Hace un año que la policía irrumpió en nuestro piso al grito de:
“¡¿Tienen algo caliente?!”. Me sorprendió a la vez que me
provocó un poco de risa. Luego nos percatamos que se referían a
si teníamos algún artefacto explosivo utilizado como trampa, lo
que aumentó nuestra risa.
Un año en que me separaron de mi compañera por cientos de
kilómetros, pudiendo solo hace unos meses escuchar su voz por 5
minutos cada 15 días.
Un año encerrado en aislamiento en 3 cárceles diferentes del
reino español. Cárceles que basan su política penitenciaria en
la psiquiatría, medicalizando a los presos con el propósito de
anularlos. Estableciendo un control absoluto sobre las
comunicaciones y el contacto con el exterior. En estas cárceles
del primer mundo se prioriza la relación impersonal con el
exterior, todo lo que sea contacto físico es sumamente
restringido, diferente a mi experiencia en las cárceles
chilenas. La posibilidad de estar con tu gente es impensable en
sitios como éste.
Un año en que la solidaridad se ha dejado sentir en cada minuto,
especialmente por parte de las/los anarquistas de Barcelona,
quienes con su voluntad e iniciativa han destrozado la
dispersión y el aislamiento. Han demostrado que la solidaridad
no es una palabra vacía, que es contenido inseparable de toda
nuestra práctica y lucha por la liberación total. Con esto, el
poder una vez más queda en evidencia; no entiende ni en lo más
mínimo en que se sustentan nuestras relaciones. Las dificultades
que ponen nos hacen más fuertes, ante las adversidades nos
conocemos más y cuanto más aprendemos a conocernos, más nos
reímos de lo que habíamos creído insuperable. Si decidimos
enfrentarnos al estado es porque hace mucho tiempo decidimos
dejar de vivir arrodillados.
Francisco Solar
13 de Noviembre de 2014
Para escribirles a lxs compas:
Mónica Caballero Sepúlveda
Centro Penitenciario Ávila
Ctra. de Vicolozano-Brieva, s/n
05194 Brieva
Ávila (España)
Francisco Solar Domínguez
Centro Penitenciario Villabona
Finca Tabladiello
33480 Villabona-Llanera
Asturias (España)