Sobre el paro de 24 h del 14 de noviembre 

(por Solidaridad y Unidad de los Trabajadores)


Las empresas de servicios sindicales CCOO, UGT, USO, CGT… han convocado lo que ellos llaman una jornada de HUELGA GENERAL de 24 horas para el día 14 de noviembre. Buscan acostumbrarnos a llamar HUELGA al seguimiento de los paros parciales con servicios mínimos que convocan las empresas de servicios sindicales pero…

¿Qué es una HUELGA OBRERA? La paralización de la producción o del servicio indefinidamente.

Cuando los panaderos hacen huelga no se produce pan. Cuando los obreros de la construcción hacen huelga, las obras están paradas. Cuando los autobuses o el metro hacen huelga, no circulan. Cuando los pilotos hacen huelga no hay transporte de viajeros ni de mercancías. Desde el momento en que se acepta la posibilidad de que funcionen una parte de los trenes, aviones, de las obras, de las empresas, eso ya no es una huelga, como mucho sería un paro parcial que no paraliza ni la producción ni los servicios esenciales.

Los esquiroles rompen las huelgas, con LOS SERVICIOS MÍNIMOS LAS ABORTAN ANTES DE DECLARARSE. Durante la HUELGA abolimos la COMPETENCIA entre los trabajadores y esa es la base de la SOLIDARIDAD de clase y de la lucha. Si con los servicios mínimos se legaliza e impone el esquirolaje, los convocantes matan la huelga y sus efectos, aunque afirmen que ha parado el 90% de los que no tenían servicios mínimos. ¡La huelga paraliza la producción o el servicio! Si estos no se paralizan, la huelga no se hace efectiva, es ABORTADA al quedarse en paros parciales y, a menudo, con servicios mínimos.

Pero, ¿qué es un PARO que no PARALIZA ni la producción ni los servicios esenciales? Por ejemplo, un paro que permite el embarque y la descarga de pasajeros y mercancías es un engaño, una tomadura de pelo, una ANTIHUELGA que practican los convocantes, en este caso las empresas de servicios sindicales, CCOO-UGT-USO-CGT y sus ayudantes subvencionados.
Cambiar el nombre de las cosas y pretender que así las cosas van a cambiar su naturaleza es una práctica muy común de la burguesía, de la socialdemocracia, del estalinismo y del anarquismo, pero a pesar de todo no logra el objetivo de cambiarlas aunque pueda servir para embaucar a muchos. Que lo tengan claro estos zascandiles sindicaleros: por mucho que salgan con un paraguas de casa un día soleado, no van a conseguir provocar la lluvia.

¿Cómo se prepara y se organiza una HUELGA indefinida? En general, vemos que los aparatos de los sindicatos subvencionados o de sus comités de Empresa se reúnen y convocan paros aceptando Servicios Máximos del 60% al 100%. Esto es la antihuelga, que quema, que convierte en ceniza las energías y la combatividad de los trabajadores.

La huelga se prepara en los centros de trabajo, convocando Asambleas dentro y fuera de las empresas, donde se discute la Tabla Reivindicativa por la que se convocará la huelga. Todos los trabajadores exponen sus problemas laborales, salariales y sociales a la Asamblea, que globalmente toma conciencia de los mismos. Todos conocen su problemática y la de sus compañeros. Y una Asamblea General del rango de la huelga que se convoca decide el inicio de la huelga, forma los piquetes que ayudarán a hacerla efectiva y que a su vez controlarán a la Comisión Negociadora, que debe ser revocable en todo momento. Es decir, la Huelga se prepara, se decide y se controla desde los centros de trabajo. La masa de trabajadores que debe hacer la huelga es quien la convoca, la controla y la desconvoca tras la correspondiente valoración en Asamblea General.


Nada de eso se cultiva ni se practica desde los “sindicatos” subvencionados, ni en los centros de trabajo, ni en las empresas, ni mucho menos a nivel general, mientras cultivan y practican la política de convocatoria de paros parciales de 24 horas con servicios mínimos, a los que llaman huelgas, a golpe de pito, tanto a nivel de empresas, como de sectores, como a nivel general, habitualmente con una tabla reivindicativa deliberadamente ambigua e incluso desconocida por muchos de los trabajadores. Tal práctica ha sido llevada hasta el paroxismo por CGT y CNT, que convocaron una jornada de huelga general en Cataluña para el día 31 de octubre convirtiéndola en una parodia de huelga/“día de lucha” al cabo de unos días al conocer la convocatoria del 14 de noviembre por parte de las empresas de servicios sindicales CCOO-UGT-USO y la misma CGT, como si convocar y desconvocar a los trabajadores a la huelga (y más si cabe a una general) fuera tan trivial como convocarlos a una celebración o a un concierto.

En este sentido, no podemos dejar de recordar la responsabilidad de los que nos convocan a estos paros parciales en la generación de los males que dicen combatir: en la política de FRAGMENTACIÓN practicada por los “sindicatos” subvencionados permitiendo la introducción de las subcontratas en las empresas (limpieza, seguridad, mantenimiento, información, administrativos, etc.) desde hace ya 30 años, apoyando la extensión de las privatizaciones que ahora amenazan ya a RENFE, AENA, CORREOS, SANIDAD, ENSEÑANZA, METRO, AUTOBUSES,..., sin mencionar el apoyo a la receta de genéricos y no de verdaderas medicinas en la sanidad o el nombramiento de “autoridad pública” de los trabajadores de la enseñanza y la sanidad, que no podemos más que rechazar activamente. El sindicalismo de la aristocracia obrera se rindió ya entonces al asumir la defensa de los negocios de las empresas estatizadas privatizando parte de los servicios que ahora vamos a ir pagando con la pérdida de condiciones de trabajo y de vida que están llegando ya a los sectores donde éstas habían llegado a ser medianamente aceptables, como entre el funcionariado, al ser privatizado todo o casi todo incluyendo a las plantillas de trabajadores asalariados laborales e incluso a muchos funcionarios. Debemos asumir la lucha para que todos los trabajadores de las contratas y todos los interinos pasen a fijos de plantilla de los centros oficiales o privados, luchando por la reducción de jornada a 30 horas semanales sin reducción salarial y convirtiendo los centros de trabajo en AVISPEROS, sólo así podremos detener los despidos y las privatizaciones.

La función de bombero social del sindicalismo subvencionado se ve cada vez más clara, al ser cada vez más indiscutible cuál es la única receta que puede ofrecer la burguesía y su Estado (ya sea español, catalán, vasco, gallego, andaluz, valenciano, madrileño o alemán) para superar su muy real crisis de sobreproducción (que la producción industrial ya ha caído el 34% desde 2007 a septiembre de 2012) y que sólo puede pasar por descargarla sobre nosotros para mantener sus beneficios: HACERNOS TRABAJAR MUCHO MÁS Y PAGARNOS MUCHO MENOS, mientras mantienen en el paro a todos los trabajadores que sea necesario para que pujen a la baja los salarios, desmantelando todas las migajas que nos podrían haber caído hasta ahora en forma de servicios sociales y subsidios, rebajando salarios y aumentando jornadas, y preparando la única salida histórica que son capaces de ofrecer a la humanidad: LA GUERRA IMPERIALISTA MUNDIAL. Para evitar que la chispa social que todas estas medidas deben generar llegue a prender, encienden pequeños fuegos de un día, siempre controlados y dirigidos, buscando precisamente quemar todos los conatos de lucha organizada consecuente que puedan ir surgiendo, e intentando arrastrarlos al cauce legal y a las reivindicaciones de la pequeña burguesía: el cooperativismo, el no pago de la deuda exterior, y sobre todo, la defensa del interés de la empresa y del interés nacional. Esto es lo que se busca cambiando la legislación de los desahucios ahora y no hace dos años: los bancos “centran su mensaje en que tienen NULO INTERÉS EN QUEDARSE CON MÁS PISOS” (Expansión 10-11-2012). Es decir, tanto montón de viviendas en manos de los bancos más las 250.000 en espera de desahucio hundirían totalmente los precios de las ventas y alquileres. ¡¡Por este interés y para que las subvenciones recaigan en los bancos, los politicastros cambian la legislación y se apuntan el tanto!!

Debemos rechazar la defensa del interés de la empresa y de los bancos (que es la antesala de la defensa del interés nacional) que en una situación de crisis profunda como la actual sólo nos puede llevar a auto-imponernos los sacrificios que el capitalismo necesita para mantener su tasa de ganancia. Por el contrario, debemos abrazar la defensa intransigente y la mejora a ultranza de nuestras condiciones laborales y sociales:

¡SI EL CAPITALISMO SÓLO PUEDE VIVIR REVENTANDO A LA CLASE OBRERA, ORGANICÉMONOS PARA CONSEGUIR QUE REVIENTE EL CAPITALISMO!

Debemos rechazar la defensa del interés nacional (término con el que se camufla el interés de la burguesía nacional) como una más de las patrañas con las que enfrentan unos trabajadores a otros y como la forma de hacernos defender con nuestras vidas a nuestra propia burguesía explotadora en caso de conflicto imperialista: ¡LOS OBREROS NO TENEMOS PATRIA! y si no que se lo cuenten a todos los trabajadores que se ven obligados a buscar un trabajo en el extranjero o dentro de este país ante la situación en el Estado imperialista español… ¡Los obreros, en todos los países, somos extranjeros! Vivimos momentos de confusión añadida, enfocada a enceguecer aún más el cerebro y los sentidos de la clase obrera. Por un lado la burguesía española lanza campañas cotidianas ultranacionalistas contra Alemania y contra la hija del cura protestante, Angela Merkel, y contra los nacionalismos periféricos, sobre los que descarga la responsabilidad de la crisis de supercapacidad productiva, de superproducción y de deflación, tratando de esconder y encubrir al MONSTRUO, al sistema capitalista, a la clase capitalista, al Estado capitalista. Siguiendo esta línea ultranacionalista de toda la burguesía española, la pequeña y mediana burguesía catalana también ha saltado al Ruedo Ibérico (tras haber golpeado violentamente a los trabajadores de la enseñanza, la salud, los transportes, a toda la clase obrera, con medidas que se van generalizando por todo el estado español como una epidemia) acusando de generar todos los males sociales al Km. 0, o sea, a Madrid. Lógicamente estos argumentos del nacionalismo catalán son como los argumentos del gobierno nacionalista español hacia Alemania ¡¡simples taparrabos de malos pagadores!! Los unos y los otros sólo buscan desviar la atención de los obreros hacia horizontes perdidos en la historia y en el tiempo, que enterremos nuestra SOLIDARIDAD clasista proletaria y nos matemos dialéctica y físicamente en el clásico Reñidero español, mientras que la burguesía española y sus facciones catalanas o españolas siguen comiendo y haciendo sus negocios juntos.

Los proletarios de cualquier parte del globo terráqueo, todos los explotados, todos los obreros asalariados, formamos una CLASE, LA CLASE PROLETARIA. O somos INTERNACIONALES O NO SOMOS MAS QUE CARNE DE CAÑÓN, CARNE PARA LOS BUITRES CAPITALISTAS DE MADRID O DE CATALUÑA, DE PARÍS O DE PEKIN ¡¡ABAJO TODOS LOS NACIONALISMOS QUE NO PUEDEN SER YA MÁS QUE REACCIONARIOS!! COMPAÑERAS/OS PROLETARIOS:  

¡¡PAZ ENTRE NOSOTROS Y GUERRA A LOS EXPLOTADORES Y A LOS TIRANOS!!

No podemos engañarnos a nosotros mismos y llamar huelgas a estos paros parciales con aceptación de los servicios mínimos que impone el Estado, siempre al servicio de la Patronal, y salir a la calle sólo estos días mientras bajamos la cabeza diariamente en las empresas. Cuando hayamos hecho el trabajo de base en las empresas y en los puestos de trabajo, cuando la respuesta a los ataques de la Patronal y su Estado se dé en el día a día y cuando la aplicación práctica de todas las reformas laborales habidas y por haber encuentre una fuerte oposición de los trabajadores en las mismas empresas, entonces estará la situación madura para que estos mismos trabajadores no sólo convoquemos sino que tomemos parte activa en una HUELGA GENERAL INDEFINIDA Y SIN SERVICIOS MÍNIMOS que ponga en discusión el poder de la Patronal y su Estado.

Mientras tanto, no debemos rechazar participar activamente en los paros parciales convocados por los “sindicatos” subvencionados puesto que participar en ellos nos brinda precisamente la oportunidad de difundir los métodos y las posiciones clásicas del sindicalismo de clase, poner encima de la mesa los problemas reales que acechan a nuestra clase, así como de curtirnos junto con los compañeros de clase que tomen parte en ellos, preparando y uniendo las distintas luchas de cara a la organización de la defensa de una tabla reivindicativa común de toda la clase obrera, que tenga especialmente en cuenta las necesidades de los sectores más desfavorecidos de la misma, y que debe al menos incluir:

¡Puesto de trabajo o subsidio indefinido de 1500 euros mensuales para todos los trabajadores!
 

¡Jubilación a los 55 años con el 100% de la base reguladora!
 

¡A igual trabajo, igual salario e iguales condiciones laborales y sociales!
 

¡Fuera ETT’s y subcontratas, todos a fijos de la empresa principal!
 

¡Reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales sin reducción salarial, hacia la ABOLICIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO!


Y otra reflexión...


14-N: Otra huelga trampa. Las maniobras y métodos sindicales no nos sirven a trabajadores y parados



La crisis del sistema capitalista se profundiza en todo el mundo: los “brotes verdes” o “la senda del crecimiento y del empleo”, gobierno tras gobierno (de un color u otro), se convierten en una agravación brutal de las condiciones de vida y de trabajo. La llegada al “final del túnel” se hará bajo condiciones que retrotraen a la clase trabajadora muchas décadas atrás: total desprotección ante los intereses de la clase empresarial, creciente y descarnada miseria y explotación, emigración masiva para huir de una precariedad y un desempleo crónicos. La clase capitalista y su Estado tratan de compensar la reducción de ventas, beneficios e ingresos como producto de la crisis incrementando los impuestos y precios de los productos básicos (mientras los capitalistas gozan de la complicidad de la administración para pagar lo mínimo posible por su patrimonio y sus beneficios), disminuyendo las condiciones de vida y de trabajo de la población (“reducción de costes laborales y sociales”) y expulsando del mercado de trabajo a la creciente “mano de obra sobrante”. Se trata de una guerra de clases de los de arriba contra los de abajo, lo que necesariamente genera respuestas.

El papel que en las “democracias” capitalistas tienen reservado los sindicatos y las organizaciones de izquierda es, cuando no pueden evitar la aparición de la protesta, canalizar el malestar hacia movilizaciones y reivindicaciones estériles, que lleven al desgaste, la impotencia y la derrota: huelgas y protestas simbólicas convocadas a toque de corneta y controladas desde arriba, dividas por empresa, sector o zona geográfica, unidas a eslóganes y reivindicaciones que nada tienen que ver con nuestros intereses y necesidades (“salvar la economía”, evitar “arruinar el país”, “salvar el sector”, etc). ¡Como si la economía o el país pertenecieran a trabajadores y parados, al proletariado, y no en realidad a la clase capitalista y a la maquinaria estatal a su servicio! ¡Como si desahuciados y bancos, trabajadores y empresarios, parados y políticos, fuéramos todos “ciudadanos iguales” o “compatriotas”!

En la práctica, los sindicatos “combativos”, “de base”, etc, no se diferencian en lo esencial de los sindicatos oficiales o “mayoritarios”. Tras la verborrea y el discurso radical su actuación y métodos confluyen con los de los “mayoritarios”, convirtiéndose en los apéndices críticos de estos, con diferencias meramente formales y no de fondo, como hemos visto en las diferentes “huelgas generales” de los últimos años.

Cada vez más compañeros (de distinta procedencia, circunstancias, sector, afiliados o no a sindicatos, etc) nos planteamos cómo hacer frente a esta situación y cómo encontrar un camino realmente eficaz para defendernos. Una cosa es segura: sólo la lucha masiva y contundente puede hacer retroceder a la clase capitalista y al gobierno de turno a su servicio. No podemos confiar para ello ni en los “pasteleos” y las maniobras sindicales, ni en la farsa y el circo electoral y parlamentario. Algunas de las líneas generales para llevar a cabo una lucha eficaz contra el capital por la obtención de unas condiciones dignas de vida y trabajo, dentro de un proceso vivo y sin fórmulas mágicas, pasan necesariamente por tender a:

  • La extensión y unificación de todos los conflictos y movilizaciones por encima de empresas, sectores y zonas geográficas. En lugar de las maniobras sindicales, que convocan movilizaciones de forma dispersa (por empresa, sector o región) y absurda (marchas a pié, concentraciones frente a parlamentos, encierros, etc) para dividir y desmovilizar, necesitamos extender y unificar las luchas para golpear como un solo puño: sector público y privado, trabajadores en activo y en paro, estudiantes y jubilados, viviendo con los padres y amenazados de desahucio, afectados por recortes en servicios y prestaciones, etc.
  • Para ello, y para evitar el control y sabotaje sindical, es necesario que los trabajadores autoorganicen delegaciones a otros conflictos pasando por encima de las estructuras y métodos sindicales dirigiéndose directamente a los afectados, para formar juntos los órganos unitarios necesarios para aglutinar al máximo número de compañeros y para tomar el control de la lucha. Estos órganos unitarios en la historia moderna del movimiento obrero son las Asambleas Generales, autoorganizadas y controladas por los proletarios mismos, abiertas al máximo número de compañeros para desarrollar la unidad y la solidaridad, y con la elección de delegados revocables en todo momento para la comunicación y coordinación con otros órganos y compañeros, y para el planteamiento de reivindicaciones.
  • Necesitamos aprovechar las des-movilizaciones sindicales (manifestaciones, concentraciones, huelgas), no para ir de forma aislada y pasiva en procesión tras los “líderes”, sino para contactar con compañeros, plantear alternativas, discutir posiciones, etc, y cuando exista la posibilidad, para la creación de asambleas para aglutinar y preparar las luchas futuras.
  • También es necesario para la lucha y para la defensa de nuestras necesidades frente al capitalismo el dotarnos de las herramientas teórico-prácticas con las que hacer frente a las mentiras y estrategias de la clase dominante, sus aparatos y sus medios de comunicación. Por mucha indignación y combatividad, no podremos luchar de forma eficaz si no conocemos mínimamente al enemigo y el terreno que pisamos. Por ello, a medida que el capitalismo se muestra más incompatible con los intereses y necesidades de la inmensa mayoría y la cólera y las luchas aumentan, será una necesidad el desarrollo del debate y el análisis entre compañeros para sacar lecciones de las luchas pasadas y presentes, para no repetir errores en el futuro y forjar las armas teórico-prácticas contra sistema decadente que no nos ofrece ninguna perspectiva.


    y un panfleto...


    Contra las huelgas pactadas de los sindicatos.

    Acción directa y asociacionismo proletario


    Por segunda vez en un mismo año, los sindicatos llaman a realizar un paro general. Un paro bien encuadrado y que, sobre todo, finalice al día siguiente, para que ellos puedan seguir negociando nuestros despidos, gestionando nuestra miseria y encuadrando nuestra lucha.
    Bajo el corsé del sindicato, del partido, de la ONG o de cualquier otro aparato del Estado, es imposible abolir el capitalismo. Lo sabemos de sobras.
    Allí donde comienza la organización autónoma del proletariado, comienza la posibilidad de una revolución. Y para eso es necesario que superemos toda separación sectorial, toda planteamiento reformista y todas las divisiones que nos imponen: parados/activos, temporales/fijos, autóctonos/inmigrantes, estudiantes/trabajadores...
    Desde luego no es con un paro sindical, ni con firmas y suplicas de buenos ciudadanos pidiendo clemencia a sus amos, ni con pacíficos paseos por las calles, ni nada por el estilo como podemos hacer frente al deterioro de nuestra “vida”. Será, como siempre, con el asociacionismo proletario, la propagación de la lucha a nivel internacional, la violencia organizada de nuestra clase tomando la calle, haciendo saltar por los aires a todo ese circo reformista, impulsando la organización y coordinación de la comunidad de lucha, en definitiva, asumiendo de forma intransigente la lucha contra la dictadura de la economía para imponer las necesidades humanas.
    Las reformas, las diversas alternativas que nos ofrecen un capitalismo de rostro humano, con diferentes formas de producción y distribución, el gestionismo, el ciudadanismo, el decrecimiento, la antiglobalización, el recambio en el gobierno, las negociaciones sindicales y todas las demás variantes que pretenden cambiar el mundo sin revolución, son maniobras para enredarnos y destruir toda tentativa de lucha. Son mecanismos y aparatos para colarnos todo lo que quieran.
    - Impidamos la circulación de la mercancía. Cortemos las carreteras, las vías de tren...
    - Bloqueemos la producción. Organicemos piquetes en fábricas, oficinas, colegios...
    - Expropiemos la producción acumulada en supermercados, almacenes...
    - Boicoteemos u ocupemos los medios de comunicaciones burgueses.
    • Organicémonos para combatir la represión.
    • Establezcamos lazos, núcleos y estructuras con continuidad, más allá de la huelga.
    - Rechacemos todo sacrificio, toda defensa de la economía nacional.
    la economía está en crisis... ¡que reviente!

    EL CAPITALISMO NO SE REFORMA, SE DESTRUYE

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com















ARCHIVO

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Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."