Tanto la derecha mediática como la izquierda lerda llevan días discutiendo sobre la validez de ciertos métodos de protesta contra los desahucios, a los que se ha venidoa denominar "escraches", palabra que a muchos solo suena a disco "rayado". Pero ¿qué son los escraches realmente?
Cuando la dictadura Argentina terminó, la ley de punto final llevó el "perdón" a lxs generales asesinxs responsables de miles de asesinatos y desapariciones. Contra esa impunidad ciertas organizaciones de iquierda como las abuelas y madres de Plaza de Mayo impulsaron los escraches, es decir, protestas permanentes en los domicilios de lxs asesinxs, protestas que venían a denunciar sus crímenes allí donde ellxs iban. La presión pupular pretendía así hacer pagar lo que la ley hbía perdonado mediante una ley de punto final que recuerda extraordinariamente a la que se vivió en el Estado español en la "transición a la democracia".
Ahora, la Plataforma de Afectadxs por al Hipoteca (PAH) aplica y promueve este tipo de protestas contra lxs políticxs y banquerxs responsables de los desahucios en un intento de visibilizar a lxs responsables de que muchas familias pierdan sus casas.
La maniobra mediática del PP y sus acólitxs está clara: denuncian los "escraches" como acoso y protestas antidemocráticas para que el foco de la atención pública se derive hacia las protestas y no hacia la causa y lxs causantes de los desahucios.
Como anticapitalistas tenemos claro que el derecho a la vivienda está por encima de hipotecas, deudas y bancos y por eso consideramos plenamente legítima esta forma de protesta y denuncia, y no solo eso, pensamos que hay que ir más allá. Extender este método para denunciar responsabilidades es una buena forma de denuncia, pero más aún: debemos extender la solidaridad activa hacia lxs desahuciadxs mediante la acción directa y el ataque constante a los bancos responsables de la situación y lxs políticxs que les amparan, asímismo extender y practicar la okupación y expropiación de viviendas vacías apra uso de personas sin casa y de los coelctivos necesitados y no entrar en el juego mediático sobre la validez de la protesta.
¡Lo que realmente es inaceptable es que alguien se quede sin casa por dinero!
Extraido de Tiempos de Guerra, nº 6, Valladolid, Abril de 2013.