Algunas reflexiones sobre el resultado electoral en la provincia de Valladolid

La subida del partido del moco está siendo la gran noticia de estas elecciones para la prensa que le engorda día a día con entrevistas y declaraciones. Dicha subida, sin embargo, se había producido anteriormente (elecciones generales), cuando ya tuvieron un porcentaje de voto superior al 15%. Pero aquí no hay “cordón sanitario” contra el fascismo, aquí lo que hay es normalización y aceptación: muchos son los chicos del PP, hartos de su padre, “los buenos españoles”. Y así, ya podemos decir que somos europeos y tenemos un partido de extrema derecha en el parlamento...

Veamos los resultados de la provincia de Valladolid en las elecciones autonómicas del 13 de febrero:

Y ahora los resultados de las elecciones generales de 2019:

La comparativa de los datos dice algunas cosas:

• La bajada en votos de los dos partidos mayoritarios contrasta con su subida relativa en porcentaje. Esto se debe a la mayor abstención y a la caída de Ciudadanos y UP.

• La situación entre ambos sigue siendo más o menos la misma, gana el PSOE por muy poco. La división general va por pueblos, zonas, barrios... pueblos grandes del PP son Simancas, Peñafiel, Tordesillas, Arroyo... pueblos grandes del PSOE son Medina de Rioseco, Laguna, Tudela de Duero, etc... en la capital gana el PSOE, por el voto de los barrios obreros del este y del norte donde es mayoritario (con porcentajes superiores al 40%), en el centro y algunos barrios del sur gana el PP... Ambas zonas corresponden, mayoritariamente, a una división clasista muy marcada: zonas más obreras en rojo, zonas más pudientes en azul.

• La subida de votos del moco en realidad es que se reducen sus apoyos 2000 votos. Pero la fidelidad de sus votantes está fuera de dudas. Sus votos aparecen en porcentajes del 10 al 20% en casi todos los barrios, pero se multiplican en los barrios más acomodados o en las residenciales burguesas donde superan el 30%: Boecillo, Fuente Berrocal...

• Ciudadanos que cae en toda Castilla y León se mantiene relativamente en la provincia de Valladolid aunque pierde cerca de 8000 votos que, por lo que parece, se reparten entre los tres partidos anteriores

• La bajada de votos de UP (Podemos-Izquierda Unida) es muy reseñable, pasando de 34.000 a 18.000, de un 11% a un 6'9. Una parte de estos votos pueden haber ido al PSOE (el famoso “voto útil”), pero muchos de ellos se han quedado en casa.

  LA ABSTENCIÓN ha subido en la provincia, como en toda Castilla y León. El total de votantes es del 66% del censo, con una abstención del 33,2%...

  ¿Y todo esto que quiere decir?

  La desafección hacia la clase política es un hecho que parece ir en aumento elección tras elección. La caida de UP demuestra que su participación en el gobierno la ha convertido en lo que muchos ya denunciamos cuando surgió: la izquierda del capital, apoyo útil del Partido socialista y sostén del estado-capital.

  ¿No será que los votantes de UP querían la derogación de la reformal laboral y de la ley mordaza, por ejemplo, y nada de esto se ha producido?

  Esto, entre otras cosas, prepara la llegada del pacto PP-Moco, y permite constatar una derechización del votante... el trasvase va de izquierda a derecha en general, siendo el PSOE la gran fuerza central del panorama político, central para el control de la población obrera que todavía se mantiene bajo su ala, y central para el sostén y modernización del sistema capitalista en el Estado español.

  La guerra que libran las derechas desde la subida triunfal de Podemos se debe, sin duda, a las dificultades de los capitalistas para la extracción de beneficios en una situación de guerra económica internacional declarada. La opción “liberal” derechista de Ciudadanos solo era una prueba... entre todos preparan la normalización del fascismo por si la situación internacional empeora (cosa bastante probable). No es otra la razón de que la prensa nacional y local haya inflado la “victoria” del moco... no es otra la razón última de lo que estamos viendo en la guerra interna del PP en Madrid. La guerra capitalista es permanente: guerra declarada, guerra por declarar, guerra militar, guerra comercial... y el panorama político presenta todas las respuestas que la clase burguesa puede dar: fascismo/ socialdemocracia, conservadurismo/reformismo, nacionalismo/localismo...

La entrada del moco en el gobierno debería ser contestada, evidentemente. La sanidad, la educación, los derechos sociales, la libertad cotidiana peligran bajo su bandera de LIBERTAD (para lo suyo, para el que pueda pagarla). Su nacionalismo casposo es la bandera de la peor burguesía española que antes siempre estuvo en el PP (cuando el PP sacaba más del 50% de los votos en esta tierra). El PP es un partido corrupto en muchas de sus esferas y sigue dominando el ruralismo castellano y leonés.... y esto es uno de nuestros mayores problemas. Llevamos toda la vida luchando contra ellos. Pero es igual de importante denunciar lo que el PSOE supone, ha supuesto y sigue suponiendo para la clase trabajadora de este país: el partido del engaño y la reconversión, de la represión y las reformas laborales, el Partido (ni socialista ni obrero) Español... entre unos y otros han forjado la unidad de clase de la burguesía española, con sus rencillas y sus guerras internas (como la que estamos viviendo).

La lucha del proletariado está fuera del circo electoral. Y contra él.

Nuestra lucha es día a día, calle a calle, barrio a barrio y curro a curro, conflicto tras conflicto... abriendo espacios, denunciando injusticias, luchando contra la represión y la explotación. 

Las elecciones pueden servirnos para dar un vistazo al panorama “votante” (como visión sociológica), pero -como en casi todo- falta la realidad completa en su movimiento. Y faltamos todos los demás: desde los que “pasan” a los revolucionarios, desde quien no se mueve a los abstencionistas activos... marginados e ilegales, excluidos y explotados... nadie y ninguna.

A todas ellas, a todos ellos... nos queda mucho trabajo, más esfuerzo, más, para forjar, mediante la lucha social y la solidaridad, la UNIDAD de clase y anticapitalista, o nos comerán.

Los capitalistas ya han elegido.

Armando