MESA REDONDA con compañeras que afrontan directamente las acciones represivas del Estado:
martes 24 de octubre, a las 19:00; en La casa de las palabras (c/ San Ignacio, 9, Valladolid).
Hay dos clases de trabajadoras, las que tienen problemas con su empresa o su subsistencia, y quienes las van a tener. Quienes se benefician de nuestra explotación saben que no pueden tenernos eternamente almorzando aire y humillaciones, y por eso intentan mantenernos a raya de distintas maneras, relacionadas entre sí: la adición a la televisión y las redes sociales, el divide y vencerás, la propaganda fascista, racista y machista (ingresos misteriosos de Vox o Sociedad Civil Catalana...) y la represión, en la que el Estado invierte cantidades multimillonarias.
No se trata sólo de represión violenta, de cárceles o de palizas. Gracias a la prensa comprometida sabemos que la policía -también la del "gobierno más progresista de la historia"- ha infiltrado espías y manipuladores en los colectivos en los que las vecinas nos unimos para combatir los ataques de empresaurios, bancos y egoísmos colectivos. Pero estos colectivos no son "víctimas" por ello, sino grupos que reciben los zarpazos de un sistema social moribundo: es imprescindible que los colectivos sociales seamos conscientes de que construir un mundo distinto al que nos destruye traerá consecuencias.
Una de ellas es ser multada por sacar a la luz lo que ocurre -"las paredes son los periódicos del pueblo"-, con un encarnizamiento que sería de risa si no fuera real. Otra, las penas de cárcel por hacer acción sindical que afrontan compañeras como Las 6 de la Suiza de Gijón; un caso muy grave, por sentar el precedente de que la acción sindical de toda la vida es definida como "coacciones".
El de La Suiza es un caso tan grave como sintomático: una de las armas de quienes nos explotan mientras hablan de 'democracia' es negar de puertas para afuera que persigan a trabajadoras por motivos políticos, pero luego aplicar el máximo rigor por delitos definidos como "comunes" a quien promueve una sociedad alternativa - cuando no estira conceptos como el de "terrorismo" para englobar a antifascistas o ecologistas en este mundo en que los termómetros empiezan a estallar en invierno.
Solidaridad y apoyo mutuo son los diques contra esta marea represiva, y para potenciarlos hemos convocado esta mesa redonda con personas que la viven en primera persona. ¡Os esperamos!