El 18 de febrero aparecía la noticia de la convocatoria por parte del comité de empresa de L.E. de manifestación para el día 26 y una huelga indefinida a partir del 1 de marzo. El motivo, el último convenio es de 2009, por lo que los trabajadorxs sufren una congelación de salario desde hace 2 años y medio, ascendiendo la cifra que adeuda la empresa a 367.000 euros.
CC.OO destacaba los beneficios que la empresa viene recaudando durante el último año (la empresa ganó en 2010 4,41 millones, siete veces más que en 2009). La fábrica trabaja a pleno rendimiento, lo que se refleja en el aumento de los contratos eventuales, concretamente 45 personas que se suman a los 325 indefinidos. Los sindicatos parecen realmente cabreados y abren un calendario de movilizaciones con una manifestación para el sábado 26 convocada en la plaza Colón. Los trabajadores se muestran dispuestos a participar en las movilizaciones aunque algo incrédulos ante la convocatoria de, ni más ni menos, una huelga indefinida que comenzaría el 1 de marzo.
El día 25 el comité desconvoca la huelga y suspende la manifestación prevista para el día siguiente.
CC.OO (sindicato mayoritario en el comité de empresa)anuncia que la empresa desbloquea la negociación del convenio colectivo y que mantendrán conversaciones en los siguientes días.
A día de hoy, 12 de marzo, la empresa, saltándose las condiciones del preacuerdo al que habían llegado, dice que quiere retocar algunos puntos del convenio y CC.OO lanza un ultimatum por el que o la empresa acepta el preacuerdo o el comité iniciará de nuevo las movilizaciones, con posible huelga indefinida incluida.
Como el otro día anunciábamos al publicar la noticia de la convocatoria de huelga y manifestación, debemos estar alerta ante el beso de judas que las centrales mayoritarias preparan en estas situaciones y su colaboración eficiente con los intereses de la empresa.
pero la lucha ha de seguir, dentro y fuera de estos, contra ellos si es preciso.