Comienza la negociación del cierre silenciado de la rotativa de El Norte de Castilla y Mongolia
Al contrario de lo que ocurre con empresas como Lauki o Dulciora, hoy ha comenzado la negociación del cierre de Printolid, la rotativa del Grupo Vocento en Valladolid donde se imprimen, entre otros, El Norte de Castilla o Revista Mongolia, envuelta en el más absoluto silencio mediático y político.
A las 10 de la mañana (6 de abril) buena parte de la plantilla de Printolid se ha concentrado a las puertas de la rotativa, en el polígono de San Cristóbal y han comenzado a desplegar pancartas y pegar esquelas anunciando el cierre de la empresa y rogando unos gritos por su cierre.
“No al cierre de Printolid. 35 empleos destruidos por Vocento. Consentido por El Norte de Castilla”; “Cerráis y no lo publicáis”, “Queremos seguir trabajando”; “No al ERE, Printolid en lucha”; “Libertad de expresión (ja,ja,ja) El Norte de Castilla ver, oir y callar” o “¿Dónde estás alcalde?” fueron algunas de las pancartas que exhibieron los trabajadores.
Poco después de iniciada la protesta, accedieron a la planta los responsables de recursos humanos del grupo Vocento encargados de negociar un cierre que parece inevitable.
Fuentes sindicales consultadas por últimoCero, sin embargo, no descartan, aunque reconocen que es casi imposible, que se mantenga abierta la planta. Las mismas fuentes indican que esta mañana, los representantes del grupo se han limitado a presentar la documentación del ERE que se fundamenta en “razones económicas y productivas” y anunciar que están dispuestos a compensar a los trabajadores con las máximas indemnizaciones legalmente previstas. Aunque no se descarta que puedan existir recolocaciones, estas serían, en caso de producirse, mínimas, indican las mismas fuentes sindicales.
Prácticamente la mitad de la plantilla de Printolid está conformada por ex trabajadores de la rotativa propia de El Norte de Castilla y su edad media supera los 53 años. El resto, han sido contratados recientemente y muchos de ellos a media jornada.
Aunque el grupo Vocento ha declarado unos beneficios de 4 millones de euros en 2015, Printolid, en comparación, ha arrojado unas mínimas pérdidas de 100.000 euros en 2014 y de 150.000 euros el año pasado.
Aunque a partir de hoy, con la entrega formal de la documentación del ERE se abre un plazo de 15 días para negociar (puede ser ampliado por acuerdo de las partes) todo parece indicar que Vocento persigue un cierre lo más rápido posible. Puede que el hecho de que el grupo Vocento vaya a celebrar asamblea general el próximo día 26 de abril en Bilbao, acelere todo el proceso de negociación.
Los trabajadores de la planta han comenzado a perfilar un calendario de movilizaciones que quieren hacer coincidir con las de las plantillas de Lauki y Dulciora, también afectadas por cierres.
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