- contaminación desenfrenada derivada de métodos extractivos ecocidas de los recursos naturales y materias primas, abarcando desde el fracking a la minería a cielo abierto sin control que destruyen el entorno y los acuíferos que le dan vida
- la deforestación y destrucción directa de hábitats naturales por el fuego o por la maquinaria, para implantación de pastos o intereses especulativos de la construcción y el turismo
- implantación de cementerios de residuos tóxicos y vertederos de los bienes desechados que resultan en focos de enfermedades y contaminación ambiental, química, etc.
- el uso intensivo de los vehículos de motor de combustión en nuestras ciudades cuyos gases contaminantes deterioran nuestra salud
- la sobreexplotación y contaminación de los hábitats marinos
- los vertidos y emisiones industriales descontrolados de contaminantes destructores del entorno
- el gasto energético necesario para la sobreproducción característica de este sistema
[comunicado de CNT Valladolid ante la convocatoria global por el clima del 27 de septiembre 2019]
La CNT Valladolid y sus afiliadas somos plenamente conscientes del desastre ecológico y medioambiental que enfrenta nuestra sociedad y que amenaza nuestra salud y calidad de vida en el mejor de los casos o nuestra misma supervivencia como especie en el peor de ellos.
Del mismo sabemos que el desastre medioambiental en ciernes tiene su origen en el productivismo industrial irracional del modelo socioeconómico capitalista neoliberal del
que somos víctimas en todos los aspectos, que abarcan desde la
explotación laboral que sufrimos para su desarrollo, hasta las
enfermedades, cánceres y dolencias que sufrimos derivados del coste
medioambiental y para la salud de dichas actividades cuando se
desarrollan primando satisfacer el beneficio económico en lugar del
bienestar social.
Seña de identidad propia de este productivismo
industrial capitalista son el despilfarro de los recursos naturales,
tanto energéticos como de materias primas, la emisión de agentes
contaminantes dañinos y la generación de vastas cantidades de residuos
de difícil gestión, entre otros.Todo ello sin tener en consideración las consecuencias medioambientales.
También es característico de este irracional sistema productivo el crecimiento constante e insostenible de la producción de bienes; superfluos en unos casos y en otros enfocados a un uso individualizado y NO colectivo,
lo cual maximiza el número de unidades vendibles producidas y por tanto
los beneficios empresariales (este es el caso, por ejemplo, de los
coches para el transporte). Todo ello sin atender el coste en las
ingentes cantidades de recursos energéticos y materias primas
necesarias, resultando un sistema del todo ineficiente.
Del mismo modo y con objeto de alimentar de forma continuada en el tiempo los beneficios empresariales se implanta la máxima capitalista de fabricar bienes no fiables o poco robustos con una vida de utilización limitada de
forma que deban ser sustituidos o renovados cíclicamente reportando
nuevos beneficios económicos a la estructura capitalista y atrapándonos
en jornadas de trabajo sin fin que esclavizan nuestra existencia.
El desastre medioambiental incluye, entre otras cosas:
Todas
estas actividades, muchas de ellas desarrolladas en condiciones
insalubres y de explotación, destruyen la salud de los trabajadores que
las realizan y la de los habitantes del entorno directamente afectado,
especialmente en países con legislación ambiental y laboral más laxa
donde nuestras empresas desarrollan su actividad sin restricciones.
Debemos
huir del discurso que culpabiliza a las trabajadoras y a nuestros
supuestos excesos de consumo a nivel individual, puesto que no somos
gestores de este modelo productivo, ni se nos consulta sobre cómo, qué y
en qué cantidades o condiciones producir, o que legislación y
limitaciones medioambientales disponer, sino que más bien se nos
bombardea mediáticamente y se nos educa cotidianamente para asumir y
hacer un uso intensivo de este sistema productivo. Por tanto, somos
más bien víctimas tanto en el ámbito laboral como en el de consumidor
con graves consecuencias para nuestra salud y la del medioambiente.
Existe
también una clara voluntad de achacar muchos de estos desastres al
clima, un ente abstracto y variable por su propia naturaleza mediante el
que se pretende hacer explicar cosas como el fin de la biodiversidad
obviándose la contaminación y agresión directa al medio ambiente de
nuestra actividad industrial capitalista, el verdadero problema y origen
de todo. Cuando el clima es culpable la responsabilidad directa de las
empresas y gobiernos contaminadores y destructores de los hábitats
naturales y el medio ambiente parece difuminarse.
Una
tesis que obvia intencionadamente tanto el verdadero origen del
problema como la destrucción generada por los factores que hemos
comentado anteriormente. Mucho se esfuerzan los medios de comunicación
en orientarnos hacia lo que debemos pensar y en qué modo actuar,
escondiendo la instrumentalización del movimiento verde en pos de sus
intereses de clase, ya sean estos un cambio tecnológico en ciernes,
rentable para determinados sectores empresariales, o posibilitar la
limitación de la actividad industrial de potencias competidoras
emergentes cuya desarrollo se basa en las tecnologías sucias de las que
ya hicimos uso intensivo nosotros.
Así
se explica la intervención de poderosas agencias de relaciones
públicas, e incluso de formaciones políticas, en la fabricación de
estados de opinión y dirigismo del movimiento. O incluso asistimos al
anuncio de cierres patronales de “entidades comprometidas” de cara a la
huelga del clima.
Cuando entre los
actores que incitan a la protesta y a la acción se encuentran también
los mismos que son responsables o cómplices del desastre ambiental, es
nuestro deber cuestionar sus verdaderas intenciones y exigir
transparencia, compromiso sincero y acciones directas sobre la verdadera
raíz del problema.
Fuente:https://www.cntvalladolid.es/ante-la-huelga-mundial-por-el-clima-del-27-de-septiembre-de-2019/
Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.
si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com