Llamamiento a todos los territorios del estado español
En los últimos años, el capitalismo y los estados de todo el mundo han
intensificado las matanzas de los explotados en sus guerras y, a su vez,
se han visto bastos movimientos de población en desplazamiento forzosos
como consecuencias de este repunte belicista sumado a otros factores
del orden mundial internacional. El nacionalismo ha resurgido con
fuerza, convirtiéndose en una herramienta eficaz para que los poderosos
unan a oprimidos y opresores bajo las mismas banderas nacionales,
desviando la atención hacia nuestros semejantes en lugar de hacia el
enemigo común, el enemigo de clase.
La industria militar ha alcanzado niveles de desarrollo sin precedentes,
creando nuevas tecnologías para la muerte, mientras que la
militarización de nuestra vida diaria avanza rápidamente. Las sociedades
democráticas contemporáneas se rigen cada vez más por criterios donde
cualquier pretexto (crisis sanitarias, crisis climáticas, la 'amenaza
del terrorismo'...) se utiliza para justificar la presencia militar en
las calles, normalizando la vigilancia y el control estatal a través de
fuerzas armadas.
Las tensiones geopolíticas recientes son solo un capítulo más en un
conflicto más amplio entre bloques de países capitalistas que luchan por
el control del mundo. La guerra ha sido históricamente un medio de
reestructuración económica para un capitalismo en crisis. Hoy en día,
incluso aquellos empañados en dulcificar el capitalismo baja una fachada
democrática, con la izquierda del capital comandando esa facción
ideológica del sistema, la guerra sigue siendo la forma más extrema de
opresión que los Estados y los capitalistas ejercen sobre los explotados
y está a la orden del día. Por ello, consideramos que el conflicto
actual es un ataque a todos los proletarios, ya sea en Palestina,
Ucrania, Nagorno Karabaj, Siria, Líbano… o en cualquier rincón del
planeta.
Los pobres, los oprimidos, en los países occidentales, por su parte,
enfrentamos un nuevo deterioro de nuestras condiciones de vida,
justificado por la guerra y el 'esfuerzo' que siempre recaerá sobre los
de abajo. La explotación se intensifica, mientras los políticos ya
tienen un nuevo relato que añadir a los habituales mensajes que vienen a
decirnos “jódete y acepta tu vida de mierda”, ahora llamado 'esfuerzo
bélico' frente al panorama de tensión bélica internacional. Quién sabe
si nuestros políticos y patrones no están preparándose para una nueva
matanza internacional y las escenas de cuerpos policiales arrastrando a
gente a los frentes que se ven en Ucrania, pasen a ser parte de nuestra
realidad del y aquí el ahora. Los globos sonda en torno al servicio
militar obligatorio y otra serie de pistas no deberían llevar a engaño
de hacia dónde apuntan, otra vez, estos cabrones.
La gente huye de la guerra y esto se añade a una nueva causa de los
desplazamientos forzados que el capitalismo provoca a nivel global que
han llevado a cientos de millones a cruzar mares, desiertos, muros y
alambradas, enfrentándose a la persecución y al racismo. Los Centros de
Internamiento de Extranjeros (CIES), las fronteras militarizadas los
muros, los controles y la violencia policial son parte de la vasta
industria de control y militarización que los Estados han desarrollado e
implementado.
Por todo esto, hacemos un llamado a una semana de agitación y lucha
contra las guerras del capital y las fronteras. Queremos dar un paso más
en esta lucha constante, cotidiana e internacionalista. La guerra
comienza aquí, y las empresas que colaboran con ella, así como la
fabricación de armas, son parte de nuestra realidad diaria. Un pequeño
aporte a la guerra en curso.
Invitamos a todos a participar y organizar charlas, debates y acciones, y
a retomar las calles.. Este llamado es extensible a cualquier grupo,
colectivo o individuo que desee unirse. Y realizar cualquier aporte que
se le ocurra.
¡Contra las fronteras! ¡Contra la guerra! ¡Por la revolución social!