Lxs compañerxs del CSA Doble o Nada de Palencia, han convocado una jornada de debate y un comedor para el próximo sábado 10 de marzo:
Comedor Vegano 14:30 horas
Comedor Vegano 14:30 horas
Debate del Texto "Luchas y transmisión generacional" 16:00 horas
El texto a debatir será el siguiente:
El proceso de socialización de los miembros de una sociedad extremadamente fragmentada, como de hecho lo es la nuestra, especialmente en esta última etapa democrática, es un fenómeno curioso cuanto menos. Los esquemas mentales mediante los cuales representamos la realidad, bajo esta condición, han dejado de ser, en su mayoría, algo construido colectivamente y trasmitido de generación en generación para ser algo impuesto globalmente y asimilado a través de la propaganda estatista. Si bien es cierto, existen ciertas resistencias en la cotidianidad del común de los mortales que en última instancia son el resquicio de decencia humana que nos queda para romper el aislamiento.
Es dicho aislamiento una de las mayores trabas a las que nos enfrentamos a la hora de trasformar esta abominable sociedad de masas, en una o varias comunidades capaces de oponer resistencia social a la barbarie y la deshumanización que padecemos en este mundo globalizado y progre. Por ello vamos a intentar abordar los problemas manifiestos a cerca del relevo generacional, que podríamos considerar internos, ya que vamos a centrar la crítica y la reflexión en los movimientos sociales que están enfrentados de raíz al poder imperante, aunque en cierta medida esto podría ser extrapolado al resto de la sociedad ya que nos guste o no formamos parte de ella y estamos tan jodidos como cualquiera.
Para empezar y para entendernos podríamos decir que en todo momento histórico conviven tres generaciones: la que antecede, la que sucede y la actual. Está es una forma de entender la estructura social que sin ninguna duda está condicionada por la visión etnocéntrica y occidentalizada que tenemos para ubicarnos temporal y espacialmente (presente-pasado-futuro, estudiantes-trabajadores-jubilados, etc.), pero el caso es que nos condiciona y que de una forma u otra marca nuestras etapas y el modo en que nos relacionamos. Partiendo de aquí y para continuar vamos a exponer los hilos de los que vamos a intentar tirar durante el debate, dejando entrever diferentes inconvenientes que consideramos existen a la hora de “socializarnos entorno al conflicto”, de darnos un sano relevo generacional:
1.
Giros entre el enfrentamiento directo y la autogestión de nuestras vidas.
Giros entre el enfrentamiento directo y la autogestión de nuestras vidas.
2. Eternamente empezar de nuevo.
3. Incomunicación.
4. Desconexión en la lucha.
1) Estos dos aspectos son básicos y son una conclusión a la que todos llegamos tarde o temprano, una vez que tomamos conciencia. De manera simplista: “No queremos ser como ellos y les identificamos como un enemigo de esta guerra social”. Ahora bien la edad y la experiencia que tengas o simplemente tu momento, te hacen vivir de forma muy distinta, y quizá incluso con cierto desequilibrio ya que ambas requieren un gran esfuerzo, las dos opciones. Damos giros. Pero ese no es el problema, este viene cuando nos hace enfrentarnos a los unos contra los otros de una forma absurda (digo esto y matizo porque no siempre es absurdo; hay veces en las que el conflicto tiene sentido ya que aposentarse en uno de los planteamientos sin “ton ni son”, por puro egocentrismo, resulta inmovilista o en su defecto genera mártires camicaces). El conflicto de forma tópica y no por ello irreal del todo, viene muchas veces entre los más jóvenes radicales y rabiosos y los más mayores de vuelta de todo y asentados en el conflicto.
2) Partiendo del problema expuesto anteriormente la “generación que sucede” siempre comienza de nuevo (hablamos de estos últimos 40 años con lo que es un “siempre” muy relativo), comete los mismo errores y termina siendo la “generación que antecede” asentada sin conseguir abrir la brecha y poner fin. Está claro que la historia no se cambia de la noche a la mañana pero bien podíamos generar con más eficacia un relevo sustancial que agrupase las experiencias ya tenidas, con la realidad cambiante y no repetir esquemas ineficaces y sobre todo entre grupos de sujetos aislados. El resultado es nefasto por que perdemos herramientas útiles y dejamos que sean asimiladas por el sistema, sin saber muy bien cual es nuestra parte de responsabilidad en todo esto.
3) Todo ello tiene mucho que ver con la incomunicación de hecho que mantenemos, a pesar de dejarnos múltiples constancias a través de publicaciones y libros. Nos llegan diferentes “corrientes” y experiencias a través del pensamiento y la crítica y a través de la historia (comunismo libertario, consejismo, anarquismo, antifascismo, autonomía obrera, insurreccionalismo, antidesarrollismo, etc.) pero dados los problemas de comunicación no nos llega bajo una identidad susceptible de ser relevada, que sea atemporal pero no anacrónica. A mayores, sin dejar de darle importancia al hecho de que no hay como vivir las cosas en primera persona, dado que no fluye la comunicación intergeneracional y dados también, porque no decirlo, otros muchos problemas relacionados con las “tendencias”, se repiten debates y experiencias de lucha, con mayor intensidad según la etapa de la vida en la que te encuentres (y según otros muchos factores por supuesto, pero estamos a lo que estamos), que no dejan de ser parciales (vegetarianismo, veganismo, amor libre, etc.) y que no dejan de ser una opción de vida muy válida y extensible que debiera de ser trasmita de otro modo más fluido.
4) Para terminar y en cierto modo recopilando los puntos ya tratados decir que la pretensión de este debate centrado en el relevo generacional no trata de generar una unidad disciplinada sino de prestar atención a la desconexión existente entre quienes han vivido la historia, quienes la están escribiendo y quienes se la plantean como futuro, para romper precisamente con esta clasificación, hacerla desaparecer y conectar a las diferentes generaciones.
