2018 no ha sido un buen año para la siniestralidad laboral. 652
trabajadores murieron el año pasado durante su jornada o al ir o
regresar de su puesto de trabajo, según las cifras provisionales que ha
publicado el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Es
el dato más alto desde 2011, cuando fallecieron un total de 716
trabajadores, y rompe con la estabilización en el número de muertes que
se estaba produciendo en los últimos años.
Del total de 652 víctimas mortales, 506 personas
fallecieron durante su jornada de trabajo y 146 trabajadores murieron
'in itinere', es decir, al ir o volver del trabajo. Estas cifras son aún
provisionales y pueden aumentar en el informe anual definitivo que
publique Trabajo, como ha ocurrido en ejercicios anteriores.
El Ministerio sitúa el aumento anual del número de
muertes laborales en el 5,5%, ya que compara las cifras provisionales de
enero a diciembre de 2018 con los mismos datos provisionales de 2017.
Sin embargo, si se enfrentan con los datos finales de 2017, cuando el
número de fallecimientos de trabajadores alcanzó las 629 personas, el
incremento sería del 3,7%.
El alza de las víctimas
mortales se debe sobre todo al aumento de los fallecimientos al ir o
regresar del trabajo (+9,8%): 146 personas murieron así el pasado año,
respecto a las 133 que murieron en 2017, con datos definitivos. Las
muertes durante la jornada laboral también aumentaron, pero mucho menos
(+2%).
Si se miran las cifras definitivas de fallecimientos laborales en los
últimos años, 2018 es el peor ejercicio desde 2011, cuando el total de
víctimas mortales fue de 716.
Más información:
https://www.eldiario.es/economia/trabajadores-murieron-accidentes-trabajo_0_869313147.html