"Los cinco muertos de Vitoria no fueron algo excepcional. En Granada, en 1.970, fueron 3 los obreros muertos durante la huelga de la construcción. Otros se sumaron a la lista durante los años inmediatamente anteriores a la muerte de Franco y otros, muchos, se sumarían hasta la finalización de la Transición (e incluso después gracias al terrorismo para policial del gobierno socialista dirigido contra militantes vascos). Pero los muertos de Vitoria significaron algo especial, tanto para la lucha de la clase proletaria como para la propia burguesía y su Estado.
Fijando el objetivo sobre las consecuencias inmediatas, los muertos de Vitoria propiciaron la cesión de la patronal ante casi todas las exigencias que el movimiento huelguístico había planteado (5.000 pesetas de aumento salarial lineal, 40 horas semanales con un mes de vacaciones pagadas y media hora diaria para el bocadillo, jubilación a los 60 años, 100% del sueldo en caso de accidente laboral). De hecho, después de haber dado la orden de disparar contra 5.000 obreros, los cargos del gobierno se acercaron a los hospitales a interesarse por los heridos, tuvieron gestos de conciliación con los obreros, etc. Aparentemente, la burguesía cedió. Pero ampliando el alcance de los acontecimientos se ve claramente que, mientras que en otras ocasiones los muertos obreros llevaban a una ampliación de la lucha a mayor escala, en el caso de los de Vitoria no fue así. A excepción de acontecimientos inmediatamente posteriores como los de Pamplona o Basauri, donde murió un joven trabajador de nuevo a manos de la policía, los sucesos de Vitoria no tuvieron la repercusión que era de esperar.
Trabajadores de la huelga del metal en Madrid narran cómo, pese a haber librado una lucha a la que se encadenó directamente la de los obreros alaveses, llegada la noticia de la brutal represión policial, tan sólo realizaron un paro simbólico para después continuar trabajando con normalidad. Vitoria fue, por lo tanto, un punto de inflexión, un máximo en la conflictividad obrera. Y no lo fue por los muertos, que como se ha dicho los seguiría habiendo a lo largo de la Transición y hasta los sucesos de Euskalduna o de Reinosa ya en los años ´80, sino porque la excepcional movilización del proletariado alavés, consecuencia de una tensión social acumulada a lo largo de los últimos años a escala nacional y que había dado experiencias de lucha considerables que comenzaban a ser sistematizadas por pequeños pero significativos destacamentos de vanguardia del proletariado, forzó a la burguesía a reaccionar de manera tajante.
En primer lugar con la represión directa: si es cierto que muertos había habido ya, también lo es que la policía nunca había utilizado técnicas de enfrentamiento armado contra el conjunto de la clase obrera de una ciudad, porque eso es lo que había el 3 de marzo en la parroquia de San Francisco y sus alrededores.
En segundo lugar movilizando a sus agentes del oportunismo para una lucha abierta: a partir de Vitoria comienzan a cesar las huelgas de solidaridad y otros tipos de conflicto y organización obrera o, al menos, el PCE y sus satélites dejan de ser tan condescendientes con ellos y comienzan a combatirlos hasta vencer, es decir, se colocan abiertamente contra la lucha obrera en nombre del bien superior que sería la democracia.
En tercer lugar, acelerando la creación del frente único político de la democracia: unidad de todas las organizaciones anti franquistas como única vía para intensificar su más que débil dominio sobre la clase obrera presentando ante ella una única e inexorable alternativa (que fue el significado real de la Platajunta y demás combinaciones políticas) Finalmente, acelerando las reformas democráticas que debían reforzar el aspecto anterior haciendo factible, a ojos de los trabajadores, un cambio que pudiese suponer mejoras generalizadas para ellos.
En pocas palabras, después de matar a los cinco obreros de Vitoria, la burguesía reaccionó con energía tomando la iniciativa no en un sentido involucionista sino desarrollando al máximo las posibilidades de cambio democrático y utilizando todas las armas a su alcance para presentar este como la solución natural a la agudización del problema social. Forjando el frente único de la oposición democrática, esculpió a fuego las leyes del frente único de la burguesía: democracia, defensa de la economía nacional, defensa del Estado como ente colocado por encima de las clases sociales. Sobre los muertos de Vitoria se levanta el triunfo de la democracia en España".
[extraido de VITORIA 1976: EL TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA, https://www.pcint.org/05_Elprol/010/010_vitoria-1976.htm]
OTROS TEXTOS:
> 3 DE MARZO: por una memoria de clase ANTICAPITALISTA: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2020/03/vitoria-3-de-marzo-por-una-memoria-de.html
> 3 DE MARZO: por la memoria de clase: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2024/03/3-de-marzo-por-una-memoria-de-clase.html
> Sobre las luchas obreras en Valladolid durante la "transición" (I): https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2011/05/sobre-las-luchas-en-fasa-renault-en-los.html
> Sobre las luchas obreras en Valladolid durante la "transición" (II): https://valladolorenlabiblioteca.blogspot.com/2011/08/viva-la-aventura-historias-de-la-fasa.html