Parece que nadie dudaría hoy de que la explosión movilizadora en este país, independientemente de quien la convocó, obedecía en el fondo a un descontento generalizado de las bases trabajadoras y populares. Sin embargo, lejos de fortalecer el movimiento autónomo y de clase de esas bases trabajadoras, el 15M ha encauzado la mayor parte de la protesta social hacia vías en su mayor parte recuperables y/o asimiladas por el sistema.
Ya en 2012, desde el Comité de Solidaridad de lxs trabajadores de Valladolid se hizo un balance "sobre el 15 M" en el que se retrataba perfectamente dicha "convocatoria": "una convocatoria sin objetivo claro a conseguir y desde unas posiciones tan heterogéneas como faltas de planteamiento unitario, dando cabida a todo tipo de posiciones, tanto revolucionarias como reformistas y contrarrevolucionarias, está abocado, en un mínimo espacio de tiempo, al enfrentamiento interno, al fracaso y la desintegración". No solo eso, dichas movilizaciones imbuidas como estaban "de un contenido pacifista" y democrático han contribuido enormemente, desde nuestro punto de vista, a "desarmar ideológica y prácticamente a las bases trabajadoras".
Hoy, 5 años después, queremos añadir ciertas reflexiones, que pueden servir para comprender lo que fue y no fue realmente el 15M:
a) El 15M fue una explosión social controlada. Dio comienzo a un periodo de agitación social de tres años bastante intenso, pero esto sucedió amparado por "el stablishment", que buscó empezarlo cuando y como les convenía para garantizarse una mejor posición de control a lo largo de todo su desarrollo.
b) el 15M no fue un movimiento, no tenía fines, no proponía medios, simplemente expresaba, en forma de irrupción masiva de las clases populares, la tensión acumulada en buena parte de estas clases y, sobre todo, las únicas vías por las cuales esta podía salir (manis pacíficas, respeto del orden, victimismo, endeblez...) al estallar justo en ese momento.
c) el 15M violentó, como explosión que catalizó todos los movimientos existentes, el ciclo de maduración de las luchas sociales más anticapitalistas que había comenzado hacie el 2.008. Si, con el tiempo, los obreros miramos hacia atrás vemos cómo los colectivos obreros de barrio que empezaban a surgir, los intentos asociativos que partían de la experiencia práctica del aumento de las huelgas, etc. se borraron del mapa con el 15M. Cuando comentamos esto con algunxs 15Mistas nos dicen que esos movimientos previos eran ultra minoritarios. Es verdad, pero crecían, algo que no pasaba desde los ´70, podían haber llegado a ser estables y a polarizar en torno a ellos una extrema izquierda social sindical donde el anticapitalismo hubiera tenido mucho que decir.
d) en el 15M no estaban los obreros. No es que las consignas no hayan sido de clase, no es que haya habido una preponderancia de otras clases sociales. Es que durante la primera semana todos los que andaban por Sol eran estudiantes, hipsters (jóvenes profesionales), etc. La posterior evolución en Sol y la marcha a los barrios quedó marcada por un carácer de clase (de clase pequeño burguesa) muy fuerte que sólo fue capaz de conectar con los sectores pequeño burgueses de sitios como Carabanchel, Vallecas, etc. La increíble falta de poso ahora que el 15M se ha ido, es consecuencia de esto.
e) El 15M acabó el 22 de marzo, Debía haber acabado superando gran parte de los límites que había impuesto a los obreros que habían empezado a salir masivamente a la calle en las huelgas generales y que tomaron Madrid ese 22M convocados por la extrema izquierda. De nuevo, ante una polarización manifiesta de los términos del conflicto, una nueva explosión controlada. Ahora más bien implosión. Aparece Podemos.Todo se repliega hacia dentro. ¿Miedo? ¿Cansancio? Creo que psicológicamente los aguerridos luchadores de la clase media estaban hartos de la calle y, sí, tenían miedo a que todo se les fuese de las manos y estaban cansados y deseosos de recoger frutos o volverse a casa (como decía una, ella no había acampado en Sol para acabar tirando piedras a la policía al lado de una choni de Móstoles).
"El sistema capitalista hoy impuesto es irreconvertible e incluso inutilizable, no cabe siquiera otro tipo de gestión, autogestión y organización de lo existente sin haber comprendido con anterioridad que hemos de desechar y destruir todo aquello en lo que el sistema basa su existencia".
("Sobre el 15 M", Solidaridad de clase nº 9).