De
nuevo el clima social y político en Venezuela se vuelve a caldear. En la
víspera de la celebración de la fecha simbólica del 23 de enero de 1958 (1),
se produjeron decenas de manifestaciones en la calle por parte de la
población hambreada y reprimida por un gobierno que de menos en menos habla
de socialismo, de más en más represor. Al día siguiente, el 23 de enero, se
reanudaban las marchas y manifestaciones, tanto de los seguidores del
chavismo como los de la oposición, dejando como saldo una treintena de
muertos. La oposición venezolana que había llamado a estas manifestaciones,
pasa a la ofensiva con un plan premeditado, una nueva intentona de golpe de
Estado, organizado por la potencia tutelar norteamericana contra el gobierno
actual; surge pues el diputado a la Asamblea Nacional (2) Guaidó quien
inmediatamente, en una plaza de Caracas, se “auto-proclama” presidente
interino de la República de Venezuela (¿?). La cosa sería insólita si no
fuera por las declaraciones del Departamento de Estado de USA, reforzada por
las primeras declaraciones del Parlamento europeo (3), dando el visto bueno
para el nombramiento de un presidente interino de Venezuela, encargado de
nuevas autoridades consulares y diplomáticas, de establecer un nuevo
calendario electoral, y para expulsar del gobierno al presidente electo
Maduro.
USA, RUSIA Y CHINA ENTRAN EN LIZA
Entre
tanto la situación económica se degrada producto de los planes apurados y
catastróficos del gobierno chavista y también por las medidas restrictivas
de congelamiento de los haberes del capitalismo venezolano por parte de la
Administración norteamericana, que por medio del sistema financiero
internacional prácticamente estrangulan económicamente al gobierno del país
del petróleo. Sin duda que para el gobierno Trump y para los anteriores
autoridades, Venezuela ha significado una piedrita en el zapato, un elemento
que amenaza de alguna manera, pequeña pero significativa, la estabilidad del
capitalismo mundial.
Pero
de esta descarada injerencia norteamericana, el mismo gobierno chavista saca
provecho y le permite establecer un real chantaje a las masas más que
empobrecidas en Venezuela, llamándolas a resistir y combatir – con el
estomago vacio – una imposible invasión militar propiciada por el Gran
Hermano del Norte. Pero también significa que la América avizora sus propias
dificultades económicas suplementarias a las actuales, aunadas a la larga
crisis de subprimes que sacudió la economía mundial en 2008-2009 y
que aun no termina.
Maduro goza del apoyo de la Federación de Rusia y China (pertenecientes
ambos al circulo restringido del Consejo de Seguridad de la ONU), pero
¿hasta qué punto pueden meter la mano por Venezuela? Sin duda que estos
países están por proteger ante todo sus inversiones (petróleo, coltan, oro,
etc.) (4) en aquel país y la puerta más cercana a una salida sería la de
negociar la paz social en Venezuela sin baño de sangre. Es poco probable un
escenario que lleve a una confrontación mundial y una alza de tensiones
imperialistas, teniendo a Venezuela como el centro de sus confrontaciones
ahora que la guerra en Siria ha terminado prácticamente, poniendo a los
países fronterizos con Venezuela, en este caso Colombia, Brasil o Surinam
como los países que pudiesen “poner los muertos”, tal como hasta ahora ha
sucedido después de la Segunda Guerra mundial imperialista. Lo cierto es que
todas las alternativas han sido puestas sobre la mesa, tal como a comienzos
de enero el presidente Trump había sentenciado con respecto a Venezuela.
Nada se puede descartar, esperando que los mercados orienten políticamente a
la región...
INTERVENCIÓN DEL VATICANO
Habiendo jugado un papel fundamental en la situación cubana, en 2015, esta
vez el Papa “sigue con mucha atención (5) la situación venezolana”. La voz
del Papa, como se sabe, es la voz más razonable que tienen los
imperialistas, y esta vez lo hace llamando al dialogo, sirviendo él de
mediador, teniendo como vocero local a la Iglesia venezolana.
¿UN NUEVO VIETNAM, UN NUEVO BAÑO DE SANGRE PARA HACER REVIVIR EL CAPITALISMO
VENEZOLANO?
Esta
alternativa invocada repetidamente por la presidencia y la cancillería
venezolanas es imposible; hoy en día los sistemas militares están mucho más
avanzados que en aquella época y el escenario real que habrán pensado las
autoridades norteamericanas sería el de una operación policial de
“extracción sin daños colaterales” de las principales cabezas lideres del
chavismo. Todo un desafío tecnológico militar...
La
prensa dice algo que es ostensible: el ejercito cierra filas en torno a
Maduro, y en el terreno social el chavismo todavía tiene un margen
considerable respecto a la oposición toda junta, el mismo Cabello en su más
reciente programa de televisión (“Con el mazo dando” 30/1/2019) decía en
tono de ironía que “a Guaidó le faltan dos cosas importantes: el pueblo y el
ejército”. De manera que Guaidó, a pesar de ser sostenido por los USA y
otros países occidentales, no puede tener una real posibilidad de sustituir
efectivamente a Maduro en el poder. Pero ya hemos visto que Guaidó y sus
fuertes respaldos se movilizan activamente en busca de solidaridad con el
ejército venezolano, así como también un respaldo mayor en el seno de las
masas.
REPRESIÓN DE LAS MANIFESTACIONES, ACTITUD DEL EJÉRCITO Y REACCIÓN DE LA
IZQUIERDA FUERA DEL CHAVISMO
Dada
la alta temperatura social en Venezuela (6), el gobierno deberá reforzar sus
lazos con lo que efectivamente lo mantiene el poder cual es el ejército,
construido a la medida del chavismo, después del golpe de Estado fallido en
abril de 2002. Sin duda que los ingentes ingresos por cuenta de la renta
petrolera pasada, ha garantizado materialmente la fidelidad de sus altos
mandos militares principalmente aquellos que se encargarán de controlar y
reprimir el descontento social. Pero esto tampoco será una solución a
largo plazo, ante una realidad donde la crisis mundial abarata los precios
del crudo, baja los ingresos fiscales y petroleros, aumenta el descontento
social, se desploma la producción todos los sectores y se goza de una mala
gestión administrativa local (7). Entre tanto la oposición a la
izquierda del chavismo como Marea Socialista, el politólogo Nicmer Evans, el
antiguo alcalde de Caracas, junto a antiguos ministros que desertaron el
chavismo se pronuncian en general por un referéndum para ver si Maduro
continua en el poder o no: nuevas viejas maniobras del opio electoral. La
alternativa que nosotros propalamos desde siempre es ¡no a la farsa
electoral! ¡sí a la lucha de clase! El mismo Maduro propone avanzar las
elecciones legislativas, prueba de que el opio electoral funciona todavía.
Hasta
ahora el gobierno insiste en la solución represiva: el mismo día de la “auto
proclamación” de Guaidó, el ejército imponía en los barrios el “toque de
queda”, y actualmente ha apostado tanquetas con soldados fuertemente armados
en las entradas de los barrios chavistas que han comenzado a dar la espalda
al presidente, producto de tantos engaños y promesas nunca cumplidas, como
el barrio “José Félix Rivas” de la zona de Petare, situada al extremo
oriente de Caracas. Incluso, en los mismos barrios que más simpatía tenían
por Chávez, pero poco por Maduro, se oyeron “cacerolazos” esa misma noche.
¿Cuáles son los intereses que el proletariado debe reclamar y proteger en
Venezuela?
No
podríamos prever cual escenario prevalecerá en el futuro más cercano. En
todo caso, los que llaman a defender la patria del imperialismo, embarcan a
los proletarios a ser carne de cañon en una nueva carnicería
“antiimperialista” donde nada tienen que ganar y todo que perder. Como dice
el Manifiesto comunista, “los proletarios no tienen patria, ni nada
que defender en esta sociedad”... solo le pertenecen los 4 palmos de
tierra bajo la cual serán enterrados.
Por
los únicos intereses que el proletariado debe luchar en esta sociedad, es
por sus intereses de clase exclusivamente. De manera que si la clase obrera
y el proletariado en general no logran organizarse en asociaciones
económicas independientes que respondan a sus anhelos, si no logra tampoco
dotarse de un partido de clase, para arrastrar la lucha económica que es una
lucha de clase en sí, hacia una manifiesta lucha política de clase por la
toma del poder político, por tanto, económico social y militar; si no lo
logra, será víctima de uno de los campos o fracciones de la burguesía que se
reparten las ganancias petroleras, hasta dejarse llevar a una guerra
fratricida, tanto local como en sus fronteras, y hacia un derrumbe del poder
chavista y así sucesivamente.
En
resume, la situación puede desembocar en cualquier camino, pero todas se
corresponderán a la confrontación interimperialista hecha “por procuración”
o proxys. Nuestras consignas de derrotismo revolucionario, en
ambas trincheras de la guerra imperialista, siguen imperturbables.
(1)
El día 23 de Enero de 1958 celebra la partida del presidente, General Pérez
Jiménez, en un avión, gigantesco para la época, que desde el aeropuerto de
“La Carlota”, sobrevuela a mediana altura buena parte de la capital
venezolana, para adentrarse al mar Caribe y, luego de unas diez horas en el
Atlántico, aposentarse en Madrid, España. La razón de este vuelo obedece al
golpe de Estado que, teledirigido desde los USA, depone al dictador que ya
no inspiraba confianza a la potencia tutelar americana, dado su nacionalismo
y su pretensión de negociar en mejores términos los contratos petroleros. El
jefe de la asonada militar, el General Larrazabal, lo sustituye en el poder
hasta establecer la fecha de nuevas elecciones, cuyos resultados son a favor
de Rómulo Betancourt (nombrado padre de la democracia venezolana.
(2)
Militante de Voluntad Popular, organización política dirigida por su mentor,
Leopoldo López, que hasta ahora cumple condena a domicilio, la figura
juvenil de Guaidó surge aparentemente de la nada que, pocos días antes de su
“autoproclamación”, se vuelve el “hombre de la situación”; sin embargo ha
logrado avanzar rápidamente, convirtiéndose en el elemento galvanizador
entre una masa creciente de adeptos y una oposición prácticamente disuelta y
con grandes contradicciones entre sus miembros. Como la naturaleza teme al
vacío, encontramos que Guaidó es producto de una Asamblea Nacional que fue
elegida en sufragio y que fue suplantada por la flamante y chavista Asamblea
Nacional Constituyente, de allí su razón de ser, además de contar con el
apoyo de los gobernantes de Estados Unidos.
(3)
Sin ninguna política independiente, la Unión Europea, que se había alineado
casi al unísono a las sanciones y amenazas del gobierno Trump hacia Caracas,
poco a poco fue disminuyendo su participación a esta Santa Alianza y ha
terminado por dar a Maduro un ultimátum para organizar nuevas elecciones a
la presidencia de Venezuela. Italia decidió votar en contra de esta postura
y contra toda sanción dirigida al país de todas las controversias.
(4)
Según The Economist (1/2/2019), Venezuela debe 6 millardos de dólares
a pagar de inmediato a Rusia, dejando para más tarde el pago total de la
deuda que es de 17 millardos y que ha sido “reestructurada” (es decir
reportada en el tiempo) la mitad perteneciente a la petrolera rusa Rosneft,
la cual actúa al mismo tiempo como negociador del petróleo venezolano a
nivel internacional. En diciembre del año pasado, Maduro viajó personalmente
para negociar con Rosneft la atribución de nuevos yacimientos Por otra parte
el gobierno venezolano ha colocado una parte de sus reservas en oro en Rusia
(la mayor parte de estas reservas se encuentran depositadas en el Banco de
Inglaterra y a merced de las sanciones americanas), así como en Turquía.
Siempre según The Economist, Rosneft sería uno de los actores determinantes
y principales de la política exterior rusa (no obstante algunos medios
gubernamentales estarían inquietos por la seguridad de las inversiones rusas
en Venezuela).
Según
RT (televisión rusa para occidente), China tiene en préstamos a Venezuela 20
millardos de dólares. Cfr.: https://www.rt.com/business/450039-china-venezuela-investments-sanctions/
(5)
El Papa Francisco agrega que “...es necesario que todas las partes
trabajen para favorecer la cultura del encuentro, la justicia y el respeto
recíproco para garantizar el bienestar espiritual y material de los
ciudadanos”. De manera que el conflicto geopolítico puede borrarse de
las diversas maneras que tienen los imperialistas para castigar a los
dirigentes venezolanos. Sin embargo, a largo plazo, si bien no será el
centro de confrontaciones militares, Venezuela es y será un factor en el
aumento de las tensiones interimperialistas, que llevaran, tarde o temprano,
a lo opción bélica gran formato...
(6) El clima de confrontación
social en Venezuela es permanente, el Observatorio Venezolano de Conflictos
Sociales (OVCS) registraba para el año 2018 , 12.715 conflictos, más de 3
mil en protestas por los servicios públicos (agua, electricidad, transporte,
recolección de basura, etc.). Cfr.: https:// www. observatoriodeconflictos.
org.ve/
(7) Cfr. http:// www.
noticierodigital.com/ 2019/02/
efe-sin-comandante-20-anos-despues-chavismo-se-desmorona/