AL SR FERNANDO GRANDE MARLASKA, MINISTERIO DEL INTERIOR. MADRID


Antonio Arevalillo Sanz, interno en este Centro Penitenciario de Zuera( Zaragoza), donde constan mis demás datos personales, quiero, después de leer la carta que nos hizo llegar a la población reclusa en la que agradece nuestra actitud y comportamiento ante la epidemia del COVID-19, darle una respuesta que, a buen seguro, no estará a la altura que usted, como responsable de prisiones merece.
En las prisiones españolas en general y en la de Zuera particularmente, el virus no se manifestó de forma virulenta, todavía. Se sigue con la dinámica de siempre: las muertes por palizas, “los suicidios”, las sobredosis de pastillas que proporcionan los camellos institucionales. Centenares de pres@s muert@s que ni siquiera forman parte de estadísticas pero cuyas cifras se mantienen estables desde hace años. Mucho tendrá que “trabajar” el corona virus para igualar la pandemia que menciono y que padecemos hace ya demasiado tiempo. Estadísticamente, aun con menos población reclusa, somos los que más muertos presentamos. Enhorabuena, llevamos años siendo los primeros.
Por si lo expuesto no fuese suficiente, se nos impide desde hace más de un mes la posibilidad de poder comunicar telefónicamente con nuestros familiares, amig@s, abogad@s, etc, si carecemos de medios económicos, pues han retirado las tarjetas de Telefónica, que era la forma habitual de llamar. Ni siquiera un trabajo puede ser una alternativa, ya somos miles l@s pres@s que trabajamos en la limpieza, de ordenanzas, así como en los talleres de los mal llamados módulos de respeto. Esfuerzos de la mano de obra esclava, sí, se trabaja pero no se cobra. Y mientras todo esto sucede, el Vicepresidente y su mujer, la Ministra de Igualdad, discuten si las granjas son de cerdos o también habría que calificarlas de cerdas. Mire usted, aquí la comida es tan asquerosa que la escupirían los cerdos y las cerdas, los perros y las perras. Comemos la basura de los contenedores de los hipermercados.

En esta prisión, como en todas las demás de las que usted es responsable, no basta con halagos como el suyo de buen comportamiento para conseguir ( ignoro si derechos como en prisiones europeas o privilegios sometidos a voluntades) permisos de salida o la libertad condicional. No tod@s tenemos un cuñado político o somos el cuñado del Rey, ni dinero para pagar a los equipos técnicos de prisiones por un buen informe que facilite lo que no son otra cosa que derechos, una vez cumplidos los plazos de condena sin sanciones.

La corrupción o prevaricación de los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria va en función de sus quehaceres diarios, negándonos abogad@s, mientras los Fiscales no parecen darse por enterad@s, siendo partícipes de estas corruptelas y prevaricaciones, tanto en los casos más leves como pueden ser las sanciones penitenciarias como en los más graves, al no presentarse como parte en los casos denunciados por torturas, algunos con resultado de muerte.

No tengo fe ni convicciones para pensar que algo de lo relatado pueda cambiar. Sois los hijos y nietos del franquismo pero peor porque negáis la redención de penas por un trabajo remunerado, prohibís los indultos generales para aplicar los particulares a quienes jugáis en la misma mesa y encubrís la cadena perpetua con condenas desorbitadas más allá de la vida.

Espero y deseo que el COVID-19 sea, no una peste, sino un virus de conciencia social. Las cárceles son el reflejo de sus sociedades y España es un islote en el mundo, un híbrido que no tuvo su revolución y perdió su identidad social.

Mediante el presente escrito vengo a pedirle que seamos puestos en libertad tod@s l@s pres@s que hayamos cumplido las ¾ partes de nuestra condena y con urgencia (así se requiere debido al estado de alarma sanitaria), l@s que además padezcamos enfermedades crónicas.

Por último, le suplico que reflexione sobre el trabajo que desempeñan los equipos técnicos de prisiones, corruptos e insufribles más allá de lo que pueden expresar estas líneas.



Atentamente: Antonio Arevalillo Sanz
En Zuera a 28 de marzo de 2020


Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
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Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."