UCRANIA:
LA CAÍDA DE YANUKÓVICH NO RESOLVERÁ
LOS PROBLEMAS DE LAS MASAS PROLETARIAS
Desde finales de noviembre en la capital de Ucrania, la Plaza de la Independencia (Maidan) se ha convertido en sede de manifestantes que protestan contra la decisión del gobierno de firmar un acuerdo con Rusia en lugar de la
Unión Europea.
Hay que decir que la situación económica y social de Ucrania es precaria.. Yanukóvich había ganado las elecciones presidenciales que le permitió regresar a las "reformas" antisociales de su predecesor, la famosa Yulia Timochenko, la rubia ídolo de los medias occidentales.
Pero con una economía exangüe, estrangulada por una deuda a corto plazo que supera sus capacidades de financiamiento, el gobierno ucraniano que por temor a un estallido social se negaba a seguir las recomendaciones del FMI de recortes drásticos en el gasto público, ha buscado negociar una ayuda económica en paralelo con la U.E. y Rusia. Los negociadores ucranianos entre otras cosas pedían a la U.E., si el país firmaba un acuerdo con Europa., una compensación financiera por la pérdida de sus mercados con Rusia. Al final las proposiciones rusas se revelaban más favorables, y el acuerdo se hizo realidad. Rusia ha prometido15 mil millones de dólares "sin alzas ni bajas, ni congelación de las mejoras sociales, pensiones, bolsas y gastos", según declaraciones del propio Putin (1).
Pero las ilusiones en lo que podía aportar un acercamiento con la U.E. (bien que para los responsables europeos, en el acuerdo jamás se ha hablado de una integración de Ucrania a la U.E., sino de una simple "asociación"), eran tan fuertes que la firma del acuerdo - todavía preliminar - con Rusia ha desencadenado las manifestaciones. En un comienzo estas manifestaciones eran bastante tímidas, pero poco a poco han ganado amplitud hasta llegar a reunir a cientos de miles de personas.
A mitad del mes de enero las manifestaciones habían tomado otro carácter en virtud de la represión de las autoridades, no sólo por las brutalidades policiales "habituales" en estos casos, sino el reforzamiento de estas votando nuevas leyes más represivas que las anteriores, recurriendo incluso a matones los cuales han hecho "desaparecer" a decenas de manifestantes. Las reivindicaciones pro-europeas han quedado atrás y las manifestaciones se han convertido en la expresión de un descontento generalizado, que tiene como punto culminante la dimisión del presidente Yanukóvich.
Luego de la catástrofe económica que había precedido la desaparición, en los años 90' de la URSS (según un informe de la Banca Europea de Reconstrucción y Desarrollo, a finales de esos años el PIB del país representaba solo un 37% del de 1990!), Ucrania vivió un período de crecimiento en el curso del cual se acrecentaron las desigualdades. Un puñado de riquísimos capitalistas - los "oligarcas" - se acapararon las riquezas del país, financiando paralelamente a un parlamento que les permitía precisamente defender sus intereses respectivos (2). El descontento de la población era tal que en 2004 una llamada "revolución naranja", sostenida por los americanos, tumbaba al presidente Kuchma. Pero las nuevas autoridades (Timochenko entre otros) prontamente van a decepcionar a la población que asiste a la imposición de medidas de austeridad, lo que lleva, en 2006, a una nueva crisis política que abre la vía del poder a Yanukóvich.
En 2008-2009, la crisis capitalista internacional golpea duramente a Ucrania (baja de casi 15% del PIB en 2009), y la reactivación económica se hace esperar (2013 tuvo un crecimientode 0,12%, y en 2012 fue de 0,7%) (3).
Ucrania, con una población de 46 millones de habitantes, está dividida en dos: una parte oriental donde se concentra la industria pesada, con una población en su mayoría de habla rusa, y una parte occidental menos poblada y más agrícola, tradicionalmente hostil a Rusia. País dividido interiormente, la Ucrania es también un blanco de los apetitos rivales de potencias capitalistas tanto del Este como del Oeste. Si bien las instancias de la Unión europea no desean para nada su integración en razón de problemas insuperables para las finanzas e instituciones europeas, no
obstante Alemania, Polonia y otros países de Europa Central están muy interesados en primer lugar en el mantenimiento de la estabilidad del país, y en segundo lugar en el mercado que este representa. Los Estados Unidos no se quedan atrás y trabajan por que la Ucrania corte sus lazos con Rusia que, de su parte, por razones geopolíticas evidentes, hará todo lo posible por guardarla en su seno. En Rusia algunas voces no oficiales se han alzado para advertir que una crisis en Ucrania llevará a una división del país, conllevando una guerra por la anexión de Crimea, donde se encuentran las bases de la flota rusa del Mar Negro...
Últimamente las diversas potencias imperialistas han estado maniobrando para aumentar su importancia en los acontecimientos. Después de las masacres del 19 de febrero que han ocasionado decenas de muertes (se contarían unos 90 muertos, 10 policías entre las víctimas), un acuerdo fue establecido entre el gobierno y los partidos de oposición bajo los auspicios de los ministros del exterior de Alemania, Francia y Polonia, más un representante ruso. Pero la tinta de la firma aun no se había secado cuando Yanukóvich huía, constatando que sus partidarios, la policía y el ejército lo abandonaban, poco después fue votada en el parlamento su destitución. Un gobierno provisional ha
sido nombrado bajo la dirección de Timochenko, liberada luego de 2 años pasados en prisión.
Los manifestantes de Máidan, estudiantes casi en su totalidad, pertenecen esencialmente a las capas medias, pequeños burgueses confrontados a dificultades económicas; si habían proletarios estos se mezclaban a una masa confusa que iba “del desempleado al presidente de Microsoft Ucrania” (4) bajo las banderas de la democracia y del nacionalismo ucraniano. A medida que el tiempo pasa, los partidos tradicionales de oposición han perdido credibilidad por sus tentativas de compromiso con el poder al mismo tiempo que las organizaciones de extremaderecha, ultra-nacionalistas, cristianos y neo-fascistas aumentaban su influencia en las manifestaciones. Han sido ellos, organizados paramilitarmente, quienes han tomado la iniciativa de ocupar varias sedes ministeriales, mientras que en la plaza Máidan expulsaban a las eventuales organizaciones de izquierda.
La clase obrera ucraniana como tal, que guarda tras de sí una rica historia de luchas (basta recordar las grandes huelgas de los mineros de Donbass, hace treinta años) ha estado ausente a lo largo de estos dramáticos eventos.
Hasta ahora no ha habido ni una sola huelga, ni manifestaciones significativas en los grandes centros obreros al este del país. En efecto, esta ausencia se debe sin duda por lo menos en parte a las divisiones regionales (el este había votado masivamente por Yanukóvich contra Timochenko en las elecciones presidenciales de 2010). Pero también está el hecho de que las reivindicaciones y perspectivas planeadas por las fuerzas políticas burguesas a la cabeza del movimiento de oposición no podían atraer a los proletarios sometidos a una dura explotación (la duración legal de
trabajo en la idustria es de 48 horas, el salario mensual promedio no llega a 200 euros, la tasa oficial de desempleo es de 8%, luego de haber culminado en 15% a mitad de los años 90'). Sin embargo, la ausencia del proletariado en tanto que fuerza presente en la crisis política ucraniana se debe en definitiva a la ausencia de la más mínima organización clasista que represente y defienda sus intereses.
Las capas pequeño-burguesas son también víctimas de las crisis del capitalismo, e incluso se movilizan antes que el proletariado, como ya se ha visto en estos últimos meses en varios países del globo. Pero como su existencia esta ligada al mecanismo capitalista de extorsión del beneficio, son por naturaleza incapaces de avanzar otra perspectiva que las quimeras de perfeccionamiento del funcionamiento de la economía burguesa, de un capitalismo democrático y de la desaparición de los antagonismos de clases. El proletariado es la única clase capaz de aportar una solución definitiva a la miseria y sufrimientos de las amplias masas, incluyendo a los pequeños burgueses, y luchar por el derrocamiento del capitalismo; y, esperando acumular fuerzas suficientes para esta salida revolucionaria, arrancar por lo menos transitoriamente, concesiones a los capitalistas mediante la lucha de clase abierta. La irrupción de un proletariado en lucha abierta podría en consecuencia atraer al menos una parte de estas masas pequeño-burguesas en vías de proletarización. Pero si no logra lanzarse a la lucha, si no logra liberarse de las fuerzas colaboracionistas que hasta ahora lo asfixian, la burguesía inevitablemente hará tornar la rabia de los pequeños burgueses en su contra, sirviéndose de ellos para aplastarlo, aumentando aún más su explotación.
En fin, en esta crisis el proletariado ucraniano no ha participado como tal, pero será sobre sus salud que esta se resolverá, sea cual sea el nuevo equipo que se monte en el poder. Es el proletariado la cabeza de turco quien pagará los costos de la crisis política actual, y el que con su explotación podrá hacer que el capitalismo nacional se recupere. Como sus hermanos de clase de todos los otros países, el proletariado ucraniano no podrá insurgirse contra esta condición de chivo expiatorio más que rompiendo los lazos que en nombre del nacionalismo, la democracia, el regionalismo, lo encadenan a los intereses del capitalismo, tomando la vía de la lucha de clase independiente,
reconstituyendo las organizaciones de clase necesarias a estas, y, en particular, el órgano supremo, el verdadero partido de clase, situado en las antípodas del partido anti-proletario el mal llamado “Partido Comunista de Ucrania”.
Esta es una tarea que no podrá cumplirse de la noche a la mañana, ni podrá llevarse a cabo dentro de las fronteras nacionales; tarea difícil pero exaltadora y la única realista: Los proletarios no tienen más sus cadenas que perder, tienen un mundo por conquistar!
partido comunista internacional, 24/2/2014
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(1) C.f. Catherine Samary, “La société ukrainienne entre ses oligarques et sa troïka” (“La sociedad ucraniana
entre sus oligarcas y su troika”), http://alencontre.org/video/la-societe-ukrainienne-entre-ses-oligarques-et-a- satroika-2.html
2) En el Parlamento el Partido Regional” del oligarca Yanukóvich tiene como aliado al Partido Comunista,
mientras que en la oposición se encuentra el partido “Patria” de la oligarca Yulia Timochenko, el partido “Oudar”
vinculado al CDU alemán y el partido de extrema-derecha nacionalista “Svoboda” financiado por otro oligarca. Pero a este coro se agrega el partido “Oudar” (“Puñetazo”) dirigido por el hombre de la imponente figura y de todas las imagenes de la Ucrania actual, el boxeador Vitali Klitschko.
(3) C.f. Catherine Samary, cit.
(4)C.f.http://pratelekomunizace.wordpress.com/2014/02/19/maidan-and-its-contradictions-interview-with-aukrainian-revolutionary-syndicalist/