¡Abajo la Union Sacrée !
¡Abajo la República burguesa!
¡No a las guerras de religiones!
¡No a la democracia imperialista!
¡Sí
a la guerra anti-capitalista!
¡Abajo la UNIÓN nacional!
Luego del ataque contra Charlie Hebdo, toda la formidable potencia de
los media y de la propaganda burguesa se ha puesto en marcha para utilizar
la conmoción que ha creado esta sangrienta masacre en provecho de la “unión
nacional” y de los “valores de la República”. Gobierno, partidos de
izquierda, de derecha y extrema-derecha (el Frente Nacional de la familia Le
Pen, que fue descartado por los organizadores de la marcha del domingo,
llama a manifestar en provincia), direcciones sindicales y múltiples
asociaciones llaman a grandes reuniones unitarias; ricos y pobres,
desempleados y capitalistas, obreros y patronos han desfilado este domingo,
juntos por la “libertad de expresión” y contra el “terrorismo”, secundando a
los jefes políticos y autoridades francesas, además de unos cincuenta
dignatarios de otros países, alemanes, españoles, ingleses...
Cabe destacar la presencia del
gobierno
turco que ha arrojado a la prisión a decenas de periodistas, que ha
reprimido de manera sangrienta a manifestantes kurdos (treinta muertos) y
que apoya la acción de grupos djihadistas en Siria, o la cabeza de mármol
del inefable Netanyahou todavía chorreando sangre de sus victimas gazatíes,
etc; una verdadera Santa Alianza imperialista.
El Presidente Obama que se
opuso,
contrario a su promesa, a cerrar la cárcel de Guantánamo donde sus
prisioneros se pudren desde hace años sin derecho a juicio, sometidos a las
torturas más sofisticadas, que ha autorizado el asesinato de supuestos
“terroristas” en el extranjero (causando la muerte de civiles en bombardeos
con drones), que ha organizado una nueva guerra en Iraq y Siria, que
justifica la vigilancia omnipresente por los servicios de inteligencia US de
las comunicaciones telefónicas y de Internet en todo el mundo, que permanece
en silencio frente a los asesinatos de jóvenes negros perpetrados por la
policía de su país, etc., etc., ha afirmado públicamente su “solidaridad”
con las víctimas del ataque contra Charlie Hebdo en nombre de los ideales de
la “libertad y de ideales que son los nuestros”.
¡Pero tales libertades e ideales no tienen nada que ver con los
proletarios y oprimidos! Los ideales proletarios son la lucha contra la
opresión, la independencia de clase, la liberación de la humanidad del yugo
capitalista. Las grandes frases vacías y la compasión tele-dirigida
difundidas por los media están al servicio de una operación a gran escala
para dirigir al proletariado a apoyar el orden burgués en momentos en que
incluso, en Francia como en otros países, muestra cada vez más abiertamente
su rostro represivo y opresivo.
¡ABAJO LAS GUERRAS BURGUESAS, VIVA LA GUERRA DE CLASE!
Políticos de todo pelaje han afirmado: “estamos en guerra”. Esto es
una verdad sin reproches. Pero no se trata de operaciones policiales contra
un puñado de criminales... Francia forma parte de los Estados imperialistas,
los verdaderos terroristas a nivel mundial, que pillan y masacran a los
explotados y oprimidos en todo el planeta, que atizan las guerras. Ello sin
ir a las épocas de carnicerías todavía recientes de las guerras coloniales o
de genocidios africanos, verdaderos “valores” de la República francesa;
basta solo referirse a la actualidad más reciente para ver al gobierno
Hollande sentirse orgulloso de que la Francia, en 2014, haya sido el segundo
país en enrolarse con Estados Unidos en un nueva guerra en Medio Oriente, al
mismo tiempo que sus intervenciones militares en África se multiplicaban a
ritmo vertiginoso. El ministro de defensa se ufanaba a finales del año
pasado que en Sahel, en un año, “cerca de 2OO terroristas”
habrían sido
“neutralizados”
por los soldados galos (quienes, al parecer, no hacen prisioneros...) y más
recientemente ha afirmado que una intervención en Libia seria necesaria. Las
tradicionales tendencias belicistas de la República francesa regresan
furiosamente bajo el gobierno “de izquierda” actual. Pero para continuar su
parecer las operaciones militares en defensa de los intereses militares en
defensa de los intereses imperialistas del país galo, el gobierno sabe la
utilidad que representa la unidad nacional; la Union Sacrée fue, en
los diversos países, la condición necesaria para hacer estallar la guerra en
Europa...
Pero la guerra que llevan a cabo y sin tregua los capitalistas y sus
gobiernos en todos los países, es la guerra social interior contra los
proletarios, aun si esta guerra social – la explotación capitalista – no
se traduce habitualmente en enfrentamientos armados (las represiones
sangrientas se reservan para los periodos en que el proletariado trata de
emanciparse de su esclavitud), sino por accidentes causados por el trabajo
intensivo, asesinatos policiales, despidos laborales, precariedad y miseria
crecientes.
Por otra parte esta el hecho de que después de la crisis de 2008, hoy el
capitalismo esta amenazado de volver a caer en una nueva crisis económica
internacional. Lo cual significa inevitablemente la toma de nuevas medidas
anti-obreras, de nuevas “reformas” anti-sociales, en otras palabras, una
nueva guerra social contra los proletarios, sumado a los ataques sin
precedentes del periodo anterior.
Ahora es que se comprende todo el interés que tiene el gobierno y sus
burgueses en utilizar los cadáveres de las “víctimas del terrorismo” en
nombre de un pretendido interés común por “la paz y la tranquilidad”,
pero con el fin de desviar a los proletarios de la lucha de clase, y
encadenarlos a una unión nacional con sus enemigos de clase. Empero, no es
de paz ni tranquilidad lo que necesitan los proletarios para resistir a los
ataques capitalistas, sino del renacimiento de la verdadera lucha, de la
guerra de clase!
Terrorismo islamista reaccionario
Por su parte, los autores de la masacre y su inspiradores son igualmente
adversarios de la lucha defensiva de los proletarios contra los
capitalistas. Al contrario de lo que afirman los medias, estos no luchan
contra la “libertad de expresión” (admitida por lo burgueses cuando no
molesta) o la “democracia” (sistema de colaboración de clase basado en la
mentira de que todo ciudadano es igual a otro); según los ideólogos de Al
Quaeda a la cual se reivindican los terroristas, los proletarios musulmanes
no deben vacilar en matar y ser matados no para defender sus intereses de
clase, sino para defender al profeta! Rogando por la unión de los creyentes
y por la guerra de religiones, ocupando el lugar de la lucha de clase,
presentando como blancos, no a los explotadores, sino a aquellos que se
oponen a su religión; como todo religioso, en realidad defienden los
intereses de las clases dominantes, felices ellas pese a las apariencias de
ver el muro de contención representado por la religión contra la lucha
proletaria expandirse entre los proletarios que vienen de la inmigración; el
opio de la religión siempre ha sido utilizado por los explotadores
para engañar a los proletarios! Por otra parte los autores intelectuales y
materiales que han perpetrado los ataques sabían que su principal resultado
era el de arrojar en la sospecha a toda la población de origen magrebino, de
reforzar las discriminaciones que de hecho pesan sobre ella y justificar los
atropellos policiales del cual son víctimas constantemente, de exacerbar el
racismo y la división entre proletarios de diferentes orígenes, lo
cual es un factor importante de la actual impotencia del proletariado.
¡No ES la guerra de religiones, NI la paz social, sino la lucha de clase, la
vÍa
de SALVACION para los proletarios, VENGAN DE DONDE VENGAN!
Es por medio de sus representantes políticos y con la presta ayuda de su
sirvientes políticos y sindicales que la clase dominante llama a constituir
y reforzar la “unión nacional” en torno suyo, mientras que siembra la
miseria y la guerra en el entero mundo, que agrava cada vez más las
desigualdades y la explotación en las metrópolis, que endurece sin cesar las
medidas de vigilancia contra un “enemigo interno” que no es otro que el
proletariado!
¡Los proletarios no deben caer en la grosera maniobra política orquestada en
nombre de la lucha contra el “terrorismo”! Al contrario, los proletarios
deben rechazar toda unión con sus explotadores, rechazar la defensa de la
República imperialista y la democracia burguesa - en otras palabras,
convalidar al sistema capitalista que los aplasta; infinitamente más
criminal y terrorista que todos los djihadistas, el capitalismo cuyas
víctimas se traducen en decenas de millones, el cual para superar sus crisis
cada vez más graves y continuas, arrojará a la humanidad en una nueva guerra
mundial si la revolución comunista internacional no llega a tiempo.
Los burgueses y sus mayordomos esperan que los proletarios permanezcan el
mayor tiempo posible sometido al orden capitalista, empujados en particular
por el miedo a la amenaza terrorista islamista o por el miedo a la
extrema-derecha tradicional; pero como ellos saben que las bases materiales
de dicha sumisión se debilitan continuamente en la medida en que las
dificultades económicas empujan al capitalismo a incrementar de más en más
su presión sobre la clase obrera, utilizan todas las oportunidades – y las
más eficaces son las más sangrientas – para re-alimentar la paralizante
unión interclasista.
Si los proletarios quieren romper con su servilismo, si no quieren ser
carne de cañón en los enfrentamientos ínter-burgueses, o de carne a explotar
en la vida cotidiana, no tendrán otra solución que romper con la unidad
nacional, hacer
añicos de esta, romper la colaboración de clases, retomar la vía de la lucha
de revolucionaria de clase;
la
subversión del capitalismo a fuerza de su revolución, indispensable para
poner fin a los horrores innombrables de este sistema, y por que nazca una
nueva sociedad sin clases y sin guerras, sin discriminaciones, una sociedad
basada en la real fraternidad común: el comunismo. La unión de los
proletarios de todo origen y de toda nacionalidad es la condición primera
para resistir a todos los ataques capitalistas, y para recuperar con esta la
fuerza para pasar al ataque contra el capitalismo. Los proletarios no
tienen nada que perder, sino un mundo a conquistar!
¡Abajo la unión nacional! ¡Viva la unión de los
proletarios en la lucha de clase anticapitalista!
¡Abajo la República burguesa! Viva la revolución
comunista mundial!
Partido Comunista Internacional
11
de enero
de 2015
www.pcint.org