Renault : ¡ larga muerte al automóvil !
(«El proletario»; N° 33; Diciembre de 2024 )
La empresa RENAULT (que posee dos factorías en Valladolid, una en Palencia y otra en Sevilla) ha solicitado a los sindicatos « un año de transición en la negociación del convenio » y del nuevo plan industrial, y con ello la paralización de la subida salarial acordada, ante lo que ha denominado « la peor situación del sector conocida en toda la historia ». Esto no es decir poco.
Las primeras medidas exigidas por parte de Renault son : mismas condiciones contractuales que el Convenio del 2021-2024 para el año 2025 y congelación salarial.
La directora de Recursos Humanos de Renault Group en España, Reyes Torres, ha apelado en la reunión con los representantes de los trabajadores a la situación de « incertidumbre » que vive el sector de la automoción a nivel internacional provocada « por el tsunami regulatorio, las exigencias de descarbonización, la digitalización, la volatilidad tecnológica y de los precios de las materias primas o la transformación de la fuerza laboral ».
La situación que se abre en Renault no es exclusiva de la multinacional francesa. La realidad es que en toda la industria se vive una situación similar. No hay casos particulares : aquellas empresas que cierran hoy y despiden a todos sus trabajadores marcan la pauta para las que lo harán mañana. Un solo y significativo ejemplo da la justa medida de lo que está ocurriendo en el sector del auto : la gran multinacional alemana del automóvil, VOLKSWAGEN, ha anunciado que va a cerrar tres plantas en Alemania con el consiguiente despido de miles de trabajadores y un recorte salarial del 10%... En la prensa generalista se apunta como causa de estos cierres a la competencia china. Por su parte, el presidente alemán atribuye los costos al « repentino corte del suministro de gas por parte de Rusia »... Así, sin pudor alguno mienten sabiendo que ellos mismos suspendieron la compra de gas ruso... Alguien tiene que ser el culpable : China, Rusia... todos, menos el capitalismo y su anarquía productiva.
La industria del auto lleva tiempo en una situación complicada, límite en varios sentidos : el cambio productivo hacia el coche eléctrico no ha llegado a cuajar como pretendían en muchos países y ha paralizado la renovación completa que pretendía el sector, a lo que se añade la guerra comercial entre los grandes focos productores (EEUU, Europa China) con la subida de aranceles y otras medidas legislativas. En lo que atañe al grupo Renault, esta zozobra ha llevado incluso a rechazar ayudas del gobierno ya concedidas para la electrificación de una de las plantas de Valladolid, donde se pretendía fabricar el coche 100 % eléctrico.
A la clase proletaria debe importarle poco si una empresa es rentable o no, si es económicamente viable o no. ¡RENAULT ha recibido durante años millones de euros en ayudas públicas! A esto hay que unir la creciente competencia entre las distintas burguesías nacionales, entre los grandes productores clásicos (EEUU, Alemania, la propia España) y los nuevos grandes productores como China, Turquía, México... Los coches que dejan de producirse en Alemania (« por los altos costos salariales ») se siguen produciendo en las fábricas de Polonia con un coste significativamente menor en mano de obra. Así, todo el sector se está moviendo en medio de un escenario de competencia desaforada que se carga siempre sobre los trabajadores : competencia en « productividad » entre las factorías de una misma marca situadas en diversos países y/o continentes (Renault en Francia, España, Marruecos o Turquía), competencia entre las diversas marcas del sector, competencia entre los países productores (con ayudas inestimables del Estado en cada caso)...
Las ayudas al sector son una prueba evidente de que la burguesía puede pagar y de hecho lo hace diariamente para mantener la producción, para incrementar el beneficio. No es pues un problema de « dinero ». La lucha de los proletarios, por ello, la puede doblegar, pero sólo si la lucha es conducida con medios y métodos clasistas, que tiendan a la unificación de los proletarios de todos los sectores sobre el terreno de la defensa exclusiva de los intereses proletarios.
Frente a esta situación, la respuesta que están dando tanto los grandes sindicatos de la automoción como los diferentes partidos políticos que se llaman obreros consiste únicamente en aceptar la derrota o en absurdas proclamas aparentemente radicales pero impotentes.
Solo saliendo del redil del colaboracionismo sindical podrán los trabajadores de Renault y el auto salir de este círculo vicioso :
• Contra cualquier sujeción de los intereses inmediatos del proletariado a los intereses y exigencias del mercado.
• Contra toda forma de colaboración interclasista entre proletarios y patronos, entre explotados y explotadores.
• ¡Por la solidaridad de clase entre todos los proletarios!
• Por el renacimiento de los organismos proletarios de lucha independiente de los aparatos y de las prácticas del colaboracionismo interclasista.
• Por la defensa y las condiciones de vida, de trabajo y de lucha del proletariado fuera de todo burocratismo y corporativismo.
Partido Comunista Internacional
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FUENTE: https://pcint.org/05_Elprol/033/033_06_renault.htm