Cuando se han cumplido dos años de la entrada en vigor de
la reforma laboral más profunda que han conocido las relaciones
laborales en España, el debate radica en dilucidar si esta ha destrozado más, mucho más o del todo, las relaciones laborales en cada empresa y si ha tenido
algo que ver en el cambio de rumbo que parece haber tomado el mercado de
trabajo, o si este se debe al agotamiento de la crisis a escala
mundial.
En cualquier caso, ni en España, ni mucho menos en Castilla y
León, se puede hablar de que haya terminado el deterioro del mercado
laboral, puesto que si bien el paro no aumenta como lo hacía, el empleo
sigue sin mostrar signos de recuperación.
Los representantes regionales
de los sindicatos CC OO y UGT incidían de nuevo la pasada semana en las
negativas consecuencias de la reforma –más desempleo, pérdida de
ocupados, rebaja de cobertura de los convenios...–, frente a las tesis
del Gobierno del PP, que sostiene que se ha frenado la destrucción de
puestos de trabajo, y de la patronal, que la ensalza porque ha aportado
la flexibilidad que necesitaban las empresas, aunque también reclama
algunos retoques más.
En Castilla y León, la descomposición del mercado laboral
ha sido más acusada que en el conjunto de España desde la entrada en
vigor de los cambios y hay que aplicarse para encontrar alguna mejoría
en el panorama laboral. Desde la Junta aún se puede seguir proclamando
aquello de que «tenemos un diferencial favorable de unos cinco puntos en
la tasa de paro, aunque no por ello estemos satisfechos», pero el reto
que se le plantea en este momento a la comunidad es no descolgarse de
una incipiente recuperación que en los últimos meses ha sido más intensa
en el conjunto del país.
Empleo: Menos ocupados y cotizantes
La madre de todos los problemas es la caída de la
ocupación. En los dos años transcurridos desde la reforma laboral, el
descenso ha sido del 8,8% en Castilla y León, hasta llegar a 887.500
puestos de trabajo, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del IV
trimestre de 2013. En el conjunto de España, el descenso fue del 5,9% en
el mismo periodo, hasta los 16,75 millones de ocupados.
De manera simultánea, la cifra de afiliados a la Seguridad
Social en la comunidad autónoma ha caído el 6,8%, hasta situarse en
824.131 cotizantes el pasado mes enero, un retroceso que es más de dos
puntos superior al registrado en el ámbito nacional (4,6%). Que la
destrucción de empleo se frena más en el conjunto del país que en
Castilla y León pudo constatarse con los datos de afiliación de enero:
el descenso interanual de cotizantes fue del 0,04% en España y del 1,55%
en la región.
Paro: Sube más en Castilla y León
Si la recuperación del empleo está siendo menos intensa en
la región que en el país, con la escalada del paro sucede algo similar.
Castilla y León despidió 2011 con una tasa de paro del 17,1% según la
EPA, mientras que en España era del 22,9%. Dos años más tarde, ambos
parámetros están en el 22% y el 26%, respectivamente. Conclusión,
mientras la tasa de desempleo nacional ha crecido algo más de trece
puntos, la autonómica lo ha hecho más del doble, 28 puntos.
De hecho, la EPA del IV trimestre de 2013 dio a entender
que mientras el incremento del paro puede haber tocado techo en España,
en Castilla y León sigue buscándolo. El número de parados aumentó en
10.000 personas en la región el año pasado (4,17%), frente a un descenso
a nivel nacional del 1,16%.
Por otro lado, desde la perspectiva del paro registrado en
las oficinas de los servicios públicos de empleo (Ecyl en Castilla y
León) sucede algo parecido: ha crecido el 10,5%, cuando en el conjunto
del Estado la subida fue del 4,7%.
Empresas: Casi 4.500 pymes menos
Por cientos de miles se cuentan las empresas que se han
llevado por delante estos casi seis años de crisis. La inmensa mayoría
de ellas eran pequeñas y medianas, las que de verdad conforman el tejido
empresarial español. De acuerdo con el directorio de la Seguridad
Social y solo en los últimos dos ejercicios, en Castilla y León se han
volatilizado 4.478 empresas, hasta llegar al actual censo de 64.447. De
forma paralela, en toda España han echado el cierre 48.830, hasta
situarse en 1,14 millones. Trasladadas las cifras absolutas a
porcentajes, para poder hacer la comparación, el resultado es que
tampoco en este ámbito sale bien parada Castilla y León, ya que en el
país han desaparecido el 4,1% de las empresas desde enero de 2012 y en
la comunidad autónoma, el 6,5%.
Contratación: Entre la cal y la arena
Parte de la crítica que hacen los sindicatos a la reforma
laboral tiene que ver con la calidad del empleo creado y la del que se
mantiene. En este periodo de dos años, la estabilidad laboral ha
mejorado ligeramente en el conjunto de España. Mientras tanto en
Castilla y León, aunque no ha sucedido lo mismo, las cifras siguen
siendo algo mejores. Los asalariados con un contrato indefinido han
permanecido prácticamente sin variación en la comunidad autónoma, al
pasar del 79,3% al 79,1%. En España, la tasa de contratación fija es
menor que en la región pero ha avanzado un punto en estos dos años, de
acuerdo con la última EPA (del 75% al 76,1%).
No obstante, el avance producido a nivel nacional no
significa que haya más trabajadores con contrato indefinido, sino todo
lo contrario, han bajado en los dos ámbitos como consecuencia de la
destrucción de puestos de trabajo.
En el escenario de la contratación la cuestión más
preocupante es el imparable avance de la jornada a tiempo parcial.
Recientemente, CC OO auguró que «pondrá al 40% de los trabajadores a
cobrar por debajo del salario mínimo español, algo que la UE considera
nivel de pobreza» pero «que es muy útil para los empresarios, pues les
permite contratar hasta por dos horas». Es un hecho que la inmensa
mayoría de los asalariados con un contrato a tiempo parcial no lo desean
de forma voluntaria.
Desde esta perspectiva, en los dos años de referencia este
elemento también ha evolucionado peor en ambos territorios. En Castilla y
León ha avanzado del 12,7% del total de contratos al 16,3% actual (3,6
puntos porcentuales). En España, que partía de un punto más elevado (el
13,8%), la tasa actual es clavada al regional, por lo que ha crecido 2,5
puntos.
Salarios: Bajada frente a congelación
La reforma laboral ha sido un gran éxito en el propósito de
frenar la escalada salarial que, en opinión los empresarios y del
Gobierno, había tenido lugar en España antes de la crisis. Sobre todo en
Castilla y León, donde la remuneración media no es que haya moderado su
subida, o haya quedado congelada; sino que ha experimentado una más que
notable rebaja. En los dos años de vigencia –en realidad entre el III
trimestre de 2011 y el mismo de 2013, que es sobre los que existen
datos– el incremento retributivo ha sido en el conjunto nacional del
0,3%, tanto en coste salarial mensual como por hora trabajada. Mientras,
en Castilla y León, los costes salariales han retrocedido el 4,2% o
algo menos, el 3,7%, en términos de hora trabajada.
Desde la perspectiva de la negociación colectiva, las
subidas recogidas en los pactos laborales suscritos en Castilla y León
en 2011 incorporaron un alza del 2,04% para una inflación en ese año del
2,4%, mientras que en 2013 fueron del 0,45% para una alza de precios
del 0,3%. En el conjunto del país, las revalorizaciones siempre resultan
mayores: del 2,48% en 2011 y del 0,57% el año pasado. No obstante, de
manera simultánea, millones de trabajadores en España y cientos de miles
en Castilla y León tuvieron congelados sus sueldos tanto en 2011 como
en 2013, al no haberse renovado sus acuerdos laborales.
Valladolor no admite comentarios
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