Un grupo de trabajadores y trabajadoras
de la empresa Groundforce del aeropuerto de Adolfo Suarez Madrid-Barajas
hemos decidido organizarnos de manera autónoma en asamblea debido a los
frecuentes impagos por parte del SEPE que sufren muchos de nuestr@s
compañer@s, a las condiciones del ERTE en el que estamos inmers@s la
mayor parte de nosotr@s desde finales de marzo, a los frecuentes
incumplimientos del convenio colectivo por parte de la empresa y a la
pasividad del comité de empresa, en el que UGT, CCOO y USO copan 18 de
los 23 delegados.
Groundforce
es una empresa de handling (servicios en tierra a aeronaves)
perteneciente al grupo turístico Globalia. Este holding, propiedad de la
familia Hidalgo, incluye agencias de viajes (Halcón Viajes, Viajes
Ecuador), empresas de carga y descarga de aeronaves presentes en muchos
aeropuertos españoles y extranjeros (Groundforce), aerolíneas (Air
Europa) y hoteles (BeLive). Es decir, abarca todo tipo de servicios
turísticos.
Naturalmente,
la pandemia ha afectado gravemente al grupo Globalia, que en 2018
obtuvo alrededor de 48 millones de euros de beneficios (el triple que en
2017) y cuyos accionistas se repartieron en febrero de este año, justo
al comienzo de la pandemia, un dividendo de 35 millones, según El
Confidencial. Actualmente Globalia está pendiente de un rescate por
parte del Estado, y la prensa ha informado de que si dicho rescate se
retrasa, las nóminas de los asalariados corren peligro.
A
comienzos de año la plantilla de Groundforce en Madrid constaba de unos
1.500 empleados, la mitad de ellos eventuales. A raíz de la pandemia y
la consiguiente crisis en el transporte aéreo de pasajeros, a finales de
marzo alrededor del 90% de la plantilla nos vimos afectad@s por un
ERTE, en el que aún estamos inmersos. El ERTE y la crisis han servido de
excusa a la empresa para precarizar aún más nuestras condiciones de
trabajo: semanalmente se publica una lista de trabajadores desafectados
del ERTE, la mayor parte a jornada parcial: 5, 4, 3, 2 horas y media de
jornada al día, o incluso menos. Y los turnos de trabajo también se
publican semanalmente, incumpliendo el convenio colectivo.
Para
colmo, muchos de nuestr@s compañer@s no han cobrado nada del SEPE desde
que entraron en el ERTE a finales de marzo. Much@s otr@s, que sí que
cobraron del SEPE durante el confinamiento, han dejado de cobrar desde
que se reincorporaron al trabajo a jornada parcial. Y desde julio tod@s
los que estamos en el ERTE cobramos del SEPE a mes vencido, dado que
nuestra jornada diaria no es constante a lo largo de todo el mes,
pudiendo cambiar semanalmente según las necesidades de la empresa.
Lógicamente, si a los frecuentes impagos por parte del SEPE le sumamos
los magros sueldos que nos paga la empresa por nuestro trabajo a jornada
parcial, el resultado es que much@s de nosotr@s estamos pasando por
muchas dificultades para cubrir nuestras necesidades básicas.
En
fin, todo ello nos ha llevado a reunirnos en asamblea los 2 últimos
domingos, a las que han acudido alrededor de 50 o 60 trabajadores y
trabajadoras que han decidido convocar una concentración de protesta en
el aeropuerto el lunes 5 de octubre, a las 10 de la mañana.