valladolor: Villalar 2024: nubes y claros, muchos claros

Otro año más que NO HAN PODIDO... porque la gente no es la junta, como dijo Rubén Ruíz en su alocución en la CNT.

A pesar de las trabas e impedimentos, Villalar sigue siendo un espacio de lucha, ocio y diversión para miles de castellanos que, como todos los años, han abarrotado la campa y las casetas políticas durante una jornada sin incidentes y con un buen sabor de boca generalizado en todos los participantes.

La gente castellana, de otros pueblos, e internacional volvió a acudir en masa ayer a la localidad de Villalar de los Comuneros (Valladolid) para mantener viva la fiesta popular que conmemora la derrota de los comuneros a manos de los imperiales aquel 23 de abril de 1521.

Desde todos los participantes, se reivindicó y exigió el respeto a una fiesta que la Junta de Castilla y León ha pretendido boicotear de mala manera, recortando todo el presupuesto para la misma. El alcalde de Villalar se quejaba amargamente de los actos que tenía preparados y que finalmente no se han podido hacer por falta de financiación. Por eso este año el escenario central era más pequeño que en otras ocasiones, pero por eso también el ambiente general era especialmente interesante, con menos "domingueros" y más conciencia y compromiso político y social.

Como escribe IZCA en su manifiesto para este día, la junta y sus secuaces: "No acaban de encontrar la línea de intervención en la conmemoración, y hay una razón muy sencilla para ello: ni entienden ni asumen lo que realmente significa Villalar en la historia de nuestro pueblo". Y como afirmaba CNT en su web: "este año, al igual que el anterior, nos quieren quitar la fecha y por ese motivo nosotras lo vamos a reivindicar con más fuerza". Y así ha sido, más fuerza, más reivindicación, tanta o más gente que otros años... la maniobra de la junta ha vuelto a fracasar estrepitosamente.

El intento de llevar la "fiesta" al resto de provincias ha pasado sin pena ni gloria o ha sido, directamente un fracaso, como en el caso del boicot sufrido en León con quema simbólica de castillos y la paralización de los actos de la comunidad por un nutrido número de manifestantes leonesistas. No vamos a entrar aquí -no es el momento-, pero está claro para nosotros que si León quiere algo, difícilmente lo va a lograr contra Castilla y los castellanos, amparándose en un odio al vecino que no se corresponde con el verdadero internacionalismo ni por el forro.

Unas 20.000 personas, más de 6.000 vehículos, un par decenas de autobuses, según los datos de la Delegación del Gobierno, festejaron la fiesta en la villa comunera animados por el buen tiempo de un día primaveral. La impresión de los participantes es que estaba lleno y que la cantidad de gente este año era muy importante. El tiempo acompañó, lo que siempre es importante para un día de campo, de lucha y reivindicación. Las nubes y los claros se sucedieron durante toda la jornada: helada mañanera para que no se olvide el frío seco de Castilla y despejemos la cabeza ante los ataques que vienen y los que vendrán.

Los políticos que se dejaron ver por la campa no pueden tapar a los verdaderos protagonistas del acto: los sindicatos, los colectivos sociales y vecinales, los partidos políticos de izquierda y más allá, la gente que lucha en esta tierra.

Las casetas de CCOO, UGT, etc, a un lado de la campa... enfrente IZCA, CNT, CJS, UCCL, etc., en una disposición que ya es habitual y refleja claramente a las gentes diversas que se reúnen en Villalar (esas que un periodista de El Norte de Castilla llamaba hoy "de ideología zurda", demostrando lo que piensa y a quien sirve con su verborrea).

Entre las reivindicaciones, además del Manifiesto de Villalar 2024 que pide respeto para la fiesta popular, se colaron otros asuntos como la memoria histórica ante la ley de Concordia de PP y Vox, la solidaridad con la situación que vive el pueblo de Palestina por la guerra (el genocidio) que se desarrolla en la franja de Gaza, las demandas y soluciones para el campo tras meses de movilizaciones, la lucha contra las minas que destrozan la tierra, espacios de control obrero y derechos políticos, la guerra de Ucrania, las reivindicaciones salariales y laborales, etc, etc.

"Villalar fue un hito en Castilla porque supuso una primera manifestación de las fuerzas populares, pero ya en 1856 en los motines del pan y posteriormente en las huelgas obreras de principios del siglo XX los frentes se han delimitado con claridad: los obreros que atacaban las fábricas de harina con artefactos incendiarios tenían claro que su enemigo era el patrón, el capitalista. El internacionalismo proletario nace de asumir y negar su nación, al mismo tiempo: asumir donde estamos y quien nos explota (la burguesía local y nacional) y a quien pertenece el estado, la nación y todo lo que nos rodea.

Construyamos movimiento independiente, internacionalista, de clase.

Defendamos los espacios obreros y anticapitalistas, en Villalar, en la fábrica, en el curro, en cualquier calle de cualquier pueblo ... y de cualquier ciudad".