CONTRA LA ESPECULACIÓN Y LA GENTRIFICACIÓN.
APOYA AL CSO LAS VETADES
Últimamente, estamos viviendo un repunte en la tensión de un problema que afecta históricamente a la clase trabajadora: el acceso a una vivienda digna.
Esta situación se debe, principalmente, a que la burguesía lleva ya varios años generando y alimentando una nueva burbuja inmobiliaria, promoviendo y priorizando la vivienda como propiedad, frente a la vivienda como necesidad (y por tanto como “derecho”, como así recoge la Constitución del Estado Español), buscando con ello la defensa de sus intereses económicos y creando al mismo tiempo la división entre la clase trabajadora: entre quienes sí han podido acceder a una vivienda en propiedad y quienes no han podido (y, previsiblemente, ya nunca podrán).
Dentro de las maniobras puestas en práctica por la burguesía especuladora está el uso de los medios de comunicación de masas, demonizando y generando un estado de alarma inexistente contra la principal herramienta de acción directa que tienen lxs obrerxs para solucionar el problema que amenaza nuestra propia subsistencia ante la pasividad de las instituciones: la okupacion.
De las diversas formas de okupacion existentes parecen “preocuparles” especialmente aquellas que, además de servir como solución al problema habitacional, proponen un uso social del espacio, creando comunidad, y difundiendo y promoviendo prácticas contra el sistema capitalista y su sociedad individualista y mercantilizada.
Llevamos muchos años viendo como se desalojan numerosos proyectos de “centros sociales” (okupas y/o gaztetxes) en Euskal Herria (principal referente de este movimiento a nivel estatal) muchas de las cuales tenían décadas de existencia y plena integración en el tejido social del lugar en el que se encontraban. Lo mismo pasa y ha pasado a lo largo de todo el Estado, ya que en muchas ocasiones este tipo de proyectos suponen un escollo y una herramienta de resistencia contra los proyectos de gentrificación y especulación en diversas ciudades.
Recientemente, en Barcelona, el espacio conocido como Los Blokes Fantasma se ha visto bajo amenaza de desalojo, tras 40 años de abandono del inmueble, cuya construcción quedó inconclusa y con deudas a proveedores y trabajadores, y los posteriores 31 años de okupacion.
Además el pasado 29 de abril el CSO Vetades, situado en el barrio de Carabanchel desde hace 10 meses, sufrió un desalojo extrajudicial y por tanto totalmente ilegal.
El barrio de Carabanchel, históricamente un barrio obrero, viene sufriendo en los últimos años un proceso gentrificador basado en la construcción de viviendas de lujo y galerías de arte elitistas como la situada frente al CSO Vetades. La propiedad del inmueble que okupa el centro social fue adquirido por un entramado de empresas pantalla y fondos de inversión propiedad de Saïd Salim Hajel, “empresario” que, desde Luxemburgo y a través de este entramado, se dedica a la especulación inmobiliaria salvaje en España y Portugal (para el capital no existen fronteras).
Tras su adquisición inició un proceso judicial contra lxs okupantes que resultó en una sentencia favorable a estos últimos. Dicha sentencia fue recurrida y lxs integrantes del centro social estaban a la espera de un segundo juicio; pero, mientras llegaba este segundo proceso, la propiedad, que también había adquirido los inmuebles aledaños al del centro social, inició las obras, ocasionando desperfectos en el inmueble okupado y generando vibraciones que hacían temer por la integridad del edificio a lxs okupantes, además de continuas amenazas por parte de los obreros de derrumbar el edificio, con la gente dentro si fuera necesario.
En este escenario, el 29 de abril a la 13.20 aproximadamente, se incendió el edificio por causas desconocidas, ante lo que lxs okupantes tuvieron que salir del inmueble, afortunadamente, sanas y salvas. Los bomberos apagaron el fuego e impidieron a toda persona el acceso al edificio, mientras que la policía acordonaba la zona despejando toda la calle, siendo, verbal y físicamente, violentos, tanto con lxs habitantes como con las personas que vinieron a apoyarles o cualquier vecinx que intentaba pasar por allí, tras lo cual varias personas necesitaron atención sanitaria y 2 personas fueron detenidas sin razón aparente. Tras mucho negociar se permitió a lxs habitantes acceder al inmueble, de unx en unx, escoltadxs por 2 bomberos y un policía, previa identificación, para recoger los enseres que pudieran llevar en sus brazos y en un tiempo muy limitado.
Pocos minutos después, los operarios contratados por la propiedad accedían al edificio, pese a que el jefe de bomberos lo había acordonado, y comenzaron a soldar y tapiar puertas sin ningún permiso y ante la pasividad de la policía, que solo se dedicaba a mantener a distancia a lxs habitantes, siendo cómplices necesarios de la ejecución de un desalojo extrajudicial y completamente ilegal. Posteriormente a la retirada de los bomberos y los efectivos policiales y al tapiado del edificio, este se encuentra controlado por los secuaces de una “empresa” de desokupación, sin que se haya permitido a lxs okupantes la recuperación de los enseres personales que aún están en el edificio.
Junto a todo esto los integrantes de este proyecto han tenido que sufrir una campaña de difamación y acoso por parte de diversos medios de comunicación que les tildaban de “cuartel de la mafia okupa” y les acusaban, tanto a ellxs como a otros centros que mostraron su solidaridad con ellos, de “actividades sospechosas” y de intimidar a lxs vecinxs sin pruebas ni fundamento alguno.
Creemos que la difusión de este tipo “operaciones policiales” y la contestación frente a las campañas de difamación y manipulación informativa a proyectos que buscan construir una alternativa colectiva a esta sociedad capitalista de miseria y muerte es una manera de poner en práctica las mejores armas que tiene la clase obrera contra sus enemigos: el apoyo mutuo y la solidaridad de clase.
Así mismo, os invitamos a apoyar la okupación como la principal arma de acción directa de lxs trabajadorxs ante la especulación inmobiliaria y la pasividad institucional.
10, 100, 1000 Centros Sociales.
Por las necesidades humanas, contra las exigencias del capital.