¡El imperialismo francés prepara una intervención militar en Mali!
Desde hace ya varias semanas corren ruidos de sables cada vez más
insistentes a propósito de Mali. A finales de septiembre el presidente
francés François Hollande, acompañado de su ministro de relaciones
exteriores, Laurent Fabius, acuden a la Asamblea General de la ONU a fin de
obtener luz verde para una intervención militar en el norte de Mali, ¡cosa
que obtuvieron sin ninguna dificultad !
Ya desde la caída del presidente Amadu Turé, la diplomacia francesa se
activaba para preparar esta intervención militar, bien sea por medio de
negociaciones con la vecina Argelia o bien por medio del envió de fuerzas
especiales vía Burkina Faso (1).
Después de haber infligido una dura derrota a los militares malianos,
obligados a replegarse al sur del país, llamado el «país útil» (donde se
encuentra establecida la mayoría de la población, a diferencia del norte
semi-desértico), los Tuaregs tomaban el poder en Bamako. A comienzos de
abril, bajo la presión de los Estados vecinos y del imperialismo francés,
los militares fueron obligados a abandonar el poder en nombre de un
«presidente interino», Traoré. Pero inmediatamente después que es
juramentado, el nuevo presidente es víctima de un ataque al palacio
presidencial, y donde resulta herido por manifestantes nacionalistas
cercanos a los militares. Razón por la que Traoré parte a Francia a curarse.
Mientras
Traoré se encuentra de convaleciente en Francia, el primer ministro, Cheik
Modibo Diarra, que regresa expresamente de Estados Unidos donde trabajaba
para la NASA, se pone entonces a la cabeza del gobierno. En agosto de este
año, después que este último regresa a Mali, y conforme al «ultimátum»
lanzado por los países africanos de la CEDEAO (Comunidad Económica de los
Estados de África Occidental), se constituye un «gobierno de unión
nacional». Pero, a pesar de ello, las divergencias entre el clan del
presidente y el del primer ministro, principalmente con respecto al norte
(de Mali, ndr, no han desaparecido.
En las semanas que transcurrieron, las presiones internacionales se
acentuarán con una intervención militar extranjera al norte de Mali, de
donde los guerrilleros tuaregs habían sido expulsados del poder por
organizaciones islamistas.
Estas probablemente estaban mejor armadas, pero fue la cólera de las
poblaciones de Tombuctú y otras ciudades frente a los «abusos» de los
Tuaregs lo que determinó la huida de estos; el restablecimiento del orden,
aunque fuese el orden de una Char'ia brutal, al menos al comienzo, fue
plebiscitado por ciertas capas de la población (2).
Para preparar las mentes a una intervención militar, una campaña
internacional fue desarrollada tomando como punto principal las
«atrocidades» cometidas en el norte del país (destrucción de monumentos
religiosos, lapidación de una pareja adúltera, etc.); así, el primer
ministro aparece en primera pagina de Le Monde llamando a «desalojar
a los narcotraficantes y terroristas de Malí, criticando la voluntad del
presidente de negociar y felicitando al ministro Fabius y (al
presidente) Hollande por sus intervenciones en la ONU» (3).
Finalmente, a comienzos de septiembre, el gobierno malí había cedido y
oficialmente pedido una intervención militar extranjera para librar batalla
al norte.
Dos veces más grande que la Francia, pero con apenas 15 millones de
habitantes, Mali es un país pobre pero que dispone de recursos naturales
todavía poco explotados (a parte de la producción de oro); el imperialismo
francés tiene múltiples intereses que lo empujan a intervenir en su antigua
colonia: recursos mineros con la probable presencia de petróleo y gas,
ademas de yacimientos de uranio; pero también la garantía de no perder
«influencia» en toda la sub-región.
El imperialismo francés no querría aparecer en primera línea, prefiriendo
dejar que combatan sus tropas africanas, limitándose este a la logística. La
presencia en Bamako de militares de la antigua potencia colonial, provocará
manifestaciones hostiles a esta presencia: ¡todo el mundo sabe que la
presencia del imperialismo francés jamás ha sido motivada por la suerte de
las masas locales!
Ni las poblaciones del norte de Mali, Tuaregs u otras, ni en general las
masas desheredadas malíes, ni los proletarios franceses, tienen algo que
ganar con una intervención militar imperialista, cuyos costos, de una manera
u otra, ellas tendrán que pagar.
Los males que sufren las masas malíes no serán resueltos con la guerra, sino
con la lucha social y política. La única vía para resolver los
problemas que confrontan los proletarios como las masas malíes se encuentra
en la lucha contra el orden imperialista internacional que condena,
de un lado, a las poblaciones enteras a vegetar en una miseria sin
esperanza, y del otro, a los proletarios del mundo entero a sufrir una
explotación cada vez más intensa.
En esta lucha son los proletarios de los países imperialistas que tienen la
responsabilidad primera, ya que son ellos quienes pueden golpear al corazón
del capitalismo mundial y destruir su orden inhumano.
¡No a toda intervención militar francesa en Mali!
¡Imperialismo francés fuera de África!
¡Viva la revolución comunista mundial!
(1) Ver Le Figaro, 23/9/12. Este artículo, aparentemente muy bien
informado por fuentes militares francesas, habla también de un «rol
problemático» de las autoridades argelinas (C.f www. lefigaro.fr
international 2012/09/23/01003- 20120923 ARTFIG001526 –mali -la-france -en-pointe
–contre -aqmi.php. Las tropas especiales francesas se encuentran situadas en
Burkina Faso (Cf. www. marianne2.fr / blogsecretdefense / Mali-lo- COS- est-
bien- present- au- Sahel- contrairement- a-ce-que-dit- Lauren- Fabius_a763.
html
(2)
C.f www. jolpress.com / international- mali- intervention- armee- militaire-
assemblee- gene- rale- onu- islamistes- nord- aqmi- ansar- dine- mujao-
touaregs- mnla- charia- article- 813612 .html
(3)
Ver Le Monde, 1/10/2012. El primer ministro se muestra amenazante: «en
estos momentos hay que garantizar la seguridad de las grandes ciudades de
Mali». ¿A quién apunta con estas amenazas?
Partido Comunista Internacional
7 de Octubre
de 2012
www.pcint.orgValladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.
si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com