Los sindicatos mayoritarios aceptan medidas de flexibilidad tras el cálculo de la empresa de un excedente de 300 empleos, 80 de ellos en Valladolid.
Los sindicatos mayoritarios en el comité de empresa de Michelín, compañía con cuatro centros de trabajo en España, han propuesto a la dirección un reparto del trabajo de forma proporcional para evitar los despidos en la plantilla de esta multinacional, con factorías de fabricación de neumáticos en Valladolid, Aranda de Duero (Burgos), Vitoria y Lasarte (Guizpúzcoa).
El comité mantuvo un encuentro en Vitoria en el que se presentaron tres alternativas: la defendida por Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, otra de la Confederación de Sindicatos Independientes y otra de la Confederación General de Trabajadores (CGT). La primera venció por seis votos a favor frente a los tres de la segunda y al único obtenido por la tercera iniciativa.
La propuesta será así la promovida por CC. OO. y UGT, quienes comunicaron que «ante el mensaje lanzado por la empresa en la reunión del 8 de marzo último, CC.OO. y UGT vamos a apostar por la vía de la negociación, en la idea de lograr soluciones y espacios de encuentro que permitan a ambas partes, Michelin y trabajadores, encauzar sus intereses», aseguraron en una nota difundido ayer. La empresa ha señalado que como consecuencia de la caída de la producción se calcula un excedente de mano de otra de 300 empleos, de los que 80 corresponderían a la planta de Valladolid, indicaron las fuentes.
Sistema de turnos
Precisa sin embargo la nota que no entienden el paquete de medidas propuesto por la dirección de Michelin España «ya que difieren mucho de nuestros planteamientos sindicales», apunta el comunicado que señala como primer objetivo el mantenimiento del sistema de turnos alternativos de 5x8. «Las medidas planteadas por la empresa pueden suponer la reducción de los niveles de empleo estable existente en Michelin. Pero además, van a 'eventualizar' parte de la plantilla futura, quedando a expensas de las producciones asignadas en cada momento; es decir, que en un futuro próximo tendríamos trabajadores eventuales no consolidables, de quita y pon», argumentan las centralessindicales, que condicionan «cualquier posibilidad de diálogo a la continuidad de los 5 equipos como garantía del empleo estable perdurable en el tiempo. El sistema 5x8 ha demostrado que con cargas productivas normales es muy eficiente. Ni que decir tiene, además, que ayuda a mantener un mejor reparto de rotaciones y descansos», afirma la nota.
Las dos formaciones proponen una nueva tabla de aperturas «que cubra las zonas de vacío que no se contemplan, intentando guardar un equilibrio entre trabajo y remuneración, con el principio del reparto del trabajo existente en cada momento», explican. «Dicho de otra manera, en épocas de poco trabajo, trabajar menos para trabajar todos. Dada la complejidad de la solución necesitamos más de tiempo para elaborarla», apuntan.
Máxima afectación
La iniciativa reclama la máxima afectación colectiva de las medidas, «es decir, deberán de reducirse al mínimo las que impliquen una disposición individual de la jornada de los trabajadores por parte de la empresa», matizan en el comunicado.
«Ante una propuesta donde los trabajadores nos implicaríamos de manera activa, entendemos imprescindible el control sindical, la información, planificación, debate y decisión de las condiciones para la regulación en el tiempo de los sistemas de trabajo y sus calendarios. Por eso reclamamos a la dirección que retire sus planteamientos para encontrar salidas compartidas y negociadas», finaliza la nota.
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La exigencia de la empresa privaría a la plantilla del 5x8 de unos 6.000 euros al año.
Las centrales tampoco están dispuestas a tolerar un salario "de principiante" de dos años para los nuevos contratos. El acuerdo entre la mayoría sindical (UGT y CCOO) y la empresa está cada vez más cerca.
La negociación entre la dirección de Michelin y su comité intercentros entró ayer en una fase de no retorno donde las posturas quedaron prácticamente definidas. Después de tres encuentros previos, ambas partes fijaron las líneas básicas para alcanzar un acuerdo que permita a Michelin adaptarse a la compleja situación que atraviesa el sector sin perder un ápice de competitividad. Así, el acuerdo más determinante fue el mantenimiento del sistema 5X8 (cinco turnos de ocho horas) como alternativa imprescindible para el reparto del trabajo y la salvaguarda del empleo. Teniendo en cuenta que el planteamiento inicial de la firma francesa pasaba por el despido de 300 trabajadores en sus cuatro plantas -un centenar de ellos en Vitoria-, el mantenimiento de este sistema siempre se ha considerado una "línea roja" infranqueable, tal y como ya le hicieron saber UGT y CCOO a la dirección el pasado día 22 en Lasarte.
Asumida por tanto esta exigencia como base de sistema de trabajo, la representación de la compañía movió ficha. Y como en cualquier intercambio de impresiones en una negociación de estas características, puso precio al gesto asumido. En este caso, un reajuste a la baja de los pluses de los trabajadores del quinto equipo, así como la prórroga del salario de nuevo ingreso como mínimo hasta los 24 meses, seis menos de los esgrimidos en el planteamiento inicial. "Este punto lo hemos despachado rápido porque no hay nada que negociar en estos momentos. Estamos hablando de analizar la flexibilidad de la planta y no de la tipología de los contratos, así que no hemos profundizado más allá de considerar injusto y peligroso querer mantener durante dos años a los futuros nuevos trabajadores con un sueldo de principiante", sostuvo por teléfono un portavoz de CCOO.
Así que el grueso de la discusión, "las lagunas y los obstáculos" que para UGT impiden dar por finalizadas aún las negociaciones, se centró en los diversos pluses vinculados al 5X8 que cada trabajador recibe por trabajar los fines de semana y algunos festivos. A grandes rasgos, cada uno de estos operarios -unos 1.500 en Vitoria- recibe de media unos 350 euros al mes por este concepto que al cabo del año se traduce en cerca de 6.000 euros. Una cuantía considerable que ninguno, lógicamente, está dispuesto a perder. "En situaciones donde la bajada de la producción nos obligue a cerrar, ese límite estará en la reducción proporcional de nuestro plus de sistema según vayamos dejando de trabajar en fines de semana y festivos, pero nunca en la pérdida de salario", advirtió CCOO a través de un comunicado.
Al margen de estas disputas, el ambiente entre la empresa y los sindicatos vendidos mayoritarios invita al acuerdo. En eso coinciden todas las partes, salvo ELA, LAB, ESK y CGT, que unidos en una plataforma común, advierten de que la oferta de Michelin "sólo pretende precarizar el empleo".
