Las protestas por el despido de una trabajadora de Cruz Roja en Valladolid no han cesado desde que se produjeran los graves hechos relatados en otra noticia anterior (La Cruz roja, ¡Qué cruz!: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2023/11/la-cruz-roja-que-cruz.html).
La jornada se ha desarrollado frente a las sedes locales de Cruz Roja y pretendía conseguir que la empresa readmita a la compañera y ponga fin a esta situación de indefensión. Que si no es así se resolverá el próximo día 7 de marzo en sede judicial.
Los hechos se inician en febrero de 2023 en Valladolid cuando la persona afectada constata una actitud y trato degradante hacia las personas usuarias y trabajadoras por parte de otro empleado del centro. Después de repetidas peticiones al empleado para que cambie de actitud y de varias comunicaciones de manera oral a su superior; la trabajadora despedida decide dejar constancia de los hechos comunicándolos a su superior. El empleado es trasladado a otro puesto de trabajo, pero a partir de ahí se inicia contra la trabajadora una campaña de acoso que finalmente en julio de 2023 se traduce en despido disciplinario.
Las razones que la empresa Cruz Roja aduce como causa de despido son tres (v. narración cronológica de lo hechos: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2023/11/la-cruz-roja-que-cruz.html):
‐ La falta de rendimiento: hecho completamente falso, ya que la trabajadora a raíz de la denuncia, y durante cuatro meses, comienza a realizar las tareas de dos personas (dado que no se cubre la plaza del empleado apartado, que es trasladado a otro puesto de trabajo).
‐ Fraude, deslealtad y abuso de confianza por reclamar las horas extras que la compañera se ve obligada a realizar al tratar de sacar adelante el trabajo de dos personas. Hecho que evidencia que el despido es también por reclamaciones laborales básicas.
‐ Desobediencia a las órdenes de un superior. Ante la excesiva carga de trabajo a la que se somete a la trabajadora, esta pone por escrito que es imposible llegar a terminar las tareas de dos personas y es necesario cubrir el otro puesto de trabajo o señalar las tareas más importantes para priorizarlas. Hecho que la empresa no señala, entendemos que creyendo que podría justificar el despido.
La compañera por su parte ha denunciado a la empresa por despido, por abuso en las horas extras y está en marcha una denuncia por acoso laboral. El comité de empresa ha interpuesto a su vez una demanda por acoso sexual, siguiendo un protocolo interno. Dicho comité de empresa está constituido por 7 delegadxs de UGT y 2 de CGT. En el acto de conciliación la empresa se negó a hablar. Los trabajadores y voluntarios que se han posicionado con la compañera han sido amenazados por la empresa dándoles el toque para que se callen... lo que viene a demostrar aún más el carácter represivo que impera en la Cruz Roja.
Se están dando pues hechos muy graves en cualquier empresa, pero más aún en una que se presenta como no gubernamental y se nutre principalmente de dinero público y presta asistencia social: Por un lado, un encubrimiento ante comportamientos de riesgo y vejatorios por parte de un empleado de Cruz Roja; por otro acoso laboral y falsas acusaciones que incluso en un momento dado del periodo de acoso provoca la baja por ansiedad de la trabajadora.
Por todo esto: exigimos la readmisión inmediata de la trabajadora despedida. Así como la investigación del comportamiento de los responsables de Cruz Roja que no sólo amparan tratos vejatorios y de riesgo para las usuarias y trabajadoras sino que acosan a la persona que los pone en conocimiento de la empresa hasta inventarse su despido. Sabemos que el puesto de la compañera ha sido rápidamente cubierto, lo que demuestra más si cabe que nos encontramos ante un despido disciplinario. También sabemos que quien la ha sustituido pertenece una categoría inferior, lo que demuestra la degradación del empleo que está realizando la Cruz Roja en su gestión del servicio. No es la primera vez que esta empresa es sancionada por las horas extras en los tribunales.
Recordamos que actualmente y durante la denuncia de estos hechos, la presidenta de Cruz Roja en Valladolid era y es Rosa Urbón (1), actual presidenta de Cruz Roja en Castilla y León y mujer del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, del Partido Popular. Rosa Urbón fue directora del antiguamente denominado Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Como su marido, Jesús Carnero, actual alcalde de Valladolid, lleva toda la vida ocupando cargos políticos en la región, de la mano del PP.
De los 1.213 municipios en los que Cruz Roja actúa en España, más de la mitad se encuentran en Castilla y León. En Valladolid, concretamente, Cruz Roja cuenta con dos instalaciones, las sedes provincial y regional.
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NOTA:
(1) Rosa Urbón Izquierdo es la presidenta autonómica de Cruz Roja en Castilla y León desde mayo del año pasado. Urbón lleva desde abril de 2019 vinculada activamente en los órganos de gobierno de la entidad a distintos niveles. Los últimos años ha sido vicepresidenta autonómica junto a José Ignacio de Luis Páez. Además, lo ha compatibilizado con su cargo como presidenta provincial en Valladolid. Su currículo es extenso: Directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Licenciada en Derecho por la Universidad de Valladolid, pertenece al Cuerpo Superior de la Administración de Castilla y León.