1º de Mayo de 2012
ESTE PRIMERO DE MAYO: A POR UNA NUEVA HUELGA GENERAL
Palencia:
Resumiendo, tan pronto ganaron las elecciones en el noviembre pasado, inaguraron la legislatura con un recorte del gasto de 8.900 millones de euros, prometiendo no subir los impuestos incrementaron el IRPF y el IBI y declarándose en campaña el partido de los más desfavorecidos, congelaron el salario mínimo interprofesional.
Ya en enero, dan luz verde a la llamada “ley orgánica de estabilidad presupuestaria”, que tiene entre otros objetivos poner freno al déficit de las administraciones públicas y que a día de hoy se está traduciendo en un recorte de 10.000 millones de euros en educación (3.000) y sanidad (7.000), ambas competencias en manos de las comunidades autónomas. En la partida de educación, las comunidades pretenden ahorrar a base de reducir profesores interinos y aumentar las tasas universitarias. Por lo que respecta a sanidad, los jubilados pagarán las medicinas en función de su pensión; entre 8 y 18 euros al mes, 4 cafés en palabras de la ministra del ramo. El resto, también en función de la renta, costearemos entre el 40 y el 60% del precio del medicamento. Pero como estas medidas son insuficientes, anuncian que dejan de ser gratis las prótesis, las dietas especiales para pacientes, y los transportes sanitarios que no sean urgentes. 150.000 inmigrantes perderán la tarjeta sanitaria en el plazo de 2 años.
Pero sigamos: el 10 de febrero aparece la reforma laboral y desaparece el contrato con indemnización de 45 días, el empresario puede cambiar todas las condiciones laborales, salario incluído. Aparece un nuevo contrato para “emprendedores” de un año de duración y desaparece la indemnización al alargarse el periodo de prueba hasta 12 meses. Se permiten las horas extras en el contrato a tiempo parcial, se baraja trabajar “en beneficio de la comunidad” mientras se cobra el paro, etc, etc, etc...
El 30 de marzo el gobierno presenta los presupuestos generales del estado, con un recorte de los gastos de los ministerios de 17.000 millones de euros. Sorprende que las instituciones que menos sufren sean el ejército, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, la justicia y el ministerio de la presidencia. A la casa real se la recorta un 2 por ciento, la iglesia sigue sin pagar 5 millones y medio de IBI, los partidos políticos sufren un recorte del 20%, y los sindicatos del 26%. Cristóbal Montoro justifica que “hay que financiar a las instituciones políticas y sociales y que al ciudadano le debe dar más tranquilidad que quien le represente no esté financiado de otra manera distinta al presupuesto público”.
El único número positivo, casi un 1% de subida, es el destinado a “otras partidas” y cuenta para este año con un presupuesto de 56.280 millones de euros. Imaginamos que sea para, entre otras cosas, pagar los 28.000 millones de euros de intereses que la deuda externa genera, y que según la antes mencionada ley orgánica de estabilidad presupuestaria nos obliga a atender los intereses y el capital de la deuda antes que nigún otro gasto.
Junto a los presupuestos aparece la estrella de todas las medidas: la amnistía fiscal para los evasores de dinero negro, que solo pagarán entre el 8 y el 10% en lugar del 45% si devuelven y blanquean el dinero que han robado. Según datos del ministerio de hacienda, en el 2009, más de 40.000 sociedades españolas que facturan al menos 6 millones de euros al año defraudaron 42.700 millones de euros. Los trabajadores aportan a hacienda más del doble que todas las empresas españolas juntas.
Este despropósito se debe al refugio que encuentran los grandes capitales españoles en las sicav (sociedades de inversión de capital variable), que les permite pagar solo el 1% de sus beneficios en impuestos cuando invierten en bolsa. Hay 3.347 sicav que acumulan 26.000 millones de euros en patrimonio: la mitad de lo que tiene que ahorrar el país. Dicen los inspectores de hacienda que puede producirse “un derrumbe de la conciencia fiscal de los contribuyentes honrados”.
Hay muchas más reformas y recortes previstos, por ejemplo, los empleados de banca y funcionarios públicos perderán sus trabajos, en torno a 10.000, cuando se acometa la reestructuración financiera y se eliminen duplicidades. Quedan aún por hacer la reforma del sector energético, de la que nada sabemos pero nos ha dejado una subida del 7% en la factura de la luz y del 5% en el gas natural, la ley de mutuas donde gestionarán con gran autonomía nuestras enfermedades y accidentes laborales, la ley de costas que hará del país el paraíso bananero de europa. Pero nada será suficiente y seguirán recortando sueldos, pensiones y prestaciones de todo tipo. En europa ya saben que es cuestión de meses.
¿Dónde están las respuestas a semejante agresión?. En dos jornadas de “movilizaciones” y la tibia huelga general del 29 de marzo. Al parecer, no conformes con que nos extraigan la última gota de sangre, cedemos nuestra rabia a los sindicatos para que la usen pacíficamente cuando más les conviene, por ejemplo en un día como el primero de mayo, convertido por su obra y gracia de jornada de rechazo al trabajo en fiesta y alabanza a la esclavitud asalariada. ¡Todo por el empleo!, llevan clamando durante todos estos años. Sus plegarias han sido escuchadas y los cimientos para la nueva sociedad de esclavos se van construyendo a un ritmo vertiginoso. Que concluyan o no su obra solo depende de nosotros.
¿Pero cómo pararlo? Semejante tarea requerirá unión, ideas y determinación para ejecutarlas. Se nos ocurre para el día de hoy iniciar una asamblea para debatir sobre la necesidad de recuperar la libertad de reunirnos cómo, cuándo, dónde y con quién queramos para mostrar que nuestra rabia e indignación no tolera intermediarios. Allá donde surja el abuso, la explotación, la injusticia habrá que dar respuesta individual y colectivamente, sin esperar consignas institucionales ni respetar plazos ni servicios mínimos, sin temer sus futuras leyes represivas que nos condenan a la docilidad, al inmovilismo y al hambre.
ABAJO EL TRABAJO