Para definir la tortura y su ámbito de aplicación, su función dentro del sistema socioeconómico que nos asesina, voy a ser breve en mi exposición.

La tortura es un conjunto de prácticas físico-psíquicas violentas contra el ser humano, perpetradas por agentes del estado, cuya aplicación última, lograda mediante la aplicación del terror (la técnica), es tratar de conseguir del cuerpo martirizado que la padece, la sumisión absoluta a lo que los torturadores deciden que “deben ser”, “decir”, “pensar” los torturados/as.

La tortura en al región de Iberia tiene una larguísima aplicación histórica, siempre gozó en esta región de un despliegue terrible. Con la paulatina realización del “Estado español” ha alcanzado su mayor grado de perfeccionamiento. Esto es debido a que desde las áreas político-judiciales se ampara y potencia (con todos los resortes de que dispone el “Estado de Derecho”, actuando la CE (Constitución Española) como su soporte privilegiado, desde la que se legitima a los que la practican desde esas mismas estructuras de “Derecho”. No solo se les proporciona cobertura jurídico-judicial a los toruradores, sino que se les implementa con amparo moral y material. El gran conjunto de la población paga a sus TORTURADORES y lo peor de todo es que también paga su impunidad.

Por desgracia para el ser humano, la torura siempre fue una herramienta más (entre otras) al servicio de los “gobernantes”, para obtener de los “gobernados”, a través de los medios/fines más execrables, la adhesión a la realización y consecución de sus “diferentes” programas “político-sociales”, sean estos del tipo que sean, cuya matriz se basa siempre en la realización de un proyecto de dominación total.

En las cárceles del “Estado español”, la tortura siempre se ejerció/ejerce, de manera sistemática por parte de la administración carcelaria. La “Política” de la administración carcelaria es el Crimen de Estado y esta política ya ha asesinado a miles y miles de encarcelados bajo las formas más horribles.

La población en términios generales, bien aleccionada por el discurso “Democrático” del poder de turno que les oprime, y gracias a los medios de desinformación/ultrainformación que les adoctrina con su eterna letanía, han interiorizado como válido el discurso ideológico del Crimen de Estado. Dicho discurso, nacido de la “izquierda” y de la “derecha” autoritaria/estatal, nos dice que aquí no se tortura, ya que su CE “proscribe esta práctica antihumana”. Además, “los mecanismos de control para detectar esta práctica son infalibles…” (nuestros verdugos son nuestros). La realidad del encarcelado, basada en la experiencia directa y diaria de la vivencia de esta lacra, se encarga de desmentir, por su propia falsedad, dichas afirmaciones, y de corroborar la función propagandística de este discurso “humanista”, que sólo busca tratar de ocultar otra más de sus prácticas asesinas.

La tortura es consustancial al proyecto de dominación, que sin ella no sería posible. Está intrínsecamente unida a cualquier forma de gobierno a escala mundial, sea éste del signo organizacional que se proyecte.

Para acabar con estas reflexiones, deciros que la tortura en la cárcel tiene una finalidad por encima de cualesquiera otras: destruir a las personas encarceladas para reemplazarlas por otras. Pura doctrina económica del Crimen de Estado, que nos “habla” de que el Crimen de Estado es una industria muy lucrativa, ya que su “materia prima”, los presos, son un “material” de “escaso costo” y altamente productivo. Por eso la “política” a seguir por parte de las diferentes agencias estatales/gubernamentales a nivel mundial en el ámbito del encarcelamiento, tanto hoy como ayer, debe resultar rentable en términos económicos y “sociales”, para el sistema de dominación, muera quien muera y de la forma que muera, todo ello, no lo olvidemos, con un gran “consenso social”, sin el cual no podría darse este fenómeno.

Una vez dicho esto, paso a valorar las consideraciones de algunos compañeros presos, que están considerando, dado el incremento de la tortura en las cárceles, tanto a nivel nacional como internacional, la posibilidad de una movilización colectiva contra esta nauseabunda y asesina práctica.

Yo, a modo de propuesta/colaboración, creo que para que esta movilización tenga “éxito” tendría que enmarcarse dentro de un formato de campaña, y para que a los compañeros presos (dada la situación de enfermedad que muchos padecemos) les pueda resultar asequible la participación en la misma, lanzo esta idea:

Todos los primeros días de cada mes, protagonizar un ayuno y dirigirnos mediante escritos a los Diputados y Senadores (Congreso de los Diputados, Cortes Generales) denunciando esta práctica, dado que son principalmente ELLOS los responsables “políticos” de la persistencia de la TORTURA/MUERTE en las prisiones españolas, al igual que jueces, fiscales, policías, guardias civiles y sobre todo CARCELEROS.

También estoy de acuerdo con los compañeros presos (lo llevo manifestando bastante tiempo en mis comunicados) en considerar necesaria la creación de una red de apoyo jurídico, pero no solo crear “colchones de protección” para los presos participantes, sino denunciar las represalias que se puedan derivar contra los mismos participantes. También es indispensable la movilización en las calles, para dar a conocer ersta lacra que padecemos los presos, SIN RESIGNACIÓN.

En relación a la participación desde fuera de organizaciones legales abolicionistas, garantistas o asistencialistas, no creo que sea lo más conveniente que los susodichos participen como tales. Sería cometer errores del pasado. Si quieren participar, apelo a sus militantes para que lo hagan de forma individual sin representar a ninguna sigla, pues como organizaciones (y la historia está ahí) tan solo han aportado legitimidad a los torturadores y a la estructura carcelaria, aparte de emitir sus documentos, casi todos o todos, de carácter “reformista”, poco más se puede esperar de estas organizaciones.

Esto es lo que yo pienso. La duración de de dicha campaña, en un primer momento debería prolongarse hasta la finalización de esta legislatura de Gobierno. Después decidiríamos entre todos si radicalizamos nuestra postura tanto desde dentro como desde fuera.

Un abrazo a todos los hermanos y hermanas que luchan.

ACABEMOS CON LA TORTURA Y LOS TORTURADORES, con el Crimen de Estado.

J. C .R. R.



Debate Y Aportación De Ideas En Torno A Una Propuesta De Lucha Contra Las Torturas Y Malos Tratos En Las Prisiones Del Estado Español

La propuesta inicial [Propuesta De Lucha Contra Las Torturas Y Los Malos Tratos En Las Cárceles Del Estado Español] se ha difundido bastante dentro de los muros con la idea de que sirviera de piedra de toque para una primera etapa de debate y aportación de ideas por parte de la gente presa que se animara a participar. Hay que decir que en la presentación, elaborada por gente de la calle, se hablaba de «la posibilidad de realizar algún acto simbólico como un txapeo o un ayuno» así como de «un mínimo compromiso por vuestra parte de realizar instancias dirigiéndoos a la dirección de los centros en los que os encontréis». Han llegado bastantes respuestas por escrito de las que vamos a seleccionar, en primer lugar, lo que nos parece más interesante desde un punto de vista práctico:

Un compañero nos dice: «Los malos tratos no es sólo que están a la orden del día, sino que cada vez (dada la impunidad) aumentan y son más graves y aquí la realidad supera la ficción.

Como prisionero, muestro toda la solidaridad con la propuesta, pues desafortuna-damente los niveles de seres humanos torturados física y psíquicamente están por las nubes. Esto hay que pararlo y vuestra propuesta me parece la adecuada, dada la impunidad de los carceleros y la indefensión del preso. Yo, por mi parte, me adhiero al compromiso de realizar las instancias y ponerlas en conocimiento. Asumo las conse-cuencias, ojala haya muchos que veamos como están las cosas y actuemos en coordinación. Acordar un día en general y efectuar la comunicación de la reivindicación, todos a una.

Ya está bien de malos tratos, de abusos y violaciones de los derechos humanos, no hay que callar ante semejante barbarie, que se sepa que en España se tortura, se mata y se mantienen cadenas perpetuas encubiertas, ni un solo golpe más.

Sigo a la espera de la fecha que acordemos y mi adhesión es firme, porque me opongo a estos tratos vejatorios e inhumanos».

Otro manifiesta: «Yo por aquí sigo resistiendo como siempre pues otra no me queda. Caminaré con fuerza y resistencia siempre. He recibido lo que enviasteis, contad conmigo, he leído la propuesta y me parece bastante importante ¡Basta ya de malos tratos en estos centros de extermino! Veo también muy bien e importante el tema de los “tres puntos básicos”.

Sobre la importante aportación de ideas, seguidamente te digo que serían bastante importantes las movilizaciones con grupos de apoyo colectivos por unos días en las puertas y barreras de las cárceles, con pancartas».

Otro más dice: «Decir que aunque yo me encuentre saliendo de permiso, creo necesario llevar a cabo este tipo de acciones en contra de las torturas a los compañeros que las sufren. No me supone nada hacer ayuno y hacer constar los motivos del porqué. Decir también que creo que tendríamos que estar todos los que hagamos alguna acción dentro de prisión en contacto para ver como va cada persona y así darnos ánimos entre nosotros, también para no encontrarnos solos en algún punto determinado».

Y otro: «Después de analizar el contenido de los compañeros en referencia a la campaña contra los malos tratos que queremos iniciar, tengo mi opinión… sobre que somos pocos, a la vista está, (…), inferioridad numérica total, me pregunto: ¿es que todos los presos lo saben? ¿Es que quienes lo sabemos no lo divulgamos? ¿No nos movemos?

Hay que moverse desde dentro, porque los de fuera hacen lo que pueden. Somos nosotros quienes debemos dar el primer paso, la propaganda me parece una idea correcta para que al menos el 30% de la población reclusa sepa que podemos protestar, quejarnos y que sean (seamos) conscientes de todo».

Hay un compañero que opina: «lo de hacer un día de ayuno seguro que muchos lo harán pero lo del chapeo va a ser que no, ya que el quedarte chapado supone una sanción y para aislamiento y si se quiere captar más gente solidaria que se involucre con la causa pensar que en primer lugar el preso nunca se debe sentir amenazado por alguna de sus reivindicaciones las cuales le vayan a buscar una sanción porque hay mucha gente que está saliendo a la calle o que está buscando la calle y un parte los mataría por lo que sé que el día de chapeo va a ser una tontería, respecto al día de ayuno yo estoy dispuesto a hacerlo pero que esto se extienda por todo el territorio español no solo en 4 cárceles porque sería lo mismo de siempre y además cuanto más personas seamos más presión haremos ¿o no?».

A lo que otro, directamente, le responde: «¿Por qué no? [se refiere a lo del chapeo] Por qué es incoherente que se inicie o trate de iniciarse una protesta para denunciar las barbaridades que comete este obsoleto sistema carcelario y ahora se teman a las posibles sanciones… Puede que nos metan 100/200 partes, que por ello nos sintamos amenazados, aislados pero, kamarada, hemos de concienciarnos que, únicamente así, lograríamos ofrecer la certeza de que éste sistema es cruel e inhumano. Con respecto a las personas que aspiran a colaborar con el enemigo y aspiran a obtener sus chantajistas beneficios… ¿qué nos importa? Cada cual con su conciencia, sus objetivos y sus convicciones”. Y continúa: «Las conciencias se educan, compañero, y quizás se empezaría una protesta en una sola cárcel por un solo preso pero TE GARANTIZO, por experiencia, que con el paso del tiempo todos aquellos que se identifiquen con la causa, van a aportar su grano de arena y esto se extenderá en cada rincón de la geografía peninsular e insular. Siempre seremos los mismos los que iniciemos este tipo de protestas pero ESTAMOS OBLIGADOS A DAR EJEMPLO pues somos los que nos conocemos y hemos combatido al sistema».

Y otro: «El txape, ya sabemos que acarrea una sanción de 7 a 14 días de celdas por resistencia pasiva y desobediencia a las órdenes de los carceleros. Esta opción deberá quedar a elección del preso. Previamente antes de tomar esta decisión, contar con un abogado que con conocimiento de causa pueda evitar que el preso sea sancionado. Porque después pasa que pagas celdas y el expediente queda archivado y sobreseído, pero los días de aislamiento te los comes con papas».

Una persona escribe: «También quiero pedir que quien no haga esto por el bien social y lo haga confiando en que esta vez nos veremos cubiertos por abogados y kompañeros, que por favor se abstenga porque el sistema carcelario está perfecta-mente diseñado para aislarnos de amigos, familias y abogados, tienen las herramientas precisas y más aún cuando todas las denuncias que ellos hagan y acompañen en nuestro nombre serán archivadas, sobreseídas… por lo que quienes decidamos participar lo único que debemos de llevar claro con sus consecuencias porque no doblegaremos a ellas ni seremos participes en su impunidad, “no callaremos” nuestro grito será más fuerte que nuestros gemidos, no estaremos solos por muy aislados que nos tengan y si nos crucifican a una cama y nos golpean engrilletados, sabremos que no conseguirán apagar ni una mecha de nuestro fuego porque seguiremos ardiendo».

Otra, por el contrario: «Creo que antes de empezar cualquier acción que se quiera llevar a cabo, al menos habría que tener abogados listos para actuar en el momento idóneo, no tener que esperar a que se nos designe uno y que nos pueda asistir después».

Otro compañero da también, en primer lugar, la mayor importancia al «planteamiento de crear Apoyo Jurídico ante todo y antes de cualquier iniciativa», y dice: «La propuesta que hacían los compañeros, me parece bien, a nivel de conocimiento entre nosotros como disponibilidad, no cuesta nada un día de ayuno, o de chapeo al mes… pero vuelvo a insistir en la creación de redes de Apoyo Jurídico en los términos presentados en la propuesta», y continúa:«yo no tengo problemas en juntarme (ya lo sabes) pero estoy quemado de hacer luchas que se apagan por sí mismas por falta de combustible, tanto adentro como afuera». En cuanto a los medios de lucha: «Un ayuno de un día se puede hacer sin que te expongas a problemas, más complicado es el txapeo porque el quedarte en tu celda sin una autorización del médico, por estudios… puedes incurrir en una sanción». «Sea como sea, en la participación de las protestas lo que cuenta es la solidaridad entre Nosotros y el conocimiento de ver con cuanta gente podemos contar».

Sobre la participación de «organizaciones legales»: «Si de tortura se trata como reivindicación hay que tener personal y medios para entrar en los aislamientos y ver y hablar y entrevistarse con el interesado…». Por lo cual es necesario estar en contacto permanente con las organizaciones de defensa de los derechos humanos para mantenerles informados «de todos los casos de tortura» «o Huelgas de Hambre, etc.» para que «al tener esa clase de información» puedan ellos «enviar un abogado de su organización a visitar al preso puesto en aislamiento a los pocos días, antes de que las marcas de los golpes desaparecieran. Esa es la eficacia estratégica que habría que tener… y eso es lo que hay que pedir y esperar de estas organizaciones “reformistas”; no otras cosas que ya sabemos que ellos no pueden dar».

Hace además este compañero unas objeciones muy claras a ciertos aspectos de la propuesta: «hay un párrafo del cual estoy en desacuerdo como el realizar instancias dirigidas a la dirección de los centros Penitenciarios en los que nos encontramos, las denuncias de los malos tratos (…). La copia de esta instancia, dicen que habrá que hacérsela llegar a los propositores de la campaña, para conocimiento de los propios participantes. Esto es una ligereza estúpida. Anunciar campañas antes de saber por dónde vamos». Como dice otro compañero en su aportación al «debate sobre objetivos y formas de lucha», «Si somos los mismos una y otra vez, es muy fácil para ellos declararnos excluidos, aislarnos, y el resto de los presos no se enteran de nada». Así pues, «no haré ni enviaré instancias ni escritos dirigidos a las autoridades, considerando un error de estrategia el hacerlo… porque eso figuraría para siempre en tu expediente disciplinario, motivo más que suficiente para exponer al personal involucrado a partes, sanciones, traslados de módulos o de centros penitenciarios, retirada de permisos, intervención de comunicaciones, regresiones de grado, retirada de permisos, etc. Para II. PP. Es suficiente enunciar tus intenciones de protestar con huelgas para que ellos te apliquen el artículo del reglamento penitenciario de alterar la normal convivencia y desarrollo del módulo, además de incitar con tus actos a protestas generalizadas… lo que se traduce en sanciones más o menos graves, traslados o algo peor».

Otro compañero se sorprende también ante la petición de poner en conocimiento de los centros lo que se está haciendo y asimismo objeta que «aunque digáis que un txapeo o ayuno sea simbólico» y que «éstos no nos tienen que perjudicar ni en al salud ni a nivel jurídico-disciplinar. Pues lamentablemente claro que nos afectará ¿El por qué? Muy sencillo, es un acto de rebeldía y sabemos de sobra de lo que estamos hablando ¿O no? Pues claro que sí».

Otro, piensa sobre los mismos temas: «Veo un poco absurdo el dirigir los escritos reivindicativos a los propios torturadores y en mi opinión estos deberían ir a la comisión de peticiones del congreso de los diputados acusándoles de consentidores de ellas (colgando copia en internet) y por supuesto a Estrasburgo, potenciando el afán que manifiestan de acabar con la tortura en el estado español. De lo que también deberíamos de difundir nuestras quejas. Y solicitando su atención personal en entrevista. Claro que toda esta lucha sería un malgastado esfuerzo si no llegamos a afianzar nuestros logros que por supuesto si lo hacemos con nuestra obstinada voluntad férrea conseguiremos. Y quiero decir con esto que si nuestro objetivo es en principio legalista, acabar con las torturas una vez sea reconocida nuestra queja en una institución europea que presione al estado español, si no logramos hacer una comisión ciudadana independiente de vigilancia de estas instituciones volveremos a quedarnos con los culos al aire delante de los juzgados de vigilancia penitenciaria y el defensor del pueblo y creo que todos somos conscientes de por qué tenemos que dejar obsoletas estas figuritas».

Sin embargo, algún compañero no está totalmente de acuerdo con los anteriores: «El ayuno se puede hacer sin ningún problema y discrepo sobre el “no notificar” por escrito al director el motivo del ayuno, porque entrar en el comedor y no desayunar, comer, cenar, se hace y punto, pero creo necesario que se diga el por qué se hace, si no, ¿qué sentido tiene?».

Otro dice: «Yo estoy dispuesto a lo que sea para que nos dejen de oprimir. Algún compañero opina que debemos dirigir escrito a las Cortes. No creo que sirva de mucho, nuestros políticos son los primeros chupasangre que existen (…). Mi humilde opinión es destapar lo que ésta gente hace en prisión. Malos tratos y otro tipo de delitos que cometen. Haciéndoselo ver a la sociedad podríamos cambiar algo, si ésta se escandaliza lo suficiente. Tenemos que dejar de ser una minoría para pasar a ser una mayoría. Yo creo poder destapar algo de mierda de esta institución penitenciaria y contra el sistema judicial. Claro, primero tendría que ponerme en contacto con algún abogado que me asesorase como mínimo».

Y, por su parte, el mismo compañero que antes se ha declarado a favor del chapeo opina lo siguiente: «Y no es absurdo dirigir nuestros escritos a los TORTURADORES directivos de las prisiones, al contrario, en mi modesta opinión es decirles que ya estamos asqueados de sus tratos degradantes y que no estamos dispuestos a prescindir de nuestra libertad de expresarnos ¿Por qué se teme tanto a las pérdidas de permisos o de terceros grados? Si muchos de mis kamaradas que sobrepasan ya los 20 años de prisión aún continúan viviendo en condiciones infrahumanas, si ven el sol a través de un patio enrejado… Si la mayoría pagamos las condenas a pulso; es más lo que habría que ganar que lo que tengamos a perder».

Y en cuanto a los medios de lucha: «Por todo lo expuesto, yo propongo lo siguiente: 1) Iniciación de huelgas de patios indefinidas. 2.) Ayunos semanales de viernes a las 00:00 hasta el domingo 00:00 horas. 3) Elegir un lema acorde con nuestras reivindi-caciones.4) Dirigir escritos a directores de prisiones, DGIIPP, juzgados de guardia, defensor del pueblo, derechos humanos y a todos los organismos posibles: solo así lograríamos hacer realidad el lema utilizado por Salhaketa: “¡ESPETXEAK APURTU!” (¡Rompamos los muros!). 5) Exponer nuestras reivindicaciones en los paneles de los módulos e intentar concienciar a los que conviven en la ignorancia y el silencio. Estas serían las cinco posibles acciones más pacificas que yo conozco y estoy dispuesto a llevar a cabo».

Y sugiere también ampliar las reivindicaciones: «Ya no sólo hay que limitarse a reivindicar las torturas, palizas, medios coercitivos, medidas cautelares, regímenes FIES encubiertos sino también la masificación carcelaria, la ineptitud de supuestos tra-tamientos creados para reembolsar subvenciones económicas pero que en la práctica son inexistentes, la dispersión y desarraigo social, las cadenas perpetuas desmen-tidas…».

Algunos otros hacen también propuestas de reivindicaciones añadidas. Por ejemplo: «yo propongo que luchemos por que los vídeos de las cámaras de seguridad que hay en cada centro de exterminio no sólo sirvan para los derechos de los carcele-ros. Que las imágenes de cualquier intervención sirvan también para la credibilidad ante cualquier denuncia por nuestra parte. Si consiguiéramos que las cámaras fueran neu-tras y sirvieran tanto para unos como para otros las cosas cambiarían un poco. Se sabe que pueden agredir en las celdas donde no hay cámaras pero al salir de las celdas las cámaras grabarían hablando por sí solas. Se lo tendrían que hacer de otra forma y cualquier fallo les delataría».

O estas otras: «Estoy dispuesto a participar en toda lucha encaminada a que se respeten nuestros derechos, de que se promueva una movilización colectiva en la que se impliquen internos, familiares, abogados, ONGs, y todas aquellas instituciones pre-dispuestas a luchar y defender a las personas presas.

Por otro lado, el defensor del pueblo debería visitar las prisiones de vez en cuando, entrevistarse con los presos y por parte de la secretaria general de IIPP deberían crear una comisión de asuntos internos formada por personal no perteneciente a prisiones».

Ya vemos que para bastante gente está clara la oportunidad de la movilización y el acierto al elegir el motivo de la misma. Entre quienes se expresan sobre esos temas, hay acuerdo en la necesidad del apoyo jurídico, y de la movilización pública en la calle. Sobre la relación con las organizaciones legalistas, algunos la consideran necesaria e incluso alguien propone la creación de «una comisión ciudadana independiente de vigilancia» del respeto a los derechos humanos en las cárceles, que no podría estar integrada más que por esas organizaciones. A otro le parecen útiles para controlar y denunciar las torturas con la mayor celeridad posible, aunque considera que su función no puede ir más allá. Otro piensa que no sería conveniente su participación en la campaña como organizaciones sino que deberían hacerlo solamente sus militantes a título individual. Bastantes parecen estar de acuerdo en que dirigirse a la dirección carcelera, al JVP o al Defensor del pueblo para dejar constancia de la participación en la lucha o para denunciar las torturas sería contraproducente ya que «son partícipes en ellas y por lo tanto con su consentimiento se vienen practicando y solo 1 de cada 1000 se vienen sancionando con algún castigo simbólico para quienes las ejercen», aunque es verdad que a algún otro le parece que eso es precisamente lo que hay que hacer. Unos piensan que habría que dirigirse al Parlamento y alguno también al tribunal de Estrasburgo. En cuanto a los medios de lucha, muchos se declaran en contra del chapeo ya que puede traer sanciones inmediatas, mientras que el ayuno simbólico no presenta tantos inconvenientes. Algunos proponen la ampliación de los motivos de reivindicación y denuncia, y también la diversificación de los medios de lucha y una mayor intensidad en su empleo. Aunque hay acuerdo en lo más importante, aún haría falta acercar posturas en algunas cosas. Lo importante ahora es la unión y alcanzar un planteamiento que nos sirva a todos. En lo que coincide hoy por hoy la mayoría es en hacer ayuno un día al mes (si alguien quiere ayunar más días o hacer otras cosas, nada se lo impediría, en principio), en dirigirse a las Cortes y a Estrasburgo (pero también podría haber bastante libertad en esto), y todo para denunciar las torturas y malos tratos que son habituales en las cárceles (tampoco nada impide que las reivindicaciones se amplíen al calor de la lucha).

Si todo el mundo acepta estos puntos mínimos, sólo faltaría acordar la fecha de inicio. Desde la calle, una coordinación de grupos de apoyo ha propuesto a los compañeros presos que habían expresado su intención de participar el 15 de octubre como fecha del primer ayuno. Sin embargo, varios de ellos han expresado su impaciencia por empezar de una vez y, por ejemplo, en Puerto III dos compañeros han ayunado ya el 8 de agosto dirigiendo un escrito a la SIGP, y proponen hacer los ayunos los primeros días de cada mes a partir de ya. Cada cual es libre de actuar como le parezca, pero es importante no olvidar la importancia de actuar coordinadamente.

CONTRA LAS TORTURAS Y MALOS TRATOS

Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.

si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com















ARCHIVO

Traduce-Translate-Μετάφραση

Contrainformacion internacional

Anticarcelario / contra la sociedad cárcel

"Las prisiones son una parte más de la esencia represiva de todo Estado, no hay que olvidar la parte que nos toca a lxs que aún seguimos en la calle.

No podemos ver las cárceles como algo ajeno a nuestras vidas, cuando desde temprana edad hemos sido condicionadxs a no romper las normas, a seguir una normalidad impuesta; el castigo siempre está presente para lxs que no quieren pasar por el aro.

En el trabajo, en la escuela... domesticando y creando piezas para la gran máquina, piezas que no se atrevan a cuestionar o que no tengan tiempo para hacerlo.

Hemos sido obligadxs a crecer en un medio hostil donde es dificíl desarrollar nuestros propios deseos.

La rebeldía brota de algunxs, otrxs simplemente se acomodan en la mierda, tapando sus frustraciones con lo que le dan quienes antes les despojaron de todo. O viendo sus problemas como algo aislado, único y personal.

Para lxs que no tragan o no se adaptan al gran engaño ahí tienen sus cárceles, reformatorios, psiquiatrícos ... creados por los que no quieren ver peligrar las bases de su falsa paz.

No podemos ignorar la lucha de lxs compañerxs presxs.

Su lucha es nuestra lucha."