El
olvido social, la falta de conciencia y desinterés generalizado por los
asuntos carcelarios equivale al beneplácito de la arbitrariedad, la
prepotencia y la vulneración de sus propias leyes por la administración
carcelaria, apoyada pasivamente por los Juzgados de Vigilancia
Penitenciaria, informados exhaustivamente de lo que pasa en las
cárceles, pero incapaces de ejercer su función legal de “tutela judicial
efectiva” de los derechos de lxs presxs. Propiciando una situación en
la que las personas presas nos vemos sistemáticamente sometidas a abusos
de poder, agresiones, torturas físicas y psíquicas continuadas, y a
unas condiciones de existencia inhumanas y degradantes en multitud de
aspectos: abandono médico-sanitario, explotación laboral, indefensión
jurídica, discriminación cultural, inexistente libertad de expresión,
etc. Los gobernantes de derecha, izquierda y centro se hacen los
ignorantes ante las anomalías, deficiencias, desequilibrios y torturas
de la “Institución Penitenciaria” y sólo se dedican a endurecer las
leyes, buscando el ignorante aplauso social, utilizando a su antojo los
medios de comunicación (o manipulación de masas), engañando a la
sociedad, pretendiendo vender a sus conciudadanos un estado de derecho
SIN DERECHOS.
Mientras se supone que se nos tiene
presos por haber incumplido la ley, quienes deberían teóricamente
defenderla se ríen de ella en todo lo que a nuestros derechos se
refiere, vulnerándolos sistemática y rutinariamente y castigando a lxs
presxs que intentan denunciarlo. Para empezar, no exigimos más que eso,
que se nos cumplan nuestros derechos en lugar de solamente exigirnos
nuestras obligaciones. Tenemos derecho a mostrarnos en desacuerdo con
sus procedimientos. Si un preso golpea a un funcionario es castigado, se
le sanciona administrativamente y se le abre un sumario por el que se
incrementa su condena. Ahora bien, si una manada de carceleros viene a
enseñarle “lo que vale un peine” (siempre cuidándose de que no les
graben las cámaras, claro), el preso será golpeado impunemente con abuso
de superioridad numérica, sometido a sanción disciplinaria según el
reglamento carcelario y castigado con sumarios y condenas por jueces que
no atienden más que al principio de “presunción de veracidad del agente
de la autoridad en el ejercicio de sus funciones”. ¿Esto es justicia?
Tenemos claro que hay dos formas de
cumplir condena. La más generalizada, por desgracia, es la sumisión y
acomodamiento a la institución carcelaria y la colaboración con ella, en
espera de recompensas que no son más que la otra cara del miedo a las
torturas o al alejamiento geográfico de los familiares, lo que lleva a
muchos a la traición, a través del famoso “divide y vencerás”. La otra
forma de cumplir condena es el posicionamiento, el enfrentamiento y la
lucha activa contra la injusticia, la degradación y la impunidad
carcelaria. Lo que hacemos en este texto es una propuesta en ese
sentido, dirigida en primer lugar a todas las personas presas que estén
de acuerdo con nosotros en que el único camino que nos queda para
defender nuestra dignidad es luchar unidos por nuestros derechos, ya que
las leyes que teóricamente nos los reconocen sólo se cumplen para
castigarnos.
Nos remitimos a la experiencia de
organizaciones de autodefensa de las personas presas como COPEL, APRE y
otras que no adoptaron ninguna sigla. A semejanza de las primeras,
nosotros también queríamos proponer unas siglas (ASPRELA: Asociación de
Presos En Lucha Activa), pero hemos decidido retirar ese detalle, porque
pensamos que adoptar o no un nombre común debe ser decisión de todxs
lxs participantes. La cuestión queda abierta a la discusión. Sí que
proponemos, como en aquellos intentos memorables, una tabla
reivindicativa donde denunciemos las situaciones que en mayor medida
atentan contra nuestra dignidad y nuestra vida y nos fijemos unos
objetivos a alcanzar a corto y medio plazo, pues a largo plazo luchamos
por la abolición de las cárceles y del poder punitivo del Estado.
Esperamos que propongáis todas las modificaciones y añadiduras que
estiméis convenientes. Igualmente proponemos, para empezar, una táctica,
un procedimiento de lucha común, en principio simbólico, para mostrar
que estamos ahí y saber quiénes somos. También es necesaria la discusión
sobre este punto: ¿qué medios de lucha os parecerían más convenientes
para dar a conocer y hacer que se escuchen nuestras demandas? A
continuación, una lista abierta de las reivindicaciones que se nos
ocurren. Esperamos vuestras sugerencias para completarla.
1ª) Exigimos el fin de las torturas,
agresiones y tratos crueles, inhumanos y degradantes y de la impunidad
de los carceleros en su práctica en todas las cárceles del Estado
español, con la creación de mecanismos de control y garantía de que no
van a volver a producirse, y de procedimientos de vigilancia y
prevención totalmente independientes de las administraciones estatales.
Que los juzgados tramiten todas las denuncias, que el médico forense
examine inmediatamente a los denunciantes y que se mantenga fuera del
contacto con la población reclusa a todxs lxs carcelerxs que hayan sido
denunciadxs por malos tratos, tato inhumano, vejatorio, tortura, abuso
de poder o exceso de rigor de obra o de palabra.
2ª) La erradicación de los FIES,
abolición del llamado “régimen especial” de castigo y cierre absoluto de
los departamentos de aislamiento, porque conducen a la persona presa
que los sufre a estados vegetativos, anulando y destruyendo su
personalidad a través de la sumisión y las privaciones de todo tipo:
sensorial, cultural, relacional, afectiva… Porque sirven para reprimir y
silenciar cualquier tipo de reivindicación, apartándonos del resto de
la población reclusa con la excusa de que ejercemos en ellos la
influencia de nuestro sentir libertario, para así poder pisotearnos,
dividirnos al antojo de la “institución”, degradarnos física, psíquica y
moralmente, anular nuestros derechos fundamentales y suprimirnos como
seres humanos.
3ª) El fin de la dispersión de presxs.
Exigimos que cada presx pueda cumplir sus condenas en sus comunidades de
origen o allá donde se encuentre su entorno afectivo. Y, por supuesto,
para evitar que nuestras amistades y familias se arriesguen a sufrir
accidentes de tráfico, muy frecuentes por venir desde cientos de
kilómetros para vernos 40 minutos de mierda tras un cristal
4ª) Exigimos que los servicios médicos
no estén adscritos a IIPP, sino que sean independientes de ellas, para
que lxs presxs reciban los mismos tratamientos que la gente de la
calle; para evitar la práctica de la “vista gorda” en los partes de
lesiones por torturas, palizas y malos tratos y que se manipulen los
informes clínicos, falseándolos; y para evitar etiquetas de
“sobredosis”, “ahorcamientos”, etc. a los presxs asesinadxs en las
cárceles del Estado español ¡Basta ya de impunidad y complicidad
corporativista entre médicos carceleros y carceleros!
5ª) Exigimos la aplicación inmediata de
los arts. 104.4 y 196 RP a todxs lxs enfermxs crónicxs, sin que exista
el requerimiento de que entren en fase terminal. En una fase media ya
deberían ser excarcelados para poder ser tratados y cuidados dignamente,
cosa imposible dentro de las cárceles. ¿Qué justicia permite morir a
seres humanos como están muriendo muchxs compñerxs presxs? ¿Acaso no
merecen vivir sus últimos días con su entorno afectivo?
6ª) Respecto a lxs enfermxs mentales,
exigimos que se les trate adecuadamente en lugares apropiados para ello y
no en las cárceles, y mucho menos en régimen cerrado o en aislamiento.
Nosotrxs, como presxs en lucha, nos comprometemos a velar por todxs
ellxs. No permitiremos que se les torture ni que se haga negocio con
ellxs.
7ª) Exigimos que los “programas” con
metadona, tratamientos psiquiátricos, etc. vayan acompañados de grupos
de apoyo, psicólogos, terapeutas, etc. independientes de las II PP, con
el único fin de que sirvan para dejar las drogas, no para sustituir las
adicciones de lxs presxs por adicciones a drogas legales que les llevan a
depender del Estado. Consideramos el mal uso de estos “programas”, sin
apoyo, tortura continuada.
8ª) Exigimos que haya apertura de
investigación, esclarecimiento y delimitación de responsabilidades por
lxs compañerxs muertxs en las cárceles del Estado español desde el
principio de lo que llaman “democracia” hasta el día de hoy. Exigimos la
publicación en los medios de manipulación de masas, mal llamados
“medios de comunicación nacionales”, del total de esas muertes con el
fin de que la sociedad comprenda lo que están subvencionando con sus
impuestos. Y que lxs responsables de todas las muertes de nuestrxs
compañerxs sean juzgados por lo que han hecho. ¡¡Ni olvido ni perdón por
las muertes en las cárceles del Estado español!!
9ª) Queremos que las estructuras
carcelarias abran sus aulas, talleres, gimnasios, etc., accesos
formativos y culturales a lxs presxs que tachan de “irrecuperables” y
que las unidades docentes nos impartan clases como al resto de presxs.
¿Qué justicia permite la privación del derecho a la cultura? Se llenan
la boca de palabras grandilocuentes como “reinserción”,
“rehabilitación”, etc., pero sus cárceles fomentan la prisionización,
la degradación humana, el deterioro de la salud, la drogadicción, el
desarraigo social y familiar…
10ª) Exigimos que los “módulos de
respeto” no sean utilizados como escaparates, para pasear a los
visitantes ¿Por qué no los pasean por las celdas de castigo o por los
“módulos conflictivos”? Exigimos que no se utilicen como se hace ahora
estos “módulos de respeto” para chantajear a lxs chavalxs con supuestos
beneficios penitenciarios a cambio de degradarles moralmente y
esclavizarles.
11ª) Exigimos que se deje de cachear
integralmente a las familias y amistades visitantes y que se deje de
utilizar rayos X para revisar a lxs presxs. Y que se pueda comunicar por
cualquier vía con amistades sin ninguna limitación ni requisito
burocrático.
12ª) Exigimos a los juzgados, fuerzas de
seguridad del Estado y represrxs varixs que no criminalicen la
solidaridad entre personas. Lxs presxs y lxs grupos de apoyo a presxs
somos unx. Si lxs tocáis a ellxs nos tocáis a nosotrxs.
Proponemos que para sustentar al
principio estas reivindicaciones y darlas a conocer dentro y fuera de
las cárceles, vayamos haciendo ayunos mensuales, los primeros días de
mes, por ejemplo. Quien vaya a hacer ayuno, que lo comunique con
antelación a los grupos de apoyo de la calle, razonando sus motivos
personales lo mismo que los colectivos y, si así lo estima, conveniente,
a la dirección de la cárcel y quizá a otras instituciones, como
congreso de los diputados, “defensor del pueblo”, juzgados de
vigilancia, etc.
Proponemos también que no se deje de
denunciar judicialmente ningún abuso que podamos sufrir o tengamos
noticia que se infiere a algunx compañerx. No es que tengamos ninguna
confianza en el “poder judicial” del Estado, pero así ponemos de
manifiesto en mayor medida su hipocresía y mala fe y podemos forzar la
máquina burocrática, lo cual puede ser un medio de presión tan bueno
como cualquier otro. Necesitaremos todo el apoyo jurídico que se nos
pueda prestar desde la calle, pero también podemos capacitarnos nosotros
en el uso de los mecanismos legales para obtenerlo, como la justicia
gratuita o los Servicios de Orientación Jurídica Penitenciaria. Aunque
no confiemos demasiado tampoco en ellos, poniéndolos en marcha
impediremos que se anquilosen y pondremos en evidencia sus
contradicciones. Denunciar todo lo denunciable también públicamente para
que sea difundido en los medios afines.
Todo lo anterior no es más que una
propuesta, un borrador para ser discutido entre todxs lxs compañersxs
presxs que quieran participar, salvo colaboradorxs y chivatxs,
violadores, fascistas, maltratadores y pederastas. Esperamos vuestras
aportaciones y sugerencias que intentaremos integrar en un manifiesto
colectivo que esperamos sea asumido por la mayor cantidad posible de
compñerxs. Mientras tanto, como una señal de que estamos dispuestxs a
participar en la lucha común, todo el mundo podría empezar con los
ayunos mensuales, al mismo tiempo que se pone en marcha la discusión.
Carta Del Tokata Presentando La Propuesta De Lucha De Unxs Compañerxs Presxs
Información en Tokata sobre los antecedentes de esta lucha