La victoria sólo podrá ser obtenida mediante la lucha proletaria de clase contra el capitalismo !
La destitución del gobierno Morsi no es una victoria para los proletarios ni para las masas explotadas egipcias.
La victoria sólo podrá ser obtenida mediante la lucha proletaria de clase contra el capitalismo !
Luego de gigantescas manifestaciones pacíficas contra el gobierno Morsi, que
han logrado reunir millones y millones de manifestantes en todo Egipto, el
ejército derroca al gobierno, arresta a Morsi y a decenas de dirigentes de
los Hermanos Musulmanes, cierra sus emisoras de televisión y suprime su
prensa. Un presidente provisional será nombrado y al parecer se han
comenzado a realizar consultas para nombrar un nuevo gobierno.
Estos eventos han sido saludados con entusiasmo por una gran parte de la
población, excedida par la incapacidad del gobierno de mejorar su situación
y por la política autoritaria reaccionaria de los Hermanos Musulmanes.
Muchos son los que presentan estos eventos como una «victoria del pueblo» y
la prueba de que, en el fondo, el ejército obedece a la voluntad de las
masas populares.
¡Nada más falso!
El Ejército no ha intervenido sino para proteger los intereses del
capitalismo egipciano, salvar la paz social, preocupado porque el
descontento generalizado no desemboque en enfrentamientos violentos e
incontrolables. En diversas ocasiones, en el curso de estas últimas
semanas, los jefes militares - nombrados por el gobierno Morsi! - han
llamado sin éxito, al gobierno a buscar un compromiso con elementos de la
oposición a fin que la crisis económica y social en la que Egipto se
encuentra sumergido no se transforme en crisis política. La coalición
pequeño-burguesa «Tamarrud» que había organizado una campaña de peticiones
pidiendo la dimisión de Morsi logró en pocas semanas la adhesión de unas 2O
millones de firmas, demostrando de hecho la impopularidad del gobierno, pero
también la fuerza de las ilusiones democráticas y pacifistas. Tamarrud
(«rebelión») preconizaba, por supuesto, no una revolución social, sino la
formación de un gobierno apolítico de tecnócratas que son los que estarían
capacitados para resolver los problemas económicos del país. Nada
sorprendente que Tamarrud se felicite de la acción del ejército y que este
haya cerrado filas detrás de la candidatura del antiguo premio Nobel de la
Paz (en 2005), el burgués Mohamed El Baradei, al puesto de primer ministro.
Pero, para restablecer la salud económica del pais, las leyes del
capitalismo son inflexibles; cualquiera sea la tendencia política o
religiosa del gobierno burgués que suceda al gobierno Morsi, esta no tendrá
otra alternativa que obedecerlas; es decir, acrecentar la explotación de los
proletarios, reducir las ya magras medidas sociales y reforzar la represión
para hacer aceptar estas medidas anti-proletarias.
Desde enero de 2011, más de 4500 fabricas han cerrado en Egipto (1) y más de
un millón de personas han perdido su empleo ; a pesar de las declaraciones
gubernamentales acerca de una pronta creación de empleos, el paro no ha
dejado de aumentar. El 78% de la masa activa no consigue sino empleos
temporales, y más de la mitad de los 8O millones de egipcios vive por debajo
del nivel de pobreza; es decir, con menos de un dolar por dia (2). Segun
cifras oficiales, la inflación está en 13%, pero en los productos de la
canasta basica esta llega algunas veces al 40%. Los cortes eléctricos y la
penuria de gasolina debidos a los problemas económicos del Estado agravan
todavía más las dificultades cotidianas de la población, incluyendo a
amplias capas de la pequeña burguesía.
A este breve cuadro hay que agregar la disminución de las inversiones
extranjeras, la caída de las recetas percibidas por el turismo (que sigue
siendo el sector económico más importante del país del Nilo), además de la
baja de los ingresos del canal de Suez, sin olvidar el importante déficit
presupuestario; todos estos factores ponen en peligro las finanzas de
Egipto, sin contar conque debe buscar con los magros ingresos de qué
alimentar a su poblacion (Egipto es el primer país importador de trigo en el
mundo, siendo el pan la base de la alimentación de las masas); según algunos
economistas, la crisis económica en Egipto es la más grave desde los años
'30 del siglo pasado.
Y, como el apoyo financiero de Qatar no basta, el gobierno había pedido
ayuda al FMI; pero este organismo sólo está dispuesto a acordar préstamos
con bajas tasas de interés a condición de que el Estado egipcio «ponga
orden» en sus finanzas, en otras palabras, que el Estado disminuya gastos y
aumente sus ingresos. En concreto, esto significa suprimir o reducir
drásticamente las subvenciones a los productos de primera necesidad lo cual
constituye el gasto más importante del Estado, en otras palabras... hambrear
a las masas pobres! Conscientes de que una decisión de este carácter lo mas
seguro es que traeria violentas revueltas (como fue el caso en 1977 donde
decenas de personas fueron asesinadas por la represión), el gobierno Morsi
tardó en tomar la fatídica decisión.
En esta grave situación, al parecer desde la primavera, algunos capitalistas
presionaban para que el ejército tomara el poder – cosa que los jefes del
cuerpo armado rechazaban entonces (3).
Pero, si el gobierno Morsi había vacilado en seguir las recomendaciones del
FMI, este no las estaba esperando para emprender una política represiva anti-obrera
y arrojar las bases para agudizarla.
Una ley sobre las libertades sindicales que, redactada poco después de la
caída de Mubarak, permitía amplias facilidades de lucha y organización a los
obreros, en razón de la negativa de los militares, nunca fue promulgada; la
nueva ley que la Administración Morsi preparaba, preveía diversas medidas
que permitirían al Estado de mejor controlar a los sindicatos y sus
finanzas, prohibiendo el pluralismo sindical – lo que significa el
reconocimiento del monopolio del viejo sindicato de Estado, etc.). Pero
antes incluso de esta ley, los despidos y el encarcelamiento de proletarios
que tratan de organizarse y de luchar contra los capitalistas, la
criminalización de las huelgas, las continuas violaciones de los derechos
de los trabajadores internacionalmente reconocidos, han hecho de Egipto un «inferno
para los obreros», según la burguesísima OIT (4)!
Ahora, si bien la organización onusiana se indignaba, no era por solidaridad
con los obreros, sino por el temor que la política gubernamental,
abiertamente anti-proletaria provocara luchas, cuando esta preconiza una
democrática política de colaboración de clases que precisamente las impidan.
¡Y eso está muy bien!
Según la International Development Center (una ONG egipcia independiente),
durante estos primeros 6 meses de este año, Egipto ha presenciado el número
más grande de «protestas» sociales en el mundo: 5544, siendo el mes de mayo
el más candente y «violento» con casi dos «protestas» por hora.
La difinición de estas «protestas» no es muy clara, no siempre tratándose de
huelgas; pero dos tercios de dichas «protestas» que van de manifestaciones,
marchas y hasta ataques contra edificios oficiales, han estado ligadas a
condiciones de trabajo, reivindicaciones sociales y deficiencias de los
servicios públicos, en pocas palabras, hablan de la condición proletaria
(5). Si bien no hay información suficiente, el mes de junio habría conocido
una ola de protestas, antes que estallaran las gigantescas manifestaciones
anti-Hermanos Musulmanes de fin de mes, en las que los proletarios han
participado en masa; un índice de esto se puede encontrar en la agitación
obrera en los centros textiles del norte, principalmente en la gigante del
sector: la Misr Spinning (25 mil trabajadores, NdR) donde miles de obreros
manifestaban contra el gobierno de los Hermanos Musulmanes y por sus propias
reivindicaciones (6).
* * *
La caída del gobierno Morsi, después de las monstruosas manifestaciones de
estos últimos días inevitablemente van a volver a dar vida a las ilusiones
sobre la fraternal unión entre las clases y la bondad del aparato militar y
estatal, el cual se habría corrompido bajo el gobierno de los Hermanos
Musulmanes. Esta es un circunstancia que la burguesía egipcia va a utilizar
a fondo y rápidamente para calmar a los proletarios. Pero la realidad de la
crisis capitalista se encargará de disipar todas estas ilusiones.
Los hechos demostrarán a los proletarios de Egipto que su verdadero enemigo,
no es solamente el régimen de los Hermanos Musulmanes o el del
depuesto Mubarak; es todo el sistema capitalista; les demostrarán que
contra este enemigo es imposible contar con el apoyo de otras clases,
pequeños burgueses y burgueses laicos, puesto que ellos también viven
de su explotación; tampoco con el ejército y el Estado burgueses cuya
función ultima es la de mantener esta explotación capitalista. Los únicos
aliados de los proletarios, son los proletarios y explotados de todo el
país, y de todos los países.
Los hechos les demostrarán también que no es posible defenderse contra este
enemigo mortal, contra los capitalistas y su Estado, a punta de peticiones o
manifestaciones pacíficas: sólo la lucha proletaria de clase, la lucha
revolucionaria para derrumbar el Estado burgués e instaurar sobre sus ruinas
el poder dictatorial de los explotados se podra terminar definitivamente con
el capitalismo y todos los regímenes burgueses que se suceden continuamente.
Y, para llevar a bien esta lucha, la condición necesaria es la
organización independiente de clase, tanto en el terreno de la lucha
«inmediata» y «económica» (organización sindical de clase) como en un plano
político más general (partido de clase). Futuras batallas esperan a
los proletarios en Egipto como en el mundo entero. Dependerá de la capacidad
de unos y otros para reactivar la perspectiva histórica de la emancipación
proletaria, el programa comunista, sintetizando las lecciones de las
grandes batallas internacionales de la clase obrera, a fin de que estas
luchas sean victoriosas.
(1) cf http://www.egyptindependent.com/news/rise-factory-closures-reflects-egypt-s-compound-economic-malaises
(2) cf
http://www.csmonitor.com/Commentary/the-monitors-view/2013/0705/Why-Egypt-now-deserves-world-s-help
(3) El
general Sissi declaraba en mayo de este año que una toma del poder por parte
del ejército no podría resolver los problemas . cf
http:// www.isj.org.uk/ index.php4? id=904& issue=139# 139marfleet37
(4) cf http://hebdo.ahram.org.eg/NewsContent/979/10/124/3002/LEgypte,-un-enfer-pour-les-ouvriers.aspx
(5) http://www.egyptindependent.com/news/report-egypt-averaged-two-protests-hour-may
(6)
Las reivindicaciones propuestas dan una idea de la situación obrera: aumento
inmediato del salario mínimo, aumento del bono alimentario, obtención del
estatus de trabajador permanente después de 20 años de actividad, bono de
transporte, reconocimiento del estatus de trabajadores calificados, etc.
cf. http://menasolidaritynetwork.com/2013/06/28/egypt-mahalla-workers-join-rebellion-reject-privatisation-plans/
Partido Comunista Internacional
7 de julio
de 2013
www.pcint.orgValladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.
si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com