De unos años a esta parte, estamos asistiendo a hechos de enorme gravedad que nos conducen, día a día, a enfrentamientos cada vez mayores y nos previenen de que el capitalismo internacional está PREPARANDO su próxima guerra:
- El aumento del gasto bélico y armamentístico en los diversos estados europeos y/o miembros de la OTAN. A pesar de los gestos del actual gobierno del PSOE frente a Trump, el Estado español también está embarcado en la MILITARIZACIÓN y el aumento del gasto militar. De ahí, el desarrollo del poder de INDRA en los últimos tiempos (de la cual es director el antiguo de Renault, Vicente de los Mozos), o las nuevas industrias bélicas que se están desarrollando en Asturias.
- El aumento del discurso nacionalista, identitario y reaccionario en los diversos estados occidentales. La llegada de Trump al gobierno de Estados Unidos, la entrada de VOX en los gobiernos autonómicos, el auge de la extrema derecha en los países europeos... todo son el fruto de una inmensa campaña de propaganda realizada desde los grandes poderes económicos internacionales que están financiando el fascismo y la derecha reaccionaria para favorecer el patriotismo y preparar a la población para futuras guerras.
- La extensión del racismo y la xenofobia como arma para disciplinar y aterrorizar a los migrantes que vienen a buscarse la vida, buscando sobre todo dividir a la clase trabajadora (nativos y extranjeros, jóvenes y viejos). Mediante el racismo lo que se promueve es ese aumento del nacionalismo que justifique los enfrentamientos bélicos y la disciplina interna. De ahí las políticas de VOX y la extrema derecha, de ahí las medidas propuestas por el PP con el carnet de "españolidad" y otras medidas RACISTAS. El capitalismo necesita mano de obra, pero también, necesita romper la solidaridad entre trabajadores y la fuerza de la UNIDAD obrera, la única que puede parar esta locura.
- La extensión de los enfrentamientos bélicos imperialistas y del colonialismo salvaje con el consiguiente desarrollo de nuevas armas y la formación de nuevos bloques que promueven próximos enfrentamientos. Desde Ucrania a Sudán... pero sobre todo en Palestina, donde el Estado terrorista de Israel está cometiendo un genocidio televisado. El alto el fuego no es el fin de la guerra. Todo lo contrario: los colonos y el ejército israelí sigue en su proceso de exterminio palestino y de conquista del Gran Israel como gran aliado del Imperialismo yanqui y occidental.
Todos estos hechos promueven la creación de bloques imperialistas, del nacionalismo más rancio que los soporte y de la disciplina interna en cada frente de guerra. Aunque hoy parezca lejos, este es el panorama que los PODERES ECONÓMICOS CAPITALISTAS están diseñando para un futuro no muy lejano.
Lejos de temer "el cierre de Renault" o de otras grandes empresas como los agoreros pronostican, lo que puede pasar es lo que ya está ocurriendo en Alemania: la reconversión progresiva de grandes infraestructuras industriales de Wolkswagen en fábricas de la industria militar.
La clase trabajadora es la única capaz de detener esta locura:
Luchando contra el militarismo y la guerra imperialista.
Luchando contra el fascismo, el racismo y la xenofobia.
Pero para parar esta locura, no vale con votar o realizar grandes proclamas pacifistas que no llevan a nada. Lo hemos visto en la "huelga" por Palestina: no se puede hacer una huelga sin prepararla, no se puede combatir las armas del capitalismo sin desarrollar nuestras propias armas y, sobre todo, nuestros propios medios y métodos de lucha. Para ser capaces de luchar en el ámbito político y social, el camino pasa directamente por lo más pequeño e inmediato.
El camino inmediato es la LUCHA POR NUESTROS INTERESES como clase trabajadora, la lucha por el salario y contra los ritmos de trabajo, la lucha contra las imposiciones de la patronal y de su estado, la lucha por crear organizaciones de resistencia que se opongan efectivamente en la calle y en los tajos a la deriva reaccionaria, fomentando y construyendo la UNIDAD OBRERA por encima de todas las divisiones, de sexo, género, raza, edad o nacionalidad que el capitalismo intenta exacerbar.
Comité de solidaridad de los trabajadores (Valladolid) - octubre 2025
