Una por los presxs:
Estamos aquí para dar voz a lxs que no la tienen, para mostrar nuestro apoyo y solidaridad a lo que consideramos justo y digno. No todo brilla en su falso bienestar y brillante demagogia. Las cárceles son una muestra de ello, una alcantarilla más que se hunde en las cloacas del sistema. Un sistema que esconde la tortura, el sufrimiento y perpetúa el castigo.
Estamos aquí para intentar acabar con la impunidad dentro de los muros, y con la ignorancia y la desinformación fuera de ellos. Porque lo que se castiga en la cárcel, lo que se tortura, y lo que por desgracia muere, es la pobreza. ¡No mueren, lxs están matando!
Vemos como una necesidad imperiosa, jugando a contrareloj, que la sociedad recupere la sensibilidad ante hechos de este calado. La represión y amenaza más brutal que vivimos día a día.
Tan sencillo, cómo cumplir su ley. Las 12 reivindicaciones de la Huelga de Presxs de Mayo sólo buscan el cumplimiento de su burda ley, un derecho que debería entrar dentro de sus patrones democráticos y ciudadanistas ¿no? Pues no conformadxs con esto y con la pérdida de su libertad, todos los profesionales relacionados directa o indirectamente con estos centros parecen ponerse de acuerdo en hacer la vida imposible a nuestrxs compas.
¿Donde está esa clase obrera que no rescata a sus hermanxs, sus amigxs, sus vecinxs, sus madres,… de las garras de un Estado punitivo que encierra nuestros sueños? Solamente por sobrevivir, solamente por ser pobres. ¿Donde está ese pueblo que abandona a lxs suyxs a merced de violaciones, maltratos, hipermedicaciones, palizas, insultos, FIES, aislamiento dentro del encierro, dispersión,… y todo tipo de vejaciones? Basta ya de complicidad pasiva ¡que no nos engañen!
Cuántas muertes hacen falta para que nos demos cuenta de que la cárcel no reinserta, sino que es parte del problema. Cuántas familias tienen que sufrir los agobios, los llantos, los kilómetros… para darnos cuenta de que si todxs damos un poco, unxs cuántos no tienen que darlo todo.
Para todo el aparato penitenciario sólo existen dos opciones: sumiso al sistema o muerte anunciada. Una muerte silenciada. Toda una muestra de la violencia institucional: vulneración y pisoteo constante de sus derechos constitucionales, desatención sanitaria,… que abocan a la persona que lo sufre a la violencia, a la locura, o a la autodestrucción. La imagen otorgada al conjunto de población que hacen los medios de des-información como lugar “vacacional” es insultante e hipócritca, salvo para Urdangarín claro… Fácil afirmación si no has entrado o hablado con alguien que haya estado entre sus muros. Al contrario, está construido con un solo fin, el de destruir en todos los sentidos a la persona que se salta sus postulados legales. Unas leyes hechas por los mismos que engañan y delinquen a su antojo. Lxs ricxs nunca entran, y los pobres nunca salen.
Nada más, pero tampoco nada menos. Un pequeño granito de arena más, y ya sabéis lo que pasa si se unen muchxs… el despertar de un gigante.
Basta ya de “muertes en extrañas circunstancias”, como no se cansa de decir Ángel Yuste Castillejos, máximo responsable de instituciones penitenciarias. Se autoprotegen judicial y administrativamente para desmentir las denuncias por tortura y malos tratos sistemáticos que se producen dentro. Al/a torturador/a se le absuelve y se condena (aún más si cabe) al/a torturado/a. No contentxs con eso, se llega incluso a criminalizar a quien osa mostrar apoyo y solidaridad desde fuera.
¿Muerte de cárcel, o cárcel de muerte?
Basta ya de abuso de poder, de abuso de venganza.
Basta ya de torturas sistemáticas físicas y psicológicas.

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com















ARCHIVO

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Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."