Ante las últimas noticias relacionadas
con las fosas comunes del cementerio del Carmen de nuestra ciudad, CNT
Valladolid rechaza en forma y fondo ideas como la de “un memorial para
fallecidos en la guerra civil sin distinción de bandos”, propuestas por
la Asociación Para La Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Hay
que tener en cuenta tanto a las familias como a las organizaciones que
sufrimos aquellas represalias. Reclamamos que no se borren las razones
ideológicas y políticas de la represión.
Exigimos que, para culminar el proceso
de dignificación de lugares como las fosas del cementerio del Carmen y
de quienes allí yacen, se cuente con las familias y con las
organizaciones en las que las personas enterradas realizaban su
actividad política, incluyendo a CNT.
BAJO EL CIRCO POLÍTICO, LA ESTRUCTURA ÓSEA DE LA DIGNIDAD
Desde CNT Valladolid estamos asistiendo
con estupefacción a todo lo que sucede en las fosas comunes que se
encuentran en el cementerio del Carmen, donde se hallan los cuerpos de
buena parte de las personas que sufrieron la represión franquista en
nuestra provincia.
Hemos denunciado con anterioridad -junto con otras organizaciones- el proceso subvencionado por el Ayuntamiento de Valladolid, ya que no veíamos con claridad que tuviera un fin concreto en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo.
Tanto más denunciables nos parecen ahora
proyectos recientes surgidos de las últimas reuniones de la ARMH con el
Ayuntamiento de Valladolid, como la de “solicitar al consistorio un segundo memorial dedicado a todos los vallisoletanos que lucharon y murieron en la guerra civil, sea cual sea su bando”, anunciada a los medios de comunicación y en concreto en El Norte de Castilla el pasado 18 de julio.
No debe olvidarse que uno de los motivos para rescatar los cuerpos hallados en el cementerio del Carmen sería identificarlos para entregárselos a las familias que lo soliciten.
Así se evitaría mezclar víctimas de la represión con personas que por
su condición social acabaron también en esas fosas comunes. Al parecer solo una víctima, Lina Neira Francés, ha sido identificada en este proceso.
En vez de esto, asistimos a un enfrentamiento entre dos percepciones sectarias de la dignificación de estos lugares,
que no cuentan con respaldo suficiente para hablar o actuar en nombre
de todas las víctimas o de las organizaciones que somos parte de la
memoria.
1. Por un lado la ARMH de Valladolid, que ha creado una especie de pasarela política
donde cada cierto tiempo los políticos de nuestra ciudad que se dicen
de izquierdas desfilan para conseguir una foto y hacer una utilización
partidista de las víctimas, sin el beneplácito de las familias y sin dar
sentido a un continuo mover los cuerpos de nuestros compañeros de un
lado a otro.
Los últimos proyectos de esta asociación
aparecen como un blanqueo del fascismo, poniendo en el mismo lugar
víctimas civiles desarmadas con personas que perdieron su vida en el
frente de batalla. Queremos dejar claro que no se hizo la guerra ni por España, ni por Dios, ni por la justicia, sino para mantener
los privilegios e intereses de una clase social amenazada por el mundo
nuevo que se estaba creando desde las masas trabajadoras.
La represión franquista en nuestra provincia no es un hecho aislado, sino calculado,
cuyo fin fue acabar de una forma macabra con cualquier oposición al
nuevo estado dictatorial. Nos parece detestable que la ARMH de
Valladolid oculte esto con argumentos como los que usaron los fascistas
para amparar el golpe de estado y el asesinato de miles de inocentes.
2. Por otro lado está la parte que se cree menos institucionalizada y que cree tener razones morales para escribir un relato idealizado sobre la República,
lejano a la verdad y que también tiene intereses políticos claros.
Nuestra organización fue ilegalizada bajo esa República, que asesinó,
persiguió y encarceló a compañeras y compañeros. En la retina de la
clase trabajadora están los sucesos de Asturias de 1934 o de Casas
Viejas.
Desde CNT queremos decir a unas y otras que esos cuerpos que se están manipulando tienen nombres y apellidos, tienen familia y, por supuesto, tenían unas ideas
(que se intentan ocultar de una manera insultante) que, en muchos
casos, estaban al margen de la lectura sesgada de esa negra etapa de la
historia.
Es inaceptable que teniendo constancia de
que hay personas asesinadas que lucharon en vida por las ideas de
emancipación que brotan de las siglas de la CNT y que fueron causa de
persecución y el motivo de su asesinato, no hayan tenido la
decencia mínima de preguntar a este sindicato ni a las familias su
parecer sobre los trabajos con que se dice recordarlas.
Por ellos desde CNT exigimos desde la más absoluta legitimidad:
- Información sobre los trabajos que se están llevando a cabo en el cementerio del Carmen y de la que hasta ahora carecemos.
- Exigimos que se cuente con las familias y
con las organizaciones en las que esas personas realizaban su actividad
política para culminar el proceso de dignificación de esos lugares y
de las personas que allí yacen.
- Que se pongan todos los medios de
identificación (incluida la gratuidad de las pruebas de ADN) para
entregar los restos a las familias que lo soliciten y puedan dar
sepultura a sus seres queridos de la forma que crean más conveniente.
- Devolución del patrimonio sindical histórico expoliado a CNT en nuestra provincia.
- El fin de la exaltación del franquismo
en toda la simbología de nuestra ciudad y provincia (algo aún
pendiente). También, claro está, en el callejero, que fue uno de los
medios de propaganda que utilizó la dictadura para someter al pueblo a
sus postulados.
- Reclamamos un foro con todas las partes
implicadas (familias, ayuntamientos y organizaciones históricas) para
realizar tanto en Valladolid como en el resto de la provincia actos de
reparación en torno a las ideas de libertad y justicia social que
defendían estas personas. La sociedad vallisoletana tiene el deber moral
de acabar, de una vez con todas, con esta situación fuera de toda
normalidad.
La experiencia nos dice que este tipo de
actos -muy al contrario de lo que se vende desde la derecha más rancia-
acaba con las fricciones entre las familias y sirve para al menos devolver
el lugar histórico que estas personas tenían en el desarrollo de una
sociedad libre, criminalizado por 40 años de dictadura y olvidado por 40
años de monarquía parlamentaria.
CNT Valladolid, 30 de julio de 2018