"El proletariado no puede reconocerse verídicamente en un agravio particular sufrido, ni tampoco por lo tanto en la reparación de un agravio particular, ni de un gran número de estos, sino solamente en el agravio absoluto de ser arrojado al margen de la vida".



(Guy Debord, La sociedad del espectáculo).







Cuando miles de proletari@s ("proletari@s: es la inmensa mayoría de los trabajadores que han perdido todo poder sobre el empleo de su vida y que lo sabe") parad@s han salido en casi todos los países europeos a la calle, cuando la bolsa de París ha vuelto a arder, es entonces cuando la burguesía vuelve a recurrir a las "izquierdas" [cfr. elecciones en Francia ahora mismo, o lo que intentarán hacer aquí cuando el Gobierno del PP se tambalée] tanto da socialdemócratas como ex(falsos)comunistas y trata de integrar la creciente contestación. Cuando estos cretinos se preocupan por los recortes y la jornada de trabajo es una señal de que los malos tiempos tocan a su fin. Una vez más llegan tarde.

El problema planteado al Capitalismo solo tiene dos salidas reales, y en ningún caso una tentativa reformista encontrará ya condiciones para imponerse. Las dos soluciones a las que nos referimos son la autodestrucción (polución, destrucción del planeta) o la transformación real del modo de producción. Es decir, las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción han llegado a un límite insoportable (la contradicción se plantea entre la posibilidad material de vivir y la realidad cotidiana de sobrevivir, por no mucho tiempo) sólo tienen una salida violenta: revolución o autodestrucción.

El problema no es ya la reducción del tiempo de trabajo, sino la abolición del trabajo. No querer ver esto no es sino trabajar por prolongar la agonía de lo condenado a desaparecer. Grecia, Chile, Francia, Italia, Albania, Corea, Indonesia, Túnez, Egipto, México, Argentina, ya comienzan a bailar.

¡ Temblad en vuestros zapatos burócratas !

El proletariado vuelve a la escena para entrar definitivamente en la Historia.



(a partir de un editorial del Llar, Asturies, nº 27, junio de 1998).