Los encarcelados durante el juicio



En una sentencia notificada este jueves, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal impone 18 años de cárcel a Eduardo Vigo Domínguez y Roberto Domínguez Fiallega y otros 10 a Antón Santos Pérez y María Osorio López.


La Audiencia Nacional ha condenado por primera vez por delitos de terrorismo a miembros de la organización independentista Resistencia Galega, fundada en 2005. La Sección Tercera de este tribunal ha impuesto penas de 18 años de prisión a los activistas Eduardo Vigo y Roberto Rodríguez Fiallega; y de diez años a sus compañeros de banda Antón Santos y María Osorio. Los cuatro han sido hallados culpables de delitos de participación en organización terrorista y falsificación de documento oficial. A los dos primeros se les condena, además, por tenencia de aparatos explosivos con fines terroristas.
En su sentencia, el tribunal recuerda que el 31 de noviembre de 2011, Roberto Rodríguez, de 35 años, entregó en la Gran Vía de Vigo una bolsa de deporte con tres termos cargados con un total de 4,8 kilos de explosivo a Eduardo Vigo. Tras recoger los artefactos, este condujo su Renault Clio hasta que fue interceptado por la policía, que había establecido un dispositivo de seguimiento del comando, en el peaje de la AP-9 de Teo, en Santiago de Compostela.
Las tres bombas estaban separadas por papel de periódico, y preparadas para explotar en un plazo máximo de 12 horas, según determinaron los artificieros de la policía. La investigación no logró aclarar cuál era el objetivo de los terroristas.
Rodríguez Fiallega y Vigo fueron detenidos ese mismo día. En el registro del domicilio del primero, los agentes hallaron un nuevo artefacto explosivo: una olla a presión con 3,2 kilos de una mezcla de perclorato potásico, azufre y aluminio, también preparado para ser detonado, y que, según la sentencia, habría puesto en peligro la vida de las personas en un radio de 10 metros.
En este registro, los investigadores encontraron un sobre marrón con una memoría informática USB cuyo contenido, encriptado, no ha podido ser descifrado. Y algo más relevante para la sentencia: cuatro juegos de DNI y permisos de conducir falsificados. Dos de estos juegos llevaban las fotos de Rodríguez Fiallega y Eduardo Vigo asociadas otras identidades. Los otros dos documentos fueron la pista que condujo a la policía a los otros dos activistas: tenían la fotografía de Antón Santos y María Osorio y los nombres de otras personas.

El 3 de diciembre, estos dos activistas, de 34 y 26 años, fueron detenidos en el piso que compartían en Lugo. En este domicilio, la policía encontró documentación con posibles objetivos contra los que atentar —Resistencia Galega lleva sus acciones contra multinacionales, bancos, inmobiliarias, medios de comunicación y fuerzas de seguridad— y una garrafa
con ocho litros de gasolina.

La investigación posterior determinó que los cuatro artefactos explosivos incautados en Vigo —los tres termos y la olla a presión— presentaban “idénticas características” de composición y montaje con otras bombas desactivadas por los artificieros policiales desde el año 2005 y otras que llegaron a explotar. Los partidos políticos de ámbito estatal fueron uno de sus objetivos prioritarios, recuerda la sentencia.

Entre 2010 y 2011, las sedes del PSOE de Teo, Betanzos, Carral y Negreira, y la del PP de Ordes, sufrieron ataques.

Estos cuatro activistas, procedentes de la organización juvenil independentista Assembleia da Mocidade (AMI), ya habían sido reseñados por la policía. Antón Santos tenía antecedentes por daños y desórdenes públicos, y se le atribuye la captación de “nuevos combatientes”. Por su parte, María Osorio había sido identificada cuando trató de impedir en 2008 una conferencia de la antigua dirigente del PP vasco María San Gil en la Facultad de Económicas de Santiago de Compostela.

En el caso de Roberto Rodríguez Fiallega, su primera detención data de 2001, cuando en compañía de otra persona, trató de arrojar ocho cócteles molotov contra un autobús de hinchas radicales del Real Madrid (Ultra Sur) que se desplazaban al estadio de Balaidos.  



NDR.
Ante la atenta crítica de un compa asumimos el error de la publicación tal y como apareció originalmente. 
Es muy probable que la supuesta "Resistencia Galega" como organización terrorista sea uno de tantos inventos de las fuerzas de seguridad para amalgamar a la verdadera resistencia galega, tan diversa en sus métodos como en sus grupos e individualidades. 
Desde aquí, nuestras disculpas. 
Al reproducir esta noticia, recogida de varias fuentes de la prensa burguesa, queríamos llamar la atención sobre la represión y encarcelamiento de unos luchadores, más allá de compartir una ideología o unos métodos en un momento determinado. Nuestra condición de revolucionarios anticapitalistas nos lleva a solidarizarnos con todos los que enfrentan al capital y al estado burgués y sufren los golpes de la represión.

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com















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Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."