A pesar de las amenazas de la prensa (y de algún grupúsculo de mediocres), varios centenares de personas se solidarizaron con Pablo Hasel en Valladolid, exigiendo su liberación inmediata y reclamando libertad de expresión.
En torno a una pancarta en la que se podía leer '¡Preso por cantar? Libertad de expresión', los participantes en la movilización han gritado consignas como 'Pablo Hasél libertad', 'que viva la lucha de la clase obrera', 'aquí están los antifascistas', 'ley mordaza derogación' o 'los Borbones son los tiburones'.
Acto seguido, otra compañera ha denunciado que desde la entrada en vigor de la 'ley mordaza' uno de los colectivos más perseguidos y criminalizados ha sido precisamente el de los artistas, especialmente el de los cantantes y raperos, "que con la letra de sus canciones denuncian situaciones de injusticia, abusos de poder y corrupción, entre otras cuestiones". Así, ha reprochado que Hasél se ha convertido en el primer cantante al que encarcelan por "rapear, ejerciendo su derecho a la libertad de expresión, lo que los medios de comunicación ya difundieron como hechos probados". Ante tal circunstancia, la compañera afirmó que es "inadmisible" que se condene a cualquier persona por expresarse libremente a través de las redes sociales, los medios de comunicación, de canciones o poesías, y ha exigido la derogación de la 'ley mordaza', la reforma del Código Penal y el respeto a la libertad de expresión.
El
dispositivo policial que rodeaba la concentración era a todas luces
desproporcionado, acordonando todas las calles y accesos alrededor de la
Plaza de Portugalete. Este dispositivo, unido a las amenazas y mentiras
de la prensa del poder, se encarga de echar para atrás a gente, que o
bien no pudo acceder a la concentración o bien temía que se produjeran
disturbios y cargas por parte de la policía. El miedo tiene siempre
muchos efectos y su utilización política y social es constante. El miedo
al paro, el miedo a la policía, el miedo a la enfermedad... Estamos
viviendo una época de terrorismo de estado a gran escala aunque por
ahora se mantenga en el plano "ideológico" en apariencia: los miles de
enfermos, abandonados, desahuciados, suicidados... son las víctimas
claras de esta campaña de terror (que se sirve del coronavirus y tiene
su origen material en la crisis económica)
La violencia y los medios de comunicación...
El periodismo, mayoritariamente, durante toda esta semana ha estado haciendo su labor de vocero del régimen: habla de protestas y manifestaciones violentas de ante mano, anuncia un fin de semana de disturbios (incluso sabe la hora: a las 7 de la tarde...), magnifica los episodios violentos, oculta la gran cantidad de gente que se ha movilizado y solidarizado y ningunea todas las expresiones populares de protesta que se han multiplicado, centrando toda su "información" en contenedores ardiendo. Construye así la imagen del "enemigo del pueblo": así, los que protestan por la libertad de Pablo Hasel y la libertad de expresión son antifascistas, anarquistas, menores y delincuentes... por lo menos.
Cualquiera es consciente de lo doloroso que resulta el doble rasero que uniformados y medios marcan con respecto a los manifestantes pro Pablo Hasel y a la ultraderecha, desde las protestas "cayetanas" hasta las de los nazis. Mientras, el Gobierno "más izquierdista de la historia", y su ministro del Interior, parece impasible o paralizado, pendiente de señalar a una de sus partes legítimas para no tener que esclarecer quién decide actuaciones como la que hemos visto en la Puerta del Sol o en Valencia.
Las apelaciones del coro mediático a condenar la violencia tienen como objetivo variar el debate público, haciendo olvidar la causa (la falta absoluta de verdadera libertad de expresión, a todos los niveles y el encarcelamiento por un delito de "opinión") frente a unas supuestas consecuencias violentas que se magnifican. Para nuestro señor Dühring la violencia es el mal absoluto; para él, el primer acto de violencia es la "caída", y todo su pensamiento es una jeremiada sobre "el pecado original". Sólo con suspiros y gemidos puede admitir que... la violencia quizás sea necesaria para destruir la explotación económica... ¡desgraciadamente! (Engels).
Violencia: hace una semana dos
Nacionales reventaban a hostias a un vecino en Linares. Se disparó con
fuego real en las protestas. Las fuerzas represivas ostentan el monopolio de la violencia, son el brazo armado de la democracia (ergo, la dictadura de la burguesía).
Violencia: miles de personas al día buscan trabajo, comida, techo... Los proletarios vivimos situaciones de violencia cotidianas, explotación, muerte en el trabajo, represión... pero de esa violencia la prensa nunca habla.
Violencia: Más de 700 personas han muerto en el trabajo durante el año 2020, a pesar del descenso de la actividad laboral y productiva. Miles de personas han sido heridas y/o mutiladas en sus curros en lo que la prensa llama "accidentes laborales" (terrorismo patronal).
Otras informaciones.
Esta vez sí -no como en la primera protesta realizada hace ya unas semanas- toda la prensa se hace eco de la movilización (o de la "nota" sobre ella recibida):
> "Dos centenares de personas piden en Valladolid la libertad del rapero Pablo Hasél y la derogación de la 'ley mordaza'" https://m.tribunavalladolid.
> "Trescientas personas claman en Valladolid por la libertad de expresión por el caso de Pablo Hasél | El Norte de Castilla" https://www.elnortedecastilla.
> "VÍDEO | Más de doscientas personas claman en Valladolid por la libertad del rapero Pablo Hasél" https://www.noticiascyl.com/t/
> "Protesta en Valladolid contra la prisión del rapero Pablo Hasel" https://www.20minutos.es/
> https://www.20minutos.es/
> https://m.europapress.es/