Tras más de 3 años construyendo barrio y creando en colectivo, el propietario, Ignacio Moreno, le roba a toda la comunidad, a todas nosotras, un espacio construido en colectivo en base únicamente a su propio interés económico y saltándose lo previamente establecido por un juez. Y lo hace de manera profundamente cobarde, sin dar la cara, sin arriesgarse lo más mínimo, contratando a dos personas de seguridad para que pongan el cuerpo en defensa de sus intereses. Aquellos que sólo tienen el dinero, sólo saben actuar con el dinero.
Nosotras, que no nos rendimos, que no renunciamos a aquello que sabemos nuestro, que no reconocemos en la propiedad privada nada más allá que un abuso del uno frente al todas, y que no delegamos nuestra propia responsabilidad en nadie, pusimos nuestras cuerpas para recuperar el espacio, y en un descuido del personal de seguridad volvimos a entrar en el CSOA para, de nuevo, devolvérselo al común.
Ante esta provocación, en la que un propietario le arrebata la posesión a unos poseedores que carecen de título para ejercerla, Delegación de Gobierno no tenía base legal alguna para actuar. Pero actuó. Y es que por encima de la Ley el gobierno tiene su propio ADN, liberal y represivo, conoce bien quien son sus aliadas y quien sus enemigas y mantiene su propia agenda ante la okupación, la que criminaliza por la prensa, reprime por los hechos y establece coordinación con fiscalía, policía y empresas para acabar con los espacios liberados.
Desde la Oficina de Okupación de Madrid queremos mostrar toda nuestra solidaridad con las compañeras de la Morada, porque cuando nos tocan a una, deben saber que lo somos todas. De un barrio a otro abrimos espacios y liberamos territorios dentro de esta metrópolis para encontrarnos, cuidarnos y sabernos juntas. Y no vamos a permitir que los intereses privados de aquellos que nos quieren solas nos sean impuestas, ni por ellos, ni por las empresas, ni por el Estado que los defiende.