Tres personas han sido detenidas esta noche en Vitoria por los incidentes registrados al término de la manifestación para exigir el reconocimiento a las víctimas del 3 de marzo. Al acabar dicha manifestación, organizada por la asociación Víctimas 3 de Marzo, más de 200 personas se han sentado en la calzada de la calle Olaguibel, frente a la Subdelegación del Gobierno y junto a la sede del PP, y han cortado el tráfico.
Según el Departamento Vasco de Interior, cuando la Ertzaintza ha tratado de identificar a los responsables de la protesta, los manifestantes han arrojado objetos contra los agentes y se han negado a facilitar su identidad. La Policía Vasca ha utilizado material antidisturbios contra los concentrados, que han según las mismas fuentes han atacado a dos motoristas de la Policía Local, han dañado dos turismos y un ertzaina ha recibido una pedrada. Los agentes han perseguido a los alborotadores y han arrestado a tres personas, acusadas de desobediencia grave.
Esta manifestación, que ha comenzado a las seis de la tarde, ha sido uno de los actos celebrados hoy en Vitoria en memoria de las víctimas del 3 de marzo de 1976, cuando se celebró una asamblea de trabajadores que fue disuelta por la policía de forma violenta y que acabó con cinco trabajadores muertos y más de cien heridos.
La asociación Víctimas 3 de Marzo, la izquierda abertzale, Aralar, Alternatiba, EA, y los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS han hecho su propio homenaje al mediodía y por la tarde han secundado la tradicional manifestación que organizan todos los años para exigir al Estado que repare los daños causados y esclarezca las responsabilidades de la acción policial. Al término de dicha marcha es cuando se han producido los incidentes y han sido arrestadas tres personas.
Un grupo de encapuchados han cruzado y quemado contenedores esta noche en la vía pública en Vitoria, según ha informado el departamento vasco de Interior.
Los incidentes se registraron sobre las 12:15 horas de la noche en las cercanías del Casco Viejo de la capital alavesa y al lugar se trasladaron bomberos y efectivos policiales.
Desde hace 36 años se organizan actos en memoria de los cinco trabajadores asesinados por orden expresa del Ministerio del Interior de entonces comandado por Fraga. Una brutal carga policial contra una asamblea de obreros que se celebraba en la catedral de Vitoria provocó la muerte de cinco trabajadores baleados a quemarropa y centenares de personas que resultaron heridas.
ANTE LA OFRENDA FLORAL DEL GOBIERNO VASCO:
ASOCIACIÓN DE VÍCTIMAS 3 DE MARZO PIDE AL GOBIERNO VASCO QUE SE SUME A LA EXIGENCIA DE RECONOCIMIENTO DEL DAÑO CAUSADO POR PARTE DEL ESTADO
Ante la noticia de la ofrenda floral que cargos del Gobierno Vasco acompañados de representantes de los sindicatos UGT y CC.OO. realizarán este sábado en el monolito de recuerdo a los trabajadores asesinados el 3 de marzo de 1976, Martxoak 3 Elkartea - Asociación de Víctimas 3 de Marzo desea expresar lo siguiente:
En primer lugar queremos mostrar nuestra sorpresa por la forma de dar conocimiento de la noticia. En una reunión mantenida con la dirección de DDHH por otro motivo, esta dirección se interesó por los actos a realizar el 3 de marzo y en ella nos transmitieron la posibilidad de realizar alguna iniciativa institucional en este aniversario, de la cual quedaron en informarnos. Posteriormente, y de ahí nuestra sorpresa, nadie se han puesto en contacto con nuestro colectivo; ni para invitarnos al acto, ni para valorar su encaje horario en el programa diseñado para esta jornada, ni siquiera para darnos noticia del mismo. En ese sentido, el procedimiento en cuanto a las formas empleadas, anunciando la iniciativa directamente en algunos medios de comunicación, no nos parece la mejor manera de comenzar a andar en el recorrido pendiente que tienen que hacer las instituciones en el reconocimiento de todas las víctimas de la violencia policial y el terrorismo de Estado.
En cuanto al contenido y el momento político elegido para escenificar este primer gesto, creemos que es consecuencia de la lucha y tesón de este pueblo que durante 36 años no ha olvidado y que ha obligado a las instituciones a elegir esa fecha y no otra. Al mismo tiempo desde Martxoak 3 elkartea consideramos que se está cometiendo un grave error en el orden de los pasos a realizar. A las instituciones lo primero que les corresponde es legislar correctamente y en todo caso después, pero nunca antes, vendrán los actos oficiales de homenaje. La principal labor del Gobierno Vasco, el Departamento de Justicia y la Dirección de DDHH respecto a las víctimas del terrorismo de Estado debería ser la de garantizar todos los derechos (Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición) sin ningún tipo de condicionamiento o discriminación, para toda la ciudadanía en general sin exclusión alguna. Todas las vulneraciones de derechos deben ser recogidas, reconocidas y abordadas en toda su extensión y en el caso que nos ocupa, desgraciadamente, aun falta mucho para acabar con la injusticia padecida durante estos 36 años.
Las víctimas de la violencia ejercida por los aparatos del Estado hemos sufrido muchas decepciones y agravios comparativos; en concreto, los afectados por la criminal actuación de la policía que bañó de sangre el barrio de Zaramaga en 1976, estamos escarmentados de gestos de cara a la galería y tantas promesas que finalmente han sido incumplidas. No sería la primera vez que se realizan declaraciones y actos institucionales que lejos de ser efectivos acaban convirtiéndose en un mero teatro de cara a la galería, marketing político, simple escenificación. Por esa razón, el acto que se anuncia sólo sería positivo y creíble si los representantes institucionales marcaran y asumieran un compromiso real de activar medidas tendentes a lograr la justicia y reconocimiento que merecen los obreros asesinados y las personas heridas en aquella matanza. De no ser así lo denunciaremos con contundencia y lo consideraremos otra agresión, insulto y falta de respeto más a las víctimas del terrorismo de Estado y otra vuelta de tuerca más al mantenimiento de la impunidad.
A pesar de todo, queremos ser positivos y aprovechar la ocasión para pedir al Gobierno Vasco pasos valientes en cuanto al reconocimiento y exigencia de asunción de responsabilidades por la matanza de Gasteiz. Otros ya lo están haciendo y si todos vamos caminando en esa dirección propiciaremos un espacio en el que la convivencia sea posible en toda su extensión; insistimos en que para eso un avance importante es que el Estado reconozca también el daño causado por sus aparatos policiales, el Gobierno Vasco tiene una buena oportunidad, este 3 de marzo, para sumarse a esta reivindicación.
http://www.martxoak3.org/LOS HECHOS DE VITORIA:
El 3 de marzo de 1976 la policía fascista perpetró una de las peores matanzas de obreros de la transición, poniendo a las claras la verdadera fachada de lo que se estaba tramando realmente detrás de la farsa democrática.
Después de aquello, durante muchos años, en todas las manifestaciones los obreros siempre gritaban: ¡Vitoria, hermanos, nosotros no olvidamos!
"Crónica de los acontecimientos de Vitoria redactada por quienes los han vivido
Hoy es 4 de marzo de 1976. A partir de hoy en Euzkadi, no se celebrará tanto el 1 de mayo, sino el 3 de marzo del presente año. La masacre ejercida sobre la clase obrera vitoriana será algo a recordar en todas nuestras luchas actuales y futuras.
Hoy 4 de marzo de 1976 mientras todavía suenan a las seis de la tarde los estallidos esporádicos de las granadas de gas y de las metralletas por las calles, mientras todavía se siguen levantando pequeñas barricadas en nuestros barrios, queremos poner de manifiesto y extender por todos los lugares de Euzkadi y de todo el Estado español la lucha que hemos protagonizado y la represión patronal-estatal ejercida sobre nosotros.
En el transcurso de estos 60 días de huelga en distintas empresas, los obreros de Forjas Alavesas, MEVOSA, Gabilondo, Cablenor, Aranzábal, Apellániz y los demás obreros de Vitoria, hemos ido planteando inicialmente nuestras reivindicaciones a la patronal.
Más de 60.000 obreros llevamos dos meses en paro, en defensa de nuestras reivindicaciones y en este tiempo, hemos ido viendo las sucias maniobras de la patronal por dividirnos, por integrarnos dentro de sus argumentaciones y sus cauces legales, por confundirnos con sus artimañas y mentiras y, por último, para soltar contra nosotros a todo un arsenal represivo en forma de grises, guardias civiles, bombas lacrimógenas, balas de goma, etc., etc.
Nosotros simplemente hemos venido realizando asambleas diarias en las que hemos participado todos los trabajadores en paro y gran parte de nuestras mujeres y familiares, eligiendo en ellas a los compañeros encargados de transmitir nuestras reivindicaciones y exigencias a la patronal y en las que hemos venido discutiendo paso a paso y día a día los pasos a dar en las acciones a realizar. Allí hemos decidido todo y allí hemos ido tomando nuestras decisiones y, de paso, comprendiendo cómo la maniobra de nuestros patronos enlazaba directamente con la posturas del vertical, del gobernador, de los grises, y de todos sus esbirros.
Por todo esto, por la lucha desarrollada de esta forma, por el nivel de conciencia y organización alcanzado, es por lo que actualmente estamos en esta situación y por lo que nos han ametrallado y matado. Lo de ayer no tiene explicación si no es tras una comprensión de nuestra lucha y de la postura adoptada por nosotros y por la patronal y su gobierno a lo largo de todos estos 60 días de paro.
Tras todo esto, ayer, día 3 de marzo, fue convocada por los obreros en paro una huelga general a nivel de todo Vitoria. La convocatoria ha sido una exigencia de la lucha desarrollada durante estos 60 días y se ha ido imponiendo con la realización de asambleas masivas en todos los barrios de Vitoria. No han sido las organizaciones las que han convocado sino nosotros en nuestras asambleas somos los que las hemos impuesto.
Ayer día 3 de marzo, desde primeras horas de la mañana todos los obreros de Vitoria paramos como un solo hombre. Entre 50.000 y 60.000 trabajadores decidimos parar en apoyo a los huelguistas y en defensa de nuestras reivindicaciones. Los piquetes que recorrían bares, comercios y pequeños talleres y obras, convencieron e impusieron el paro en toda Vitoria. Poco a poco se van formando las manifestaciones y en Adurza, Generalísimo y Zaramaga los manifestantes son 10.000, 15.000 y 6.000 respectivamente. Las barricadas, las manifestaciones y las cargas y palizas son la constante de toda la mañana y ya entonces se cuenta un muerto y varios heridos.
A las 5 de la tarde, es convocada una asamblea masiva en la iglesia de San Francisco en Zaramaga. Más de 5.000 personas consiguen entrar dentro mientras que un número superior se quedan fuera, sin entrar, junto con las comisiones elegidas en asamblea que no consiguen pasar. En la iglesia apenas se consigue celebrar la asamblea, pues comienzan a oírse los disparos de las bombas lacrimógenas y alguna que otra ráfaga de metralleta. Comienzan los grises a romper los cristales de las puertas y a lanzar las granadas lacrimógenas, bolas de goma, bolas de acero, etc., por los huecos. Mientras tanto, los que aguardan fuera intentan impedir el ataque a los que permanecen dentro de la iglesia. Prosiguen los disparos y en la iglesia los 5.000 obreros permanecen tumbados en el suelo. Muchas personas están con los ojos en blanco, se cuentan más de 100 intoxicados, algunos sufren ataques de histeria, otros arrojan espuma por la nariz y la boca,... Con 5 ó 10 granadas más los muertos por asfixia podían haber sido más de 100. La iglesia estaba totalmente saturada de gases.
El primer obrero que sale de la iglesia recibe un balazo en la cabeza que se la atraviesa. Otro la recibe en la garganta. Más de cuarenta de los de dentro resultan heridos de bala.
A la salida espera un pasillo de grises que golpea sin piedad a todos los que salen. Los heridos e intoxicados son los más castigados pues no pueden correr ni hacer nada. Al que intenta escapar se le dispara ráfagas de metralleta. Desde un jeep salta en marcha un gris que dispara una ráfaga larga contra los que estaban fuera. Las ambulancias que comienzan a llegar son cortadas por los jeeps que les golpean en las ruedas e impiden su paso y su atención a los heridos que están tumbados en el suelo de la calle y en la salida de la iglesia.
La masacre se ha realizado y ha sido consciente. Las órdenes eran órdenes, y éstas eran de machacar, de matar. Los que estaban dentro de la iglesia, han podido perecer intoxicados y después han sido ametrallados a la salida junto con más de 5.000 que esperaban fuera.
La dispersión es total, pero las carreras y las manifestaciones prosiguen. A las 8 y media de la tarde a un inspector le explota una granada en la mano cuando la iba a lanzar contra los manifestantes. A las 9 y media sólo quedan en la calle los que acuden a las farmacias en busca de medicamentos y quienes corren a los hospitales y clínicas preguntando por familiares y conocidos heridos. Vitoria es un desierto y la rabia pasa de la calle a las casas de los huelguistas y manifestantes.
Por la noche, a la madrugada, comienzan las detenciones de los miembros de las comisiones elegidas en Asamblea y de otros luchadores.
Hoy, ya cuatro de marzo, el paro es total y absoluto en toda Vitoria. Bares, comercios, colegios, pequeños talleres y fábricas están en completo paro. Por la calle quedan los cinco mil policías y guardia civiles y sociales patrullando, controlando, deteniendo, golpeando, dispersando a todo el mundo. Se siguen levantando pequeñas barricadas en los barrios, pero las calles están fundamentalmente desiertas y los grises patrullan de un lado a otro. Los transeúntes son obligados a punta de metralleta a quitar y desmontar las barricadas que se forman. Los grises disparan ráfagas de metralleta a las ventanas desde las que se les abuchea, o desde las que simplemente se mira.
En los accesos a Vitoria hay controles de más de 50 guardias civiles armados con metralletas que impiden el paso a cualquier vehículo.
A las diez de la mañana hay otro muerto más por bala de metralleta. Ya llevamos 3 y esta noche pueden aumentar. Mientras tanto los autobuses y helicópteros patrullan y vigilan toda la ciudad mientras las barricadas continúan.
A la hora de hacer esta información sabemos ya del paro de 45.000 obreros en Vizcaya. En Vitoria llevamos ya 60 días en huelga y la masacre a la que nos han sometido hemos intentado exponerla. Sin embargo, estamos dispuestos a seguir adelante en defensa de nuestras reivindicaciones y contra la patronal y su gobierno y policía, que son todo uno.
Sin embargo, sabemos que nuestra lucha, la lucha de todos los obreros de Euzkadi y de todo el estado español, es una única lucha contra el capital y su gobierno, contra la patronal y sus medios represivos. Sabemos que nuestros muertos no pueden tener mejor funeral que la lucha activa de todo el proletariado y de todo el estado en defensa de sus reivindicaciones y contra la intransigencia patronal y de su gobierno y sus instrumentos represivos. La huelga general es la mejor respuesta a nuestros compañeros caídos como medio necesario para proseguir con nuestras reivindicaciones y como muestra consciente de que las fuerzas represivas están al servicio de la patronal que nos oprime y asimismo muestra consciente de que las fuerzas represivas están al servicio de la patronal que nos oprime y asimismo muestra de la unión de todos los obreros frente a un enemigo común: los patronos, su gobierno y sus fuerzas represivas.
¡Viva la clase obrera!
¡Solidaridad con Vitoria!
¡Hacia la huelga general!"
[FRAGMENTOS de un panfleto de la sección vasca del PCE(r) de 1976].