Comunicados y posicionamientos... ANTE LOS ATENTADOS DE BARCELONA:
INTERNACIONALISMO PROLETARIO
CNT Barcelona
Desde la Confederación Nacional del Trabajo mostramos nuestra más absoluta pena, indignación, confusión y dolor ante el atentado sufrido en Barcelona.
Una vez más ha sido el pueblo, la población civil, la gente corriente, la que ha sufrido las consecuencias de guerras que no son suyas. Una vez más el pueblo vuelve a poner el sufrimiento y los muertos.
Esta vez ha cambiado la localización, ha cambiado el lugar. Esta vez ha sido golpeado el corazón de Barcelona. Pero otra vez el objetivo ha sido el mismo: la población civil desarmada e inocente.
Ya sea en Irak, Afganistán, Siria, Yemen, Londres, París, Berlín, el Mediterráneo o en las vallas de Melilla, volvemos a convertirnos en víctimas propiciatorias, en daños colaterales de una guerra entre bandos que desconocemos, que no repara en medios ni límites para alcanzar sus objetivos, que no conoce el significado de la palabra “amor”. Bandos para los que el poder está por encima de las personas y de la vida. Bandos que no nos representan.
Estamos seguros de que ningún acto vil y despreciable como éste conseguirá convertirnos en lo que no somos. No van a conseguir enfrentarnos a nuestros hermanos y hermanas de clase. A buen seguro, este acto rastrero debe servir para vernos reflejados, para comprendernos y para reforzar nuestras convicciones morales de solidaridad y apoyo mutuo entre las personas y los pueblos.
Frente a aquellos que predican la intolerancia, la persecución al diferente o la superioridad religiosa, racial o de clase, nos levantamos como pueblo valiente, diverso y luchador.
Todo nuestro amor a los que sufren.
Es falsa la disyuntiva que nos plantean Rajoy o Puigdemont: la “democracia” contra el “terrorismo”, la “libertad” contra la “barbarie”. Y es lamentable que Colau –y parece que Podemos a tenor del comunicado de la Mesa y la Junta de Portavoces del Congreso- se sumen a su llamamiento a la “unidad”. ¿De qué democracia hablan? ¿De la que nos llevó a la guerra de Irak? ¿La que apoya al estado genocida de Israel? ¿La que con el rey en persona firma millonarios contratos de armas con la sangrienta monarquía de Arbia Saudita? ¿La que considera al criminal Al-Assad, un mal menor para Siria? ¿La que militariza las fronteras europeas y condena a la muerte en el mar a miles de personas? ¿La que recorta derechos y libertades y criminaliza las luchas en nuestro país? ¿La que condena a la clandestinidad y la sobreexplotación a miles de trabajadores y trabajadoras sin papeles? Todas estas políticas de las “democracias” europeas al servicio de las multinacionales, son parte del problema, y no parte de la solución. No podemos esperar que tanta violencia, tan cerca, no nos salpique. Son estas políticas las que alimentan la espiral en que crece el fanatismo y grupos como Daeix que –no debemos olvidarlo- se han hecho fuertes en Siria e Irak sofocando en sangre la lucha por la libertad de sus pueblos.
Por eso no nos creemos las lágrimas de cocodrilo de los gobiernos que son responsables también de esta violencia. Y no nos pondremos detrás de sus pancartas, que sólo utilizarán para sembrar más sangre y más miedo. Ya pasó después de los atentados de París, con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu encabezando la manifestación al lado de los jefes del imperialismo, la declaración del estado de emergencia y los bombardeos franceses al día siguiente sobre Siria. No será en nuestro nombre, que se validen y profundicen estas políticas una vez más. No será utilizando los muertos inocentes de hoy en Barcelona que se legitimaran los bombardeos indiscriminados del imperialismo sobre Raqqa o Mossul. Como gritamos después de los atentados de Atocha, las bombas en Bagdad estallan en Madrid.
Tampoco en nombre de nuestra seguridad aceptaremos la militarización de nuestras vidas, como presagia la convocatoria del Pacto Antiterrorista anunciado ayer por Rajoy. Como tampoco que se cierren las fronteras a la gente que huye de la guerra –y de un terror mayor al vivido ayer aquí- o de la miseria. Ni tampoco, que se ponga en el punto de mira a los migrantes o a los musulmanes.
Pero igual que no nos encontraran tras las banderas del Estado encabezado por la Monarquía, saldremos a la calle a acompañar las familias de las víctimas y a gritar muy fuerte todo esto: ¡los muertos son nuestros, del pueblo, y no de la política de la violencia contra los pueblos de aquí y de todo el mundo!
Barcelona, 18 d'agost de 2017
LA CGT ANTE EL ATENTADO EN BARCELONA:
http://www.cgt-cyl.org/spip.php?article4258
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NdR. Recibimos y publicamos sin más. Deploramos la utilización aséptica de la palabra "pueblo". Nos reclamamos del proletariado y de la lucha de clase proletaria.