Los trabajadores en la “Acería Griega” de Asprópyrgos, Atenas ya cumplen dos meses en huelga. El 21 de diciembre se celebró una reunión entre representantes de su sindicato, el dueño de la acería, Mánesis, y el viceministro de Empleo. En esta reunión el mismo Mánesis que sostenía que la fábrica no podía seguir funcionando con la jornada de 8 horas y que el número de trabajadores es redundante, retiró la propuesta-imposición del cambio de la jornada laboral (5 horas al día con una drástica reducción de los salarios), así como 15 de los 50 despidos a los que ha procedido.

La patronal de la “Acería Griega” se autodesmiente. Si fueran ciertas sus afirmaciones susodichas, no propondría él mismo el cambio de jornada y los despidos. Es que los capitalistas no esperaban que los obreros resistieran y aguantaran durante dos meses en huelga. Pretendieron probar estos cambios del régimen laboral en esta fábrica para extenderlos y aplicarlos luego a toda la clase obrera del país. De momento el dueño de la “Acería Griega” es el que está metiendo la pata, pero esto le importa un bledo a la clase trabajadora, y con justa razón.

La asamblea de los trabajadores rechazó la nueva propuesta de la patronal. Como comentó uno de ellos en un evento convocado por varios sindicatos de base, trabajadores y desempleados, el miércoles 21 de diciembre, los obreros huelguistas están unidos y la patronal no va a poder sembrar la discordia y dividirlos con trucos como el de la propuesta hecha en la reunión tripartita. Ya sienten rabia y odio hacia la patronal, no solamente indignación. Por lo tanto están decididos a seguir la lucha hasta el final.

En el mismo evento se habló sobre varios temas que están directa o indirectamente asociados con la huelga. Entre ellos se hizo una mención a la actitud de los trabajadores de la misma empresa en la ciudad de Volos. El 6 de diciembre, la asamblea de los trabajadores de la empresa de Volos aceptó el chantaje de Mánesis y votó a favor de la firma de los nuevos contratos, de 4 meses de duración. Sin embargo, después de la convocación de la huelga en la acería de Atenas, hay necesidad de producción, por lo que estos contratos no se pusieron a la práctica y los obreros en la acería de Volos siguen con la jornada de 8 horas. No obstante, el acero producido en Volos no es de la misma calidad que el de Atenas, ni es suficiente para cubrir las necesidades de la demanda. Hay que señalar que la crisis en el sector de la construcción en Grecia no ha afectado a las acerías, pues ahora están exportando el acero que antes se destinaba al mercado interior. También, recordamos que la patronal de la acería se niega a publicar los balances económicos completos de la empresa. Hay contactos entre los obreros de las dos acerías. El sindicato de la acería de Volos no quiere convocar ni asamblea general ni junta directiva. El sindicato de Atenas ha propuesto al de Volos que le exijan a Mánesis por lo menos que anule los nuevos contratos, así que no haya un precedente.

En el evento se plantearon varios temas interesantes como la posibilidad de un posible funcionamiento autogestionado de la fábrica y los problemas que este confrontaría (adquisición de materias primas de proveedores, venta de la producción en el mercado capitalista, represión por parte del Estado, Capital para reparar las fraguas que llevan dos meses sin funcionar, grado de prontitud por parte de los trabajadores, etc).

También se planteó el tema de la tentativa de manipulación y control de la lucha de los huelguistas por parte del Partido “Comunista”. Se dijo que los trabajadores no están sometidos a la política de este partido. Su papel es el de siempre: tratar de manipular la lucha y canalizarla a unas rutas que le reporten el mayor beneficio electoral posible. Este partido no desea la confrontación directa y combativa con el Capital. Sin embargo, no puede estar del todo ausente. Quiere hacer notar su presencia ante los ojos de la clase obrera. Sus miembros aparecen en la fábrica cuando sea necesario para sus fines y luego desaparecen.

Según señaló uno de los obreros que participaron en el evento, la lucha combativa y duradera de los obreros fue el factor que ha reforzado los lazos entre los obreros huelguistas, les ha dado ánimo y valor para continuar. Desde luego, la solidaridad, material o no, que están recibiendo es enorme. Se planteó el tema de las perspectivas que abre esta solidaridad, de si la resistencia y la lucha contra la barbarie y el terrorismo del Capital (con el dilema: vivir como esclavos o morir como desempleados) pueden sobrepasar los confines de la acería y qué tipo de solidaridad (crítica y sustancial) va a ofrecer, a los obreros, de aquí en adelante, el movimiento anarquista.

La lucha continúa. No sólo en la “Acería Griega”, sino en todos los frentes: en los barrios, en las plazas, en las fábricas, en las escuelas, en las universidades, en todas partes. La resistencia de los huelguistas y los solidarios envían este mensaje a los oprimidos de todo el mundo.