo ha desamiantado? ¿de quién es la responsabilidad de esta catástrofe?
En el vertedero (ilegal) de la antigua ENDASA la zona sigue sin vallar y sin señalizar… pero claro, dirá el ayuntamiento que parte de la culpa la tiene que ese vertedero ocupa terrenos privados. 

No podemos tolerar el juego de la empresa pública y privada respecto a las responsabilidades en los daños a nuestra salud y en todas las nocividades derivadas del uso de amianto. La culpa es de ambos: las administraciones públicas utilizaron e impulsaron la utilización de amianto durante decenas de años y ahora no quieren saber nada... las empresas se beneficiaron de la producción y el consumo de este material y ahora no quieren saber nada... PERO TODOS ELLOS SON LOS RESPONSABLES y la clase trabajadora se lo hará pagar, tarde o temprano.



Fuente:



VIERNES 6 DE MARZO A LAS 19:00

BIBLIOTECA SUBVERSIVA ANTORCHAS – 
CALLE PINGÜINO – LOCAL PAJARILLOS - VALLADOLID

DE LAS ADJETIVACIONES A LA IDEA DE DESARROLLO 
Y SUS NO MENOS LAMPEDUSIANAS ALTERNATIVAS

Resumen:

Dicho de una manera un tanto orteguiana: entre los muchos temas de nuestro tiempo 
encontramos el del deterioro medioambiental. No porque este sea un tema reciente 
sino porque aún persisten las preocupaciones que al respecto podemos remontar 
a los años sesenta del pasado siglo XX. Desde entonces, tanto la incoherencia 
de los planes políticos como la incapacidad de articular discursos alternativos 
ha hecho de este problema un tema de nuestro tiempo que, por su creciente gravedad, 
requiere un concienzudo análisis para aclarar, al menos, los términos de un posible debate 
que acaso pudiera indicar alguna solución.

A cargo de: Jose María Enriquez Sanchez. Doctor en Filosofía (UVa), 
Doctor cum laude en Historia (USAL), con premio extraordinario de doctorado. 
Máster interuniversitario en Cooperación Internacional para el Desarrollo (UBU, ULE, USAL, UVa).
Colaborador docente en el Máster de Derechos Humanos y Políticas Públicas (UNED) y en el Máster 
en Derechos Humanos, Estado de Derecho y Democracia en Iberoamérica (PRADPI/UAH). 
Investigador-docente en la Universidad de Valladolid (UVa). Miembro del Grupo de Investigación 
Reconocido de Ciencias Sociales Aplicadas del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la 
Universidad de Valladolid, y vinculado al Grupo de Investigación Reconocido en Energía, Economía 
y Dinámica de Sistemas (GEEDS).



Resultado de imagen de cambiarlo todo para que nada cambie



Jornada Anticarcelaria, en apoyo al 8M:


Sábado 7 de marzo, 19:00h.


Presentación del documental "NOS ROBARON LAS NOCHES"

Debate + Taller participativo



Lugar:
Biblioteca Municipal de Cuéllar "Cronista Herrera", C/Escuelas, 9.






MADRID- JORNADAS CONTRA LA SOCIEDAD NUCLEAR. 7 Y 11 DE MARZO.


– Jornadas contra la sociedad nuclear – A 9 años del accidente de Fukushima


Las jornadas serán en el Local Anarquista Motín. C/Matilde Hernández, 47. <M> Oporto o Vista Alegre. Después de los debates habrá cenador. 

https://localanarquistamotin.noblogs.org/


-Sábado 7 de marzo a las 18:30h.

Charla:  ¿Energía nuclear o totalitarismo industrial? Presentación del libro: Chernoblues. De la servidumbre voluntaria a la necesidad de servidumbre. A cargo de Ediciones El Salmón.

La energía nuclear, concebida en el secretismo del Proyecto Manhattan durante la segunda guerra mundial y desarrollada en las décadas siguientes, despertó desde los años 70 la oposición de amplios sectores
de la sociedad occidental, en particular en el ecologismo. Sin embargo, las críticas que se suelen articular contra el proyecto nuclear adolecen a menudo de una reflexión más amplia sobre el carácter totalitario que
define desde sus orígenes a la sociedad industrial.

A las puertas del 9º aniversario del «accidente» de la central nuclear de Fukushima, hablaremos de nuestro libro _Chernoblues. De la servidumbre voluntaria a la necesidad de servidumbre_ [1], del físico y militante antinuclear francés Roger Belbéoch, y explicaremos cómo la energía atómica supone la culminación del proyecto totalitario pergeñado por las élites políticas y tecnocientíficas.


-Miércoles 11 de marzo a las 18:00h.

Proyección: «The war game».
Filmada como un falso documental, la película retrata el hipotético bombardeo nuclear en la ciudad inglesa de Rochester, el caos provocado por la evacuación forzada de la ciudad en medio del desconocimiento de
las consecuencias de una guerra de esas características, y la lucha posterior de los escasos sobrevivientes para adaptarse a la nueva situación en el entorno radioactivo, y un mundo afectado en sus estructuras arquitectónicas y sociales.
(  46 minutos ).






Un mes de marzo, hace cuarenta y cuatro años, tuvo lugar una huelga de dos meses sostenida por la clase trabajadora de Vitoria-Gasteiz. La represión ulterior va a segar la vida de cinco trabajadores.



En 1976, tras años de recesión económica, el gobierno aprueba un decreto de congelación salarial que hace recaer el peso de la crisis sobre la clase trabajadora y que prende, sin saberlo, la mecha de la indignación. Apenas dos meses después de la muerte de Franco, los conflictos laborales se multiplican en todo el país con una sucesión de huelgas indefinidas, manifestaciones, sabotajes y piquetes, con amplio apoyo social. En Vitoria, concretamente, el pisoteo de la dignidad obrera y la falta de voluntad negociadora de la patronal radicaliza a miles de trabajadores y trabajadoras, que, en un ejemplo de aprendizaje político acelerado, dan un paso adelante.

El origen del conflicto se remonta a los años cincuenta. Entonces, el impulso de nuevas áreas de desarrollo económico provoca en la ciudad un crecimiento industrial desmedido, y la población pasa de cincuenta mil habitantes a más del triple en cuestión de veinte años gracias a una masa obrera llegada de zonas pobres de Extremadura, las dos Castillas, Andalucía y Galicia. A finales del 75, los trabajadores más activos políticamente acuerdan una plataforma reivindicativa conjunta de cara a la siguiente negociación de convenios, un acuerdo que giraba en torno a exigencias como la subida lineal de 6.000 pesetas, jornada semanal de 42 horas, media de descanso para el bocadillo, 30 días de vacaciones, 100% del sueldo en caso de baja o enfermedad, elección directa de representantes, etc. No han terminado las fiestas navideñas cuando la plantilla de Forjas Alavesas, la primera en parar, hace estallar el conflicto. Muy pronto le siguen Gabilondo, Mevosa, Aranzábal, Areitio y muchas otras. En cuestión de días, una veintena de empresas, entre fábricas y talleres, apoyan el paro, celebran asambleas y eligen a sus propios representantes. La respuesta de la patronal y el gobierno no se hace esperar: cierre de fábricas, detenciones, despidos, represión policial… La práctica asamblearia y el rechazo al Sindicato Vertical supone un desafío al poder institucional inaceptable para la clase dirigente, que se revuelve con dureza. La represión y la criminalización que sufren los obreros y obreras hace trascender las reivindicaciones, que hasta el momento son estrictamente laborales, al ámbito político.” De poder a poder”, reza uno de los lemas. Ya no se trata del trabajo, sino de algo más ambicioso: la libertad y los derechos, la solidaridad de clase, la autonomía obrera.

El apoyo a los detenidos y despedidos forma un frente común, se crean asambleas conjuntas para definir estrategias, se convocan nuevas movilizaciones y se ejerce mayor presión sobre los esquiroles. A mediados de febrero, la organización obrera en la ciudad vasca ha crecido exponencialmente y la asamblea se ha convertido en una herramienta de lucha eficaz. Todo ello, sumado a la muerte del dictador, las movilizaciones pro-amnistía, la indignación por los fusilamientos y las ansias de cambio provocan una sensación colectiva de oportunidad y hacen de Vitoria un referente de lucha. Las muestras de apoyo llegan desde todas partes en forma de dinero para las cajas de resistencia y de alimentos con los que sustentar a las familias más necesitadas. Todo el mundo aporta lo que está en su mano …

En el transcurso de tres semanas, la clase obrera de Vitoria protagoniza tres huelgas generales, la última de las cuales se convoca para el tres de marzo. Aquel miércoles de ceniza ha pasado al imaginario, tristemente, como uno de los más cruentos episodios de represión policial. Ese día, la asamblea general informativa está prevista para las cinco en punto, como es habitual, en la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio de Zaramaga. La policía no tiene potestad para entrar en el templo, según el Concordato firmado por el gobierno con la Iglesia, motivo por el cual los obreros las eligen como centros de reunión ante la imposibilidad de hacerlo en las fábricas. A falta de una hora para la cita, los alrededores de la parroquia están abarrotados. La huelga general ha sido un éxito. A la mañana, varias columnas han marchado hacia el casco viejo desde las fábricas, y se comenta con temor que la policía ha usado fuego real y que hay heridos. Aunque el ambiente es de cautela, nadie se resiste al contagio de la euforia. Veinte minutos antes del comienzo de la asamblea hay unas cuatro mil personas dentro de la iglesia; afuera, posiblemente el doble o el triple. Policía y Guardia Civil han cortado los accesos, han rodeado la iglesia y esperan instrucciones. Tras un primer intento de desalojo impedido por el párroco, el mando policial da luz verde al operativo. Inmediatamente, las bombas lacrimógenas caen por decenas en la iglesia, donde la gente rompe las ventanas para respirar. Muchas personas escapan por ellas; otras tantas, se atrincheran en la sacristía. Algunos policías asoman sus metralletas por los vanos y disparan al interior, donde horas después se recogerían docenas de casquillos de bala. A quienes salen del templo, un pasillo de uniformados les recibe a patadas y golpes de fusil. Mientras, una parte de los huelguistas la emprende a pedradas contra los agentes para tratar de liberar la salida, a lo que los policías respnden haciendo uso de las armas de fuego. Disparan a matar, y así lo hacen. La gente corre en todas direcciones para huir de las ráfagas de metralleta y los tiros de pistola. Las calles adyacentes se convierten en un auténtico campo de batalla en el que la sangre no tarda en correr. V de vi(c)toria

Tres son los muertos esa tarde. Y dos más a lo largo de las horas siguientes. En total, cinco obreros asesinados por la Fuerza Pública, caídos bajo los disparos. Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda, esos son sus nombres. Más tarde, se suman dos más: Vicente Antón Ferrero, en Basauri, y Juan Gabriel Rodrigo, en Tarragona, asesinados durante sendas movilizaciones de solidaridad con Vitoria. Y aún hubo otro, en Roma, abatido por los Carabinieri durante el acto de repulsa frente a la embajada española. Al balance final, además de las muertes, hay que añadir más de un centenar de heridos de diversa consideración, muchos de los cuales han sufrido las consecuencias de sus heridas durante toda la vida.

Seguramente, las compañeras y compañeros más jóvenes nunca hayan oído hablar de esto, incluso en el propio País Vasco. Vitoria ha pasado a formar parte del relato que nunca se cuenta, de la historia en minúscula, la de quienes se alzan contra el poder y sus perros. Por eso, es necesario preservar la memoria de aquella lucha que hoy nos sirve de inspiración, y también la de quienes perdieron su vida en defensa de una sociedad justa e igualitaria.



                 A partir de un texto publicado en http://www.todoporhacer.org/2016/03/3demarzo1976/



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Más informaciones sobre los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria:

> [2018] 3 de marzo: "Aquello de Vitoria había que pararlo... eran pequeños soviets que se estaban gestando: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2018/03/3-de-marzo-aquello-de-vitoria-habia-que.html

> [2016] 40 años de los asesinatos de Vitoria: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2016/03/40-aniversario-de-los-asesinatos-del-3.html
> LIBRO: TODO EL PODER A LA ASAMBLEA, Vitoria 3 de marzo: https://aginteahausten.wordpress.com/2018/02/26/todo-el-poder-a-la-asamblea-vitoria-3-de-marzo-de-1976/ 

> Documental "VITORIA 3 DE MARZO, UNIDOS POR UN SUEÑO":
https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2019/03/valladolid-293-documental-vitoria-3-de.html https://www.youtube.com/watch?v=4ux5KOIK9qg

> VIDEOS y reportajes de lo sucedido:
https://www.youtube.com/watch?v=07Xo3Bwclow&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=1RcUcAL8Rpg
https://www.youtube.com/watch?v=wZIurkLo2P0 (parte 1ª)
https://www.youtube.com/watch?v=i2DEadZ-d_I (parte 2ª)



Publicamos cuatro cartas de presos encerrados en el aislamiento de la cárcel de Murcia II. 

Cada uno da cuenta de la situación por la que está pasando pero todos coinciden en lo mismo: los abusos, las intimidaciones, los malos tratos, el abandono son el pan nuestro de cada día en esta prisión. Piden que salgan a la luz sus testimonios, seguramente sufrirán represalias por ello pero su situación es tan desesperada que ya les da igual lo que pueda suceder, salvo matarlos no creen que las cosas puedan ir peor. 
 

C.P Murcia II. 30191 Campos del Río Murcia



 1. 
Yo, Jorge López Vizcaíno, nacido en Valencia el 14-12-1987, con 32 años de edad y NIS 2008026161, denuncio públicamente el trato vejatorio e inhumano que se nos da en Murcia II.
Me encuentro en el departamento de aislamiento, en la tercera galería, en primer grado (91.2). Tengo las dos manos rotas desde hace tres meses y no recibo atención médica. Nos obligan a tomar la medicación a la hora que ellos consideran para tenernos anestesiados y atontados. Sufro ataques cardiovasculares y por mucho que toque al timbre siempre me dicen que no hay médico, que como somos FIES tenemos menos derechos que los presos comunes. 
Llevo años pidiendo ayuda psicológica y esperando una operación en la garganta, pero nunca llega, nadie viene a vernos, nos tratan como basura. Cada dos por tres me trasladan de prisión, tengo una hija de 14 años y un hijo de 7 con los que estoy perdiendo el vínculo al alejarme de mi tierra, Valencia. En definitiva, no permiten que me reinserte en la sociedad. Nos traen el rancho en plásticos (tupperwares), que ya han sido usados por otros presos, la comida es basura. Me registran todos los días cuerpo y ropa, así como la celda sin estar yo presente, rompiéndome zapatillas, sudaderas, pantalones…
Llevo muchos años en prisión y cada vez es peor. Veo morir a compañeros en sus celdas simplemente porque se niegan a poner un médico las 24 horas del día. Cuando un compa amanece muerto o ahorcado, el mundo ni se entera, lo tapan todo y la realidad siempre supera la ficción, os lo digo, esto parece un campo de concentración. Aquí estamos, olvidados, desprotegidos, mientras la tele se dedica a mostrar módulos de 2º grado pero ¿qué pasa en aislamiento? ¿por qué nadie se atreve a enseñar estas galerías para conocer la cruda realidad? Abuso de poder, 21 horas al día en la celda, sin material deportivo, sin actividades…
Sé que aquí o mueres o te matan o si logro salir en libertad no me habré reinsertado y estaré peor que cuando entré.


2.
Hola a tod@s compas, soy David García Concha con NIS 2011010960, les escribo como los demás para que conozcan como es la vida en este departamento de aislamiento de Murcia, pues el cúmulo de injusticias vividas empieza a ser insoportable. Soportamos un ambiente super hostil, con constantes amenazas y provocaciones a mis compañeros y a mí, con chantajes para que no escriban y no se expresen con libertad, coaccionándoles con no darles el 2º grado o con mandarles de conducción, más lejos todavía de nuestros familiares.
Yo puedo decirles de primera mano que desde el 19 de enero de 2019, que tuve mi último vis a vis con la familia, me ingresaron dinero por ventanilla y hasta día de hoy no sé nada de nada. Tampoco me han dado el paquete con material deportivo que me metió una amiga, me lo retienen sin darme un resguardo para que los familiares lo puedan reclamar
No tenemos asistencia médica en condiciones, llevo 38 días operado de los ligamentos cruzados y el menisco y están pasando de mí. Me quitaron las muletas, obligándome a apoyar la pierna, cuando la recomendación de los cirujanos fue que lo hiciera poco a poco, revisión a los cuarenta días y luego fisioterapeuta, pues nada de nada.
Luego están los abusos de autoridad. Me han registrado la celda en dos ocasiones sin estar yo presente, tal y como dicen sus leyes. Ese mismo día me sacan al teléfono antes de los cacheos y había un interno que había pedido incompatibilidad conmigo después de insultarme mientras yo hablaba con mi madre. Cuando termino, los carceleros se equivocan de puerta y me abren para que pase al patio y me encuentro con él. Le doy dos golpes que le quedan sin dos piezas dentales por lo que me han abierto un sumario, todo por un error de seguridad de ellos.
No tenemos ningún tipo de actividad ni equipo técnico que nos atienda como seres humanos, en un despacho en vez de a través de los barrotes como si fuéramos animales
¿Qué quieren?, ¿qué esperan?, ¿qué pretenden?, ¿cómo terminará esto?
Lo que quieren es callarnos y anularnos para que no nos expresemos libremente. Esperan que nos dobleguemos ante este sistema carcelario y seamos conformistas. Pretenden buscarnos un sumario, inventándose lesiones para denunciarnos y cogerse la baja como es habitual entre ellos.
Esto terminará con todos los compañeros de conducción, separándonos aún más de nuestras familias, probablemente con 91.3 y todos dispersados por no callarnos, con más años de cárcel o algún sumario, todo premeditado porque cuando hay unión entre los compañeros se inventan bandas o un supuesto motín, no soportan que nos apoyemos, quieren plena sumisión para doblegarnos como personas y pisotearnos.

3.
Yo, José Fernández Heredia, con NIS 2013013462 y nacido en Valencia, escribo esta queja para que conozcáis lo que nos están haciendo en 1º grado.
En primer lugar, tengo una hermana que estaba en prisión, en el C.P de Picassent, con un cáncer muy avanzado por lo que le han aplicado el artículo para que fallezca en casa. Yo estoy pidiendo un permiso extraordinario, estoy luchando para poder verla antes de que muera,  pero ni el educador ni la trabajadora social me han hecho caso hasta la fecha.
En segundo lugar, estoy separado y tengo dos hijos, por lo que pido los vis a vis los fines de semana para que mis hijos no falten al colegio por venir a verme, el caso es que no me lo aceptan, me piden un contrato de trabajo pero nadie en mi casa tiene contrato, mi madre que es la que viene a verme tiene ya 63 años y no trabaja.
No tenemos asistencia médica, nos apuntamos pero no hacen ni caso. Yo, por ejemplo, he echado más de seis instancias al dentista. Hace poco me he tenido que quitar un diente y tengo más que se me mueven y que me tendré que sacar con riesgo de coger una infección por no quitármelos el dentista.
Cuando pagamos un parte en aislamiento debería venir el médico a vernos  por si necesitamos ayuda. Aquí no viene nadie. Tampoco aparecen ni la psicóloga ni el psiquiatra y eso que casi todos los días echo instancia para poder hablar con ellos. Necesito hablar con ellos, no estoy bien, tengo muchos problemas familiares, el tema de mi hermana y de mis hijos me está machacando psicológicamente. Luego los funcionarios no paran de chantajearme; que si quiero el 2º grado camine yo solo, pero si lo único que hago es entrenar con los compañeros…la verdad, no sé qué pretenden hacer conmigo.
 Cachean los chabolos constantemente para ver si nos rebotamos pero no queremos entrar en su juego. También nos quitan tiempo de patio, 20 o 30 minutos de las 4 horas a las que tenemos derecho. Nos tratan como a perros, dándonos de comer en cacharros de plástico, esto no es higiénico porque no los cambian y al final acaban en mal estado.
Hay compañeros con problemas de salud graves. Uno tiene las dos manos rotas y en una de ellas un pólipo muy avanzado desde hace tres años, tendrían que operárselo pero no le han hecho ni placas. Además echa sangre por la boca, está pasándolo muy mal. Otro tiene mal el fémur de entrenar, no pude salir al patio porque casi no puede ni andar.
Y tenemos a otro compañero que no le dejan en paz, registran su celda una y otra vez, hoy mismo han estado a punto de pegarle sin ninguna razón. Estamos todos en 91.2 pero parece que nos quieren meter en 91.3. Estamos intentando no entrar al trapo pero nos están haciendo la vida imposible y esto es inaguantable.
Muchas gracias por apoyarnos y mostrar a la gente cómo nos tratan en 1º grado. Un saludo cordial para todos.




4.
Que yo, David Rojas Fernández, nacido en Valencia y con NIS 9815293246, vengo a denunciar los abusos, intimidaciones, amenazas y malos tratos, pues me han puesto las manos encima, que sufrimos en esta prisión. 
Me han cacheado por sorpresa la celda nº 25 de la 3º galería del módulo 19 de aislamiento, la reventaron y al no encontrar nada, al día siguiente me viene un parte acusándome de que con dos pilas y un cable quería fabricarme una petaca casera. Según la guardia del 11-2, se trataba de dos pilas de reloj que confundieron con dos botones de la T.V, cuando les enseñé el botón me quitaron el parte. Los registros se han repetido el 14 y 15 de este mes acompañados de intimidaciones. Ayer, día de San Valentín, solicité permiso para llamar por teléfono por la tarde, cosa que aprovecharon para volver a destrozarme el chabolo. De vuelta a la celda me crucé con un compañero que evitó que me pegaran. Mientras él llamaba por teléfono, vinieron a coaccionarme e intimidarme y hoy les he pedido el número de placa. Como respuesta, han vuelto a reventarme el chabolo, me han puesto contra la pared y me han dicho que conmigo van a ir a rajatabla y que me aplicaban el artículo 72, por la cara. Me han rodeado, me han faltado al respeto poniéndome las manos en el pecho, en los hombros. Me están buscando para reventarme a palos, siempre es la misma guardia. He sido condenado a cumplir una condena de privación de libertad, no para que me maltraten y abusen de mi persona cada vez que les dé la gana.
Por otra parte, la atención sanitaria es pésima, por no decir que no la recibimos. Llegué quitándome la metadona pero desde que entré aquí el 3-12-2019, solo me han quitado 5 mgs, cuando ya podría estar limpio. Esto no me pasa a mí solo, dar metadona es lo más “normal”, quitarse de la metadona de golpe es difícil, podrían ajustar la medicación para pasar este trance sin sufrir el síndrome de abstinencia…
Tengo un varicocele en el testículo izquierdo para operar hace tiempo pero con tanto cambio no hay manera. Cada vez que llego a una prisión nueva tengo que volver a empezar de nuevo con todas las pruebas y salidas al hospital. En este ni me han sacado al especialista ni me dicen nada al respecto. Además tengo un cristal clavado en la mano izquierda, lo mismo, ni caso. 
Llevo casi tres meses echando instancias para que me vea el psiquiatra. Como he sido politoxicómano dicen que tengo diagnosticado trastorno de la personalidad con rasgos disociales, falta de empatía, agresividad, trastorno del control de los impulsos, baja tolerancia a la frustración, síntomas ansio-depresivos, conductas psicóticas, trastorno por ansiedad generalizada… Por si esto fuera poco, nos hacen tomar la medicación a la hora de la cena, a las 19 horas, así que a las 20 horas estamos todos dormidos y a las 2 o 3 de la madrugada despiertos como buhos
El equipo técnico no aparece por el módulo 19 de aislamiento y así, ¿quién va a decidir cuándo recupera uno su 2º grado? De esta manera nunca. Cuando tenemos que pagar aislamiento en celda, el médico debería venir a vernos todos los días, nunca aparece. Las consultas nos las pasan a través de la cancela del chabolo, en presencia de los funcionarios, sin privacidad, disponiendo aislamiento de una sala para consultas médicas. 
Hace mes y medio un tipo le prendió fuego a la celda y nos dejaron unos 15 minutos inhalando humo y ahogándonos, pero claro, estas cosas nunca salen en las noticias, se quedan entre los muros. Como la situación por la que está pasando un paisano nuestro, que tiene las dos manos destrozadas y en una de ellas un pólipo del tamaño de una bola de pin-pon y todos los días suelta sangre por la boca, está para que le operen de urgencia pero ni siquiera le sacan al hospital.
La comida es una basura, nos la sirven en plásticos que han usado antes otros internos; esto es antihigiénico y puede provocar enfermedades. Tendrían que darnos un lácteo, o bien por la mañana o bien por la noche, lo que nos dan son naranjas, a todas horas.
Por último, hay salas habilitadas pero están todas cerradas. Por ejemplo, la semana pasada no paró de llover y hacía frío, así que tuvimos que resguardarnos bajo una marquesina y las salas ahí, muertas de risa. En el patio no hay sillas ni mesas, si quieres almorzar te lo tienes que preparar en el suelo, ¿qué somos? ¿personas o animales?
Esto no puede seguir así, os pedimos la máxima difusión, que saquéis a la luz todas estas injusticias y padecimientos. Gracias por dedicarnos vuestro tiempo. Sin más me despido con un cordial saludo.

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com















ARCHIVO

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Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."