Mientras la corporación bilbaína, con su alcalde del PNV, Azkuna a la cabeza, se dedicaban a agasajar a los de “la vuelta”, cientos de bilbotarrak recorrieron el barrio de Rekalde para realizar una cacerolada y en manifestación exigiendo que no se derribe Kukutza.

Prácticamente todo el barrio, decenas de profesores, colectivos y organismos se adhirieron a la petición de que el ayuntamiento de Bilbo no derribe el Gaztetxe. Kukutza es un autentico foco cultural en Bilbo y se pueden contar por cientos las actividades de todo tipo que allí se realizan desde cursillos de un sinfín de áreas, como encuentros, eventos conciertos en un ambiente de respeto con el resto del barrio. No en vano, prácticamente todo Errekalde clama por la supervivencia de Kukutza.

Sin embargo Azkuna, desde la poltrona municipal ya ha firmado la orden de derribo y es de esperar que en breve tanto policías autónomos españoles como excavadoras se presenten alguna mañana para derribarlo. En ese sentido hicieron un llamamiento para que se responda de forma pacifica a esta desvergüenza protagonizada por un ayuntamiento, el de Bilbo que gasta ingentes cantidades de dinero en plena crisis a financiar corridas de toros o la vuelta ciclista a España, pero que alega falta de fondos para un proyecto popular y participativo.

Por eso, hay que estar al loro en los próximos días.