Chato se introdujo desde muy joven en el mundo laboral, empezando con 14 años a trabajar en el sector de la metalurgia, concretamente en la calderería. Durante los años de la Transición estuvo en FASA, donde participó en las masivas protestas y huelgas del movimiento obrero. El resto de su vida laboral la pasó vinculado a diferentes tareas del sector de la construcción. Quienes le conocíamos en esta ciudad sabíamos de su destreza en los oficios manuales. Chato, ante todo, fue una persona trabajadora, y como trabajador no faltó a las llamadas de apoyo y solidaridad en los conflictos laborales que se sucedieron en las últimas décadas.
Militó en el Movimiento
Comunista, participó en la gestación de Unidad Popular Castellana
en los años 80 y también acompañó desde los inicios la andadura
de Izquierda Castellana en el 2000. A
lo largo de su vida, Chato aportó su dedicación y experiencia a
numerosas plataformas y movimientos sociales; en los últimos años
participó en el 15-M, en las Marchas de la Dignidad o en la
Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, pero no faltaba a las
manifestaciones o actos de otros sectores en lucha. También en
Pajarillos, su barrio de toda la vida, contaron con su sabiduría y
buen hacer desde la Coordinadora Contra el Narcotráfico y la
Especulación. Gracias, compañero, por tu ejemplaridad militante.