[1º de Mayo]
TOLERANCIA CERO PARA QUIENES QUEMAN NUESTRO FUTURO
“Oh, caballeros, la vida es corta... Si vivimos, vivimos para marchar sobre la cabeza de los reyes.”
W. Shakespeare
El 1º de mayo no es una fecha festiva. Que esté marcado como feriado en el
calendario no lo hace igual a los otros pocos días de entre los 365 en
que cada año aprovechamos para descansar un poco de la horripilante
rutina a la que nos ha acostumbrado el trabajo asalariado.
Esta
es una fecha, un día, como pocos, que fue arrebatado a la normalidad
capitalista. Pero como todo enfrentamiento entre proletariado y
capital, tuvo que pagarse con una tragedia: el encarcelamiento y
ejecución de los Mártires de Chicago. Proletarixs que a partir de las
reivindicaciones a que el capital nos obliga a pelear, en tanto estamos
obligados a vendernos como fuerza de trabajo, preparaban
conscientemente el camino de la revolución social hasta el fin.
Hoy
el capitalismo-espectacular superó la imaginación, superó las
probabilidades, y sobrevive porque ha logrado adaptarse y mutar con gran
eficacia. Se nos “representa” como la visión global y tolerante,
pluralista y democrática, el fin natural del progreso -también natural-
de la humanidad. La sociedad en que el “hombre/mujer libre” es capaz de
decidir “sobre su vida”, en los escaparates del consumo, que ejerce la
libertad de desplazarse en metro o micro de un punto a otro de los
centros de distribución de mercancías humanas, animales, electrónicas
y/o inanimadas.
En
este mundo, invertido por la razón capitalista y estatal, la lucha
frontal de lxs proletarixs en contra del trabajo ha sido convertida en
la “fiesta del trabajo”. O sea, en la celebración alegre y cobarde de
nuestra propia esclavitud. No olvidemos que hoy los sindicatos nos
mandan a marchar, a acumular fuerzas para “luchar por las reformas que
el mundo laboral necesita” y así lograr el “trabajo digno”. Algunas
“fuerzas de izquierda” hasta amenazan diciendo que los trabajadores no
necesitamos a los capitalistas, ¡porque podemos auto-explotarnos y
seguir trabajando autogestionadamente en la producción de nuestras
propias mercancías!
Pero
¿por qué mendigar al Estado empleos “estables”? ¿Por qué seguir
indefinidamente poniendo la vida al servicio de la acumulación de valor,
de dinero, de mierda? ¿Para ser explotados-as indefinidamente? Nuestra
clase no se va a levantar a estas alturas para reivindicar un “empleo
estable”, un “trabajo digno”, un “trabajo decente”.
Ya
pasaron los tiempos en que al luchar como clase exigíamos eternizar la
propia servidumbre, la propia esclavitud cotidiana, en que se exigían
cosas al Estado en su lenguaje propio de leyes y derechos, supervisores
y reglamentaciones. Está más claro en todo el mundo que en 1886 el
hecho de que aceptar las condiciones de explotación capitalista, su
régimen salarial y su derecho al trabajo es una operación a la que sólo
accedemos por la fuerza de la amenaza y la costumbre, por el terror
económico y policial que impone sobre la casi totalidad de la gente
desde hace unos cuantos siglos el Estado y el Capital (inseparables
entre sí, como el Comunismo y la Anarquía). Pero está lejos de ser
natural el aceptar venderse, el transformarse en cosa, en número de
matrícula al servicio del capital y de la alta burguesía, de su estado y
sus empresas, “públicas” y “privadas”, por eso siempre que existe
miseria existe rebelión, y donde hay dominación estatal hay puntos de
fuga que resplandecen dando una llama rojoscura.
Los
izquierdistas de distintos colores nos dirán en este día que lo que
nos falta es más democracia, o que el “poder” debiera volverse alguna
vez “popular”. Pero los mecanismos de este sistema son tan democráticos
como se necesita que sean en cada fase de desarrollo capitalista para
que su clase acumule cada vez más dinero, y es obvio que ningún poder
tiene por objetivo asegurarnos una existencia feliz y plena, sino que
muy por el contrario, su objetivo es la destrucción de la unidad
orgánica del proletariado y de sus intereses totales, en pos de la
“organización” atomizada de los mismos según sus intereses parciales.
Quieren hacernos luchar por los derechos correspondientes al individuo,
las garantías del ciudadano (homus economicus), la vida de mierda del
humano reducido a comprador y vendedor de mercancías.
Los
sindicatos y partidos políticos son órganos vitales del Estado
(siempre) burgués para desempeñar tal función. El verdadero partido
comunista histórico es el proletariado en su más amplia expresión
realizando simultáneamente la destrucción del poder y de la economía
capitalista, interrumpiendo para siempre la producción de mercancías
mediante actos ininterrumpidos de comunización.
Aprovechamos
este día para expresar en actos nuestra más grande solidaridad con
los-as proletario-as que viven y luchan en sus respectivos territorios
alrededor del globo.
Reapropiémonos
de la vida y reafirmemos nuestra humanidad. ¡Los proletarios del mundo
reunidos en Chicago en 1886 no estaban luchando por trabajar más sino
menos! Preparemos el futuro desarrollando y fortificando los lazos
entre proletarios-as, construyendo redes de resistencia invisible afuera
y contra toda mediatización, solidarizando activamente con los/ as
compañeros/as castigados más duramente por el Estado/Capital, afuera de
todo partido de izquierda o derecha, de todo sindicato, de toda
asociación formal, de toda ONG... para hacer posible el único futuro
humano que pueda poner definitivamente término a este horror que parece
sin fin: la comunidad humana.
¡DICTADURA (ANTI-ESTATAL) DEL PROLETARIADO
PARA LA ABOLICIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO!
# Núcleo De Agitación Comunista, Redes Por La Autonomía Proletaria, Comité De La Imaginación
# texto sacado en Chile, Mayo de 2011.