El sistema de amortiguación de los conflictos entre empresarios y trabajadores (entre capital y trabajo) tiene, principalmente, dos dimensiones.
La primera es una especie de dimensión macro, formada por las grandes políticas sociales y el conjunto de recursos económicos que la burguesía destina a paliar las consecuencias más sangrantes de la explotación: subsidio de desempleo, sanidad para las muertes prematuras y las enfermedades que causa el trabajo, etc. Esta primera dimensión incluye todo el entramado legal que configura el “estado social” y el ordenamiento jurídico del mundo del trabajo. Hay que recordar y remarcar que el mercado laboral es el mercado más intervenido y regulado de todos los que existen.
La segunda dimensión sería una dimensión más cercana al trabajador, que consiste en la ejecución práctica de la legislación, de las normativas jurídicas, etc. Aquí se incluyen desde los comités de empresa, los sistemas de conciliación entre empresario y trabajadores, etc. Por supuesto, también la aplicación de la normativa vía inspección de trabajo, etc.
Realmente estas dos dimensiones son dos momentos del mismo sistema, no dos entes separados. ¿Por qué podemos dividirlos? Porque hasta cierto punto, tienen vida independiente el uno del otro. ¿En qué sentido? El sistema general, el ordenamiento jurídico del Estado social es intocable por ahora.
Es el resultado de una larga experiencia obtenida en el terreno de la lucha de clases y de la guerra social por parte de la burguesía internacional, especialmente aquella de los países más desarrollados en términos capitalistas (y que, por lo tanto, han tenido una clase proletaria más beligerante) y no se va a desmantelar así por así. Se podrá “recortar” o aligerar, pero no eliminar. Nunca una clase burguesa nacional va a desmontar un engranaje político y social que está en la base de su dominio social moderno. Pero en el ámbito de aplicación más cercano al trabajador de este engranaje sí se pueden dar modificaciones.
Aquí interviene la división en niveles del Estado, que tiene una administración general, una regional y una local, con sus correspondientes burocracias, etc. que se amplían mucho más si tenemos en cuenta los diferentes ámbitos de aplicación de la legislación laboral. Y si bien nadie va a quitar de golpe el derecho al subsidio de desempleo, porque al día siguiente igual los proletarios le quitan a él la cabeza, sí se puede presionar para que su obtención sea más difícil: se puede quitar personal del SEPE, médicos de la Seguridad Social, etc. Con ello se ataca a parte del proletariado, se ahorra en costes, etc. pero sin provocar grandes conmociones.
Hay otro factor en juego. La burguesía compite entre sí, tanto a nivel internacional como a nivel nacional. Un determinado grupo de burgueses, vinculado por intereses específicos, bien sobre el terreno productivo bien sobre el territorial, puede tener interés en presentarse como un sector más avanzado para su clase, más dispuesto, más belicoso contra los proletarios… E intentar demostrarlo actuando sobre este nivel, que es el que tiene más a mano y sobre el que realmente tiene influencia. ¿Es un ataque al proletariado? Sin duda. Tanto al local como al nacional por lo que mañana le pueda tocar. ¿Es un ataque al Estado del bienestar, etc. etc.? No en términos generales.
Aún hay otro factor más: la maraña burocrática que conforman sindicatos, mediadores sociales, jueces, abogados laboralistas, etc., tienen un interés particular en que se mantenga el actual modelo de legislación laboral. Más allá del interés de clase de la burguesía a la que sirven, los sindicatos tienen interés en que los convenios colectivos pasen por sus manos, los comités de empresa se elijan de una determinada manera, los servicios de mediación funcionen como lo hacen… Y como esta tupida red de burócratas es fácilmente atacable porque todo el mundo sabe que actúa siguiendo su propio interés, a veces se cargan las tintas contra ellos para lograr aparecer con ese aire combativo…
Sin duda, el caso del SERLA y su falta de financiación, en Castilla y en León, entra en esto.
Vox quiere dar ejemplo de ser el partido anti obrero de referencia, y va hasta dónde puede llegar.
Ataca administrativamente, recorta presupuesto, dificulta, etc. Porque es hasta ahí que la burguesía, quiere llegar en este momento. Como en Madrid Ayuso y la Sanidad. Dan ejemplo con ello, pero sin pasarse.
En este sentido, cuestionamos y criticamos los recortes que se están produciendo en el SERLA por parte de la Junta de Castilla y León. Pero no defendemos la política de conciliación que todos estos mecanismos han institucionalizado.
Denunciamos, por tanto, el significado real de este tipo de ataques a nuestra clase, a la vez que denunciamos la política de conciliación llevada a cabo por los sindicatos mayoritarios. Por eso, adoptamos una postura enteramente negativa: frente al ataque a nuestra clase que suponen estos recortes y frente a la misma institución tan anti obrera o más que la propia extrema derecha.
Debemos llevar esta crítica a todos los niveles, frente a los grupos políticos y sindicales que defienden la conciliación entre clases, y frente a sus llamamientos a defender el entramado jurídico-institucional en el que se basa esta defensa.
Contra la conciliación entre clases, contra los mecanismos que la permiten.
Por la denuncia del abismo y la inmovilidad a que nos llevan los sindicatos y todo el entramado legal.
Por la defensa de la lucha a pie de tajo, por la acción directa y la resistencia obrera.
SOBRE EL SERLA
El 30 de septiembre de 1996, las representaciones de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE), la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Unión Regional de Comisiones Obreras de Castilla y León (CCOO), suscriben el I Acuerdo Interprofesional sobre Procedimientos de Solución Autónoma de Conflictos laborales en Castilla y León.Dicha Fundación, que no tiene fines lucrativos, se constituye
para el ejercicio de las actividades de interés general de conciliación –
mediación y arbitraje, para prestar un servicio de atención a la solución de
los conflictos colectivos y, en su caso, plurales o individuales en materia
laboral, en beneficio de las empresas y los trabajadores, a través del Servicio
Regional de Relaciones Laborales - SERLA -.
El 18 de abril de 2005, la Confederación de Organizaciones
Empresariales de Castilla y León (CECALE), la Unión Sindical de Comisiones
Obreras de Castilla y León (CCOO) y la Unión General de Trabajadores – Unión
Regional de Castilla y León (UGT), firman el II Acuerdo Interprofesional sobre
Procedimientos de Solución Autónoma de Conflictos Laborales de Castilla y León.
El SERLA ha sido un factor de fluidez en la solución de muchos conflictos
colectivos y ha supuesto una modernización de las relaciones laborales
aportando agilidad en los procedimientos, profundización en los temas objeto de
conflicto y en las soluciones conciliadoras posibles. Normalmente, el SERLA no
puede nada contra las grandes empresas (se pone de lado y siempre al servicio
del gran capital), pero ciertamente sí ha servido para solucionar conflictos
individuales de algunos trabajadores. [v. más: Fundación SERLA: https://www.serla.es/es/fundacion-serla]
La medida anunciada por el gobierno autonómico puede traducirse en un mayor colapso de los juzgados de lo social puesto que, de esos 4200 casos, cerca de 1300 se resolvieron con acuerdo entre las partes, por lo que no tuvieron que pasar por la Judicatura. Recordamos que el SERLA es una fundación extrajudicial. Su eliminación llevaría a que todos estos conflictos tuvieran que ser dirimidos en sede judicial. Nada más. Y nada menos.
> VOX anuncia la supresión del SERLA en Castilla y León: https://elpais.com/economia/2023-01-24/vox-suprime-el-organismo-de-mediacion-laboral-en-castilla-y-leon-y-ataca-a-los-sindicatos.html
> Veganzones (de VOX) se conjura para combatir el comunismo desde la consejería de industria: https://www.elnortedecastilla.es/castillayleon/veganzones-conjura-combatir-20220517120650-nt.html