La huelga “general”.
La huelga del 1 de diciembre fue convocada por los sindicatos de los trabajadores en el sector público y privado. No obstante, son muchísimos los trabajadores del sector privado que no pudieron participar en la huelga, a causa del terrorismo de la patronal o por otros motivos. Puede ser que en el centro de las ciudades grandes, como Atenas y Tesalónica, casi todo haya permanecido cerrado, pero en las afueras de estas ciudades, en las ciudades más pequeñas y en los pueblos, la participación, activa o no, ha sido bastante menor, con respecto al sector privado. También, la propaganda de la Dominación, de los partidos y de la Democracia en general, está bien arraigada, aunque en menor grado que en Europa o en el norte de América. No son pocos los que han renunciado a su conciencia de clase o social, aspirando a una mejor acomodación en algún rinconcito del Sistema, o confiando su suerte a los políticos, a los representantes, a los expertos. También se tienen que valorar conjuntamente los obstáculos de carácter práctico que siempre pone el Régimen a los que quieran participar en las movilizaciones (véase más abajo). Un papel importante juega la propaganda intimidatoria de los medios de desinformación. Por cierto, los medios de desinformación griegos y extranjeros, en plena “crisis” en Grecia, se están esforzando por colar a la opinión pública el cuento de los malos políticos griegos que se han comido el dinero y que ellos tienen la culpa de todo.
Los sindicatos oficialistas.
Como se ha mencionado, los dos sindicatos oficialistas, de los obreros (GSEE) y de los funcionarios públicos (ADEDY), convocaron una huelga de 24 horas. Queda claro que, bajo las circunstancias políticas y sociales que estamos viviendo, esta huelga tiene un carácter apaciguador. Pretende manipular la rabia del pueblo, canalizándola en una mera jornada de protesta anodina para el Régimen, para el Estado, el Capital y sus intereses. Pretende hartar a la gente e inyectar en el inconsciente colectivo la idea de que al fin y al cabo el Sistema es invencible y que no se puede conseguir nada: después de tantas pseudo-huelgas como esta, que no tienen ningún resultado visible, mucha gente ya está harta. No obstante, en un fragmento de la sociedad cada vez más grande va madurando la idea de una huelga indefinida y combativa. Los medios de desinformación y aturdimiento están festejando por haber sido (casi) pacíficas las manifestaciones del 1 de diciembre. Están celebrando el regreso a la normalidad: al terrorismo del Régimen, a la esclavitud asalariada, el desempleo y la precariedad, a la violencia cotidiana que ejercen el Estado y el Capital, al totalitarismo. Si los sindicatos de los partidos izquierdistas se alinean con la política y las tácticas del sindicalismo oficial, son cada vez más los trabajadores y los desempleados que dejan de fiarse de ellas, que se independizan y se apartan de este tipo de sindicalismo. No todos de estos han procedido a afiliarse en sindicatos de base independientes.
Cierre de estaciones de metro y toque de queda.
Las estaciones de metro más próximas a los puntos de concentración quedaron cerradas durante toda la manifestación, por orden de la Policía. . Hay que señalar que las estaciones cerraron una hora antes del inicio programado de la manifestación, obviamente para impedir la confluencia de la gente al centro de Atenas y su participación masiva en las movilizaciones. Los medios de desinformación están reiteradamente transmitiendo la propaganda del Régimen que el cierre es necesario para proteger las estaciones de daños causados en posibles incidentes. Aun cuando fuera cierta esta alegación, obviamente falsa y fingida, no se puede explicar el cierre de las estaciones una o dos horas antes del inicio de la manifestación, cuando todavía ni siquiera se ha reunido la gente. De la misma manera, se impuso una vez más un toque de queda en casi todo el centro. Además de ponérselo difícil a la gente a acercarse al centro, se creó un ambiente de terror, intimidando y disuadiendo a la gente de que participara en las manifestaciones. Hay que tomar en consideración este factor al calcular a los participantes en cada manifestación y sobre todo al valorar la participación en general.
El papel de la Guardia Civil del Régimen.
El llamado Partido “Comunista” (KKE) realizó su propia manifestación, totalmente tranquila, pacífica. Esta fue sucedida por una marcha de tipo funeral. Todo fue rápido, precipitado: el Partido tuvo que enseñar a la clase obrera que estuvo presente, que no faltaba de la movilización. Además, tiene que enseñar al pueblo como tiene que luchar: a través del parlamentarismo y la representación, obedeciendo al pastor, de una manera anodina para el Régimen, sin pasarse de la raya. Y cuando se le llame, el Partido no dudará en reprimir a los que se salgan de la ruta, en el ámbito del papel represivo, además de moralizante, que desempeña este partido en este juego sucio montado por la Soberanía.
La participación en las manifestaciones y algunos incidentes de lo acontecido.
A pesar de los factores anteriormente mencionados, el 1 de diciembre la participación de la gente en las manifestaciones huelguistas no fue la esperada. Se puede decir con certeza que fue menor a la de la huelga del 19 y 20 de octubre. Ha sido una de las manifestaciones huelguistas menos animadas en los últimos años. En la ciudad de Volos se tiraron piedras y otros objetos a las oficinas del partido ultraderechista Laos, que participa en el gobierno. También, un grupo numeroso de manifestantes entró en dos supermercados y expropió alimentos y otros artículos de primera necesidad, anunciando que lo expropiado se destinará a los huelguistas en la “Acería Griega”, que llevan más de un mes en huelga. En Tesalónica, un grupo de manifestantes atacó a dos maderos motorizados e incendió una de sus motos. En Patrás, varios manifestantes tiraron piedras hicieron pintadas en bancos en el centro de la ciudad. En la misma ciudad, uno de los ministros del gobierno salió a tomar un café, custodiado por (¡) ocho (!) policías, descontando a los secretos. Uno de ellos era el Director de la Comisaría General de la ciudad. No hay que extrañarse: esto es parte del trabajo de estos perros, ya sea de rango inferior o superior.En Atenas (fotos), participaron en la manifestación los huelguistas en la “Acería Griega”. Después del fin de la marcha se incendiaron dos coches.
La huelga y la lucha es (o debe ser) contra la indignación, la barbarie, el totalitarismo, el capitalismo, el Poder, no “contra la medidas de austeridad”.
Nos están quitando la propia vida, no simplemente el sueldo.