Quince días llevan nuestros compañeros Xabier, Adrián y Miguel encarcelados en Niza, días sin la posibilidad de ser visitados por familiares y amistades, denegada por la justicia francesa. Xabier, Adrián y Miguel fueron detenidos el pasado 1 de noviembre por la policía acusados de “tenencia y transporte de armas de sexta categoría con tentativa de organizar actos violentos contra las personas”, cuando se dirigían a participar en las movilizaciones convocadas por los movimientos sociales enmarcadas en la reunión que los dirigentes del G20 realizaron en Cannes. La legislación francesa considera armas de sexta categoría todos aquellos utensilios sensibles de ser usados como armas, cuyo transporte exige una motivación clara. En este caso: diverso material de escalada, material de trabajo y literatura.
El miércoles 2 de noviembre, un juicio celebrado en Niza les condenó a cuatro meses de prisión, pena de la que tendrán que cumplir íntegro un mes. En el periodo de detención, no les permitieron realizar ninguna llamada, encontrándose indefensos e incapacitados para afrontar su propia defensa. El litigio se desarrolló como un juicio político: fueron cuestiones determinantes para la sentencia sus tendencias políticas, su implicación en diversos movimientos sociales, su filiación a organizaciones políticas y sindicales del estado español; llegó a exigírseles que explicaran las motivaciones que les llevaron a realizar el viaje y el modo en que lo habían financiado. El fiscal, considerando que la condena es blanda, ha recurrido la sentencia, y esta nueva vista para deliberar la aceptación del recurso se celebrará en el juzgado de la localidad de Aix en Provenza, a 15 km de Marsella, el próximo 30 de noviembre.
En tiempos de crisis, el Estado puede privarse de todas sus funciones a excepción del mantenimiento del orden; no tiene nada que ofrecer a sus ciudadanas y ciudadanos salvo protección, en consecuencia, está de lo más interesado en perpetuar la inseguridad que crea esa demanda de protección; ¿Han sido nuestros compañeros usados como cabezas de turco del gobierno francés para justificar el descomunal gasto en seguridad que requiere juntar en una cumbre a los líderes mundiales de las veinte naciones más poderosas del planeta? Informaciones dadas por noticiarios de diferentes países, han señalado que el dispositivo de seguridad que desplegó el estado francés contaba con 12.000 efectivos entre policías, gendarmes y militares.
¿En qué lugar queda la democracia si se restringen los derechos básicos de las personas, si se menoscaban las libertades civiles y se supedita toda la vida pública a la iniciativa del Estado, a la arbitraria actuación de la policía, a la paranoia securitaria de la justicia? ¿Puede un organismo de discusión y consulta internacional (el G20), implicado en la defensa de una maquinaria capitalista abandonada a su abismal discurrir espontáneo, responder a los problemas derivados de la distribución de la riqueza, de los límites físicos del planeta, de la creciente población excluida del mercado laboral, de una precaria gobernanza mundial? Estas son preguntas que rondan en nuestras cabezas.
¡Libertad para los tres detenidos en Niza!
¡Los queremos en casa ya!
Valladolor no admite comentarios
La apariencia como forma de lucha es un cancer
El debate esta en la calle, la lucha cara a cara
Usandolo mal internet nos mata y encarcela.
Piensa, actua y rebelate
en las aceras esta el campo
de batalla.
si no nos vemos
valladolorenlacalle@gmail.com